Zitiervorschlag: Anónimo (Hrsg.): "Número XVI", in: El Apologista Universal, Vol.1\16 (1786), S. 291-314, ediert in: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Hrsg.): Die "Spectators" im internationalen Kontext. Digitale Edition, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.777 [aufgerufen am: ].


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Numero XVI.

Zitat/Motto► Grande opus: emensis ex hinc nec inutile seclis.

Vanier Præd. Rust. Lib. I. v. 307.

Grande obra, y util á la edad futura:
Librar clientes de la atróz censura. ◀Zitat/Motto

Ebene 2► Allgemeine Erzählung► Cansado, aburrido, harto de pisar lodo en medio de la limpieza de la Corte, y mas que medianamente embadurnado con el que al paso me salpicaban los coches, me ví precisado una de estas tardes, á entrarme en la Librería de Castillo, y esperar á que llegase la noche, para poder irme á mi casa, sin riesgo de que me silvasen por las calles. Hizo la casualidad que se hallase allí tambien por el mismo motivo un buen Señor, á quien yo no conocia; pero luego que le saludé y nos sentamos al brasero, cayó la conversacion sobre el mal tiempo, el mucho frio, el lodo, las aguas, los coches &c. en lo que desde luego conocí que era hombre de talento, de sano juicio, muy [292] versado en la historia, y lo que sobre todo me enamoró, fue que en mas de hora y media que duró nuestra tertulia, no me contradixo en una sola palabra: apoyaba todos mis pensamientos y los aplaudia sinceramente; era enemigo declarado de los críticos, y el mas apasionado á mis clientes; ingenuo, sencillo, literato, y tan uno conmigo en el modo de pensar, que yo daba interiormente mil gracias al Cielo por haberme deparado un hombre semejante, y ya no me acordaba de los malos ratos anteriores. ◀Allgemeine Erzählung Metatextualität► Pareceme pues que haría una grave injuria á mis clientes, en especial á los que fueron objeto de la mayor parte de nuestra conferencia, si no les manifestase que á pesar de esa menuda turba de critiquillos bachilleres, tienen tambien hombres de seso que los aplauden y los elogian como yo. ¿Qué mas? ¡si aun á mí mismo me hizo creer que era hombre de provecho y de grande utilidad á la Republica! Ello es que yo no he podido resistir á la tentacion de publicar quanto charlamos y allá vá segun me acuerdo. ◀Metatextualität

Ebene 3► Allgemeine Erzählung► A poco rato que estabamos murmurando de los coches, advertí que pasaban por la calle quatro galeras cargadas de cajones y muy despacio. Ebene 4► Dialog► He aquí como [293] debieran ir los coches, le dixe á mi Caballero, y no que con el trote y galope de las mulas, nos ponen perdidos á los pobres que vamos á pie. Tiene Vm. míl razones, me respondió; pero eso consiste en que las galeras llevan cosas de peso, y los coches no.= Pues, digame Vm. ¿qué llevan en aquellos cajones tan grandes?= Esta mañana los ví cargar y cerrar en una libreria y segun oí eran unos 40. tomos de Larraga, 30. de Echarri, 2500. de Corella y otros Libros que llaman de Moral en Castellano, y estos sirven para todos los que quieren ser Eclesiásticos, y son delicados de cabeza; y se gastan á millares en España, y otros tantos en Indias.= ¡Valgame Dios, y que descuidados somos los Españoles! ¿Con que tenemos el Moral en romance, y no ha habido todavía una buena alma que ponga en Castellano el Breviario y el Misal, ó por lo menos el Canon de la Misa? ¿Quánto tiempo no ahorrariamos en la Iglesia quando son mas largas la Epistola y Evangelio que el resto de la Misa? Como yo supiera que habia de tener buen despacho, desde hoy me dedicaba á esta traduccion, y cate Vm. que al Invierno que viene tenia yo mi coche, y no andaba pisando lodos por las calles.= El despacho yo se le ase-[294]guro á Vm., y en caso de duda puede Vm. anunciar la Obra en la Gaceta por suscripcion; para lo qual buscará Vm. siete Predicadores Sabatinos, de aquellos que saben poner á S. Roque sobre la Santisima Trinidad, y les encargará el Prospecto y el elogio de la Obra; y si le hicieren tal, que pueda competir con el de la Filosofia de Roselli, tan largo, tan hyperbólico y magnifico, crea Vm. que se repeláran las gentes por comprarle. ¡No sabe Vm. quanto vale una fachada ó Prospecto bien parlado, y mas dandole gratis pegadito á la Gaceta: por lo menos todos los curiosos y estadistas que hacen colecciones de ellas le tendrán siempre, y la edad futura sabrá como la presente los trabajos de Vm. y verá lo adelantados que estamos en el Siglo XVIII.= Pues en verdad que no me parece mal el pensamiento: y ¿digáme Vm., será bueno poner tambien en las Esquinas sus correspondientes carteles para mayor despacho de la Obra?= Si Señor: mucho bueno; no obstante que los carteles los suelen quitar los envidiosos, y quando no, ponen otros encima y se perdió el trabajo y el dinero.= ¡Ah! Para eso los pegaré yo con blancos de huevo, y les pondré á las esquinas quatro piedras de fuego, y no haya Vm. miedo que los quiten ni pon-[295]gan otros sobre ellos. Este secreto lo tengo yo reservado para entonces desde que lo aprendí en el cuerpo de un Espiritu de los Diarios. Mas dificultad tengo yo en que me dén licencia para la impresion, porque eso anda medio delicado en estos tiempos.= ¡Jesus Señor Apologista! y ¿Vm. se detiéne en eso? Muy poco conoce Vm. todo su merito. ¿Con que es bueno que sus clientes solo con haberle á Vm. elevado á la excelsa dignidad de Mecenas, imprimen lo que no es creible que pudiera permitirse, y á Vm. se le habia de dificultar siquiera esa licencia? Ahi tiene Vm., si no me engaño, sobre el mostrador ese librito que ha impreso, ó reimpreso un cliente antiguo de Vm., y se le ha dedicado á Vm. mismo:::: ¿A ver?:::: Ha si; esta es la mascara ó mogiganga de los Teólogos Jesuitas de Salamanca, á la Canonizacion de S. Luis Gonzaga. Si Señor: esta obrita la estimo yo infinito, y aunque no tubiese otro merito que la invencion de celebrar carnestolendas en Julio, y en honor de un Santo, merecería toda mi proteccion. Allá en los tiempos de antaño, pensaban los hombres melancólicos y adustos, que la Canonizacion de un Santo, debia ser un poderoso motivo para dar gracias á Dios, por la exaltacion de nuestra Fé, y por [296] la mayor gloria de la Iglesia; creian que si era lícito algun regocijo en estos casos, debia ser todo espiritual, é inocente, y que nos excitase á la imitacion de las virtudes del Santo, encendiendonos en una santa envidia de merecer igual honor; ¿pero qué? ¿quándo hubieran ellos discurrido una mogiganga satírica, en que entrasen el mal gusto, el capricho, mingo rebulgo, un marranico, el Poeta de los picaros, la desverguenza, la disolucion, la grosería, el dipthongo, &c. todos con las insignias correspondientes á su oficio? ¿Quándo se les hubiera puesto en las mientes que una corrida de bravos novillos, no eran medios impropios de regocijar al pueblo para dexarle mas impresa la memoria grata de las fiestas y con ella la de los nuevos Santos? A lo mas que se podria extender entonces el discurso sería á creer que el que hubiera llevado una buena cornada de un novillo, tenia el medio mas propio para acordarse siempre de la fiesta.

Yo convengo con Vm. en todo ese merito, y aun extraño que nuestros Poetas no nos hayan forxado un par de Comedias ó Sainetes al asunto; pero lo que digo es que á no ser Vm. el Mecenas y el Apologista de la Obra, yo por lo menos, no la hubíera publicado, por no exponer á la faz del uni-[297]verso los lastimosos atrasos de la Patria.= ¿Pues qué atrasos son esos?= Mire Vm.; ya ve Vm. como hablando de las quadrillas de la mogiganga dice, (pag. 32.) que Ebene 5► “iban en pareja las quatro Teologías, vestidas de Amazonas; porque las Teologías verdaderas, andan siempre con el pecho descubierto, sin ser indecencia, á distincion de las falsas, que comunmente andan encubiertas, y no es por recato. Llevaba cada una en una fuente de plata, un libro de la facultad que representaba, compuesta de Autor Jesuita.” ◀Ebene 5 Y luego dice, que estos 4. eran, Alápide, Belarmino, Suarez y Sanchez, que significaban las 4. Teologías verdaderas; y cate Vm. que desde que S. M. mandó, que se extinguiesen en todas las Universidades y estudios las Cátedras de la Escuela Jesuitica, y que no se usase de los Autores de ella para la enseñanza, forzosamente hemos de estar sin Teologías verdaderas, puesto que lo eran aquellas como estampa su cliente; y ahí es nada la ignominia que de aqui debe resultar á toda España.= ¡O Señor mio! mis clientes no se paran ahora en si el Rey manda esto ó lo otro, ni en quanto clientes, pertenecen á otra jurisdiccion que la mia, y ni el Rey ni el Papa, [298] pueden hacer que no lo sean. Yo los defiendo, y salgo por ellos con espada en mano, contra todo follon, ó malandrin, que tenga el desacato de ofenderlos, y vea Vm. aqui porque se animan á trabajar para ilustrarnos, sin pararse en respetos humanos ni divinos.= Pues por eso decia yo que Vm. está haciendo á la Patria un beneficio imponderable, al qual deberá estar eternamente agradecida. ¿Quántas obras de la mayor importancia no se escribirían ni se darían al público, si sus Autores no pusiesen en Vm. su confianza? ¿Cómo nos hubiera enriquecido Fr. Fr. de A. con una Obra tan pura y limpia de crítica, como el cordonazo de S. Francisco, si no supiera que Vm. le habia de sacar á paz y á salvo de las censuras de los críticos?

Porque, vamos claros, Señor Apologista, fueron tantos los disparates y sandeces, que se dixeron contra esa Obrita luego que salió á luz, que no habia paciencia para oirlos, sin irritarse un hombre, y con razon, contra tanta bachillería. Ebene 5► Allgemeine Erzählung► Acuerdome que en una Tertulia estaba yo leyendola cierta noche, y aunque desde el principio conocí que se sonreian los Tertulianos, luego que oyeron aquello de que la Síbila Eritheca, habia profetizado el [299] nacimiento de S. Francisco, fueron tales las carcajadas, las palmadas, los gestos, y la burla que hicieron, que yo creyendo que me habia equivocado, volví á leer el pasage de mi Sibíla. Qué Sibíla ni qué alforjas clamaron todos; vaya que semejante disparate, no ha salido hasta ahora de la Imprenta. Así engañan esos miserables Autorcillos al Vulgo ignorante y crédulo, encaxandole mil cuentos y patrañas, propias de gente de aldéa. ¿Cómo que patrañas? les dixe, aguarden Vms., que aqui cita á Pisa, al Portentum gratiæ, y á Cornejo, que son muchos, muchos gravísimos Autores, y estos mismos dicen que tambien, fue anunciado, como el del Mesias en la Ley y en los Profetas. (Pag. 25.) Pues aunque Vm. me traiga 500. Autores como esos, maldita la fuerza que me hacen, y diga Vm. que lo digo yo, (así me respondió un Clérigo jóven, y que parecia saber algo), y sepa Vm. que en quanto á la Sibíla, mienten redondamente si lo dicen: lo primero porque no ha habido tal Sibíla en el mundo; y lo segundo porque aun dado caso que la hubiese, era necesario el lugar expreso de la profecía, y que no pudiese apropiar á otro Santo; y era necesario que me diesen algun Autor que se la hubiese aplica-[300]do á S. Francisco, antes de nacer el Santo; porque después, no hay cosa mas facil que aplicarlas á qualquiera. Y en quanto á la Ley y los Profetas digo lo mismo: deme Vm. un Rabino que haya esperado á S. Francisco antes de nacer, ó un Santo Padre que haya interpretado alguna profecia aplicandola al mismo Santo, y entonces veremos; pero sinó, digo y diré siempre, que eso es burlarse seriamente del respeto y circunspeccion con que deben escribirse los hechos de los Héroes de la Religion, que no necesitan de nuestras mentiras para ser gloriosos, y dignos de que los imitemos. Y luego nos querrá decir como al Censor, que nos burlamos de la vida de S. Francisco, como si no hubiera mil leguas de distancia entre una vida santa é inocente, y un escrito torpe y ridículo de la misma vida: cate Vm. que si un Herege escribiese la vida de S. Francisco, mezclando en ella mil errores, no se podria refutar, porque era la vida de S. Francisco; vaya, vaya que estamos muy adelantados.

A este paso, fue tanta la fisga que allí hicieron del tal Libro, que casi no le dexaron hueso sano. Oyeron aquello de que S. Francisco estaba en la llaga del costado, y decian: bueno, bravo [301] ¿pues donde estará S. Juan Bautista el mayor de todos los Santos? ¿Y donde estará la Virgen Sacratísima, Madre del mismo Dios? Pues no es menos chistosa la prueba de que S. Agustin está todavía disputando en el Cielo sobre la Santísima Trinidad: Pobre Santo, que hasta en el Cielo ha de vivir entre disputas. ¿Si estarán allá Donato, Pelagio y Ario, sus competidores? Si es constante, que S. Francisco mereció singularísimos favores del Cielo, que obró mil prodigios en vida y muerte, como consta autenticamente de la Bula de su Canonizacion, ¿á qué viene afear una historia tan sincera, y de tanta edificacion para los fieles, con milagros y cuentos; que no tienen mas apoyo, que el falso zelo de algun Autor poco instruido, y muy apasionado? Y si á qualquiera se le debe creer, sin mas exâmen ¿por qué la Iglesia y el Santo Oficio han condenado mil veces varios Libros de milagros supuestos, é indulgencias apócrifas? ¿No estaban estampados muchos de ellos, por Autores graves, al parecer? ¿Són falsos estos milagros porque los condena la Iglesia, ó los condena porque son falsos? ¿Y que importa que un milagro le refieran cien Autores, copiandose unos á otros, si ninguno merece mas fé que el primero que lo dixo? [302] Esa degollacion del Obispo, de donde salió primero, sino del Sacristán que se dice haber visto el trueque que de sus insignias hicieron S. Pablo y S. Francisco? ¿Y no les parece á Vms. que un Sacristán es la persona mas abonada del mundo, para cosa de milagros? ¡Ah, á quantos Religiosos, verdaderamente doctos, así de esta como de otras Sagradas Ordenes, he oido lamentarse amargamente del descuido, de la ignorancia, y de la falta de critica con que estaban escritas las vidas de los Santos, y de los perjuicios que de aqui resultan!

Lo mas gracioso está, en que este mismo buen P. supone (pag. 15.) que no todo lo que hay escrito de los Santos es cierto y verdadero, aun hablando de S. Francisco, como puede verse en los Bolandos. ¿Y porqué no llama impíos, malos Christianos, y mas que blasfemos á los que han escrito eso, que no es cierto y verdadero? ¿porqué no dice que estos hacen burla de la vida de S. Francisco, porque han escrito de él lo que no es cierto? ¿Y no es esto, ó una malicia refinada, ó una ignorancia la mas crasa? Y luego nos dice Dios por un Profeta, que busquemos la ciencia y la Doctrina, en los labios del Sacerdote; pues en verdad, que si fueran todos como el P. Fr. Fr. A. ya podiamos echar por [303] la otra hacera. ◀Allgemeine Erzählung ◀Ebene 5

En fin Señor Apologista, yo no sé como tuve paciencia para oir tanto disparate, como dixeron del dichoso cordonazo, de su Autor y del que lo habia aprobado.= Ah, si yo hubiera estado presente, no se reirían ellos de la fiesta.= Pues ahora que me acuerdo, tambien salió Vm. á colacion. Decia el tal Clérigo que Vm. no debia hacer la Apología del cordonazo, porque todo hombre de dos dedos de frente, le despreciaba desde la primera página, y nadie haría caso de la defensa que Vm. hiciese.= ¿Eso dixéron? ¡Que bobitos! Teólogos he visto yo que tienen, no dos, sino doce dedos de frente, y dicen que el tal cordonazo convence, demuestra, y que echa por tierra quanto se pueda decir contra él. Vea Vm. si hay Sabios (de los mios) que le estiman y le aplauden. Si, que me pondria yo á defender una Obra como esta, por solo mi capricho! Pero Vm. en todo caso, desprecie solemnemente las bachillerías de esos critiquillos, y en especial de ese Clérigo, pues ya sabe Vm. que S. Buenaventura, pone cinco causas, porque los Clérigos aborrecen á los Frailes, y asi es recusable su dicho. Esos hombrecillos respiran ayres del Norte, habrán leido esas obrillas de [304] Thiers, Amort, Benedict. XIV. que acá quando menos se estarán arrinconadas en casa de Copin, ó de Alverá, y querrán que todos nos inficionemos con ellas. Esas Obras son secas, áridas, estériles, infructuósas; y un cordonazo es un grano de trigo selectísimo, que bien sembrado dá ciento por uno, ya ve Vm. que la utilidad es el móvil principal de los Autores.= No entiendo yo eso.= Pues yo si. Fuera de qué ¿quién duda que ese libro encierra cosas verdaderamente prodigiosas y ciertísimas? Aquella revelacion, por exemplo hecha á S. Francisco, de que si solo hubiese un pan en el mundo, sería la mitad para sus hijos, ¿no es un milagro tan cierto como verificado ya mil veces? Y si Vm. no me cree, oygaselo á S. Buenaventura en el Apologético de su Religion, en la qüestion VIII. donde dá los motivos de no permitir á otros, que á los Religiosos vestir el habito de S. Francisco, y uno de ellos es: Ebene 5► Item cum putarent nobis dedisse, quod aliis nobis similibus dederunt, qui inter habitus nescirent discernere, recusarent nobis iterum dare eleemosynam, & sic nihil acquirere possemus & periremus. ◀Ebene 5 ¿Lo ve Vm. ahora clarito, como recurre el Santo á este milagro? ¿Y no es evidente que Ebene 5► “todo el mundo sabe, confiesa, [305] y publíca con admiracion y pasmo, que este es el milagro mayor y mas visible que tenemos en la Iglesia” ◀Ebene 5 como lo dice mi cliente? Que se nos venga ahora Santo Tomas á llamar al Augusto Sacramento: Miraculorum ab ipso factorum maximum, que yo apuesto, será capaz de desmentirle en sus barbas, y á fé que tendrá razon, porque este milagro no es mas que para los hombres, y el otro se extiende hasta los burros y los cuervos, como allá in illo tempore le decia David á Dios, Zitat/Motto► Qui dat jumentis escam ipsorum, & pullis corvorum invocantibus eum. ◀Zitat/Motto

Pues mire Vm.: yo hasta ahora no he querido publicarlo, pero sepa Vm. que me ha sucedido una cosa maravillosa con el dichoso cordonazo. Ebene 5► Allgemeine Erzählung► Salí á caza de gorriones una de estas tardes al alto de S. Bernardino, y quando estaba yo muy hueco por haber muerto mas de treinta, cate Vm. que veo que se me han acabado los tacos: echo mano al bolsillo de la casaca, y no hallo mas papel que mi cordonazo, y aun este no era mio; que le habia comprado para enviarle á París. Ello es que yo me resolví á encajar por tacos las dos primeras hojas: habianse juntado mas de cien gorriones, disparo, y no sale el tiro: no hice caso [306] por entonces; vuelvo á disparar, y me sucede lo mismo: repito hasta seis veces, pico la piedra y hago bien la punteria; nada. Entonces conocí que debia ser milagro del cordonazo; fuí á contárselo al P. Fr. Fr. de A. y al instante me le canonizó tambien sobre mi palabra; bien que yo iba muy grave.= El caso es particular por vida mia; pero digame Vm. ¿está Vm. cierto de haber cargado con pólvora?= Toma:::: pues tiene Vm. razon que no eché pólvora, y ahora me acuerdo de ello.= Pues ve hay el milagro. ◀Allgemeine Erzählung ◀Ebene 5 = Vaya, vaya, y estaba yo tan aturdido, porque me leyó el P. aquello que le dice á Philoteo porque diz que quemó el Epitóme de Bozal: “Oiga el Cielo y la tierra la cosa mas horrenda y espantosa, que se ha visto entre Católicos.” Ya contaba yo con huirme de España, luego que el P. publicase mi milagro.= Buen disparate: antes bien Vm. debía publicarlo y repartirlo por ahí á las devotas; que en todo caso aqui estaba yo para defender á Vm., y en verdad que si Vm. se iba á Francia ó á Italia, allí se lo examinarian muy por menor; porque no dexan pasar un ápice de quanto pueda oler á vana credulidad ó tenga visos de supersticion.= ¡Ola! ¿Y en qué consiste [307] eso?= En que allá no hay siquiera un Apologista que pueda defender tan buenas causas; y lo mismo sucede en todo lo que huela á libertinage, materialismo, impiedad &c.= Por eso sin duda es que he oido hablar mal de Boltayre, Roseau y Montesquiu, que nombra su cliente de Vm.= Y ¿quién tiene la culpa? Hubieranse venido ellos á escribir á Madrid, y con mi auxîlio serian hoy hombres grandes, y nadie se metería con ellos; pero ya se vé, escribían en París, en Ginebra &c. y qualquiera cosita, se la censuraban agriamente.= Y que ¿no se censura así entre nosotros?

Mire Vm. al pobre Loke, y á Voltayre, les están continuamente royendo los zancajos, porque llegaron á dudar, sobre si podia Dios dar pensamiento ó facultad de pensar á la materia. Rousseau dixo abiertamente, que esto era metafisicamente repugnante. El Autor del Systema de la Naturaleza, está tenido por impío, temerario, materialista, atheista, y aun por loco, porque tambien dixo que la sensacion era un puro efecto de la combinacion de las partes de la materia, y que esta no era un ser inerte, pasivo, é incapáz de producir algo por sí mismo. Y ha sido tanto lo que han escrito por allá contra estas cosas, y las han refutado de tal [308] suerte, que se han visto confundidos, y aun castigados los Autores; y los libros han entrado en la jurisdiccion del executor de la justicia. Pero acá, aunque hubieran querido escribir, que Ebene 5► Dios ha concedido á los cuerpos organizados de cierto modo la facultad de sentir, percibir y apetecer; que el defender que el hombre obra generalmente por un solo principio, es dar un grande asidero á los Materialistas; que todo la industria y sagacidad que muestran los hombres en la execucion y practica de las artes, mecanicas, las mixtas, arquitectura, música, han debido su origen á la efeccion genérica sensitiva, que reside en nosotros como en los brutos; que la religion natural no es en sustancia otra cosa, que el modo de abandonarse á las ficciones ó sueños de una fantasía desenfrenada, ◀Ebene 5 y otras mil cosas semejantes, hubieran hallado Teólogos que las aprobasen, las hubieran publicado solemnemente, y no habría quien chistase contra ellos. Y sinó vea Vm. como las ha estampado mi cliente favorito, sin que nadie le diga palabra: Verdad es que están en un tomo grande de Discursos filosóficos, y no en libritos en 8. como los Franceses.= ¿Querrá Vm. creer Señor Apologista que me dixo un manchego el otro día, que esa era obra de un zoquetismo nato, o de una [309] ignorancia infusa? Pero vea Vm. que ahora llego yo á entender una cosa, de que me habia quedado en ayunas, quando me sucedió;

Ebene 5► Estuve la otra noche

en un fandango,

donde había un potage

de dos mil diablos.

Allgemeine Erzählung► Era este en el barrio del Abapies, y de aquellos de ya Vm. me entiende: en fin de los que pintan las seguidillas sobredichas. Pusieronse á lo mejor de la fiesta dos contradanzas, que yo, con ser bailarin á teneris unguiculis, no las he visto mas saladas. Hasta sus nombres eran nuevos para mí: una era, La Sensible, y otra La Apetitosa: el rigodón: el sarsé, la alemanda, el paseo &c. eran tan vivos que dexelo Vm. por Dios, las cadenas y medias cadenas, no es ponderacion, pero podian servir de molde á nuestros Poetas de Estrechos. Ello es, que una buena vieja que parecia Ama de la casa, decia de quando en quando á las majas: Niñas mirad lo que haceis, que eso puede ser pecado. Y entonces fué quando extrañé la respuesta de dos de ellas que dixeron: Calle Vm. abuela, no sea Vm. impertinente: esto lo apetece el cuerpo, y nada mas, y el cuerpo ni peca ni merece, y sobre todo, asi nos han dicho que lo enseña [310] F. Advertí tambien, que uno requebraba á su pareja diciendola: Sobre que cuerpecito, mas bien organizado no se pasea por la Corte. Y crea Vm. que entonces me quedé en ayunas como digo, y ahora ya lo comprehendo. ◀Allgemeine Erzählung ◀Ebene 5

Pues ahí verá Vm. como se propaga la sana doctrina de mis clientes. Yo apuesto á que en Francia, en Italia, y aun en Londres dirían los críticos, si vieran este libro, que enseñaba los mismos errores que queria combatir; allá hubieran pensado que tenia los principios del mas fino materialismo, pero sin maldita la finura, y en fin me parece que hubieran llovido críticas y censuras contra él como granizos en verano; pero acá vea Vm. como, aunque se resientan ocultamente algunos critiquillos, y esto por envidia, no hay uno siquie.ra [sic] que salga contra él á la palestra. ¿Y esto porqué? Porque aunque yo lo diga, me tienen miedo, y saben que los pondria á pelar si intentasen impugnar al menor de mis clientes. Bien que si he de decir la verdad, yo no sé que atencion ni que política pueden tener estos críticos. Aunque no miráran sino que las Obras de mis clientes deben estar aprobadas por Teólogos consumados, y tan de carrera como el corzo mas corrido, debieran callar y so-[311]meter su juicio á la aprobacion de varones tan eminentes, creyendo que sería mas facil engañarse ellos, aunque viesen, supiesen, ó se les demostrase lo contrario, que el que cupiese la menor equivocacion ó ignorancia en los tales aprobantes.

Ah, pues ahora que habla Vm. de aprobantes, sepa Vm. que he oido, no ha mucho tiempo, que se pensaba en darle á Vm. un golpe mortal.= ¿A mí? ¿cómo? ¿quién? ¿y porqué?= Dixeronme que querian se estableciese un cierto Tribunal ó mesa censoria, compuesta de solos críticos, cuya obligacion fuese examinar con toda diligencia quanto se hubiese de dar al público: y ya ve Vm. que si esto se pusiera en planta, era forzoso que Vm. se quedase prontamente sin clientes, porque los tales críticos dicen que están á rabiar con todos ellos y con todas sus producciones; de manera que sería lo mismo presentarse un cliente á solicitar licencia para imprimir, que llevar sus corrientes calabazas. Vea Vm. si puede llegar á mas el desacato.= ¡Jesús, Jesús, que disparate tan horrendo! Eso nos faltaba ahora, para que nos volviesemos todos Cafres ú Hotentotes. Eso quisieran los critiquillos para campar ellos solos y deslucir las Obras inmortales de mis clien-[312]tes Obras que electrizan á los Lectores, mejor que las barbas del Turco á nuestras Damas. ¡Pobre España, que sería de ti si te faltase la ilustracion de mis clientes! Si te faltase, vg. el cordonazo, talisman tan poderoso, que hace todo género de milagros, mucho mejor que la esencia de rosa tan comun entre los Moros! Pero no: por vida mia, que no ha de llegar el caso, de que se verifique ese proyecto diabólico. Me sobran clientes, armas, pertrechos y municiones para estorvar por la fuerza una novedad tan escandalosa. Qualquiera de ellos es invulnerable á todo un exercito de críticos: en cada una de sus plumas tengo pronto un cañon de 24.: bombas, las tengo excelentes y fabricadas en el Parnaso: de metralla podré surtir á cien exercitos en otros tantos años: en solo el cordonazo tengo mecha, pólvora y salitre para volar 1000. críticos de un golpe. Solo me faltan Ingenieros, á causa del odio mortal que a esta vil profesion la tienen mis clientes; pero tengo en su defecto un surtido de máquinas, que no le tendrá igual ningun Monarca. Con que vea Vm. si podré temer que se establezca ese proyecto.= Me hago cargo de todas esas ventajas, y tambien de que sus clientes de Vm. primero rendirán la vida, que las armas; [313] pero advierto, que para un ataque repentino le falta á Vm. la Caballería.= Tampoco la necesito: ¿pues qué? ¿se podrá comparar toda la agilidad de los Caballos, con la ligereza de mis clientes? Dexe Vm. que llegue el caso, y entonces se verá claramente lo que son.= Pues yo mis rezelos tengo, de que puede ser que llegue á establecerse la mesa Censoria: ya ve Vm. la nueva providencia que ha salido para la mas exacta correccion de los libros del rezo; y principio quieren las cosas.= ¿Y qué? ¿quiere Vm. tambien aplaudir esa providencia, quando nos despoja de un privilegio tan singular, como es tener un Santo Doctor herege, impugnador de hereges, y muy favorecido de la Virgen?= ¡Jesus que locura! ¿quién es ese Santo? Nada menos que un S. Ildefonso, Arzobispo de Toledo: vealo Vm. en el Oficio de la Descension de la Virgen, á 24. de este mes en la primera leccion del 2. Nocturno, y sabrá que tengo razon.= Quede Vm. con Dios, que voy á ver eso si es así, para que no nos quiten ese honor con la nueva Orden á las Imprentas.= Pues abur y mandar hasta la primera. ◀Dialog ◀Ebene 4

Con esto se fué el buen Caballero y yo me despedí del Señor Castillo, que me dixo: Arropese Vm. bien, que es-[314]tá la noche muy fria, y puede constiparse con el mucho yelo.= Agradezco el favor de Vm.; pero no tengo el menor miedo á los yelos, porque gracias á Dios con estár ya á mas de mediados de Enero, todavía no se ha sentido el menor asomo de yelo, y yo no dudo que Madrid de poco tiempo á esta parte se ha convertido en Manila, Quito, ó cosa semejante.= ¿Pues cómo es eso Señor, si yo estas noches he tiritado de frio?= Vm. se engaña Señor mio: y si eso fuera cierto, ya los Termómetros públicos y diarios nos hubieran anunciado ese fenómeno, pero hasta ahora aunque Vm. sienta mucho frio, crea Vm. que todavía faltan muchos grados para llegar al yelo en Madrid; y lo mejor es, que á otras muchas gentes he oído quejarse de lo mismo; pero no tienen razon, porque el Termómetro es la medida infalible del calor y frío de la atmósfera, aunque le metan en un horno encendido.= Pues Señor mio: eso será: yo, por mi no lo entiendo, aunque lo siento.= Pues mande Vm. hasta la vista. ◀Allgemeine Erzählung ◀Ebene 3 ◀Ebene 2 ◀Ebene 1