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Zitiervorschlag: Anonym (García de Cañuelo, Luis; Pereira, Luis Marcelino) (Hrsg.): "Discurso CXV", in: El Censor, Vol.6\115 (1786), S. 885-904, ediert in: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Hrsg.): Die "Spectators" im internationalen Kontext. Digitale Edition, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.520 [aufgerufen am: ].


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Discurso CXV

Zitat/Motto►  . . . . . Longa est injuria, longere Ambages . . . . . 

Virg. Æneid. L. I. v. 345.

Grande es la injusticia, y grandes los rodeos por los que ha de venir á conocerse. ◀Zitat/Motto

Ebene 2► Ebene 3► Brief/Leserbrief►Señor Censor: quando escribia la segunda de mis dos antecedentes cartas, cierto accidente ocurrido desconcertó de tal modo todos mis pensamientos y mi pluma, que despues de habersela remitido he dudado con bastante fundamento fuese digna de que Vm. la diese á luz, como se lo suplicaba. Tan fria, tan [886] seca, tan poco clara, tan sin orden me ha parecido despues. Recapitularé en esta con la mayor claridad que me sea posible lo que alli dixe; y haré ver con una total evidencia á mi juicio, que el único modo de que el comercio enriquece hoy á un pueblo es igualando ó aproximando á la igualdad posible las fortunas de sus clases, que desiguala el estanco de las riquezas: estanco que yá mayor yá menor en todos los estados se verifica, y que puede decirse que en los despóticos es el mayor posible; pues que el Despota viene á ser en ellos el único propietario de toda suerte de bienes. De donde se concluirá mas facil y claramente lo que alli quise concluir, á saber que este mismo efecto podrá lograrse minorando ó deshaciendo en sí mismo el estanco: lo qual será tanto mayor la necesidad que un pueblo tenga de hacerlo, quanto mayor sea la [887] dificultad en que se halle de hacer un comercio activo que deberia ser tanto mayor quanto mayor fuese el estanco.

Habia probado en mi primera carta, que el comercio de suyo no podia dexar de ser igualmente ventajoso á todas las naciones que lo hacen; y que la causa por la que no lo es hoy no era ni la invencion de la moneda, ni la aplicacion á su uso del oro y plata, que por el contrario lo facilitan muchisimo, sino únicamente la reunion de las riquezas en pocas manos, ó el estanco de ellas. Para probarlo en mi segunda carta, y que deshaciendo ó minorando el estanco podria hoy conseguir una Nacion quanto puede conseguir por el comercio; quise manifestar primero como el estanco á proporcion que es mayor empobrece necesariamente á un pueblo impidiendo el que su suelo y su industria produzcan todo lo que [888] debian producir. Y he aqui á qué vienen á reducirse las razones de que para ello usé.

Ebene 4► Jamás las producciones del suelo ó de la industria se extenderán mas de lo que se extienda la necesidad bien natural, bien facticia, que un pueblo tenga de ellas; porque sucede á un pueblo lo que sucede á cada hombre en particular, que jamás hará producir cosa alguna cuya produccion le sea inutil; é inutil es todo aquello de que no se tiene necesidad, ó verdadera, ó meramente temida, ó posible de satisfacerse sin que para su satisfaccion sea preciso dexar de satisfacer otras mas urgentes, ó del dia. Asi un pobre labrador no se afanará por hacer producir á su trabajo y á su corto suelo hasta llegar á juntar con que mantener un coche; y con relacion á esto todo su caudal le es inutil; pero bien se afanará por juntar con que subvenir á los gas-[889]tos de un matrimonio, ó pasar una vida algo mas cómoda, y cosas que le sean posibles. Ahora pues, la necesidad que inmediatamente influye en la produccion de las riquezas de un pueblo, es solo la de los dueños de ellas: y estos no tienen necesidad que se produzcan otras que las necesarias para su consumo, y para pagar las obras de aquellos que por su industria y trabajo las han de hacer existir, ó dar nuevas formas á las que yá existen. Luego quanto menor sea el numero de los poseedores de las riquezas, ó mayor su estanco, tanto menor será la necesidad que hace producir; y tanto menor por consiguiente la produccion asi de las riquezas que ellos necesitan para su consumo, como de las que necesitan para pagar las obras de otros: yá porque menor necesidad está satisfecha con menos frutos, y menos frutos se producen con menos cantidad de industria ó [890] trabajo: yá porque la industria y trabajo como todas las demás cosas valen menos ó se pagan con menos cantidad de otras, quanto aquellas abundan mas que estas, y son mas por consiguiente los que ofrecen las primeras. Luego aunque el estanco hace tanto mas ricos á los dueños del estanco quanto es menor su numero, no es esto absolutamente hablando, ó aumentando realmente sus riquezas, sino relativamente á los no dueños á quienes empobrece quitando el valor á su industria y su trabajo: del mismo modo que yo seré mas rico que Vm. sin aumentar mi caudal, si por otra parte se disminuye el de Vm. Luego el estanco quanto es mayor tanto mas empobrece á todo un Estado, haciendo que tantas menos riquezas se produzcan dentro de él: y produciendose menos riquezas, que tanta menos gente tenga, pues que sin ellas [891] no pueden existir los hombres: y los que existan tanto mas infelizmente subsistirán, quantos sean mas los que existen, pues tanto menos precio tendrá su industria y trabajo: y no existiendo mas hombres que los que mal y de mala manera pueden subsistir, no existirá por consiguiente la cantidad de industria y trabajo necesaria para poner en valor otros fondos que no hayan caído en el estanco, tales como tierras incultas, ó las que podrian ser mejor cultivadas; para abrir canales de riego y navegacion; para construir fabricas; en una palabra, para producir todo aquello con que se habian de satisfacer otras necesidades de los dueños de las riquezas, que ó quedarán sin satisfacer, y por consiguiente es lo mismo que si no las tuviesen; ó si se satisfacen, se satisfarán con generos del Extrangero: y la razon de todo esto es, porque para que todas estas obras lle-[892]guen á producir mediata, ó inmediatamente nuevos frutos, se requiere mas tiempo que el que podrian pasar sin comer y sin vestir los que las habian de hacer, y yá hemos visto que no hay ni puede haber en nacion ninguna un sobrante de ellos suficiente para mantenerles todo este tiempo; porque todos los que se producen se gastan ó se consumen, pues para eso únicamente los hacen producir los dueños de los fondos que las producen; los quales asi como el resto de los hombres, no se proponen otro interes en sus operaciones que el suyo propio cada uno; el que tanto mas les urge quanto es mas inmediato; quiero decir, que su interes de hoy les mueve mas que el de mañana, ó el del año que viene: y de este modo el mal de un Estado que tiene estanco es irremediable, á menos que no se les pusiese en la cabeza á todos los dueños de las riquezas ce-[893]ñirse en su consumo á lo puramente necesario, y pagar con el resto de ellas no otro trabajo ni industria que al que las produce nuevas.

Pero como el pretender esto no solo sería imposible sino ridiculo, lo mismo que el hacerselo hacer por la fuerza, el único remedio de enmendar el mal, que es hacer pasar las riquezas de las clases no productoras; y meramente consumidoras á aquellas que producen, ó han de producir; no puede conseguirse sino por uno de dos caminos: el primero sencillo, llano, facil y derecho, que consiste simplemente en abrogar las leyes que mantienen el estanco que ellas no han hecho, dexando correr los bienes estancados del mismo modo que los que se llaman libres; no adhiriendo á ciertas clases la posesion de empleos &c. (estanco que viene á ser un efecto del primero) y quando mas mandando quemar todos los autores que apoyan estos estancos, [894] hasta llegar á negarle al mismo Principe la facultad (que yo llamaria obligacion) de deshacerlos; porque ciertamente no son dignos de otra refutacion ni respuesta. El segundo camino viene á dar á este mismo fin, pero por un gran rodeo: y es además de esto en gran manera arduo, escabroso, y lleno de mil peligros. Este es el comercio. Pero lo peor de todo es, que si para que no haya estanco basta solamente mandar que no lo haya; para que haya comercio no basta mandar simplemente que haya comercio. Seguramente cada nacion hace el que puede hacer, y el que si se le prohibiese, vendria sin duda á empobrecerse mas. Porque la naturaleza, que por sí misma llevaria á un Estado á la felicidad posible, le mantiene siempre en aquel grado de ella de que es capáz, atendidas las causas que la impiden el llevarle á otro mayor, y que ella no puede vencer. Estas causas vienen todas [895] á reducirse al estanco de los bienes; como se conocerá bastantemente despues que haga ver á Vm. que no de otra manera el comercio mantiene á una nacion en cierto grado de riqueza, poder y felicidad, que manteniendo en un cierto grado de aproximacion á la igualdad de fortunas á las clases que le componen, y que el estanco tanto mas desiguales hace quanto es mayor.

Supongamos una nacion en la que siendo el numero de los dueños de las riquezas ciento, se hallen todas estancadas en sus manos, y no haga ningun comercio exterior con ninguna otra. Si probamos que comenzando á hacer un comercio puramente pasivo se enriquece mas de lo que lo estaba en el caso de faltarle; habremos probado al mismo tiempo que aun el comercio pasivo que una nacion hace la mantiene en un grado de riqueza superior al en que se hallaria sin él, y al qual como veremos no podria [896] llegar sin aproximar á la igualdad las clases no propietarias con la de los propietarios. Es evidente segun lo que yá hemos hecho ver, que sin el comercio esta nacion no produciria sino una cantidad de riquezas proporcional á la necesidad que las hace producir, la que supondremos igual á 100, pues que este es el numero de los propietarios dueños del estanco. Es asimismo bien claro, que mientras esta necesidad no se aumente, es imposible que se aumenten las producciones. Pues ahora; digo que no puede aumentarse aquella, aunque se haya de satisfacer con generos extrangeros, sin que su aumento influya en el aumento de estas producciones dentro de la nacion misma. Porque supongamos que el Extrangero presenta á estos cien propietarios de las riquezas nuevos objetos de consumo que antes no conocian. Es constante que siempre que la necesidad que de ellos les excita, les urja mas que [897] algunas de las otras que con sus riquezas satisfacen; emplearán lo que empleaban en la satisfaccion de estas, en la satisfaccion de aquella. Para ello entregarán una parte de su oro y plata, tanto mayor quanto mas les urja esta necesidad, al Extrangero, el qual suponemos no recibe otra cosa en cambio de los objetos que les ofrece. Disminuiráse el oro y plata que poseían los propietarios, sin que se haya disminuido el que poseían las demás clases. Se empobrecen pues aquellos: y estas si no se enriquecen absolutamente, porque no se ha aumentado en efecto la masa de su dinero, se enriquecen relativamente á los otros que la han disminuido. Se acercan pues á la igualdad, y tanto mas quanto ha sido mayor la cantidad de oro y plata que han entregado los propietarios al Extrangero.

Ni se piense que este efecto será nulo, porque el dinero que los pro-[898]pietarios entregan al Extrangero dexará de pasar á otras clases de la nacion, á las quales infaliblemente pasaria si no pasase á manos extrañas. Porque aunque esto sea asi, no por eso dexará de pasar el mismo dinero que antes, y aun mas como veremos, de la clase de los propietarios á las de aquellos que producen cosas de una necesidad mas comun ó extensa, que aquellas que los propietarios reciben del Extrangero; pues es claro que estos no satisfarán nunca esta nueva necesidad á costa de aquellas cuya satisfaccion es precisa á todos los que pueden satisfacerlas, aunque urjan mas á los pobres que á los ricos, ó sean mayores respecto de aquellos que de estos. Asi que nada importa á la nacion que se minoren ó extingan por su pobreza las clases que nada producen, ó producen cosas de una necesidad la menos comun y extensa; con tal que [899] por este medio se enriquezcan, como efectivamente se enriquecen, las otras clases productoras, y se aproximan á la igualdad con la de los propietarios.

Porque esta aproximacion produce forzosamente la mayor abundancia de todas aquellas cosas de una necesidad mas extensa y comun, y que por tanto urgiria mas á los propietarios, que la de las cosas que reciben del Extranjero. Si han de continuar satisfaciendo la de estas, es preciso que no les falte para satisfacer la de aquellas: es preciso que atraigan á su poder mayor porcion del oro y plata que poseen las demás clases de la que traían antes; y no pueden atraer á sí esta mayor porcion sin ofrecerlas por ella mayor cantidad de cosas que las que antes las ofrecian; y por consiguiente sin hacerlas producir de nuevo.

Esta produccion por otra parte [900] les costará mas, pues no solo han de menester emplear en ella mayor cantidad de industria y trabajo, sino que igual cantidad costará mas, como quiera que son mas ricos ahora los que les han de vender sus obras: y por este capitulo crece mas tambien la necesidad de aumentar la produccion.

Pero como la mayor ganancia atraerá á estas clases un mayor numero de individuos que será mayor, ó al menos igual á el en que se disminuyeron las otras clases á quienes faltó el dinero que pasó al Extrangero, las quales era preciso fuesen poco numerosas, puesto que no producian nada, ó solo cosas de una necesidad menos extensa y comun; de aqui es que el valor de la industria y trabajo de cada uno de los individuos de las otras clases existentes se disminuirá en la misma razon que ellos se aumentan: faltará la necesidad en que el ma-[901]yor valor de esta industria y trabajo ponia á los propietarios de aumentar las producciones; y si suponemos que ninguna otra necesidad cuya satisfaccion les proponga el Extrangero pueda urgirles mas que alguna de las que ahora satisfacen, tendrá los mismos limites la produccion y la abundancia, que la necesidad yá impuesta. De suerte que ni aquella, ni por consiguiente la poblacion podrá pasar yá adelante. Por el contrario tirarán siempre á disminuirse la una y la otra al mismo paso que se va disminuyendo continuamente la masa del oro y plata en la nacion, á menos que esta no se supla con la cantidad suficiente de estos metales, que se produzca dentro de la nacion misma, porque hemos supuesto que no le entra de otra parte.

He aqui como el comercio pasivo empobreciendo á los propietarios, y enriqueciendo por consi-[902]guiente á las clases productoras de cosas de una necesidad mas comun ó extensa, las aproxima á la igualdad de riquezas; aumenta estas por este mismo medio, y con ellas la poblacion mas util; hasta que á esta y á la abundancia que la ha hecho crecer sirva de limites el estanco, el qual dando siempre un valor, que sin él no tendrian, á muchas cosas menos utiles ó menos necesarias á todo el resto de los hombres que á los dueños de él; emplea en la produccion de ellas una cantidad de industria y trabajo, que si no fuese por esta causa se emplearia en la produccion de cosas las mas necesarias y utiles á todos, las que por consiguiente abundarian mas y creceria el numero de los hombres, que serian mas felices, ó podrian gozar mas, aunque no tanto como gozan los propietarios de riquezas estancadas.

Quanto el estanco es mayor, tan-[903]to sus dueños son mas ricos: quanto son mas ricos, tanta menos necesidad tienen de las cosas que los demás necesitan; y á tanta menos costa satisfacen las necesidades que ellos solos pueden satisfacer, las quales son tambien tanto menores quanto mayor es el estanco ó menor el numero de sus dueños. Luego quanto mayor es el estanco, tanto menor es la abundancia de lo que todos necesitan, y por consiguiente tanto menor la poblacion.

Pero no hay que equivocarse, y tomar por causa lo que es efecto. El comercio pasivo es una señal evidente de que la nacion que lo hace es pobre; pero no es causa, sino efecto de esta pobreza. Por mejor decir, es, como hemos visto, un remedio que la misma naturaleza ó el orden de las cosas pone á este necesario simptoma del estanco; y si se le prohibiese á una nacion de otro modo que haciendo producirse den-[904]tro de ella los objetos que recibe del Extrangero, infaliblemente se la empobreceria mas y disminuiria su poblacion. ◀Ebene 4

Para enriquecerla pues, no hay otro medio que disminuir el estanco: y si se quiere enriquecerla hasta lo sumo, extinguirlo enteramente. Como se conocerá con mas claridad quando hable del comercio activo: lo que será en otra carta, porque esta va yá demasiado larga, y yo tengo la cabeza muy cansada; que crea Vm. no es menester cansarsela poco para comprehender en pocas expresiones generales, concebidas en los terminos mas exactos, todos los casos imaginables, y prevenir todas las objeciones posibles; lo que tampoco dá lugar á hacer amena la lectura. Disimule Vm. este defecto, é interin &c.”

N. Philopatro. ◀Brief/Leserbrief ◀Ebene 3 ◀Ebene 2 ◀Ebene 1