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Citation: Anonym (García de Cañuelo, Luis; Pereira, Luis Marcelino) (Ed.): "Discurso CXIV", in: El Censor, Vol.6\114 (1786), pp. 869-884, edited in: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Ed.): The "Spectators" in the international context. Digital Edition, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.519 [last accessed: ].


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Discurso CXIV

Citation/Motto► Hominem hominis incommodum suum augere commodum, magis est contra naturam quam mors, quam paupertas, quam dolor &c.

Cic. L. III. de Offic. C. 5.

Que un hombre aumente sus comodidades á costa de la incomodidad de los otros, es una cosa mas opuesta á la naturaleza que la muerte, que la pobreza, que el dolor &c. ◀Citation/Motto

Level 2► Level 3► Letter/Letter to the editor►Señor Censor: al fin de mi antecedente carta dixe á Vm. que el estanco de los bienes ó su reunion en pocas manos, era la causa entre otros muchos males, de que el comercio no sea igualmente ventajoso á todas las Naciones que comer-[870]cian. La superioridad que dá á una Nacion de estas sobre otra, me parece imposible sea efecto de otra causa. Prescindiendo de ella: y supuesto un comercio entre todas sin impedimento alguno; yo no veo pudiese haber entre estas Naciones otra desigualdad de abundancia, de riqueza, de poder, de felicidad, que la que hiciese la mayor ó menor extension del país que ocupase: la mayor o menor fertilidad de su suelo, si por ventura hay suelo que no sea igualmente fértil que otro para producir alguna de las muchas cosas necesarias y útiles á todos los hombres; ó en fin la mayor ó menor industria, talento, aplicacion al trabajo &c. de sus naturales, si por ventura hay alguna diversidad entre las costumbres, y genios de los Pueblos, que no sea proporcional á la educacion, que siempre lo es á la legislacion; la qual si es buena, no hay influxo de clima que no pueda corregir, ó por mejor decir aprovechar.

[871] Level 4► Con todo vemos que el comercio activo enriquece a una Nacion, hace abundar en ella todo lo necesario y lo útil, aumenta su poder, y la felicidad de sus naturales, y hace florecer en ella toda suerte de artes y ciencia. Todo esto á pesar de la corta extension del suelo que ocupa, de su menor fertilidad, al menos con relacion á muchos frutos de una utilidad ó necesidad muy extensa, y á pesar del corto talento de sus individuos, ó que al menos tal se creía antiguamente.

El comercio pasivo al contrario: empobrece á la Nacion que le hace, ó lo que es lo mismo no la dexa enriquecer á pesar de la mayor extension de su suelo: y á pesar de la mayor fertilidad de este para la produccion de todo genero de frutos, suelen escasear en ella aun los mismos que abundan en 1a otra donde no nacen: es menos poderosa en la misma razon que mas pobre, y florecen en ella mucho menos las ciencias y artes á pesar de haber brilla-[872]do su valor y su sabiduria en lo antiguo.

Estos son hechos ciertos y constantes, de los quales no nos permite dudar la experiencia misma. Y aunque no es mi animo afirmar que sin el comercio activo con otras Naciones sea imposible el que alguna de ellas llegue á un grado igual ó superior de riqueza, de poder de prosperidad que otra, antes sí afirmo todo lo contrario; no obstante me parece cosa imposible que en la suposicion de permanecer el estanco de los bienes que ya en menor ya en mayor cantidad en todas se verifica, pueda una Nacion no solo enriquecer, y prosperar sin el comercio activo, sino dexar de empobrecer mas y mas, y de decaer en mucho de aquel grado de prosperidad en que se halle, sin el comercio pasivo. De suerte que el comercio de qualquiera especie que sea, tan necesario casi entre las Naciones como entre los individuos, aunque no lleve á causa del estanco de bie-[873]nes ni aun á la Nacion que lo hace activo, á aquel grado de poder de fortaleza, de verdadera felicidad á que pudiera llevarla sin el estanco: y aunque á aquel á que efectivamente la lleva, y aun quizá á otro mayor podria llegar otra qualquiera sin comercio, no obstante subsistiendo el estanco, es absolutamente necesario para que una Nacion no venga á un grado de debilidad, pobreza y decadencia muy inferior al en que la mantendria el comercio aun el mas pasivo. En una palabra: el comercio necesario á todas las Naciones para el mayor grado posible de prosperidad absoluta de cada una, las es asimismo necesario en la hypotesi del estanco de los bienes para el mayor grado posible de prosperidad relativa, al qual, pero no al mayor de prosperidad absoluta, pudiera muy bien llegar qualquiera Nacion que deshiciese su estanco. Y siendo este mayor en unas Naciones que en otras, el comercio no es igualmente ventajoso á todas, sino [874] que á aquella lo es mas en la qual el estanco es menos.

Este estanco es la unica causa de la pobreza, de la debilidad, de la miseria de cada Nacion: y el comercio es el unico remedio de este mal. En el dia no tiene otro efecto: de manera que quitado el estanco se vendria á conseguir por un camino mas breve y mas facil quanto hoy consigue una Nacion por su comercio el mas activo, á excepcion empero de aquella superioridad que este la dá relativamente á otras, y que es mas bien un efecto de la mayor debilidad en que pone á estas un mayor estanco. Si en ninguna de las Naciones p. ex. con quienes la Inglaterra comercia hubiese un mayor estanco de bienes que en ella, presto desapareceria su poder tan decantado, y que no es debido seguramente ni á la mayor fertilidad de su terreno, ni á la mayor industria, ó talento de sus habitantes, ni en fin á otras virtudes peculiares suyas con que la naturaleza los haya dis-[875]tinguido, sino que es meramente comparativo á la debilidad en que respectivamente pone á estas otras Naciones el mayor estanco de sus bienes, y la pobreza que ocasiona.

Parecerán estas unas paradoxas increíbles á qualquiera que no reflexione un poco sobre los funestos efectos del estanco de los bienes en una Nacion. Pero es muy facil de concebir, que dando este estanco á proporcion que es mayor un mayor valor á los bienes estancados sobre el de la industria y trabajo, resulta de aqui precisamente, que una parte de los bienes estancados, y otra de la industria y trabajo proporcionales ambas á la cantidad ó magnitud del estanco, permanecen absolutamente estériles. Y la razon es bien obvia: porque jamás los dueños de los bienes estancados les harán producir mas frutos que los que hayan menester para la satisfaccion de su necesidad y utilidad: y tanto menos de estas cosas útiles y necesarias han menester que produzcan, [876] quanto es menor la parte de ellas con que han de pagar el trabajo é industria precisa para su produccion; y esta parte será tanto menor quanto sea menor la necesidad y utilidad de los dueños de los bienes estancados, que la de los que no poseen otros que su industria y su trabajo; que es lo mismo que decir, que será tanto menor quanto es mayor el estanco, ó mas ceñido el numero de sus poseedores. Por consiguiente queda estéril aquella parte de bienes estancados, y aquella otra de industria y trabajo, que no produciria sino un sobrante inútil, como que no existia una necesidad y utilidad que lo aprovechase. De aqui la escasez, y con ella la despoblacion: y de aqui la imposibilidad de remediarlas haciendo valer otros fondos no estancados, ni por otro medio alguno que el de aumentar las necesidades ó las utilidades de los dueños del estanco, que les obliguen á aumentar las producciones de las cosas útiles y necesarias.

[877] Para concebir esto mas claramente supongamos una Nacion en que no hubiese estanco alguno. Es evidente que no hay cosa alguna necesaria ó útil que no contribuya á hacerla tal el trabajo ó industria del hombre con igual influencia por lo menos que otra ú otras qualesquiera causas distintas. No quiero que se considere sino el pan: y vease en quanto no excede la influencia que tiene en su existencia la industria y el trabajo que ha sido preciso desde antes que se sembrase hasta ponerle en estado de que pueda satisfacer la necesidad que tenemos de él, á la mera influencia que ha prestado el suelo, y que tambien ha sido necesaria. Siguese de aqui que en nuestra hypotesi el dominio mero del suelo ó de otra qualquiera especie de bien, no tiraria otra parte de sus frutos ó reproducciones, ó del valor que le diesen las nuevas formas, que la que fuese proporcional á la influencia que este bien ó esta cosa en qualquiera estado que se halle [878] tiene para producir otras que vengan, ó para venir ella misma á aquel estado en que pueda ya servir á la necesidad y utilidad. Por consiguiente la cantidad total de industria y trabajo tiraria á sí una parte incomparablemente mayor del suelo y sus producciones: en una palabra, de las riquezas, que la que tirase el mero dominio de estas cosas. Por mejor decir, no veo como este mero dominio pudiera ser una cosa util sin el trabajo é industria del que lo tuviese, esto es, como pudiera aumentar los bienes del dueño, sin aumentarlos él mismo. Ni veo por consiguiente como el trabajo y la industria no tirarian á sí todas las riquezas, no existiendo causa alguna que pudiese estancar alguna parte de ellas.

Pues ahora, como todos los hombres nacen igualmente aptos para el trabajo y la industria de esta ó de la otra especie; y como todos tienen iguales necesidades y apetitos que les obligarian á hacer [879] valer estos fondos, se sigue que siempre que esto no les fuese impedido por alguna causa preternatural, que no puede ser otra que algun estanco, el qual podria facilmente deshacer la legislacion, serian todos igualmente ricos, á excepcion del holgazan y el vicioso, á quienes no sería menester que las leyes pusiesen otra pena que su pobreza, y bastaria solo que los reprimiesen para que no pudiesen comer á costa de otros. Con las riquezas se repartirian igualmente todas las demás suertes de bienes, porque se repartiria igualmente la libertad. Todos serian igualmente ricos, y todos serian igualmente libres. O si asi se quiere, todos serian igualmente pobres, aunque el Estado sería el mas rico que fuese posible; y todos serian igualmente esclavos, pero solo de las leyes, que no tendrian poder para favorecer mas á unos que á otros, porque no hacian á unos mas ricos que á otros. Pobreza dulce! pues que [880] desterraria con la ociosidad todos los vicios, que hacen la infelicidad de los hombres. Esclavitud amable! pues que ninguno sacrificaba su libertad á las leyes, que no tenian otras miras que el bien de todos, sino porque todos se la sacrificaban igualmente para bien de él mismo.

En una palabra: deshagase el estanco de los bienes en una Nacion, y al punto cesará esta portentosa desigualdad de los hombres, que no tiene otra causa que la desigualdad de las riquezas causada por este estanco. Cesará esta desigualdad tan vituperada de los filosofos modernos, y opuesta en efecto tan abiertamente á las leyes naturales, y á los dictamenes de la razon mas confusa. Cesará esta desigualdad tan escandalosa en las Naciones christianas, pues que el espiritu del Christianismo del que hacen profesion, es un espiritu de igualdad, como quiera que no solo nos manda ser justos para con todos nuestros próximos, sino aun amarlos tanto, ó [881] querer para ellos tanto bien como para nosotros mismos queremos. Esta es, repito, el alma de nuestra santisima ley: la que si fuese observada sería imposible hubiese entre los hombres tan portentosa desigualdad, ó que poseyese el uno tantos bienes mas que el otro. Cesaria esta desigualdad, y con ella todos los vicios y toda la corrupcion que traen consigo la riqueza excesiva, y la excesiva pobreza, y que no cesarán jamás de otro modo. Cesaria esta desigualdad, y simplificandose, y purificandose las costumbres, además de que la Nacion sería tan feliz como es posible, y como se lo permitiese la corrupcion de las demás; no podria menos de florecer en ella como en ninguna otra la religion verdadera. ◀Level 4

Yo, Señor Censor, dexo aqui mi carta sin acabarla. Iba á hacer ver el modo como el comercio activo aproxíma á la igualdad tanto mas quanto mas activo es, las riquezas y las fortunas de los indivi-[882]duos de una Nacion, que hace desiguales el estanco de los bienes; para que por aqui se conociese la dificultad, ó por mejor decir la imposibilidad en que nos hallamos de llegar nosotros á hacerlo en algun tiempo; y á remediar mediante él nuestra pobreza con todos los efectos necesarios de ella: la qual no es extraño sea mayor que la de otras muchas Naciones, pues que el estanco de bienes es entre nosotros sin comparacion mayor. Pero al considerar no solo esta dificultad ó imposibilidad de hacer nosotros con las demás Naciones un comercio tan activo, como atendida la grandeza de nuestro estanco nos sería necesario para ponernos al nivel de las mas ricas y poderosas; sino tambien lo facil que es sin ocurrir á este remedio casi imposible conseguir el mismo efecto deshaciendo ó al menos disminuyendo el estanco: al considerar que el comercio mas activo no trae por otra parte sino hartos males á la Nacion que [883] lo hace, y mucho mayores á las otras Naciones con quienes lo hace: y que no son otra cosa las riquezas de un Pueblo comerciante sino la sangre de los demás con quienes comercia: al considerar que segun esto, y segun lo demás que he dicho, 1a diminucion de nuestro estanco es una cosa que exige la razon, la justicia, la caridad, la religion, nuestro propio bien y felicidad, y que nuestro Gobierno desea; pues se proponen públicos premios para los que hagan ver los perjuicios que yá se suponen como ciertos traen los mayorazgos, y que son comunes á todos los otros estancos: al considerar en fin que sería el abuso mas execrable de nuestra santa religion pretender apoyar con su doctrina un estanco que tan abiertamente le es opuesto: al considerar, digo, todo esto, como igualmente que quando tuviesemos otros remedios de subvenir á nuestros males, siempre deberia una Nacion Católica como nosotros echar ma-[884]no de aquellos que mas favorables fuesen al florecimiento de la religion; no determino llevar adelante por ahora lo que intentaba en esta carta. Pareceme lo dicho muy bastante para que su publicacion tenga el efecto que nuestro Gobierno desea proponiendo los premios dichos, que no puede ser otro que el de preparar los caminos á la reforma, haciendo sonar la verdad en los oídos de todos. No obstante por lo que pudiere contribuir al mismo fin haré en otra carta lo que intentaba hacer en esta. En el interin publiquela Vm. y mande &c.”

N. Philopatro. ◀Letter/Letter to the editor ◀Level 3 ◀Level 2 ◀Level 1