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Cita bibliográfica: Anonym (García de Cañuelo, Luis; Pereira, Luis Marcelino) (Ed.): "Discurso CXXIII", en: El Censor, Vol.6\123 (1786), pp. 1057-1078, editado en: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Ed.): Los "Spectators" en el contexto internacional. Edición digital, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.527 [consultado el: ].


[1057] Nivel 1►

Discurso CXXIII

Cita/Lema► Vae nobis miseris, ad quos Pharisaeorum vitia transierunt.

S. Hieron. in Matth. Lib. IV.

Ay miserables de nosotros á quienes han pasado los vicios de los Fariséos. ◀Cita/Lema

Nivel 2► Metatextualidad► Cien veces quise trazar en un Discurso el retrato de un Hipocrita, y otras tantas me faltaron aquellos colores fuertes y energicos que deseaba. Una oportuna reflexîon sobre el Capítulo XXIII. de San Matéo, me persuadió en fin á que para hacerle al vivo, no tenia sino recoger las principales cosas que acerca de los Fari-[1058]seos se hallan esparcidas en los Evangelistas, Padres, y otros Autores Eclesiásticos. Esto es lo que voy á hacer en este Discurso, en el qual no habrá por tanto palabra que sea mia. ◀Metatextualidad

Nivel 3► Retrato ajeno► Esta especie de gentes no era muy antigua entre los Hebreos; y en los primeros siglos ninguna secta religiosa dividia el pueblo unido por el vínculo de la caridad. Pero acreditadas despues las costumbres de los Griegos, y habiendo caido en desprecio la simplicidad de la antigua doctrina, se formaron las tres sectas de los Fariseos, Saduceos, y Esenios, á las quales distinguian casi los mismos caracteres que entre los Griegos á las de los Estoyeos, Epicureos y Pytagóricos.

No eran enteramente uniformes la vida é instituciones de todos los Fariseos. El Thalmud cuenta hasta siete ordenes ó clases, de las quales las unas tenian una vida mas activa, otras mas austéra, y que constituian [1059] como otros tantos grados de la perfeccion Farisayca.

Pero todos eran conocidos por la compostura de su exterior, y por su trage religioso y penitente, que consistia en una especie de ropa talar con un amito ó mantellina para cubrir la cabeza, y unas sandalias anchas que araban con correas1 . Las borlas y ruedos de los mantos, que eran para todos los Judios un recuerdo de los preceptos del Señor2 , los traían de mucho mayor tamaño que los demas3 . Como se leía en el Deuteronomio4 que la ley de Dios anduviese siempre ante los ojos; habian discurrido escribir sus principales preceptos en unos pergaminos que plegaban y traían pendientes sobre la frente, formando como una [1060] corona5 . La misma pràctica introduxeron en el pueblo, persuadiendole á que tenian la virtud de apartar las enfermedades, y auyentar los Demonios6 . Pero los pergaminos que ellos usaban eran mucho mayores7 .

Era continua su oracion: daban mucha limosna; y ademas de los que prescribia la ley, observaban muchos ayunos voluntarios, especialmente los Lunes y los Jueves, absteniendose en estos dias no tan solo de las carnes, mas aun de qualesquiera manjares delicados, y no tomando alimento alguno hasta ponerse el sol8 . Son increibles las austeridades de que usaban para preservar su cuerpo de toda mancha. Solian te-[1061]ner un largo y penoso noviciado de diez, ocho, ó quatro años, durante los quales guardaban castidad, y se mortificaban con los exercicios mas duros. A fin de que no les asaltase de noche alguna cosa impura, interrumpian á cada paso el sueño con largas oraciones. Habia quienes se acostaban sobre una especie de caballete de doce dedos de ancho, á fin de caer en tierra y dispertar, si alguna vez dormian profundamente. Algunos se hacian un lecho sembrado de piedrecitas agudas y desiguales, para que asi huyese á su pesar el sueño, y otros usaban á este fin de espinas, cuyas puntas los excitasen á la vigilia9 . Acostumbraban tambien forrar el ruedo y borlas de sus mantos de agudísimas espinas, para que al andar ó al sentarse, los retraxesen sus picaduras á las cosas de Dios, y [1062] á los ministerios de su servicio10 .

Eran muy zelosos de la gloria de los Profetas, á quienes reverenciaban sobre manera, y erigian mágnificos monumentos11 . Corrian las tierra y los mares por ganarse un prosélito, y convertir un Gentil á su religión12 . Y habian añadido á las de la ley un sin número de pràcticas y ceremonias religiosas, y multiplicado sin limites los exercicios exteriores13 . Sobre todo eran muy exâctos en purificar con agua toda la vaxilla, y quanto servia á la mesa, como tambien sus brazos hasta el codo, y á veces todo el cuerpo14 .

Todas estas cosas juntas á su semblante pàlido, macilento y triste, y [1063] la union con que entre sí vivian15 , les adquirieron en el Pueblo un credito asombroso de virtud y sabiduría16 . Eran los árbitros de la doctrina, y de quanto pertenecia al culto divino17 . Y el Pueblo los veneraba como á Oràculos, y les cedia siempre los primeros lugares, retirandose por respeto18 .

¿Y unos hombres como estos no eran santos? ¡O miseria humana! Es de fé que eran mas malvados aun, que los mismos publicanos19 . Jesu-Christo, que como Maestro de la verdad, y la verdad misma, se mostró tan enemigo de ellos, como lo es de la mentira, nos lo ha manifestado, despreciando á cada paso su [1064] virtud y su sabiduría20 . A sus ayunos, mortificaciones y demas obras de supererogacion, no unian las de justicia y de precepto21 . No ayunaban sino para que se supiese que ayunaban, y por eso se presentaban siempre con semblante tetrico, pàlido y macilento, y aparentando afliccion22 . No daban limosna sin tocar trompeta23 : y las que daban debian de serlo mas en el número y en el aparato, que en la sustancia y utilidad pública; pues á no ser asi, no les echaria Jesu Christo en cara su avaricia24 . De ellos se podria decir tambien, que hacian los pobres para socorrerlos. No hacian largas oraciones sino para que lo viesen y [1065] oyesen los hombres; á cuyo fin buscaban los lugares públicos25 . Extendian los brazos, levantaban con descaro los ojos al cielo, y se daban publicamente grandes golpes de pecho26 .

Llevaban siempre la ley del Señor escrita en pergaminos delante de los ojos, y en las manos; como si su virtud estuviese en los caracteres con que se escribia, é importase algo llevarlos grabados en el cuerpo, si su sentido no estaba impreso en el corazon. Tenianla del mismo modo que la tiene un libro ó un estante27 . Es verdad que nada dexaban [1066] que hacer para ganarse un proselito en los ultimos àngulos del mundo; mas no era esto por un efecto del zelo de la gloria de Dios y de la salvacion de sus próximos, sino que corriendo las tierras y los mares por sus negociaciones, y por recoger los dones y limosnas de sus discípulos y devotos, procuraban atraer á su religion los Gentiles por vanagloria, por la satisfaccion de reprehenderlos, y por acrecentar con el número de creyentes su dominio y sus riquezas28 . Asi los enseñaban tan mal con sus doctrinas corrompidas y pesimos exemplos, que los hacian peores que habian sido, y doblemente dignos de condenacion29 .

Si erigian monumentos suntuosos á los Profetas, y reverenciaban sus nombres, aborrecian por otra [1067] parte sus preceptos. Si honraban su memoria, despreciaban su fé. Si improperaban á los que los habian perseguido, los imitaban en su envidia, dureza y crueldad contra los que á ellos los reprehendian30 . Eran amigos y veneradores de los santos muertos, y enemigos y perseguidores de los vivos31 , como se vió en lo que hicieron padecer á Jesu-Christo y á los Apostóles. ¿Y cómo podrian dirigirse á otro fin que á una gloria mundana, unas obras, para cuya execucion saqueaban á la plebe32 con toda suerte de engaños? Aquellos edifican para la gloria de Dios, que guardan las leyes de la justicia, de cuyos bienes se alegran los pobres, y que no se apropian violentamente los agenos . . . . . Justamente erigian [1068] estos monumentos para que los pobres oprimidos los citasen contra ellos; pues no se pueden dar por honrados los Santos con lo que cuesta lagrimas á los pobres. ¿Puede acaso ser justo despojar á los vivos para honrar á los muertos? ¿Sacar la sangre á los miserables, y ofrecerla á Dios? No es esto hacerle una oblacion; sino hacerle participante de la violencia, y que aceptando una ofrenda hija del pecado, parezca consentir en el pecado . . . . . Da limosna á los pobres, y de este modo edificaràs segun razon la casa del Señor; pues los edificios son habitaciones de los hombres, y los hombres de Dios . . . . . Lo contrario, es fabricar casas para los hombres, y arruinar las de Dios33 ).

El espíritu en fin de todas sus [1069] acciones era una loca vanidad, una ambicion desmesurada y una insaciable codicia. Todos sus deseos, todos sus conatos no tenian otro objeto que ganarse la reputacion de santos y de sabios, para adquirir un dominio absoluto sobre las consciencias y entendimientos del pueblo, y cebarse en sus haciendas34 . Y en efecto ellos se habian alzado con los dictados de Padres, Maestros, Doctores y otros títulos pomposos, que se hacian tributar con grandes reverencias35 : jactabanse de que nadie podia entrar en el Reyno de los cielos, sino por el camino que habian descubierto; y segun la frase de Jesu-Christo, se habian apoderado de la llave de la sabiduría36 ; pero ni entraban, ni dexaban entrar á [1070] otros37 . Esto es, aunque con la reputacion de sabios, eran en realidad ignorantes de la palabra de Dios, y no permitian que los demas dexasen de serlo38 . Infeliz del que se atreviese á enseñar sin su aprobacion: infelicísimo del que no aprobase y admirase sus cosas. Tenia seguro su aborrecimiento, y era preciso que pereciese víctima de su furor39 . Quanta mas utilidad se seguia á los próximos, tanto mas se enfurecian40 : como se vió en la rabia que en ellos excitaron los milagros de Jesu-Christo41 .

[1071] A la verdad, se habian conservado entre ellos la ley y algunas tradiciones calificadas y respetable; y por eso, y porque ocupaban la Cátedra de Moyses, decia Jesu-Christo á sus Discípulos, que sin imitar sus obras siguiesen su doctrina42 : esto es, que los verdaderos dogmas nada debian perder por ser enseñados por sus bocas impuras. Pero los habian desfigurado con las mas perversas interpretaciones, con adiciones superfluas y supersticiosas, y con otras tradiciones falsas, ridiculas y dañosas43 : plantas que no habia sembrado el Padre celestial, y que habian de perecer y ser arrancadas44 . A estas tradiciones daban [1072] aun mas fuerza que á la misma ley, y asi se escandalizaban de ver que los Apostoles comian sin lavarse antes las manos45 : reputaron en ellos por delito el haber arrancado al paso unas espigas para comer en un Sabado46 , y á Jesu-Christo, el haber dado vista á un ciego47 , y curado un enfermo en el propio dia48 . Lo ridiculo de sus escrupulos no hay á que compararlo; y el Thalmud y sus Comentarios están llenos de qüestiones y casos de conciencia relativos á estas tradiciones, que parece increible se propusiesen seriamente: por ex. ¿si en el Sabado es licito montar en un asno, ó si se le ha de llevar solamente del cabestre? ¿si es permitido andar por una tierra recien sembrada; por quanto pueden lavan-[1073]tarse con los pies, y por consiguiente sembrarse algunos granos? y quanto á la purficacion de la levadura añeja antes de la Pasqua, ¿si se ha de purificar una casa luego que se ha visto andar en ella un raton con una migaja de pan? ¿si es licito guardar carton ú otra cosa en que entre harina?49 &c. Asi degradaban la ley de Dios con cosas tan pequeñas, tan baxas y tan indignas de su magestad.

Pero las tradiciones, en cuya exâcta observancia insistian mas, eran aquellas que contribuian á llenar su codicia, que pintaban con el color de la Religion50 . Eran muy activos en persuadir al Pueblo la paga de los diezmos, no solo de los frutos mayores, sino de las mas desprecia-[1074]bles producciones de la tierra, del comino, de la ruda, del eneldo, de la yervabuena &c.51 . El voto Corban era una de sus invenciones mas artificiosas. Con él, no solo creia un hijo eximirse de las obligaciones de la justicia y de la caridad para con sus padres, sino que se imaginaba hacer un acto de virtud. Consagraba á Dios sus bienes con cierta fórmula, por la qual parece que se reservaba su usufruto52 , y destinando á los pobres una parte, de que los Fariseos sabian aprovecharse, le dispensaban estos de la obligacion de honrar á sus padres necesitados53 , y se contentaba con decirles friamente, que sino los socorria por no co-[1075]meter un sacrilegio, para eso los hacia participes del merito de su oblacion54 . Con semejante artificio podian tambien los padres excluir de su herencia á sus hijos, y sustituirles otras á su arbitrio, y el marido excusarse de alimentar á su muger55 .

Lo que habian discurrido quanto á los juramentos, no era menos artificioso. No reputaban perjuro al que juraba falsamente por el altar ó por el templo: sí solo al que lo hacia por el oro del templo, ó por los dones y oblaciones del altar56 , que llamaban mas santos, para inclinar á los hombres mas á ofrecer dones, que á hacer preces57 .

El Pueblo ignorante y supersti-[1076]cioso, y principalmente las mugeres sin consejo58 , se dexaban de manera llevar de sus artificios, que se privaban de sus haciendas, y arruinaban sus familias para enriquecerlos á ellos con dones, á fin de que orasen por ellas59 . De manera, que su oracion era un verdadero comercio60 , ó unas grandes redes en que pescaban las haciendas61 . Hasta á los mismos Reyes se habian hecho terribles. Nivel 4► Exemplum► Dieron mil disgustos á Alexandro Janneo, que escarmentado á la hora de su muerte, aconsejó á la Reyna su muger, que para vivir en paz ganase su amistad, [1077] como en efecto lo hizo entregandoles toda, y todo su Reyno62 . ◀Exemplum ◀Nivel 4

Eran, segun esto, los Fariseos los sepulcros blanqueados y hermosos por afuera, y por adentro llenos de huesos y podredumbre63 . Serpientes los llama tambien Jesu-Christo, raza de vívoras64 ; porque asi como estos reptiles se arrastran sobre su pecho y su vientre, y comen la tierra65 , asi ellos se humillaban por el vientre y por la vanagloria de su corazon66 .

Nivel 4► Son notables estas palabras de Calmet67 . Los Fariseos de nuestros tiempos, se han relajado bastan-[1078]te mente en quanto á los ayunos, y demas mortifiaciones del cuerpo; mas nada han perdido de su soberbia, hipocresía y veneracion de sus opiniones. ◀Nivel 4 ◀Retrato ajeno ◀Nivel 3 ◀Nivel 2 ◀Nivel 1

1S. Epihan. Haeres. 16.

2Numer. XV. 38. 39.

3S. Hyeron. in Matth. XXIII. cap. 4.

4Deutron. VI. 8.

5S. Hyeronim. loc. cit.

6Calmet. In Matth.

7Matth. XXIII. 5. S. Hyeron. loc. cit.

8Calmet. in VI. Matth.

9S. Epiphan. Haeres. 16.

10S. Hyeron. loc. cit.

11Matth. XXIII. 29.

12Matth. ibid. 15. S. Hyeron. loc. cit.

13Bossuet Hist. univ. P. II. 5.

14Marc. VII. 3.

15Joseph Antiquit. L. 2. cap. 12.

16Joseph Antiquit. Lib. 18. cap. 2.

17Id. ibid.

18Bossuet loc. cit.

19Luc. XVIII. 10. 14. S. Joan. Chrisost. in Psalm. 49. num. 10.

20Matth. 23. Marc. VII. Luc. XI. XII. XVIII. Joann. VIII. Y en otros muchos lugares.

21Matth. XIII. 23. Marc. VII. 8. 9.

22Matth. VI. 16.

23Matth. VI. 2.

24Luc. XVI. 14.

25Matth. VI. 5.

26Auct. Commen. imperf. in Matth. Hom. 13. tom. 6. pag. 75. Oper. S. Chrisost. edit. Congregat. S. Maur. S. Cyprian. De Oration. Dominic. Pag. 203. edit. Congregat. S. Maur.

27S. Hyeron. loc. cit. Auct. Comm. imperf. in Matth. Hom. 43.

28S. Hieron. loc. cit. Auct. Comm. imperf. Hom. 44. pag. 187.

29Matth. XXIII. 15.

30Matth. XXIII. 29. seqq. Auct. Comm. imperf. in Matth. Hom. 45. pag. 189.

31Auct. Comm. imperf. ibid.

32S. Hyeron. loc. cit.

33Auctor. Comm. imperf. in Matth. Hom. 45. pag. 189.

34S. Hyeron. loc. cit.

35Matth. XXIII. 7. Auct. Comm. Imperf. Hom. 45. pag. 185.

36Luc. XI. 52.

37Luc. ibid. Matth. XXIII. 13. S. Hyeron. loc. cit. S. Ambros. in Luc. Lib. 7. num. 108.

38S. August. contra adversar. leg. & Prophet. Lib. 2. cap. 5. num. 19.

39Calmet. in Luc. XI.

40S. Chrisost. Hom. 40. al 41. num. 2. tom. 7. edit. Congreg. S. Maur.

41Matth. XXII. 13. Marc. III. 6. Luc. XIII. 14.

42Matth. XXIII. 2. 3.

43Bossuet Hist. univer. p. 11. 5.

44S. August. quæst. Evangelior. Lib. 1. quæst. 17. in Matth. XV. 13. Origen. in Matth. num. 14. tom. 11. pag. 497. edit. Congregat. S. Maur.

45Math. XV. 2. Marc. VII. 2.

46Matth. XII. 2.

47Joann. IX. 16.

48Marc. III. 2.

49Buxtorff. cit. por Fleuri costumb. de los Israel. tit. 34.

50Auct. Comm. imperfect. in Matth. Hom. 44. pag. 186.

51Matth. XXIII. 23. Luc. XI. 42. S. Hyeron. loc. cit. Beda & Calmet. in XIII. Matth.

52Duhamel in XXIII. Matth.

53S. August. Lib. 1. quæst. Evangelior. quæst. 16. in Matth. XV. 5.

54Matth. XV. 5. Marc. VII. 11. S. Hyeron. in Matth. Lib. 3. Origen. in Matth. num. 9. tom. 11. pag. 490.

55Calmet. in XV. Matth.

56Matth. XXIII. 16. 18.

57S. Hyeron. in Matth. Lib. 4.

58Matth. XXIII. 14. Marc. XII. 40. Luc. XX. 47. Auct. Comm. imperf. in Matth. Hom. 44. pag. 186.

59Duhamel in XXIII. Matth.

60S. Gregor. Moral. Lib. 33. in cap. 41. Job. cap. 23.

61Auct. Comm. imperf. in Matth. Hom. 44. pag. 187.

62Joseph Antiquit. Lib. 13. cap. 18. de Bello Lib. 1. cap. 4.

63Matth. XXIII. 27.

64Matth. XXIII. 33.

65Genes. III. 14.

66Auct. Comm. imperf. Hom. 45. pag. 192.

67Calmet. Dissert. de Pharis.