Zitiervorschlag: Anónimo (Hrsg.): "Carta XXIX", in: El Corresponsal del Censor, Vol.3\29 (1786-1788), S. 471-484, ediert in: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Hrsg.): Die "Spectators" im internationalen Kontext. Digitale Edition, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.582 [aufgerufen am: ].


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Carta XXIX

Zitat/Motto► Felix ars juris, Felix hac arte peritus
Si foret huic arti dedita turba minor.
 . . . 
Nostra foret sors grata magis; nec dicere multi
Auderent nocuum nos genus esse sibi.

Aur. Januar. Resp. Jurisconsult.

Feliz el arte de Abogar seria
Feliz el Abogado,
Con tal que se daria
Menos gente á este oficio; nuestro estado
Mas grato fuera entonces y estimado;
Y no qual hoy de muchos la osadia
Gente perjudicial nos llamaria. ◀Zitat/Motto

Ebene 2► [472] Señor Censor.

Permitame Vmd. que extrañe perdonado en sus Discursos á una especie de gente, cuya multitud es sin duda alguna causa de infinitos males en la República, y muy perjudicial á la literatura que tanto desea Vmd. ver prosperar en la Nacion. Si fuera Vmd. un hombre de poco espíritu, acaso podria yo recelar que su silencio era un efecto de terror pánico á esta clase de hombres; pero tiene Vmd. bien sentada su vaza en quanto á la libertad heroyca con que escribe; por otra parte suspendo mi juicio, y no me atrevo a persuadirme que Vmd. es un hombre ó enteramente libre de preocupacion, ó incapaz de caer alguna vez en un abatimiento indigno, del caracter que [473] debe distinguir á un Censor, porque al ver lo interesante del asunto que voy á tratar, los gravísimos perjuicios que ocasiona la turba multa de esta gente perjudicialísima en su multitud, y tan obvia que á ninguno se le oculta, no sé á que atribuir tanto silencio. Hablo, Señor Censor, de la multitud de Abogados. Prescindo ahora de su literatura; quedese este punto para uno ó muchos Discursos separados, y reservense para este tiempo los epitetos con que el Dean de Alicante Marti, venerando al mismo tiempo á los sabios Profesores, ridiculiza á los Rábulas Ebene 3► prostituta mancipia non homines, et specie honoris ignavissima prostibula, ac simulata jurisprudentiæ persona ad decipiendos incautos parata monstra. Fœdissima humani generis lues, qui sordibus juris inscitia, ac æruscandi libidine harpiarum more quidquid tangunt conspurcant. Te vene- [474] ror, santissima Themis, abige hæc propudia. ◀Ebene 3 Reservense, digo, estas expresiones y otras semejantes para quando tratemos de la literatura de los infinitos Rábulas que infestan la Republica. Ahora, solo pienso en hablar de los perjuicios que ocasiona la multitud.

Ebene 3► Con respeto á lo que pasa en las Ciudades donde hay Audiencia ó Chancilleria puede qualquiera inferir lo que sucederá en la Corte. Tirada la cuenta muy en favor de los Abogados, no obstante los muchos pleytos que se despachan, resulta que á cada Abogado toca despachar quando mas veinte pleytos cada año. ¿Me quiere Vmd. decir lo que trabajarán estos Señores mios? no es mucho regularles de tiempo ocioso doscientos dias cada año; ¿pues qué de males no pueden ocasionar en la República tantos hombres sin ocupacion , revestidos por lo regular de [475] una elacion y vanidad insoportable? ¿Quánto no maquinarán para sostener su rango?

Me dirá Vmd. que muchos de estos tienen que hacer lo mas ó todo el año; yo quiero que asi sea, y en efecto es asi, porque en esto hay una especie de monopolio muy en perjuicio de los mas Abogados; pero esto mismo prueba que los mas estan ociosos, y por consiguiente lejos de ser útiles á la patria, son muy nocivos: nada hay mas opuesto á la felicidad de un estado que la gente ociosa, y quando este no solo la tolera, sino que la autoriza dando sus pomposos títulos á todo el que se presenta con el grado de Bachiller, y certificacion de haber asistido al estudio de un Abogado, parece que el Estado contribuye á su misma ruina. Es verdad que pasan por un rigoroso exâmen los que han de dar el nombre á esta milicia; yo quiero [476] hacer esta gracia á los Señores calculadores del mérito de un buen Abogado: quiero mas; quiero suponer que salen, los exâminados del Tribunal Censorio capaces de gloriarse como Ciceron en su primera defensa, que decia no habia entrado á aprender en el Foro, sino que antes habia adquirido toda la doctrina correspondiente: supongo, digo, que quando entran nuestros Abogados al Foro son ya Cicerones; pregunto, ¿muchos Cicerones sin otro empleo que el de abogar, ociosos la mayor parte del año, ó casi todo, serán útiles á la República? ¿dexarán de estar sujetos á las miserias de hombres? ¿dexarán de llamarlos con un derecho muy preeminente la Agricultura, las Artes, la Milicia? y si esto sucede suponiendolos Cicerones, ¿qué será suponiendolos lo que deben suponerse? No me mireis con ceño, Abogados sabios y útiles; vues-[477]tra causa defiendo, vuestro honor vindico, y vuestra gloria y utilidades vivirán mas seguras, sí, como lo espero, no haceis causa comun la de la multitud de ociosos, y tirais á desvanecer mis razones para deslumbrar á los incautos infelices, que escuchan á todos los que tienen peluca blonda y golilla, como si todos fuerais unos, todos sabios, todos útiles,

Ebene 4► Zitat/Motto► Vestra foret sors grata magis . . . ◀Zitat/Motto ◀Ebene 4

Vuelvo á hablar con Vmd., Señor Censor; y si este apóstrofe lo juzga impertinente e impropio en una Carta, sin embargo no lo borre Vmd. en obsequio de los que piensen de otro modo. Ya hemos visto que de permitirse libremente ó sin limites el exercicio de la Abogacía, resulta mucha gente ociosa, que pudiera ser util en la Agricultura, en las Artes, en el Comercio ó en la Mi-[478]licia; estos son unos males negativos ó de omision; veamos los positivos ó de comision á que estan sujetos estos hombres ociosos, y cuya experiencia no creo dexará desayrado mi modo de pensar.

Reflexîonemos por un rato á uno de estos Abogados miserables. ¿Veremos acaso en él á un oráculo de la justicia? ¿descubriremos ni aun remotas señales de aquel Arte, como dice Aurelio Genaro, Ebene 4► Tuta cinta ed ornata, di nobilita é di grandeza. che fa doviciosa pompa di acume e d’ingegno, é di tuto quel di piu che porta seco la cognicione delle Scienze, e l’esperienza de’ pasati e de’ presenti affari del mondo? ◀Ebene 4 Nada menos, Señor Censor; veremos si á un hombre en el mayor abatimiento y baxeza que es imaginable; le veremos mendigar como un pordiosero de los Procuradores ó Agentes un negocio; le veremos subscribir á la [479] injusticia, á la iniquidad, á la trampa, y á todos aquellos enredos que dilatan inmensamente el curso de las causas; que ofuscan la verdad, y en que no prostituyera su firma un Abogado acreditado sabiamente; le veremos acalorar los ánimos de dos vasallos útiles, que sin su zizaña compondrian amigablemente sus diferencias, y que empeñados ya por la astucia y malignidad de su patrono, dexan el arado, abandonan sus casas, y se consumen mutuamente, sacrificando sus intereses, su familia y la Patria misma á quien beneficiaban con sus labores ó manufacturas á la utilidad de estos Rabulas, que harpyorum more quidquid tangunt conspurcant; le veremos autorizar con su firma aquellos pedimentos donde el insulto, la ira, el descaro y el espíritu de venganza forman todas sus lineas; le veremos en fin obligado de su miseria prestar su nombre en todo [480] quanto pueda serle util, prescindiendo de los respetos de Religion, de urbanidad y de justicia.

He aqui, Señor Censor, un sin fin de males tan ciertos como irremediables sino se minora notablemente el número de Abogados. De otros subalternos del Foro hablaremos en otra ocasion. Yo sé que nuestro sabio actual Gobierno no pierde de vista estos asuntos; pero á Vmd. le toca manifestar al mundo las utilidades de esta máxîma: tiene mucho adelantado una ley de cuyo espíritu benéfico estan ya penetrados los subditos; ¡quánta diferencia hay de estas, á las que por útiles que sean sorprende su novedad á los que las han de obedecer! Fuera de los perjuicios que padece la literatura por esta multitud, pues los mas estudian para comer, no para saber, de lo que se hablará á su debido tiempo; resulta otro inconveniente del inmenso número [481] de Abogados. Viendose estos sin medios de subsistir en una Capital, mudan sus Pandectas, Vinios, Curia, Paz y Gomez (este es su equipage literario) á un Pueblo corto. Esta especie de vagos es mucho mas nociva que los Romeros, qüestores, saludadores y otros que proscriben nuestras leyes. Ya ve Vmd. que esta clase de tunantes no alteran los Pueblos; lo mas que hacen es, fomentar una falsa piedad, y tener embabucados á los rústicos con sus conjuros y soplos; malo es que asi engañen á los incautos, y que vivan vagabundos; pero, ¿quánto peor serian si turbasen la tranquilidad de un Pueblo, si lo encendiesen en venganzas, si lo aniquilasen? Pues esto ni mas ni menos hacen por lo comun los Abogados en los Pueblos cortos. Si no hubiera Abogados en ellos, seguramente que no hubiera pleytos, ó fuera infinitamente menor el número. Yo [482] no quiero que hagan otro perjuicio estos hombres mas que el de aumentar las causas forenses; y siendo asi, que es el menos mal de que son capaces, ¿no habia un poderoso fundamento para exterminarlos de los Pueblos cortos? Estos negocios llegan por sus trámites á los Tribunales superiores; ceban aqui la ambicion de los subalternos, que serian menos si hubiese menos negocios; son nuevamente engañados de esta gente venal; ¿y qué mas? distrahen la atencion de los Senadores, que libres de estas causas atenderian á otros asuntos de mayor interes, y de otro influxo en el bien de la Nacion.

Sino temiera abultar esta Carta de latines, y exponerme á la nota de pedante, habia de copiar las autoridades de Platon y Tácito sobre este asunto; copiaria tambien lo que aconsejaba un Político, que dicen sabia su obligacion á cierto Rey, [483] que si bien era imaginario el fondo de las expresiones con que le persuadia es muy real y muy verdadero . . . pero no me puedo contener; allá vá la autoridad de Barclayo; sirva de confirmacion y epilogo, y digan lo que gusten los que saben escribir Cartas. Ebene 4► Ne putes levia esse, Rex, quibus levari Sicilia optat. (Esto es de la multitud de Abogados). Nescio an turbæ civiles, quas modo sedavisti, furiosius sævierint. Aut ne dubites quam ampla factione minentur hæc mala . . . Isti inquam advocati adeo numerum superant, ut pauciores sint agricolæ, pauciores qui mercatura vertuntur, regnumve custodiunt. ¿Unde vero tanta illa gens vivit nisi ex injuria populi ex elade, et sanguine miserorum? Eo quidem majori Reip. detrimento, quod si inter pauciores, sed spectati candoris advocationum munus esset, tot illa ingenia, quæ noxia calli- [484] ditate se corrumpunt, melioribus studiis ornarent patriam; disciplinas et artes aut proderent novas, aut inventas excolerent. Ita hæc pestis non modo malorum est rea quæ infert, sed bonorum præterea quæ adimit. ◀Ebene 4 O yo soy muy necio, Señor Censor, ó el amigo Barclayo supo lo que se dixo; ¡si Vmd. viera como sigue el asunto, y qué bien lo persuade! Pero no es justo cansar á Vmd. mas. Celebraré seamos de una misma opinion para afirmarme yo en mi modo de pensar, pues tengo hecho juicio de que por lo regular piensa Vmd. bien. ◀Ebene 3 ◀Ebene 2 ◀Ebene 1