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Zitiervorschlag: Anonym (García de Cañuelo, Luis; Pereira, Luis Marcelino) (Hrsg.): "Discurso CXLVII", in: El Censor, Vol.7\147 (1787), S. 305-325, ediert in: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Hrsg.): Die "Spectators" im internationalen Kontext. Digitale Edition, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.550 [aufgerufen am: ].


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Discurso CXLVII

Zitat/Motto► Βάλтιον γάρ έμέ ρατύν τινα χαί άπ χαί αυάδη ποπ

S. Joan. Chrisost. Homil. IV. in Epist. ad Hebreos. in fin.

Mejor es que me tengais por audaz, cruel, arrogante; que no el que hagais esas cosas que desagradan á Dios. ◀Zitat/Motto

Ebene 2► Metatextualität► No cupiéron en mi anterior Discurso todos los Exemplos de la Coleccion que se me remitió con la Carta que le dá principio. He aquí los restantes. ◀Metatextualität

Ebene 3► Brief/Leserbrief► Ebene 4► Exemplum► Perdió una muger un vaso grande [306] de plata en el campo, que quedó sepultado en la nieve. Acudió al remedio del responsorio de San Antonio, y dentro de dos meses, ya deshecha la nieve, le encontró un Labrador, y se le llevó, sin saber que era suyo1 . Vida de S. Antonio de Padua, pág. 264. ◀Exemplum

Exemplum► A un Lego se le cayó del Rosario una qüenta pequeña, que por las indulgencias que el Pontífice le habia concedido era para él de grandísima estimacion. Buscóla con suma diligencia, y habiéndose recogido á una hermita, rezando el responsorio de San Antonio, vió que se venia ácia él una hormiga con la qüenta bendita en la boca. Vida de San Antonio de Padua, pág. 261. ◀Exemplum

Exemplum► El Beato Hermano, siendo de siete años, ya huia de los demas niños, y se retiraba á una Iglesia de la Vírgen, y puesto de rodillas decia: Ma- [307] dre y Señor mia, pues yo por tí dexo á los otros niños, déxame el tuyo, que yo te le volveré despues quu le haya dado un ósculo, que tengo grandes deseos de ello. Viendo que la Virgen no respondia, parecióle que no le daba el niño porque como estaba alto no se le cayese, y así la dixo; Señora, no tengais miedo que cayga, que yo le recogeré. Aun callaba la Virgen, y discurrió otra cosa, y fué que la Virgen le alargase la mano, y le ayudase á subir, y para obligarla á esto fué á comprar cerezas, para con el pan de la merienda hacer un regalo al Niño. Así lo hizo, y habiendo convidado al Niño, le dixo la Vírgen: Devoto mio, lo que es darte el Niño no puede ser, porque seria quedar Yo sin él2 : sube tu adonde estamos los dos, y alargándole la mano subió, y él se abrazó con el Niño dándole ósculos suavísimos, Ahora es tiempo, le dixo la Vír-[308]gen, de que nos des de merendar, y alargando la misma Vírgen la mano tomó de las cerezas. Al volver á darle la mano para baxar, le dixo: á Dios hijo mio, vuelvenos á ver, y no importa que vengas sin cerezas. Volvió al otro día, y le preguntó la Vírgen: como andaba descalzo, á lo que satisfizo por él el Niño Jesús, diciendo: Madre, porque su padre es pobre, y no se los puede comprar. Comprémoslos nosotros, pues nos quiere tanto. Si me compráseis zapatos, dixo Hermano, no tendria tanto frio, que me yelo. Mira, le dixo la Vírgen, quando quieras dinero para lo que hayas menester, ve á tal campo, y debaxo de una piedra quadrada hallarás dinero para tu socorro. Hízolo así Hermano, y halló dinero, que le llevó á su padre; y preguntándole, y diciendo él donde los habia hallado, en presencia de otros niños, fuéron estos á aquel lugar; pero no se habia hecho el milagro para ellos. Ex. P. Valer. Piquer ad diem V. April. Año Virg. tom. 4. pág. 263. ◀Exemplum

[309] Exemplum► Un Sacerdote envió á sú Sobrina á la Ciudad á comprar provisiones, mandándola que se quedase á dormir en casa de una tia, la qual por estar de mal humor no la quiso admitir. Viéndose la doncella abandonada, y sin albergue donde recogerse, invocó al demonio, pidiéndole un lazo para ahogarse. Acudió el demonio en hábito de Médico, y consolándola, la ofreció su favor con tal que siguiese sus consejos. Díxole tambien que se mudase el nombre de María en otro mas bizarro y magestuoso, rehusólo la doncella, con lo que el diablo se enfureció, blasfemando de tal nombre. Reprehendióla también porque se santiguaba. Lo que toca á no santiguarme, dixo la doncella, soy contenta; pero mudar el nombre de ninguna manera. Despues de varios devates la propuso el diablo que á lo ménos se contentase con sola la primera letra, llamándose Eme únicamente. Acetó la doncella, aunque [310] con alguna repugnancia; despues de lo qual anduviéron juntos seis años cometiendo ella con él los mas enormes pecados. Pidió por último Eme á Momo, que así dixo llamarse el Médico, que la llevase á Nimega á ver unas fiestas, por parecerle que allí tendria ocasion de dexar aquella vida, y apagar los crueles remordimientos que la afligian. Alcanzolo de él, y al tiempo de pasar por una plaza oyó un diálogo que allí se representaba de la intercesion de la Vírgen. Fuese moviendo su corazon, y habiéndolo conocido Momo, la quiso separar de allí, y rehusándolo Eme, la levantó por los ayres el diablo en su propia figura, y la arrojó en tierra con admiracion del concurso; pero sin daño alguno por la intercesion de la Vírgen. Entre los que fuéron á ver el prodigio fué su mismo tio, que reconociéndola la animó á la penitencia, y la llevó á Roma, donde el S. P. la dió por penitencia que llevare tres ar-[311]gollas de hierro en el cuello y en los brazos, hasta que con el uso ó permision divina se le cayesen. Llevólas catorce años, al cabo de los quales se las quiró un Angel, y ella murió tres años despues santamente. Adrian Lireo in suo Trifug. Marian. lib. 3. tom. 8. citado en el Año Virg. tom. 4. pag. 290. ◀Exemplum

Exemplum► Llevaba la compañía, de San Vicente Ferrer en sus misiones una Campana que los guiaba quando entraba en los Lugares en forma de procesion. Esta misma Campana le servia para llamar á milagros, y decia á uno de sus compañeros: Tocau á fer milacres. = Esta Campana se la regaló al Convento de Zamora, que no tenia ninguna, diciéndole que habia de servir para cosa de mas consequencia que el coro. Así fué que por muchos años se tocaba de suyo, con lo que avisaba la muerte de algun Religioso, para que se preparasen todos. Llegó en una ocasion un huesped, y [312] oyéndola se salió sin esperar á comer, y al tiempo de montar á caballo cayó muerto. Andaba jugando un pagecillo del Obispo con una barilla, llegó cerca de la Campana, y tocó, burlándose de la advertencia, y aquella tarde se fue á bañar al rio, y se ahogó. Baldecebro. Vida de San Vicente Ferrer, lib. I. cap. 31. ◀Exemplum

Exemplum► Entrando el mismo Santo en Valencia con pompa triunfal, iba dentro de un arco, que le habian fabricado, para que no le oprimiesen ni despedazasen los habitos. Clamaba el concurso por besarle las manos, y los habitos, y el Santo les decia: ¿qué quieren? ¿Reliquias? pues denme los rosarios y medallas. Dábanselos: tocábalos en los pechos, y los volvia, diciendo con Santa ingenuidad, Ea, ya tienen reliquias. Baldecebr. Vida de San Vicente, lib. I. cap. 37. ◀Exemplum

Exemplum► Iba el Santo en un asnillo, por estar malo de una pierna, y diciendo á un herrador si queria herrárselo, [313] le respondió que sí, y se lo herró bien; pero pidiéndole su trabajo, alegó San Vicente que era pobre, no se satisfizo el herrador, y quiso embarcar el borrico. El Santo con mucha paz dixo al Borrico: Hermano, volved las herraduras á su dueño. Sacudió el asnillo las manos, y las soltó3 . Asombróse el herrador, y pidiéndole perdon, volvio a herrar de valde. Baldecebr. lib. 3. cap. 42. ◀Exemplum

Exemplum► Aparecióse el demonio en figura de jumento á Fray Tomas Cancer Maestro de San Vicente. Fuese á él y le echó al cuello una cuerda, y la ató bien haciéndole un fuerte nudo. Entrególo después al criado del Convento para que se sirviese de él, previniéndole con mucho cuidado, que no lo desatase jamas, que importaba. Sirvió de esta suerte mucho tiempo de traer agua y leña para el Conven-[314]to. Pero entrando otro mozo, que no sabia la advertencia, le desató el cordel por parecerle que se ahogaba, y al instante se desapareció, dexándole el cordel en la mano4 . Baldecebr. Lib. 3. cap. 52. ◀Exemplum

Exemplum► El Beato Enrique Guson, Dominico, se hallaba tan absorto con los favores de la Vírgen, que no alentándose á ir á comer, decia á nuestra Señora no saldria de la Celda, ni comeria bocado hasta que le regalase con el nectar de sus castísimos pechos. Aplicábaselos la Vírgen al labio, rociábale de aquel dulcísimo licor, y embebido el Santo pasaba algunas horas, y con este favor salia contentísimo, y cuidaba de volver quanto ántes al retiro de su oracion. Chron. Ord. [315] S. Dom. D. 25. Jan. citado en el Año Virg. tom. I. pág. 7. ◀Exemplum

Exemplum► Refiere Fray Juan Andrea que hubo una Monja de admirable hermosura, que llegó á un muy alto grado de perfeccion. Viola un dia un Clérigo, que la dixo una lisonja, que admitiendo con estimacion, y siguiendo de una en otra palabra quedáron recíprocamente enamorados, tanto que dentro de pocos dias determinaron huirse. Al tiempo de salir ella del Convento tomó las llaves de la portería, que estaban á su cuidado, y se las entregó á una Imagen de la Vírgen, de quien era devotísima. Anduviéron quince años por el mundo cometiendo pecados, en cuyo tiempo no se echó ménos en el Convento, porque la Vírgen hizo baxo su figura el oficio de portera5 . Sintióse conmovida al cabo de este tiempo, y volvió al Convento, y en trage di-[316]simulado preguntó á la portera si conocia á Sor Beatriz, respondióle que sí, y por señas que habia cumplido bien con el oficio de portera. Ella al oir esto se quiso retirar, pero se le declaró la Vírgen, con lo que entró, hizo penitencia, y dio licencia al Confesor para publicarlo todo despues de su muerte. Año Virg. tom. I. pág. 197. ◀Exemplum

Exemplum► En la Historia de Milan se refiere que pasando unos hombres por un camino se les apareció un difunto, y les dió una Carta para que la diesen á Luis Esforcia, su hermano, hiciéronlo así llenos de asombro, y abierta la Carta por Esforcia, decia así: ¡O! ¡O! ¡O! Mirad, Luis, por Vos, que Franceses, y Venecianos hacen liga contra vos; pero si espendeis tres mil Cruzados en sufragio de las Almas, haré con ellas se ajusten á atajar este daño. No se dió crédito á la Carta, y por eso quedó preso el Esforcia6 . [317] Gritos del Purgat. lib. I. cap. 12. pág. 115. ◀Exemplum

Exemplum► Noticioso el Señor Lobera, Obispo de Pamplona, de que tres antecesores suyos estaban en el Purgatorio, envió á la V. Francisca del Sacramento catorce Bulas para que aplicase tres por los Obispos, y las restantes á su arbitrio. Hízolo asi, y los Obispos vinieron luego á dar las gracias á uno y otro. Pero á las once bulas restantes concurrió una grande muchedumbre de Almas que las pretendian aunque con mucha paz y mansedumbre. Aplicólas, despidiendo á las muchas que iban acudiendo con decirlas: Ya no hay mas, ya no hay mas. Súpolo el Obispo, y remitióle otras trescientas con lo que á la noche se juntaron exércitos enteros de Almas pretendientes. Despidiólas despues que creyó haberlas aplicado todas; pero le advirtiéron dos Almas, que faltaban aun dos: y así era, que se habia olvidado, por lo que se las aplicó á él las mismas. [318] Grit. del Purg. lib. 20. cap. 50. p. 199. ◀Exemplum

Exemplum► Llamó el Sacristan á San Felipe Neri, para que baxase á confesar á una endemoniada. Envíala á pasear, dixo el Santo. ¿Qué tengo Yo con endemoniados? Pero al fin, estimulado de la compasion baxó. Vida de San Felipe Neri, lib. 3. cap. I. pág. 195. ◀Exemplum

Exemplum► El Padre Luchi dió de órden del Santo de latigazos á otra en desprecio del demonio, que lo sintió tanto que se le apareció de noche, amenazándolo7 . Vida de San Felipe Neri, lib. 3. cap. I. pág. 195. ◀Exemplum

Exemplum► Santa Teresa vió mas de una vez que el mismo Christo partió la comia con San Pedro de Alcántara, y se la introduxo en la boca, dándole tambien de beber, hasta llegar su Magestad por su propia mano á enjugarle con una toalla los labios. Gracias de la gracia de San Pedro de Alcántara. ◀Exemplum

[319] Exemplum► A un Monge suyo, que no queria comulgar; porque engañado del demonio no creia en la Eucaristía, le dixo San Bernardo: Aunque no tienes fe de ese Sacramento te mando que sobre mi fe pases á comulgar8 , y comulgando recibió la fe, la gracia, y la gloria, porque vivió despues como un Santo. Grac. de la Grac. de S. Bern. ◀Exemplum

Exemplum► El V. Yepes pidió á Dios le hiciese la merced de enseñarle algun Cántico de los que á su Magestad le cantan en el Cielo, y su Magestad le enseñó el siguiente:

Tú eres fuego y eres luz

Rey de Reyes, buen Jesus.

Otra vez le pidió otro de los que mas freqüentemente le cantan, y le dixo este:

El Señor me crió, y tambien me redimió,
[320] y quiereme él, y quierole Yo.

Murió cantando; y los versos que le enseñó Jesus son los siguientes:

¡O qué linda es el Arboleda!

¿quien tuviese la fiesta en ella!
¡O qué linda es el Arboleda!
¡y los ayres de la Gloria!
¿quién tuviese la fiesta en ella,
y ganase la victoria!
¡O qué linda, &c.9 . Gracias de la Gracia del V. Yepes. ◀Exemplum

Exemplum► Fuese Fray Junípero á una piara de puercos, y cortole un pie á uno para un enfermo. Quexábase el dueño, y él daba por razon que era lícito valerse de los bienes que Dios tiene en el mundo para servicio del hombre, y socorrer con ellos á otro hombre10 . Gra- [321] cias de la Gracia de Fr. Junípero. ◀Exemplum

Exemplum► Aquilino, lib. 6. dice que como S. Bartolomé era hijo del Rey de Siria escribió á Christo que movido de sus milagros se resolvia á ser su Discípulo; pero que no habia de quitarse el vestido de grana, que traia. Oyéron esto los demas Apóstoles, y no sintiendo bien del pacto y la propuesta, les dixo Christo: Callad que el que ahora no quiere dexar la vestidura, tiempo vendrá en que dexará el pellejo. Gracias de la Gracia de San Bartolomé. ◀Exemplum

Exemplum► Refiere Egísipo, Discípulo de los Apóstoles, citado por Quaresmio, que en el sitio del huerto donde sudó sangre nuestro Señor nació un frondoso Arbol, el qual en cada una de sus ojas tenia esta inscripcion: O mors quam amara est memoria tua. Tambien dice el mismo Autor, citado por Clodinio, que las gotas de sangre se convirtiéron en flores de color encarnado, morado y blanco, y que de ellas hizo el Angel una corona, que puso sobre la cabeza del [322] Redentor, y que así fué confortado su Divina Magestad. Reflex. Católicas. Reflex. 6. ◀Exemplum

Exemplum► Cuenta Jacobo de Vorágine, que quando Tito tomó á Jerusalen, encontró en el centro del muro á Joseph Abrimathia á quien los Judios habian emparedado allí por haber dado sepultura á Christo Señor nuestro, el qual dixo que habia sido mantenido allí con un manjar celestial, y alumbrado con una luz soberana. Y dice este insigne A. que en el Evangelio se lee de Nicodemus que habiéndole los Judios emparedado, le sacó del muro Christo el dia de su resurreccion, pero la perfidia de los Hebreos le volvió á emparedar, porque predicaba11 . Reflex. Católic. Reflex. 7. explic. de la Misa, pág. 283. ◀Exemplum

[323] Exemplum► Dixo San Felipe Neri á una enterma: Ana, di conmigo: Señor, Felipe me ha mandado (de vuestra parte) que no muera, porque no quiere. Mandóla repetir estas palabras muchas veces, y en breve curó. A otra dixo: Calentura, Yo te mando dexes esta criatura de Dios. A otra: Desde mañana ya no quiero que vuelva (la quartana). A uno que le encomendaba un enfermo: Ve y dile que yo no quiero que muera. En otra ocasion dixo á una. Mira que no enfermes sin mi licencia. Con esto ella, quando se sentia indispuesta, se iba á preguntar al Santo: si era su voluntad que enfermase: Sí, la respondia: no, el mal la dexaba. Vida de San Felipe, lib. 5. cap. 4. pág. 156. ◀Exemplum

Exemplum► Servia á un Conde un Judio que por gozar su proteccion se fingia christiano. Un dia tuvo oportunidad de herir una imágen de nuestra Señora, que se veneraba en un Monasterio. Oyéron los golpes dos menestrales, que trabajaban en el claustro, y sa-[324]liendo á la Iglesia, no solo viéron á la Imágen bañada en sangre, sino que la oyéron quexarse con amargos y sentidos suspiros. Lleváronle a juicio, y por no poner el conveniente cuidado el Juez, ni el Abad, salió por libre. Pasados dos años se apareció la Vírgen con un vestido morado y semblante triste á un viejo de 70 años, y paralítico, contándole su agravio, y la indolencia del Juez y el Abad, y pidiéndole que la desagraviase, desafiando al Judio, acetó el viejo, y quedó al instante sano. Fuese al Cura para que le acompañase, y resistiéndose este le amenazó con la Vírgen, con lo que se fueron los dos á desafiar en presencia del Conde al Judío, que acetó el desafio negando el hecho. Convocóse todo el lugar, y saliéron los dos con solo una clava y un escudo: despreciaba el Judío al Christiano como viejo, y al irle á descargar un golpe, retiró este el cuerpo, y le tornó otro que le derribó medio muer-[325]to. Entónces confesó su delito, y los circunstantes movidos de superior impulso le agarráron, le pusiéron en la horca, y le quemáron. Año Virgin. tom. I. pág. 290. ◀Exemplum ◀Ebene 4 ◀Brief/Leserbrief ◀Ebene 3 ◀Ebene 2 ◀Ebene 1

1El milagro no puede ser mas patente.

2Claro está.

3Es de creer que soltase tambien alguna monedas equivalentes al trabajo del herrador.

4Es sensible este descuido del criado, ó del que no le advirtió el secreto. Si no fuera por esto, tendria aun el Convento á su servicio un borrico, que es regular no le hiciese gasto alguno.

5¡Qué papel tan decente para la Vírgen!

6Aunque no lo dice la historia, es regular viniese firmada.

7Sé de muchos Eclesiásticos que han sado este exôrcismo con éxîto admirable.

8De esto de comulgar sobre la fé de otro, no sé lo que dirán nuestros Teólogos. Pero al fin, ello está de letra de molde, y con las licencias necesarias.

9Yo no sé como al Señor Sedano se le escapáron estas coplas. Por todas razones les era debido el primer lugar del tom. 5. del Pernaso Español.

10He aquí un principio de Moral que muchos quisieran ver bien establecído.

11Entre tanto como se escribe, no sé como de estas, y de otras noticias que abundan en estos libros, y en los de revelaciones, no hay quien forme En suplemento á los Evangelios y Hechos de los Apóstoles, que seria sin duda muy estimado.