El Censor: Discurso CLXII
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Niveau 1
Discurso CLXII
Citation/Devise
. . . . . Praeclaro nomine tantis
Insignis . . . . .
Insignis . . . . .
Juv. Sat. VIII. v. 31.
Solo tiene de ilustre el apellido.
Niveau 2
Metatextualité
Pocos asuntos han dado lugar a tantos dichos y pensamientos ingeniosos como la nobleza. A mí me ha dado la gana de hacer una coleccioncita de los que he oido, ó leído, y de formar de ellos y de algunos que se me han ocurrido unos dialoguillos que quiero presentar á mis Lectores. No faltará quien con solo este fundamento me declare por pechero; pero no importa. Aunque mi padre me ha dexado tambien mi alhacena de papeles no me iré yo por eso á revolverlos ni llevaré el caso á la Chancilleria.
Niveau 3
Dialogue
Yo soy mejor que tu, porque soy noble y tengo grandes privilegios . . . . . Ve ahí una locucion impropia. Di que tus privilegios son mayores que los mios; mas no que eres mejor.¿Qué tiene que ver el hombre con los privilegios?
El solar de mi casa, mi hidalguía . . . . . Otras preocupaciones, que parecian mas dificiles de vencer han dado en tierra. La judiciaxia, los duendes y fantasmas, las bruxas, los tesoros encantados, los ensalmos han desaparecido ya. Tambien le llegará su vez á la hidalguia. Por lo ménos faltáron ya muchos de sus adherentes. Ya no hay aquello de correr los hidalgos el mundo para matarse por su Dama: ya no asustan á la justicia: ya no disponen impunemente de la sustancia, de la honra y de las personas de sus vasallos: ya no existen de sus castillos, sino las paredes arruinadas y habitadas de avechuchos y sabandijas: y se fué aquel tiempo en que el libro del duelo era el código; el foro la estacada; los combates judiciales, el fuego y el agua las defensas; y los abogados los Quixotes. Terribles anuncios!
Pero entre tanto que no se verifican, el hecho es que soy hidalgo . . . . . Graciosas son las vanidades de los hombres. Unos se desvanecen por una pantorrilla bien hecha, otros por una larga cabellera: este se jacta de imitar con propiedad el balido de la oveja, el rebuzno del asno, el canto del gallo: aquel de ser un gran catador de vinos ó tabacos. Los que carecen de otra cosa apelan á la hidalguía que es un excelente suplefaltas con todo mérito. El que no tiene nobleza de prosapia, se agarra de la de su lugar ó su provincia: el natural una metrópoli desprecia al de un lugarejo, y este no dexará de hallar en el algún monumento de antigüedad con que engreirse. ¿Qué mucho, si hay quien se alabe de haber burlado á la justicia, y desbaratado toda una ronda, quién se gloríe de mil estupros y adulterios que tal vez no ha cometido? Sabido es que la embriaguez era honorífica entre los Persas. Entre las ventajas que Ciro el mozo se jactaba de llevar á su hermano, era una la de beber mas. Yo Dario Histaspes mandó grabar en su sepulcro que habia sido el mayor bebedor de su tiempo.
Tú di lo que quisieres: que no por eso dexo de ser noble. Desnudo como estás de todo mérito, puedes hacer cuenta que se acabó tu nobleza.
Consista en lo que quiera, no me quitarás el ser como soy noble . . . . . Tampoco tu quitarás á muchos que se apelliden Condes, Marqueses, Duques, Regalados, Virgilios, Cicerones. ¿Podrán gloriarse con tales apellidos, quando no son ninguna de estas cosas? Tristes luego de aquellos que llevan el de Verdugo, Ladron y otros semejantes. Tambien yo tengo un perro que se llama Leon. El hierro mas acreditado ¿dará á un rocin el valor de un caballo generoso? Eres noble. ¿Y qué quieres decir con eso? ¿Qué eres mejor ciudadano que otros, mas excelente padre de familias, mas hombre de bien, mas sabio, mas valeroso, mas sano, mas robusto, mas hermoso? ¿O solo qué tienes en las paredes de tu casa unas piedras con estas ó las otras molduras, que posees unos pergaminos con estos ó los otros garabatos, y que tus apellidos forman estas ó aquellas combinaciones de sílabas y acentos? ¿Estás compuesto de otros elementos? ¿Te ha tocado una organizacion mas perfecta? ¿Estás dotado de sentidos mas delicados, de talentos mas sublimes? ¿Estás exento de las necesidades y miserias humanas? ¿Tienes algun privilegio de la naturaleza para que te respeten las fieras, las tempestades, las dolencias?¿Conoceránte naturalmente los hombres, y esa nobleza de que blasonas te hará, bien así como la hermosura, la eloquencia, las fuerzas &c. respetar en el Mogol, en la China, en las tiendas de los salvages? Luego eres un hombre como los demas, solo con alguna otra prerogativa, que te ha concedido el Estado, de que eres individuo, y que podrá darsela á otros.
Ya, pero con todo eso, soy siempre noble . . . . . Gran número de gentes que no goza de semejante prerogativa, ni tiene otra suerte de nobleza, se precia de lo mismo, y clarus honor vilescit in turba.
Eso es así; pero mi hidalguía es indisputable . . . . . ¿A que no se lo persuades á los descendientes de la cabeza de Bruma, á los de la liebre grande, de la carpa, y del oso? Pues á fe que en punto de hidalguía tienen voto ¿Daráte ó tomaráte una hija en casamiento, ó dignaráse de comer á tu mesa un cocinero de esta casta? Los Dogos y Alanos Asiáticos distinguen muy bien á los Alanos y Dogos Europeos de los falderos y gozques.
Yo no pienso ir á tan luengas tierras, y me basta que acá soy un hombre distinguido . . . . . ¿Por dónde? ¿Por el alma? no sabia yo que las almas se heredasen, ni que tuviese Dios algunas de superior gerarquía destinadas para los hijos de los nobles ¿Por el cuerpo ? Pues traeme el testimonio de algun Químico o Anatómico; porque mi vista no percibe esa distincion.
Quiero decir que soy de los principales . . . . . El Soberano es la cabeza: los Ministros los órganos y sentidos: los artesanos el estómago: los comerciantes las entrañas: los soldados los brazos &c. ¿Vosotros empero qué sois en el cuerpo político? No se ya que empleo daros sino el de berrugas, lobanillos, tumores, escirros. No: quien hace á una nacion opulenta, ilustre y respetable no son sus hidalgos, sino sus hábiles y activos comerciantes y artistas, y sus grandes literatos.
Tu no debes de saber que soy D. Fortunato de . . . . . Lo sé, lo sé, de tal y tal y tal y tal, y todos los apellidos que tú quieras. Pero no por eso eres mas conocido: otros con menos apellidos lo son y serán mas.
Ven conmigo hasta perder no mas de vista las tapias de tu lugar: preguntemos por ese caballero tan largo y tan dificil de nombrar: nadie nos da razon. Pero preguntemos por un tal Sócrates hijo de un escultor, por un tal Horacio hijo de un libertino, por un tal Esopo y un tal Epitecto esclavos ambos.¡Infeliz! Ellos han dexado de exístir hace muchos siglos, y sus nombres conocidos en todas partes no son pronunciados sin respeto. Tu estas lleno de vida, y nadie sabe de tu existencia.
Pero al fin yo vengo de nobílísima prosapia . . . . . ¿Y qué sacaste de ella mas que el nombre? . . . . . Salgo de un tronco precioso. Si no llevas los mismos frutos, debieras ser cortado. Árbol sin fruto dígote leña.
Mi familia tiene cerca de setecientos años de antigüedad . . . . . La mia cerca de siete mil.
Yo cuento ocho abuelos . . . . . De ese modo eres ménos noble que tu hijo porque cuenta nueve. Pero á bien que lo eres mas que Adan que no contaba otros tantos, y aun mas que tu Padre el qual no contaba mas que siete.
Aquí está mi executorial . . . . . La escritura es relacion de cosas pasadas ó ausentes. Ahora que estamos presentes, callen cartas y hablen barbas. Has visto que una frutera para probar la calidad de sus ciruelas ó de sus albérchigos trayga un testimonio de la buena casta del árbol que los ha dado: Todo eso es quando mas una presuncion, y á las presunciones vencen las evidencias, como al raciocinio la experiencia.
He aquí mis armas . . . . . ¡Jesús! ¡qué tantas baratijas! ¡Conchas, calderos, paxarracos, truchas ó sardinas, moharrachos, cuernos, pellejos, zapatos, bolas, rayas, palotes! Pues qué debes de estar iniciado en estos misterios, declárame qué significan . . . . . ¡Qué diablos se yo! . . . . . ¿Quién luego te los ha dado, por qué, y para qué? . . . . . Yo no sé nada de eso: solo sé que son pruebas de nobleza . . . . . Pues á fe que son bien convincentes. ¿Quema el fuego pintado? ¿el manjar de escultura alimenta? . . . . . Por mas que digas son muy apreciable estos blasones . . . . . Muy enhorabuena: seanlo quanto quieras; pero dexa que presuman de ellos tus paredes, que si no los adelantan los conservan. El árbol cargado de Trofeos no es ménos tronco. Un noble sin méritos es como un magnífico sepulcro. Tiene los mismos títulos y armas: y por adentro está ó hueco, ó lleno de hediondez.
La Capilla adornada
De armas y blasones,
Los túmulos de jaspe fabricados,
La losa rotulada.
Los antiguos pendones
De moros y de alarabes ganados,
Los bultos bien labrados
De mármol tan costoso, Que se ven por defuera:
Mas si alguno los viera
Por dedentro, quedara temeroso:
Y si otra vez entrara,
Los ojos por no verlos se tapara. ¿Con que no aprecias mi nobleza? . . . . . No por cierto: la nobleza es un premio: y yo no aprecio el premio, sino la virtud premiada. La nobleza sigue á la virtud, como la sombra al cuerpo. Yo no estimo la sombra, sino el cuerpo que la causa. Pero yo soy digno de Honor por mis pasados . . . . . Sí, como el jumento de lsis. Mis ascendientes fuéron Héroes . . . . . Bien puedes alabarte; que no es alabanza propia. Porque el alto linage, los abuelos Las famosas hazañas, que hiciéron,
Y quanto no depende de nosotros.
Apenas osaré llamarlo nuestro. Tú á lo ménos en vejetar los imitas. Por lo demás, ¡quanta diferencia! Vengo de grandes Capitanes, de Magistrados ilustres . . . . . ¿Y quién lo sabe? ¿Por ventura fuéron tambien Lucrecias todas tus abuelas? Mi Padre fué un hombre grande, y tal el padre tal el hijo . . . . . Si eso es así, será engaño de tu Madre. No lo seas de algun lacayo, comediante, volatin, ó torero . . . . . Eres vil . . . . . Calla: que mi Madre era amiga de tu Padre, y el mio de la tuya. Hablas así porque eres un hombre despreciable . . . . . ¿Cómo ha de ser? Tú me desprecias á mí; otros á tí, y otros á estos otros. Un Grande te llamará á tí hombre baxo. Así va el mundo . . . . . Es que yo soy pariente de Grandes . . . . . ¿A que no les llamas primos cara á cara? Eres de baxa extraccion . . . . . Yo me afligiera de eso, si fuera alguna pena. ¿Pero qué sabes tú de quien vengo yo? Mis antepasados por descuido ó por desgracia no me han dexado una alhacena de papeles, ó estos se han perdido con las revoluciones de los tiempos. Pero parécete que no hay Reyes, Magistrados, Generales en mi familia? ¿Qué fué de las de tantos Asirios, Persas, Griegos, Romanos, Godos de que ya no hay memoria? ¡O quanto Scipion y quanto Mudo
A un mercader las velas despabila! Aténgome al proverbio que dice: de cien á cien años de Reyes villanos, y seis á seis de villanos Reys: ó á lo de Platon: que ni siervo que no venga de Rey, ni Rey que no venga de esclavo. ¿Mas para que andarme en conjeturas, quando sé con toda certeza que desciendo de monarcas poderosos? D. Noe y D. Adan Primero, Emperadores de Europa, Asia, Africa, y America, y sobre esto Pontífices sumos, fuéron sin duda alguna mis progénitores . . . . . ¡Ah¡ pero de esos vengo yo tambien . . . . . ¿De veras? Dame luego esos brazos ya que somos parientes. Sea enhorabuena que vengas de sangre Real como yo. Pero tú no has heredado señoríos . . . . . No por cierto ni los apetitos desórdenados, ni los vicios furiosos. Mis padres no me han dexado vinculadas la ociosidad y la soberbia con todo o que nace de ellas. No me podran decir: bienaventurado aquel que tiene un abuelo en el infierno. Pero al fin eres villano : no puedes como yo ponerte una cruz á los pechos: tu padre fué un oficial mecánico . . . . . Aprovéchate bien de la ocasion. Dará la vuelta la rueda, y levantando mi familia á su nobleza antigua, le proporcionará su vez. Entónces insultara á la tuya reducida á su anterior baxeza. Los tuyos tendran á mucha honra tener lugar entre los perros de mi casa. Soy villano: si eso es una prueba de que soy trabajador, paciente, sencillo, frugal, casto y obediente á las leyes; me alegro. No puedo cruzarme. El grande Sócrates, Euripides, Demosthenes, Iphicrates, Cleantes, Luciano, Esopo, si fueran nuestros conciudadanos serian tambien indignos de ese honor. ¿Qué digo? el mismo Jesu-Christo, los Apostóles y muchos Santos no podrian llevar una cruz de diamantes. Mi padre fué un artesano humilde, un oficial mecánico: no lo niego. Pero todas las operaciones del hombre son mecánicas si se exceptuan las del entendimiento: y en este supuesto ¿qué hay en tí que no sea mecanico? hacia zapatos es verdad: al fin es hacer algo: ¿y tú que haces? comer, beber, vestir, calzar, deshacer lo que hacen otros. Mi padre contribuia con su oficio al bien de la Sociedad: ¿y tú con qué contribuyes? ¿Sirves al decoro de tu Soberano en su palacio, ó á la defensa de la patria en su exército? ¿Le ayudas á llevar el grave peso del gobierno? ¿ilustras la nacion con tus escritos y tus tareas literarias? ¿Empléaste en el alto ministerio de la administración de la justicia, ó en la defensa de los derechos del ciudadano? Promueves de algun modo la publica utilidad? Por mëo destes hórridos perigos Destes trabalhos graves & temores
Alcanzaon os que sáon da fama amigos
As honras inmortais & graos mayorses:
Náon encostados sempre nos antigos
Troncos nobres de seus antecesores, Náon nos leitos dourados, entre os finos
Animais de Moscovia Zerellinos.
Náon com manjares novos & exquisitios,
Náon com varios deleytes infinitos
Náon com passeos molles & ouciosos
Que afemínáon os peitos generosos
Náon com nunqua vencidos appetitos
Que a formina tem sempre táon mimosos
Que náon sofre á nenhum que ó paso mude
Para alguan heroica de virtude.
Los túmulos de jaspe fabricados,
La losa rotulada.
Los antiguos pendones
De moros y de alarabes ganados,
Los bultos bien labrados
De mármol tan costoso, Que se ven por defuera:
Mas si alguno los viera
Por dedentro, quedara temeroso:
Y si otra vez entrara,
Los ojos por no verlos se tapara. ¿Con que no aprecias mi nobleza? . . . . . No por cierto: la nobleza es un premio: y yo no aprecio el premio, sino la virtud premiada. La nobleza sigue á la virtud, como la sombra al cuerpo. Yo no estimo la sombra, sino el cuerpo que la causa. Pero yo soy digno de Honor por mis pasados . . . . . Sí, como el jumento de lsis. Mis ascendientes fuéron Héroes . . . . . Bien puedes alabarte; que no es alabanza propia. Porque el alto linage, los abuelos Las famosas hazañas, que hiciéron,
Y quanto no depende de nosotros.
Apenas osaré llamarlo nuestro. Tú á lo ménos en vejetar los imitas. Por lo demás, ¡quanta diferencia! Vengo de grandes Capitanes, de Magistrados ilustres . . . . . ¿Y quién lo sabe? ¿Por ventura fuéron tambien Lucrecias todas tus abuelas? Mi Padre fué un hombre grande, y tal el padre tal el hijo . . . . . Si eso es así, será engaño de tu Madre. No lo seas de algun lacayo, comediante, volatin, ó torero . . . . . Eres vil . . . . . Calla: que mi Madre era amiga de tu Padre, y el mio de la tuya. Hablas así porque eres un hombre despreciable . . . . . ¿Cómo ha de ser? Tú me desprecias á mí; otros á tí, y otros á estos otros. Un Grande te llamará á tí hombre baxo. Así va el mundo . . . . . Es que yo soy pariente de Grandes . . . . . ¿A que no les llamas primos cara á cara? Eres de baxa extraccion . . . . . Yo me afligiera de eso, si fuera alguna pena. ¿Pero qué sabes tú de quien vengo yo? Mis antepasados por descuido ó por desgracia no me han dexado una alhacena de papeles, ó estos se han perdido con las revoluciones de los tiempos. Pero parécete que no hay Reyes, Magistrados, Generales en mi familia? ¿Qué fué de las de tantos Asirios, Persas, Griegos, Romanos, Godos de que ya no hay memoria? ¡O quanto Scipion y quanto Mudo
A un mercader las velas despabila! Aténgome al proverbio que dice: de cien á cien años de Reyes villanos, y seis á seis de villanos Reys: ó á lo de Platon: que ni siervo que no venga de Rey, ni Rey que no venga de esclavo. ¿Mas para que andarme en conjeturas, quando sé con toda certeza que desciendo de monarcas poderosos? D. Noe y D. Adan Primero, Emperadores de Europa, Asia, Africa, y America, y sobre esto Pontífices sumos, fuéron sin duda alguna mis progénitores . . . . . ¡Ah¡ pero de esos vengo yo tambien . . . . . ¿De veras? Dame luego esos brazos ya que somos parientes. Sea enhorabuena que vengas de sangre Real como yo. Pero tú no has heredado señoríos . . . . . No por cierto ni los apetitos desórdenados, ni los vicios furiosos. Mis padres no me han dexado vinculadas la ociosidad y la soberbia con todo o que nace de ellas. No me podran decir: bienaventurado aquel que tiene un abuelo en el infierno. Pero al fin eres villano : no puedes como yo ponerte una cruz á los pechos: tu padre fué un oficial mecánico . . . . . Aprovéchate bien de la ocasion. Dará la vuelta la rueda, y levantando mi familia á su nobleza antigua, le proporcionará su vez. Entónces insultara á la tuya reducida á su anterior baxeza. Los tuyos tendran á mucha honra tener lugar entre los perros de mi casa. Soy villano: si eso es una prueba de que soy trabajador, paciente, sencillo, frugal, casto y obediente á las leyes; me alegro. No puedo cruzarme. El grande Sócrates, Euripides, Demosthenes, Iphicrates, Cleantes, Luciano, Esopo, si fueran nuestros conciudadanos serian tambien indignos de ese honor. ¿Qué digo? el mismo Jesu-Christo, los Apostóles y muchos Santos no podrian llevar una cruz de diamantes. Mi padre fué un artesano humilde, un oficial mecánico: no lo niego. Pero todas las operaciones del hombre son mecánicas si se exceptuan las del entendimiento: y en este supuesto ¿qué hay en tí que no sea mecanico? hacia zapatos es verdad: al fin es hacer algo: ¿y tú que haces? comer, beber, vestir, calzar, deshacer lo que hacen otros. Mi padre contribuia con su oficio al bien de la Sociedad: ¿y tú con qué contribuyes? ¿Sirves al decoro de tu Soberano en su palacio, ó á la defensa de la patria en su exército? ¿Le ayudas á llevar el grave peso del gobierno? ¿ilustras la nacion con tus escritos y tus tareas literarias? ¿Empléaste en el alto ministerio de la administración de la justicia, ó en la defensa de los derechos del ciudadano? Promueves de algun modo la publica utilidad? Por mëo destes hórridos perigos Destes trabalhos graves & temores
Alcanzaon os que sáon da fama amigos
As honras inmortais & graos mayorses:
Náon encostados sempre nos antigos
Troncos nobres de seus antecesores, Náon nos leitos dourados, entre os finos
Animais de Moscovia Zerellinos.
Náon com manjares novos & exquisitios,
Náon com varios deleytes infinitos
Náon com passeos molles & ouciosos
Que afemínáon os peitos generosos
Náon com nunqua vencidos appetitos
Que a formina tem sempre táon mimosos
Que náon sofre á nenhum que ó paso mude
Para alguan heroica de virtude.