Zitiervorschlag: Anónimo (Hrsg.): "Número XXXIII", in: El Filosofo à la Moda, Vol.2\015 (1788), S. 213-228, ediert in: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Hrsg.): Die "Spectators" im internationalen Kontext. Digitale Edition, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.720 [aufgerufen am: ].


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Número 33

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Leccion LV

A Aquellos, cuyo Merito no Es Conocido.

Zitat/Motto► Si cum transierint mei
Nullo cum strepitu dies
Plebejus moriar senex.
Illi mors gravis incubat,
Qui notus nimis omnibus
Ignotus moritur sibi.

Senec. in Tyest. v. 397. ◀Zitat/Motto

Ebene 3► Allgemeine Erzählung► Me he admirado muchas veces que los Judíos esperasen á un Mesías vestido de vana pompa exterior, y de una pobre grandeza humana, creyendo debia ser un conquistador glorioso, ocupado en humillar á todas las demas naciones, y animado de la ambicion necia de un Alexandro de un César. ¿No es infinitamente mas ilustre en su verdadero carácter, quando se hace autor de [214] la benevolencia universal entre los hombres; nos suministra los medios para purificar nuestras pasiones, y exâltar nuestra naturaleza; nos comunica grandes ideas de la inmortalidad, y nos anima á despreciar aquella aparente grandeza, en que los Judíos hacian consistir la gloria de su Mesías? ◀Allgemeine Erzählung

No hay nada, dice Longino, que pueda ser grande, quando es grandeza despreciarlo. La posesion de los bienes temporales y de las riquezas no pueden hacer grande al que establece la verdadera grandeza en desestimar dicha posesion, y en no hacerla el objeto de sus deseos. Por esto no tengo dificultad en creer que habrá muchos sugetos escondidos entre el vulgo, mas grandes que aquellos que se presentan en el teatro del mundo, estudiando con cuidado atraerse las miradas y atencion de todos. Ebene 4► Exemplum► No hubieramos [215] oido hablar nunca de Virgilio, si sus infelices domésticos no le hubiesen hecho salir de su obscuridad, y llevado á Roma. ◀Exemplum ◀Ebene 4

Si creemos que hay Angeles que observan nuestra conducta, ¿qué diferencia no ha de haber entre las ideas que ellos forman de nosotros, y las que nosotros formamos de nosotros mismos, ó de los otros? Si debiesen darnos un catálogo de las personas de mérito que viven en nuestros tiempos, ¿quán diferente seria de la lista que uno de nosotros pudiera dar?

La magnificencia de los títulos, la ostentacion de la sabiduría, y el estrépito de las victorias nos deslumbran. Ellos al contrario, ven á un Filósofo en una gruta, que posee con paciencia y accion de gracias su propia alma, baxo el peso de lo que los talentos débiles llaman desdicha y pobreza. No buscan á [216] los hombres grandes al frente de los exércitos, ni entre las pompas vanagloriosas de las Cortes; mas los encuentran á menudo á la sombra de los bosques, en medio de las soledades, y en las obscuras sendas de una vida privada. El paseo solitario de un Filósofo ácia el anochecer, les causa mas complacencia que la marcha de un General á la cabeza de cien mil hombres. Una hora empleada en la meditacion de las obras del Criador; un acto voluntario de justicia que nos causa algun quebranto; un zelo ardiente por el bien comun; quatro lágrimas derramadas en secreto por las calamidades agenas; un mal deseo ó sentimiento sofocado; en suma, un acto de sincera humildad, ó de qualquiera otra virtud, son los exercicios ó talentos que contemplan como grandeza. Miran freqüentemente con compasion, con desprecio, con [217] desden á los que nosotros creemos los mas famosos, al paso que contemplan con amor, con estimacion y con aprobacion á los mas obscuros de nuestra especie.

La moral de esta especulacion se reduce á esto: que no deberiamos dexarnos arrastrar de las censuras ó de los aplausos de los hombres, sino considerar la figura que hará un dia cada uno de nosotros, quando la sabiduría quede justificada por sus hijos, y quando nada pase por ilustre ó grande, si no contribuye á hermosear y perfeccionar la naturaleza humana.

Ebene 4► Exemplum► La historia de Giges, aquel rico y poderoso Monarca de la Lidia, nos suministra un exemplo memorable, que es á propósito. Habiendo consultado al oráculo, ¿quién era el hombre mas feliz del mundo? Le fué respondido, que era Aglavo. Giges, que esperaba ser nom-[218]brado en esta ocasion, quedó sorprehendido, y deseoso de saber quién era este Aglavo; despues de infinitas pesquisas, se encontró finalmente que era un buen labrador que llevaba una vida obscura, y empleaba su tiempo en cultivar un jardin con algunas fanegas de tierra juntas á su propia casa. ◀Exemplum ◀Ebene 4 ◀Ebene 3 ◀Ebene 2

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Leccion LVI

A Los Enamorados.

Zitat/Motto► Molle meum levibus cor est violabile tellis.

Ovid. Ep. Sapph. ◀Zitat/Motto

Ebene 3► Metatextualität► El caso sucedido al que me ha escrito la siguiente carta, es tan particular y extraño, que con mucha satisfaccion voy á comunicarle al Público. ◀Metatextualität

Ebene 4► Brief/Leserbrief► Señor Filósofo.

Yo estoy en la firme inteligencia que no hay ni puede haber en el mundo hombres mas inquietos ni molestos que nosotros los amantes de profesion. Nos quejamos amargamente de la cruel-[220]dad de nuestra fortuna con personas que no les importan nada nuestras desgracias, é incesantemente procuramos fortalecer una pasion, que solo sirve para atormentarnos. A pesar de esta confesion quiero participar á Vmd. el estado en que me hallo, y una parte de las aventuras que me han sucedido. Ebene 5► Selbstportrait► Sepa Vmd. pues, que desde que tuve uso de razon no he conocido otra pasion que me predomine mas que la de agradar á las niñas. Ahora tengo 21 años, y hace ya mucho tiempo que hubiera escogido una fiel compañera en mis trabajos y en mis felicidades, si mi padre no se hubiera opuesto, diciendo importunamente que el matrimonio es el mayor enemigo que puede tener la fortuna de los jóvenes: que él no pensó en casarse, sino despues de haber adquirido mu-[221]chos millares de pesos; y que ningun hombre debe pensar en tan santo Sacramento, sino despues de cumplidos los 25 años. Instruido de estas sus ideas, he creido inútil aplicarme á jóvenes ricas, que pretenden se las asegure el importe de su dote en una proporcionada cantidad de bienes raices, y así todos mis amores se han dirigido hasta ahora á jóvenes pobres y de ningun aprecio. ◀Selbstportrait ◀Ebene 5 Mas para dar á Vmd. una idea cabal de mi conducta, no puedo encontrar mejor expediente que contarle sucintamente los principales acaecimientos de mi vida.

Ebene 5► Allgemeine Erzählung► No he olvidado que quando era niño, é iba á la escuela de la maestra de niñas, ésta tenia una hija de mi edad, con quien yo queria conversar continuamente, y el deberme separar de ella todos los dias para ir á co-[222]mer y dormir, me costaba muchas lágrimas, y me costó una enfermedad el ver que la dicha niña queria á otro muchacho mas que á mí. Esta pasion de agradar al bello sexô se fué dilatando en mi corazon á medida que se aumentaban mis años. Quando mi padre comenzó á enviarme á la escuela del bayle, tuvo que suspenderlo ántes de dos meses, porque todos los dias volvia á casa con los dientes bañados en sangre, á causa de las disputas que yo suscitaba con los otros estudiantes de bayle, por tener por compañera ésta ó aquella jóven que mas me agradaba. Estos primeros trabajos tuviéron fin, mediante la precaucion de mi padre, que me envió á una escuela mas arreglada, donde aprendí la Gramática. Las penas que experimenté en este estado fuéron grandes, y duráron [223] hasta que se creyó conducente y ventajoso á mi buena educacion, enviarme á los estudios de Salamanca; aunque si he de decir la verdad, no se me hubiera enviado tan pronto á aquella Universidad, si no se hubiera descubierto cierto enredo amoroso entre el ama del Domine y yo. Mi eloqüencia supo grangearse el afecto y el corazon de esta digna matrona, y poco faltó no la induxera á casarse conmigo. Luego que llegué á Salamanca, encontré tanta sequedad en el estudio de la Lógica, que en lugar de entretenerme con los muertos, volví bien pronto á los vivos. Mi primera enamorada fué una real muchacha, á quien daré el nombre de Partenope. Su padre vendia el aguardiente cerca las murallas de la Ciudad. Un Caballero, á quien iba recomendado, me en-[224]contró muchas veces hablando con ella, y para defender la reputacion de mi querida, me ví precisado á decirle que mi intencion era santa y buena, y que pensaba en casarme con aquella Señora. Inmediatamente mi padre me llamó á casa, y al cabo de poco mas de un mes Partenope se casó con un zapatero, por cuyo motivo se me permitió volver á la Universidad. Tuve allá una segunda enamorada, y fué la hija de un sastre, que me abandonó por casarse con un mancebo de barbero. Me quejé con un amigo de esta mi desgracia, y él tuvo la crueldad de reirse de mí, diciéndome con mucha malignidad: Tu situacion hubiera sido la mas cruel entra la aguja y la navaja. Despues llegué á enamorarme ciegamente de una naranjera; y por último de una vieja que me hacia la ca-[225]ma. Por esto fuí desterrado para siempre de la Universidad, como ruin, é indigno de conversar con los literatos.

Volví á mi casa, y me apliqué con tanto ahinco al estudio, y anduve con tanta precaucion en el trato con cierta persona, á quien queria entrañablemente, que mi padre no lo descubrió, y le pareció podria enviarme sin riesgo á Alcalá á estudiar Leyes.

A los ocho dias de mi llegada á aquella Universidad comencé de nuevo á brillar, y llegué á ser el amante de una jóven muy distinguida, que tenia todas las buenas calidades que se pueden desear en una muger, juntas con un dote considerable. Con las freqüentes ocasiones que tenia de visitarla, y de decirla todas aquellas dulzuras que me sugeria mi tierno y sensible corazon, sin perder in-[226]útilmente el tiempo, llegamos á hablar de nuestro matrimonio; mas por nuestra comun desgracia, quando ella no estaba en casa, tuve las mismas conversaciones con su hermana mayor, que es cortes y hermosa en igual grado. Es verdad que no tenia mucha pasion por ella; mas ¿qué debia hacer? Novicio absolutamente en las conversaciones con los hombres, y arrastrado insensiblemente á asociarme con mugeres, no entendia otro lenguage que el de amor. ◀Allgemeine Erzählung ◀Ebene 5 Si Vmd. pudiera sacarme del embarazo en que me hallo, le quedaria muy agradecido. Ebene 5► Allgemeine Erzählung► He escrito al bueno de mi padre, pidiéndole licencia para casarme con la mas moza de las dos hermanas, y el padre de éstas le ha escrito en el mismo correo, que yo le habia pedido su hija mayor. Ahora el viejo me responde, que cansado [227] de oir tantas picardías mias, ha resuelto embarcarme prontamente, para tenerme distante de sí dos ó tres mil leguas. En mis entretenimientos amorosos he hablado tantas veces de la muerte, que exponerse á ella me parece no es un mal tan grande, como nos le pintan los cobardes. Y así mejor que pasar los trabajos de una navegacion tan larga, he escrito á mi padre, que si persiste en su resolucion, tengo ya prevenidos todos los instrumentos necesarios para libertar á un amante desesperado, Le he dicho que considere bien que en su mal entendida y dura obstinacion corre riesgo de privarse de un hijo que seria la delicia de su vejez, quitar al mundo un Abogado jóven de muchas esperanzas, á mi enamorada un fiel y apasionado amante, ◀Allgemeine Erzählung ◀Ebene 5 y á Vmd. Se-[228]ñor Filósofo, un verdadero servidor, que desea emplearse en su obsequio, y ruega á Dios le guarde muchos años.

Alcalá 6 de Abril de 1788.

B. L. M. de Vmd. su mas afecto y seguro servidor
EL ENAMORADO. ◀Brief/Leserbrief ◀Ebene 4 ◀Ebene 3 ◀Ebene 2 ◀Ebene 1