matura virgo, & fingitur artubus
jam nunc,
& incestos amores
de tenero meditatur ungui.
Horat. Carmin. Lib. III.
Od. VI. v. 21
Despues que la han prensado
los huesos, la
Doncella
aprende impuros bayles,
y en lascivos amores se
deleyta.
no lo son, que son enigmas,
son sabandijas
neutrales,
ni bien hombres ni bien hembras,
ni bien pescado ni
carne.
y esto de ser una cosa indescifrable aún al mismo Edipo, me tiene tan corrida y fuera de mi, que
mil veces estuve tentada para poner carteles, ofre-
La prueba mas real de mi desgracia es, que habiendo sido todo mi empeño
desde la edad de doce años (¡qué tal madrugué!) agradar á los hombres,
con el santo fin de matrimoniar, pues mis deseos de casarme siempre han
sido mayores y mas violentos que los de una Viuda, (bien sabe Vmd. las
poquisimas que concurren á la escuela de la del Rey Mausoleo) aún no he podido arribar al puerto; asegurandole me
falta ya muy poco para perder la esperanza, sin embargo de lo ancha que
Precisamente son los hombres muy insensatos é injustos, quando desentendiendose de mis encantos, atractivos y garabato, no se ha presentado ni siquiera un entretenido de Oficina á pedirme por esposa; y para que se conozca lo injustamente que proceden conmigo, vaya Vmd. pensando mis méritos en la fidelísima balanza de su juicio, y verá si tengo razon para quejarme de mi suerte y de ellos.
Ninguna en todo Madrid bayla con la gracia y desemboltura que yo un
Minuet, Paspie, ni Contradanza: de Tiranas y Guarachas no se hable, porque á la mismísima Herodías la llevo notable ventaja (aunque no la
he visto danzar pero lo presumo) en el salero y movimientos lúbricos con
que las bordo: ver como me pongo el sombrerillo, cómo un lazo al
desmayo, y Merlin. Tambien
canto á la guitarra las siguidillas del Bolero,
con gracia tan singular y con tan dulce voz, que en comparacion mia era
forzoso que las sirenas gorgoriteasen lo propio que monjas atabacadas.
¿Pues qual es la que en la Corte usa de los dotes de naturaleza con mas
acierto que yo? Dióme ésta unos ojuelos de los que juego tan
gachonamente, que solo uno que tenga alma de cantaro dexará de quedar
despachurrado si los observa con atencion. Mis cabellos son mas obscuros
que el corazon de un ignorante, y tan largos, que pueden ser envidiados
de las mismisimas trenzas de las Ninfas del Parnaso; mi cuerpo es tan
alto como pueden ser los pensamientos de Vmd. con el aditamento de un
tallecito mas estrecho que la mano
Si aqui solamente finalizase mi desdicha, no sería tan grande mi aburrimiento, pero : : :
. . . ¡ah cielos,
quién para inmensos dolores,
para inmenso mal
tuviera
inmensas explicaciones!
todo hiperbole será sucinto, no digo el tanto
quanto; con asegurar á Vmd. que hace tres dias que no me peyno, ni baxo
al Prado, está mas que suficientemente ponderado lo inmenso de mi
dolor.
Tithon se arroja melancolica y cavizbaja del lecho vertiendo
lágrimas, por estar su belleza empleada en un viejo. Jamás la permitió
su Madre vestirse sino de lana, y aunque tenia dos criadas, queria que
la hija las ayudase en la mecánica y baxa ocupacion de coser y planchar,
alternando tambien en la cocina con ellas. Los vestidos con que se
Antioro, y contra el agudo, fino, y juicioso Cosme Damian.
Cándida, admirando su
fortuna, y tildando su conducta con esos sarcasmos? Así es, le respondió
mi buena Madre, asegurando á Vmd. hemos quedado con la noticia echas mas
estatuas berroqueñas que las Niobes, admiradas
que hubiese hombre tan mentecato, de gusto tan aldeano y ordinario, que
prefiriese esa muchacha á otras infinitas que hay en Ma-
Qué engañadas viven Vms. replicó nuestro hombre; esas son las que
justamente deben encontrar sugetos que deseen ser sus Esposos. Por loco
que sea un hombre, quiere que la muger que elige para propia, tenga el
mas sólido juicio y la mas christiana conducta. Ninguno apetece unirse
con esas miserables cabecillas, que solo piensan en unas pequeñas nadas,
y que viven persuadidas á que el Estado del matrimonio es el de la
libertad. Doña Cándida con su arreglada conducta,
hará felíz á su Esposo, quien continuamente estará bendiciendo el
momento en que la vió, y el dia en que le unió con ella, el sagrado lazo
del matrimonio.
¿Quién, que no haya echo banca rota de todos los sentimientos de honor,
se determinará á tomar por Muger á la que por sus locuras y profusion en
el Estado de soltera, está di-Fenisa ve con
dolor y embidia que Lisi porque tiene su Esposo
diez mil Ducados de renta, se hace cada año dos Francesillas y otros
tantos Chalecos; que trahe media mas fina que el discurso de un zeloso,
y que toda la abundancia de Amalthea se halla
derramada en su casa. Quisiera Fenisa hallarse en
las propias circunstancias; las cortas facultades de su Marido no dan
para tales ensanches; Lisi tiene mil que la
obsequian y acompañan en el paseo, Fenisa se ve precisada á vivir obscuramente y
sin trato; se alampa por un traje brillante, se chupa los dedos por un
peinado de Mono, el no poder lucir con dos Reloxes la desvela y pone de
mal humor, no procuraron sus Padres estampar en su corazon ni el temor
de Dios, ni el de la pérdida del honor; saque la consecuencia quien
guste. El hombre de entrañas mas diamantinas es preciso que compadezca
al que se case con Fenisa.
Cándida, como educada con christianidad, modestia y recato,
será una monstruosidad que dexe de vivir del mismo modo en su nuevo
estado; así como lo fuera tambien que instruida en las modas y en las
locuras del dia, abandonase unas ni otras quando la suerte la
proporcionase la gloria de ser Madre. Solo un joven loco puede elegir
para sí una de estas dementadas, y : : :
Quincenales
papeles, se burle de Vmd. y de quantos piensan por el propio estilo.
Espero, Señor Harnero, que mi opinion será la suya, y que me dará el modo de salir de este miserable y fatigoso estado, pues á la verdad me falta ya poquisimo para caerme de él.
Es de Vmd. con el mayor afecto
Leocadia Matute.