aquel nombre cuyas nueve letras (en Castellano se entiende) significan las virtudes y gracias que participó de los nueve coros de los Angeles (Epít.pág.38.) Y he aquí lo que desempeña nuestro Autor admirablemente. No nos representa á S. Francisco como un modelo de las acciones del Salvador, que alentase con sus exemplos nuestra pusilanimidad y cobardia a hacernos tambien nosotros semejantes á este divino original. Se supone que, si fué Santo, lo habia de copiar en sí Francisco; y era excusado, y fuera de los fines de Obras tales el que nuestro Autor se detuviese en esto. Pero nos lo propone como un retrato del Hombre Dios á muy diversos respetos. Y en efecto los Historiadores, como se dice á la pagina 62, llaman comunmente á S. Francisco segundo Christo sin divinida; reparador preservativo de la Iglesia; claro espejo en quien Dios hecho hombre se mira: impresion primera del original Christo; Christo desnudo; tomo segundo de la Pasion; dulce error del Crucificado; Crucifixo de sayal, y tan parecido por transformado a Christo, que puestos los dos brazos en la Cruz, se equivocan dulcemente los sentidos; y tuvieramos el brazo de Christo por el de Francisco, y el de Francisco por el de Christo, si no lo distinguieran por un pedazo de sayal nuestros ojos
1.
Pues que S. Francisco fué Santo; notorio era á todo el mundo que se habia de parecer á Jesús crucificado en haber tomado su cruz y abrazándose con ella, negándose enteramente á sí mismo. Pero esta otra semejanza fué necesario que el Cielo para la mayor gloria de Dios y salvacion de las almas, la manifestase al mismo mundo con el increible prodigio referido á la pág. 61. Un Caballero mandó pintar una imagen de Christo crucificado al mas famoso pintor que se conocia en aquel siglo: apuró el Artífice todos los primores del arte, de los colores y de los pinceles; y al ir á entregar el sagrado Crucifixo, a quien se lo habia encargado, para ponerlo en su Oratorio, se halló en las manos con una Veraefigies de S. Francisco
2
Pero oiga Vmd. ya como nuestro sapientísimo Autor aplica mutatis mutandis á S. Francisco las Escrituras y los Evangelios todos que hablan de Jesu-Christo en quanto es mas que hombre y de la manera que hace ver que fué en todo su mas vivo retrato desde la cuna hasta el sepulcro.(pág. 37.) El nacimiento del Mesías prometido en la Ley y en los Profetas, estaba muy de ante mano profetizado por ellos: el de Francisco que fué el otro Ángel que vió S. Juan, con las señales de Dios vivo, y el libro cerrado con siete sellos (pág. 6.); fué profetizado por la Sibla Erithrea Santa Hildegarda, el Abad Joaquín, y doce Santos canonizados (ibid.) El Angel Gabriel anunció á María que naceria de ella un hijo á quien pondria por nombre Jesus: otro Angel anunció á la madre de Francisco, á quien eligió el Señor para padre de muchas gentes. (pág. 27) su nacimiento, y señaló al establo en que sin dolores ni riesgo (ya que no quedando virgen) daría á luz á su hijo.(pág. 6 y 7.). Efectivamente, nació en un pobre pesebre (Nov. pág.93.): y su nacimiento bien así como el de Jesus, fué anunciado por los Angeles; pues el dia en que nació S. Francisco se vio y oyó un peregrino en las calles de Asis, diciendo en alta voz: Paz y bien: paz y bien
3; y asi que Francisco salió á luz no se vio ni oyó el peregrino mas (pág. 9.) Demas de esto: tres globos de luz como el sol aparecieron en el Cielo (pág. 7.) que pudieron anunciarlo á todo el mundo.
El nacimiento del Salvador llenó de alegría al Cielo, y de espanto á los infiernos: el de Francisco fué celebrado en aquel con música de Angeles, y solemnes demostraciones de gozo y de regocijo; y el infierno por el contrario tembló y se extremeció todo de susto y de espanto. En el conciliábulo que Lucifer juntó de todos los diablos, dixo que habia nacido al mundo su mayor contrario despues de Christo y destinó una legion de demonios para perseguirlo y matarlo; pero Dios señaló á S. Miguel por su Angel Custodio, y le dio á mas una legion de Angeles para ampararlo y defenderlo (pág.7 . . . . . 9)
4
A la venida de Christo, se dice cesáron los Oráculos del Gentilismo: al nacimiento de Francisco en Damasco, Trípoli y otras muchas Ciudades de Gentiles, cayeron por tierra los idolos, y se arruináron muchísimos Templos de sus mentida; Deidades. (pág. 9.)
5
Jesus en quanto hombre no era hijo de S. Joseph: Francisco en quanto Christiano no contraxo ningún parentesco con su padrino de bautismo, porque este fué otro Angel en trage de peregrino (pág. 7.). Jesus, Dios aunque verdadero hombre, incapaz de todo pecado, fué concebido por virtud y gracia del Divino Espíritu sin pecado original: Francisco no tanto pero se tiene por tradicion firme, que fué santificado en el vientre de su madre. (ibid.)
A Jesús le fue dada toda potestad en los Cielos y en la tierra: y Dios puso su omnipotencia en las manos de S. Francisco (pág. 34.) A este, diéron todas las criaturas por humilde la obediencia que negáron al primer hombre por soberbio. Enfrenó la voracidad del fuego: desbravó la braveza de los mares: aprisionó la libertad de los vientos: tuvo en la tierra á su arbitrio y á su ruego la abundancia y sazon de los frutos
6; amansó las fieras, domesticó las aves. Vióse como reparada en este prodigio de la gracia, aquella primera quiebra que hizo la naturaleza con el golpe de la culpa. Sobre su cabeza si vió baxar del Cielo una cédula, que decia: hic est gratia dei. Este es la gracia de dios
7.
En las manos de Francisco puso el Señor las llaves de la muerte y de la vida del Cielo y del infierno
8(pág. 48 y 49.) En señal del principado con que el Cielo le favorecia (Nov. pág. 96.); otro Angel le gravó así que nació una cruz roxa en el hombro, aromándole Caballero del hábito de Christo (Epít. pág. 7). Demas de esto: conoció Francisco claramente los mas ocultos secretos de los corazones, sus inatenciones, sus ideas, sus pensamientos, y (lo que es mas particular) aun hizo que unos á otros los conocieran sus discípulos
9(pág. 84.) Dióle Dios la potestad de juzgar á sus hijos: vióse claro en aquel que pidió á Dios que le librára de caer en una horrible tentacion con que le insultó Satanas; y su divina Magestad le respondió: anda á tu Padre á quien para todos sus hijo: asíi como le he concedido el gobierno, he dexado todos mis poderes y facultades (pag. 64. y 65.). Y si á esto se añade: que todos quantos hay en el mundo son hijos de S. Francisco, ó por amor ó por profesion; pues para todos le concedió Christo Señor nuestro la célebre indulgencia de Porciúncula, con las circunstancias que no tiene otra ninguna en la Iglesia, siendo María Santisima la medianera (pág. 66.); sale por una conseqüencia muy legítima que Dios dio á S. Francisco la potestad de juzgar á todos quantos hay en el mundo. Y sino, ¿cómo ó por qué en el mismo dia en que murió Francisco, dice el Cardenal de Pisa, que enseñó Christo á sus Discípulos la oracion del Padre nuestro? (pág.65 y 66.)
Jesu-Christo es la cabeza invisible de nuestra Iglesia Católica, contra la qual no prevalecerán jamas, las potestades del infierno. S. Francisco fundó una Religion muy semejante á esta Iglesia; como que los Apóstoles en el Cielo todos los dias estan pidiendo á Dios que conserve la Orden suya, que es la de S. Francisco (pág.65.). Esta Orden ó Religion de San Francisco, es tambien Católica ó universal: pues aun en su tiempo sus Discípulos estaban dispersos por las quatro partes del mundo
10y queriéndolos ver el Santo se juntáron milagrosamente todos (pag. 43.) Se extendió aun con mas rapidez que la religion Christiana: y hablando un dia con sus doce Discípulos les dixo, como el Salvador: no temais pequeño rebaño, que dentro de poco llenaréis todo el mundo: de todo su ámbito vendrán Nobles Principes, Sabios, porque ha de ser mi pobre Religion como, la red echada al mar; porque me ha revelado el Señor que quando faltase quienes viniesen á vestir nuestro pobre hábito, criaria hombres de nuevo que vinieran a pedirlo: que los que la persigan tendrán desastrado fin: que á los que á mis hijos les asistan y socorran los llenará de abundancia de riquezas temporales, y les asistirá especialísimamente para que tengan dichoso fin, y alcancen y logren su última felicidad: que nuestra Religion es toda suya, y que ha de correr su manutencion por su particular cuidado y providencia: que aun quando hubiese dos panes no mas en el mundo, el uno ha de ser para mis hijos: y si solo hubiese uno será para ellos el medio . . . . . que mis pobres hijos por sencillos y humildes se han de llevar todas las atenciones; y que han de vestir nuestro pobre Sayal muchos Emperadores y Reyes; y que ha de florecer nuestra Religion como misteriosa vid, y se ha de extender por todo el Universo en sazonados frutos y abundantes racimos de hombres doctos y virtuosos que han de enriquecer é ilustrar á la Iglesia universal (pág. 25 y 28).
Puntualmente y á la letra se vió y se ven cumplidas todas estas profecías anuncios y revelaciones hechas á S. Francisco en veinte y ocho Emperadores, veinte y seis Reyes, y sesenta y siete Príncipes, en cinco Sumos Pontífices, sin contar otros que han querido ser enterrados con él (Sayal de S. Francisco): en quarenta y ocho Cardenales que por los años de mil seiscientos veinte y quatro ya contaba esta pobre Religion: en mas de tres mil ocupados en los primeros empleos de la Iglesia, entre los quales se cuentan mas de dos mil Obispos, quatrocientos Arzobispos, dos Electores del S. R. I. veinte y cínco Patriarcas, quinientos setenta y nueve Inquisidores, veinte entre ellos Generales: en mas de quatro mil públicos Escritores: en mas de dos mil y quinientos mártires sobre los que ya tienen y a les da culto público en los altares: en tantos como son los canonizados, Doctores, Confesores, Vírgenes y Viudas de sus tres Ordenes: en el número sin número de los que tienen pendiente la causa de su beatificacion, y de los que executan tantos prodigios que dixo Nicolao V. que si todos los que obran milagros en la Religion de San Francisco se habian de canonizar, no tendria la Silla Apostólica otra cosa á que atender: en siete ilustres públicas Escuelas que han salido de su Orden, y tienen hoy Cátedras en las mas célebres Universidades,
11&c. &c.
He aquí como la Religion de San Francisco es indefectible y universal, á la manera de la Iglesia de Jesu Christo. Contra ella no prevalecerán las potestades de la tierra; pues Emperadores Reyes, Príncipes, Papas, Cardenales, y quanto el mundo tiene por grande, todo se honra con su hábito. No prevalecerán contra ella ni la hambre, ni la sed, ni las dogmas calamidades ni la malicia de los hombres; pues un pan solo que haya, será para los Religiosos el medio. Y á qualquiera que los socorriese y asistiese, lo llenara Dios de riquezas; y los que los persiguiesen tendran desastrado fin. Asi lo primero como particularmente lo segundo, se confirma con otros muchos exemplares.
A un Indio Mor, por solo haber hecho á S. Francisco la caridad de pasarle un rio muy caudaloso, le anunció que no moriria hasta hacerse Christiano; y sucedió como el Santo lo predixo, porque vivió casi quatrocientos años el Moro; y por los años de mil seiscientos veinte instruido por los Religiosos Franciscos en los misterios de nuestra santa fe, murió el Moro Christiano, y predixo su salvación al Soldan de Egipto. (pág. 24 y 25 )
12
Resucito muchísimos muertos, algunos hechos mil pedazos, y hediondos de muchos dias, y otros de la culpa á la gracia. A un leproso y blasfemo lo sanó en alma y cuerpo, y habiendo muerto luego que quedó limpio
13se apareció glorioso al mismo San Francisco, &c. (pág. 53.)
Pero como los hijos de los hombres se mueven mas por el temor del castigo, principalmente si es temporal, que por la esperanza de los bienes aunque sean como estos: oíganse algunos casos asombrosos. Un Abogado hizo empleo de su elocuencia en persuadir . . . . . la adversion y desprecio á los hijos de San Francisco; castigó Dios su insolente atrevimiento dexandole repentinamente mudo por espacio; de seis años
14, al fin de ellos confesó largamente por escrito; solicitó con lágrimas la intercesion de San Francisco, y el Santo le restituyó el habla, y vivió hecho pregonero de sus glorias, (pág. 53. y 54.) En Nozeria resucitó á un niño, al qual quitó Dios la vida, por haber dicho su padre muchas blasfemias y oprobios de S. Francisco y de sus hijos . . . . . ofreciendo el padre ser todo el tiempo de su vida su cordialísimo devoto y bienhechor de sus hijos, &c. (pag. 54. y 56.) Un Soldado . . . . . yendo hablar de los milagros de S. Francisco con sacrílego descaro dixo: ¡qué S. Francisco ó qué basura! Si él es Santo que me cosan á mi á puñaladas: aun no habia pasado una hora . . . . . quando le atravesáron el corazon . . . . . acabando monstruo de impiedad . . . . . quedando escarmiento para no despreciar á S. Francisco ni á su Orden
15.
No prevalecerán tampoco contra esta las potestades del infierno ó los demonios. Sin hablar del consabido desafio con los setenta mil de ellos y otros semejantes casos que omito; exerció el Santo un imperio absoluto sobre todos. A una indiscreta muger (no mas de indiscreta) que impedia haciendo sonar un tamborcillo, oir predicar un Sermon le mandó Francisco que cesase . . . . . y no queriendo cesar dixo el Santo (pacientisimo) en alta voz: venid demonios, y llevaos lo que es vuestro: al punto obedeciéron los diablos; viniéron, y se llevaron aquella infeliz á vista de todos. Estos mismos diablos que le aborrecian, tanto que le llamaban el Estomagoso
16, y ni podían oirlo, verlo, ni aun se atreviéron á nombrarlo, porque decan que era tu mayor enemigo, y que habia cerrado las puertas del infierno (pag. 43. y 44.)
17: estos mismos diablos que predicáron á Francisco muchas veces Santo, lo publicáron poderoso, y le pidiéron que no los atormentase tanto (pág. 45.): estos mismos espíritus rebeldes socorriéron muchas veces á los hijos de Francisco, viéndolos necesitados
18: á muchos que los perseguian y les negaban la limosna, los mismos diablos lus hiciéron limosneros y devotos
19&c. (pág. 45 y 46) Y este poder y virtud contra ellos, y para vencerlos comunicó tambien Francisco á sus compañeros y discípulos (pág.44.) Ahora véase como han de prevalecer jamas contra su Religion.
Pero que mucho si tampoco prevalecerán contra ella las potestades de la Iglesia. Véase (pág. 57. y 58.) el siguiente suceso que ciertamente, como allí mismo se dice, es asombroso. Un Obispo, que aunque singularmente indevoto, tendria no obstante potestad en la Iglesia, pero adverso á los Religiosos de S. Francisco, salió para un Concilio en donde iria, ya se ve, á exercer su potestad, aunque bien prevenido de artificiosas razones y papeles, y determinado á desacreditar, y aun si era posible, extinguir la Religion (se entiende de S. Francisco). Sabido por los Religiosos, hiciéron especiales oraciones á su Santo Patriarca, para que alcanzase del Señor trocase el corazon de aquel Prelado; y la mañana del dia en que se abria el Concilio, amanecio degollado por S. Francisco (¡Oh Santo mio!) para cuyo efecto le dió su espada la imágen de S. Pablo, (la Imágen ¡oh Santo mio!) y á S. Pablo su cruz Francisco. (Su cruz ¡oh Santo mio!)
20.
Últimamente, fuera de la Iglesia Católica no hay salvacion: lo mismo sucede fuera de la Religion de S. Francisco. Porque para salvarse es menester querer salvarse; y el Cardenal de Pisa (cit. á la pág. 60.) dice, que el mismo Christo con llagas, y vestido del hábito de S. Francisco, dixo. Quien quisiere salvarse sígame, y vista como yo voy vestido. Pues ahora Christo, no pudo engañarse ni engañarnos; ¿con que seria posible que nos engañase su Eminencia?