Zitiervorschlag: Anónimo [Ventura Ferrer] (Hrsg.): "Núm. 20.", in: El Regañón general, Vol.2\20 (1804), S. 153-160, ediert in: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Hrsg.): Die "Spectators" im internationalen Kontext. Digitale Edition, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.4937 [aufgerufen am: ].


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Núm.° 20.

Sábado 10 de Marzo de 1804.

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Secretaría.
Correspondencia literaria del mes.

Sigue el Coloquio de la Carta primera.

Ebene 3► Traum► Br. Creo que has de tener razon, y en esta parte te sigo con gusto, pero veamos el aforismo alegado por Cavanellas; éste no me dirás que no es de Hipócrates, y así gustaria que lo refirieses, y junto con él tu dictámen, que entre tantos desatinos sueles decir algunas cosas que me dan contento.

An. El aforismo dice así: Los que crecen, tienen muchísimo calor natural, y por eso necesitan muchísimo alimento, y de lo contrario se consume el cuerpo. Los viejos tienen muy poco calor, y necesitan de muy poco alimento, porque con mucho se mueren; tambien por esta causa las calenturas de los viejos no son muy agudas, porque sus cuerpos son frios. Ya ve vmd. que aquí el calor natural está contrapuesto al frio, con que se echa de ver que Hipócrates emplea la voz calor en su acepcion general y corriente, y que, segun esta, lejos de poder confundirse con la incitabilidad, es en el sistema de vmd. uno de los mas poderosos agentes incitativos.

Br. Dame un abrazo, dame otro, toma esa botella, bebela toda, en el fondo está la sabiduría.

An. Doctor, vmd. me sofoca con tantas demostraciones de cariño, y sospecho que sean irónicas.

Br. Nada de eso, bebela en mi nombre, que te debo mas á tí solo, que á quantos sectarios tengo en el mundo.

An. Que ¿he conseguido desengañar á vmd. de su absurda sistema?

[154] Br. Ya vuelves á desatinar no es nada de eso, si no que me restituyes la gloria que me usureaba mi prosélito Cavanellas; ahora ya es evidente que el hallazgo de la incitabilidad es mio exclusivamente, y que yo soy el feliz mortal que lo saqué de mi erudita mollera.

An. ¿Ahora salimos con eso?

Br. Te confieso, hijo mio, que este Cavanellas me tenia disgustadísimo; ahora veas tú que orgullo de querer corregir la plana al maestro, y tratar de remendarme el sistema, haciendo una entidad física y palpable de la incitabilidad, quando el fuerte de ella consiste en su incomprehensible naturaleza, y sobre todo, quitarme la gloria de inventor, dexándome apenas la de ilustrador ó ampliador de ideas y conocimientos antiguos.

An. Eso no debe incomodar á vmd., porque un buen discípulo no hace mal en remendar el sayo de su maestro; los de Sócrates se disputaron la honra de comprar una capa á aquel filósofo.

Br. Está bien, pero este Cavanellas ha echado á mi sistema un remiendo peor que el agugero, y á no ser por tí me arrebata el principal de mis laureles: tan agradecido te estoy por esta fineza, que voy á pagártela con una Idea clara, no de la incitabilidad, que esa ya te he dicho ser incomprehensible, sino del modo con que concurre á la vida, salud y enfermedades de los vivientes, y para ello me serviré del símil que trae mi prosélito Frank, que es un mozo de razon, y sumamente hábil : supon una vela que arde, el ayre que aviva su llama es la fuerza incitativa, la llama es su vida ó incitamento, y la vela misma es la incitabilidad. ¿Vas conmigo?

An. Sí señor, lo entiendo muy bien.

Br. Si el ayre es regularmente puro, la cera se gasta sin miseria ni profusion, y la llama es buena y útil para alumbrarnos. Esta es la llama saludable de la vida, y equivale en mi sistema al suficiente estímulo y moderado consumo de incitabilidad, de que resulta el incitamento mediano, que es la salud ó vida agradable.

An. Ya tengo entendido el constitutivo de la salud.

Br. Si él ayre es craso é impuro estimula poco, la llama se debilita, y la vela se gasta poco tambien. Esto se llama en el lenguage corriente ahorro de cera, pero en mi sistema se ha de llamar amontonamiento de incitabilidad, porque significa lo mismo, y tiene la ventaja de entenderse ménos.

An. En eso hace vmd. muy bien, porque así queda campo á [155] los glosadores y comentadores para lucir el talento, y entrar á una parte de la gloria del autor principal.

Br. Pues así como por aquel ahorro de cera resulta la debilidad en la llama, así por el amontonamiento de la incitabilidad resulta la debilidad directa en los animales.

An. Lo entiendo admirablemente; de manera que así como la llama débil es causa de que se gaste poca cera, y la vela dure ardiendo muchísimo mas tiempo del regular, asimismo el amontonamiento de la incitabilidad será causa de que el animal (aunque directamente débil) viva muchísimo mas de lo que viviria en sana salud, y aun por eso se diria

Zitat/Motto► Si el comer poco da vida,
Como dice allá el refran,
Los hijos de mi vecino
Matusalenes serán. ◀Zitat/Motto

Br. Todo lo contrario, porque la debilidad directa, que no hace daño á la vela, causa enfermedad al viviente, y las enfermedades he demostrado yo que son enemigos de la vida.

An. Pero si la vida se aminora por el dispendio de la incitabilidad, el ahorro de ella no contribuirá necesariamente á su prolongacion.

Br. Eso seria, como ya te he dicho, si no se anticipase la enfermedad á trastornar el orden.

An. Suplico á vmd. ¿La debilidad directa es la misma enfermedad?

Br. En términos sí, y en términos no.

An. Estoy satisfecho; eso si que se entiende bien.

Br. Siempre hablas hiriendo; oye, que no soy costal. La debilidad directa en ciertos límites no es enfermedad sino predisposicion para ella, y en otros términos mas extensos es la enfermedad misma.

An. Pues siendo constante que el mas y el ménos no mudan de especie, tendremos que la debilidad directa siempre es una enfermedad, siempre un enemigo de la vida, y que no corre de ningun modo la paridad entre la débil llama de la candela que es causa de su larga duracion, y la débil llama de la vida que es causa de su acabamiento.

Br. Pero hazte cargo que, como suele decirse, Zitat/Motto► similitudo non est identitas. ◀Zitat/Motto

An. Y también se puede decir que Zitat/Motto► diversitas non est similitudo. ◀Zitat/Motto

[156] Br. Pues admite este símil en lo favorable, y no me repliques si quieres entenderme.

An. Adelante.

Br. Si el ayre es impurísimo quanto puede serlo, la llama se apaga, y la cera se amontona, y esto equivale á la muerte de los animales por debilidad directa, porque amontonándose la incitabilidad, que en el exemplo ó símil es la cera, cesa la vida ó incitamento que en él es la llama, y bien conoces tuque no puede haber mayor debilidad que el morirse.

An. Sola una cosa me escarabajea.

Br. Dila, no tengas reparo.

An. Exemplum► Que parece ese exemplo á lo que dice el Dómine Lucas en su comedia, á saber:

……. Que Calderon
Zitat/Motto► Allá en la quinta comedia
Hablando de las mugeres
Dice no hay cosa que sea
Tan buena como la mala,
Y tan mala como la buena.

Por lo que responde el otro interlocutor

Al reves te la calzaste. ◀Zitat/Motto ◀Exemplum

Br. No te entiendo.

An. Ni yo á vmd., pero en el símil de Frank la cera no se gasta, porque se acaba la llama, y en el sistema de vmd. la llama se acaba porque no se gasta la cera: lo que allí es causa, aquí es efecto, y á eso suelen decirle tomar el rábano por las hojas.

Br. En verdad que eres quisquilloso, veo que sí todos fueran como tú no tuviera mi sistema ningun sectario.

An. Y ¿qué se hubiera perdido en eso?

Br. El conocimiento de la verdadera medicina, y debo advertirte que si me vuelves á cortar la palabra le daré de mano.

An. Si replico, que me vuelva Browniano.

Br. Está muy bien. Si el ayre fuera purísimo arderia rápidamente la vela, pero la cera se apuraria en poco tiempo; en este caso la llama viva y rápida equivale á las enfermedades inflamatorias ó esténicas, y el apuramiento de la cera es semejante al aterramiento de los animales próxîmos á morir despues de haber luchado contra una violenta inflamacion; aquel esta-[157]do pues se llama debilidad indirecta, cuyo último grado es la muerte.

An. ¿Se puede hablar ya?

Br. Todavía no. De tan luminosos principios he deducido conseqüencias asombrosas y originales: la primera es que la vida no es un estado natural á los vivientes, sino forzado o violento para ellos, porque la incitabilidad ni atiende á vivir ni á morir, ella no es pe, ni qu (sic), ni hache, ni erre.

An. Será como suelen decir: Zitat/Motto► Tu hijo Don Lope, ni miel, ni hiel, ni vinagre, ni arrope ◀Zitat/Motto.

Br. Así ó asado. Lo que hay de cierto es que quando las causas incitativas obran suficientemente en el sólido, entonces que quiera que no, sale á relucir la incitabilidad, y resulta el incitamento, y el animal ha de vivir necesariamente, y si no ¿pudiste tú evitar el vivir ni el nacer?

An. No señor.

Br. Pues hételo ahí. La segunda de mis originales conseqüencias es que ningun animal puede ser eterno.

An. ¡Válgame Dios! y ¿se podrá creer eso?

Br. Sin duda ninguna, porque como á cada viviente dió naturaleza una limitada partija de incitabilidad, y la van gastando al par que van viviendo, ha de acabarse de juro la incitabilidad, y la vida con ella, y este acabamiento es lo que vulgarmente llaman morir, que es la cosa mas natural del mundo.

An. Ya se ve, como que si uno no quiere morir, no tiene mas que no querer, y se quedó para simiente de rábanos.

Br. ¿Qué es lo que dices? ¿estás en tu razon?

An. Bien sabe vmd. que no probé la botella.

Br. Ya, pero hablas tales despropósitos....

An. Vmd. probó que el vivir era violento ó forzoso, porque el viviente no puede evitar el vivir, y entiendo yo que para probar que el motir es natural, se habrá de convencer por la razón de que el viviente podrá evitar la muerte quedando siempre vivo, y si no es eso será otra cosa; pero yo siempre diria que vivir, nacer y morir eran cosas igualmente naturales, y que si una es forzosa todas lo serán.

Br. Pues dirias un gran desatino, porque yo he resuelto que solo sea natural el morir.

An. Exemplum► Pero aunque natural, no por eso podrá vmd. hacer que un animal viva contra el orden de la naturaleza. ◀Exemplum

Br. Eso de ningun modo.

[158] An. Allgemeine Erzählung► Pues dias pasados vino á esta ciudad un médico Browniano, que sin embargo de no saber leer el castellano, ni entender palotada en el latin, y á pesar de que su catedrático de filosofía hubo de inventar una nueva expresion de censura literaria, para dar idea de su incapacidad, y que además sus estudios de medicina se habian formado de todas leches como queso de Flandes, por haberse verificado en los tiempos de las vueltas y revueltas de los planes de estudios, sin embargo, digo , de todo esto, exponiendo en las entradas de las boticas la famosa doctrina de vmd., y tratando de bestias ignorantes á todos los profesores que aquí exercemos la facultad, consiguió por fin que se le confiase la curacion de una calentura que padecia un sugeto de distincion; el hombre pues hizo lo que pudo, pero no hizo nada, rebutió de estimulantes difusivos, que llamaba él remedios heróycos, al pobre caballero. En la noche del 14, término fatal en que se acabó la incitabilidad del enfermo, hizo quince recetas, y al amanecer, estando el enfermo in agoni, se despidió de la familia diciendo: Ebene 4► yo, señores, me voy á descansar, ya ven vmds. la mala noche que he pasado: No he querido que el enfermo muriera esta noche por no inquietar á la señora, pero ya es de dia, y no será tanta la incomodidad. Vea vmd. aquí como este su prosélito dió á entender que tenia en su mano la vida, y podia impedir la muerte aun contra el orden natural ◀Ebene 4 ◀Allgemeine Erzählung.

Br. En mi partido, como en qualquier otro, hay grandísimos botarates, pero esos fanfarrones no merecen mas que el solemne desprecio con que son mirados por todo hombre de juicio.

An. Lo entiendo así, y tambien alcanzo que la doctrina de vmd., aunque vana en mi dictamen, tiene algunas cosas útiles que pueden sacarse de ella: la primera es que ya los hombres deben quedar convencidos de que son mortales, cosa en que hasta la hora presente no había dado ninguno; y la segunda que los médicos podrán consolar á los moribundos bellísimamente, haciéndoles entender como ya , gracias á Dios, van á salir de aquel estado forzoso de la vida, que ya se les acaba ó se les amontona la incitabilidad, y van á pasar á la situacion juicamente natural á los vivientes, que es la muerte.

Br. Lo dices por ironía, pero es la misma verdad.

An. Séalo pues, pero me ocurre contra todo eso....

Br. Apuesta á que no me has entendido, quando no te rindes á la evidencia.

[159] An. Porque se convenza vmd. de que lo entiendo cumplidamente, voy á exponer todo el núcleo del sistema en un símil sujeto á ménos nulidades que el de su prosélito Frank.

Enmedio de un abrasado arenal que tiene dos mil leguas á la redonda, hay un frondosísimo alvereoquero, con muchísimos alvercoques, y este se llama el alvereoquero de la vida: llega vmd. al dueño del árbol, que le da doscientos alvercoques, y le advierte que si no los come se muere, y que con cada alvercoque se vive un dia, y así que vea como los gasta, porque el árbol se secó ya para vmd., echase vmd. sus alvercoques en el seno, y se retira de allí, pero á poco se siente con hambre, y va con mucho tiento comiendo sus alvercoques, uno cada dia, y vive sano y contento sus doscientos dias, de los quales no puede pasar porque no hay mas alvercoques. En este caso los alvercoques son la incitabilidad Browniana, la hambre de vmd. es la causa incitativa, y la vida y salud que goza, el saludable incitamento. Si vmd. creyendo que así prolongará su vida, ó por poco apetito, ó por qualquier otra razon, se contenta con oler los alvercoques, ó apénas come una quarta parte de alvercoque al dia, se debilita directamente, porque se quedan amontonados los alvercoques, y si absolutamente no los prueba, los alvercoques se pudren, y al mismo tiempo vmd. se muere por debilidad directísima, y este amontonamiento de alvercoques equivale al amontonamiento de la incitabilidad. Si al contrario vmd. se traga muchos ó todos los alvercoques en un dia, al principio se halla vmd. mas alimentado y vigoroso, pero como se acaban los alvercoques, ó quedan muy pocos, se muere muy breve por falta de alimento, aquella fortaleza excesiva equivale á las esténias ó inflamaciones, y el decaimiento subsiguiente es la debilidad indirecta, cuyo último grado es la muerte: ¿lo he entendido?

Br. Perfectamente, pero extraño que entendiéndolo tan bien seas tan testarudo que no te rindas á mi dictámen.

An. Me ocurre una pregunta, y omito quinientas.

Br. Hazla enhorabuena.

An. ¿La debilidad indirecta cómo se cura?

Br. Con grandes y repetidas dosis de remedios incitativos.

An. ¿Y con ellos hay esperanza de conseguir el intento?

Br. Esperanza, y aun evidencia, porque consistiendo la debilidad indirecta en una diminucion de incitamento ó vida, dimanante de haberse disminuido la incitabilidad por la accion soberbia de las fuerzas incitativas, claro es que aplicando gran-[160]des dosis de fuerzas incitativas, se habrá de curar la debilidad necesariamente. (Se concluirá.) ◀Traum ◀Ebene 3

Noticia

Para satisfacer la curiosidad de los aficionados copiaremos á la letra lo que se ha publicado en, uno de los papeles periódicos de Paris de bastante crédito sobre el primer Concierto que ha dado en el Teatro Olímpico de aquella Capital la Señora Lorenza Correa, Actriz de Cantado que fué de los Teatros de esta Corte. Dice así:

Ebene 3► "La Señora Lorenza Correa ha justificado en Paris la brillante reputacion que gozó en Madrid. Una voz sonora, clara, entendida y flexîble, un profundo conocimiento de la música, un grande hábito en ella, y una bella figura, son las ventajas que la han merecido los aplausos de un numeroso concurso, cuya brillantez se realzaba mas con la hermosura del Teatro.

Comenzó el Concierto con la obertura de los Horacios de Cimarosa, composicion deliciosa que se executó muy bien. La Señora Correa cantó despues un Rondó de Nazoli, y una Escena de Reguini: á los principios estaba un poco tímida, pero bien pronto ha desplegado los recursos de su habilidad. Luego cantó con Mr. Bouffet un Duo italiano, que á pesar de ser muy difícil, lo desempeñó con mucha precision y firmeza.

Mr. Bouffet cantó un pasage de la Creacion de Haydn. Este joven no tiene mucha voz, y aun esta la tenia debilitada por la timidez, pero ha manifestado un método excelente, y un gusto muy bueno.

Se tocó además una Sinfonía de flauta, obué y bajon, perfectamente executada por Bezozzi, Gilíes y Gebaüer, y un Concierto de violin, en el qual una Dama ha dado pruebas de mucha destreza en este instrumento.

El desempeño de estas composiciones ha excitado los mas vivos aplausos. ◀Ebene 3

Journal de Comerce, de Politique, et de Litterature. N.˚ 148) ◀Ebene 2

Con Real Privilegio.
Madrid

En la Imprenta de la Administracion del Real Arbitrio de Beneficencia. ◀Ebene 1