El Censor: Discurso XCIII
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Livello 1
Discurso XCIII
Citazione/Motto
Si defendere delictum, quam vertere, malles,
Nullum ultra verbum, aut operam sumebar inanem.Si en lugar de enmendarse lo mal hecho
Nullum ultra verbum, aut operam sumebar inanem.
Horat. Art. Poet. v. 442.
Si en lugar de enmendarse lo mal hecho
se quiere defender, yo ni trabajo,
ni palabras en vano gastar quiero.
Livello 2
Lettera/Lettera al direttore
Señor Cosme Damian:
Muy Señor mio: doy á Vm. las debidas gracias por lo mucho que me honra en la introduccion de su apreciable carta; pero muy particulares por la admirable coplita en prosa, que sin decir agua vá me echa Vm. acuestas, en la que pretende Vm. pintar la diversidad de caracteres que, dice, reuno en mí, y afirma que soi
“Severo, y tolerante,
Humano, y riguroso,
Cobarde, y temerario,
Incrédulo, y devoto.” ¿Que tal, Señor Cosme? Ni olvide Vm. por su vida este otro versecito de romance que no cupo en la coplita, y la sigue inmediatamente “Filosofo , y libertino.” Señor Cosme, ó Señor Demonio; ¿está Vm. excomulgado? ¿Tiene Vm. visos de lo que se llama conciencia? ¿Serian menester mas de tres votos como el suyo para que al pobre Censor le cayese la Lotería, por no decir otra cosa? ¿Que ha leído Vm. en mi obra, ni en cuantos escritos he publicado en ella, que le haya podido dar motivo para formar tan injusto, tan desapiadado juicio? Mas no me maravillo que me impute Vm. lo que de ningun modo ni se expresa en ellos, ni se colige de mis Discursos, si, ciertamente, ó no los ha leído Vm. ó los ha leído muy de priesa. Echame Vm. en cara la parcialidad que, dice, voy descubriendo en ciertos asuntos; pero particularmente en lo que mira al Teatro tan respetado, ó tan temido en los papeles censorios, sin que Vm. sepa el por qué. No obstante, en el primero de mis Discursos dixe que no podia asistir á una Comedia sin riesgo de que se me formase una apostema en el pecho por lo mucho que tenia que sufrir y que callar. En algunos otros Discursos no he dexado de insinuar el sumo desprecio que hacia de nuestro Teatro, tomado en todos sentidos. Pero especialmente en el XXXII, donde traté con demasiada extension esta materia, despues de haber lamentado el deplorable estado en que se hallaba nuestro Teatro, y hecho mencion de todos los medios de que hasta entonces se habia usado para su enmienda; por haber todos sido inútiles y vanos, insinué, y propuse desde entónces en mi corazon, no volveria á tomar la pluma para tratar este asunto, persuadido á que no poniendo en ello la mano quien en aquel Discurso se indica, no se lograria jamás el remedio. Así que, Señor Cosme Damian, reservar como Vm. quiere nada menos que un Juéves cada mes para tratar de este importante, como Vm. le juzga, y fecundísimo objeto, seria lo que se llama machacar en hierro frío: y yo no determino sacrificar la quarta parte por lo menos de mi obra al remedio de unos abusos imposibles de tenerlo, sino del modo indicado: abusos sobre los quales se ha hecho y se ha dicho quanto hay que decir y hacer; y abusos finalmente que se quieren defender en lugar de corregir. Pues no; Señor Cosme: nullum ultra verbum en el asunto ni mas gastar el tiempo en valde. Dexe Vm. á esos señores mios, defensores del Teatro, que se llenen de satisfaccion, y se amen solos sin émulo alguno á sí mismos, y á sus cosas: que de este modo se portaba allá en tiempo del transalpino Horacio mi antecesor Quintilio. Lo mas que puedo yo hacer por Vm. será recibir todas las especies que me apuntáre si me las enviáre sazonadas: las que revistas por los Fiscales de mi Tribunal, no hallandose inconveniente alguno, se las dará el correspondiente pase, y yo las publicaré. Está Vm. pues respondido, Señor Cosme, á la pretension que me dirige en forma de mandato. Quanto al plan que Vm. me propone, dire á Vm. siguiendo el orden de sus artículos, lo que se me alcanza.Vm. vé que en mi respuesta he dado hasta aqui por supuesto que sean ciertos los abusos, los defectos, y las malas conseqüencias que Vm. imputa á nuestro Teatro. Pero hay mucho que rebajar en esto. El Teatro no está tal como Vm. y otros sugetos que pasan por inteligentes en la materia lo creen: ni como lo han creído varios Escritores tenidos por sabios en este, en el pasado, y en el antecedente siglo. Y sobre todo, nuestro Teatro no es en el dia tan despreciable, tan sumamente ridículo, tan ignominioso para la Nacion como creia el Señor Don Apolinár Solano, y como á mi me lo persuadió, quando me dirigió la Paulina que publiqué en el citado Discurso XXXII. Si Señor: desde entonces acá he reformado mucho este errado juicio en fuerza de las experiencias y testimonios que tenemos de lo contrario. En esta inteligencia diré por el orden de los meses en lo que convengo y disconvengo con Vm.
¡Por Dios que se emplearian en una buena cosa! La Opera misma es para mí el espectáculo mas ridículo de quantos pueden ser representados. Caton, el severo Caton, muriendo desesperado de vér perdida la libertad de su pátria, y al mismo tiempo muriendo dando suaves gorgeos se representa á mi imaginacion, sin embargo de que no lo he visto representado, una cosa capáz solo de agradar al que haya perdido absolutamente el sentido comun. ¿Qué diré pues de las Zarzuelas, nombre que no sé como diablos les pega, y que me parece no ser otra cosa que unas Comedias mezcladas de Arias ó Arietas, como las que se usan hoy en Francia? En una que he leído francesa salen tres ó quatro hombres armados con sus escopetas á prender á otro que se resiste, y en el mismo tumulto y revolucion de la prision, es quando echan todos á cantar, habiendo ido todo hasta alli hablado regularmente, y como Dios manda, ¿Que tal? ¿no es esto admirablemente verosimil? ¿Puede llegar á mas alto punto la ilusion teatral? Digo esto solamente con respero á mi modo de pensar: que por lo demás una vez que semejantes piezas están en uso en Italia, Francia, y otras partes, y aora en este siglo ilustrado, yá sé yo que no pueden dexar de ser susceptibles de mucha perfeccion. Asi que Vm. no tiene que hacer caso de ninguna de estas opiniones mias. Yo le confieso á Vm. que estoy templado un poco á la moda antigua, ó á lo sano de Castilla, y quisiera el pan pan y el vino vino: la Tragedia Tragedia, y que hiciera llorar á moco tendido: la Comeda Comedia y que hiciera desquixararse de risa. ø saltar de gozo y contento. Me levantan el estomago estas mezcolanzas tan de moda hoy en todas cosas. La musica la dexaria yo para los coros de la Tragedia, que cantasen armoniosamente lo que deben cantar segun Horacio, y que de solo imaginarmelo yo quando lo leo en el me parece los estoy oyendo, y me mueve infinitamente: la dexaria para que un respetable anciano con una voz magestuosa y sonora cantase en su ara las alabanzas de Dios, las maravillas de la naturaleza, las heroicas acciones de los varones grandes, &c. &c.: para que un joven enamorado entonase al son de su instrumento, o suaves y tristes endechas, ó cartas y alegres Odas; y asi para otras cosas semejantes. Pero ya veo que el mundo no se ha de gobernar por mi gusto; ni todos han de tener el mismo que yo, tan delicado y chimericos; y asi por lo que a mi toca, que haya enhorabuena Zarzuela y Operas y quanto Vm. quiera; y Fonas tambien, si Vm. lo permite; pues yo entre Fona y Zarzuela no veo una gran diferencia. Colija Vm. tambien de lo dicho quan poco aproposito soy yo segun este modo de pensar, para hablar de reforma de Teatros, quando no tuviese otros mil motivos de guardar en esto un profundo silencio.
Asi, que el teatro esté ó no esté tan malo como Vm. lo juzga, y yo antes lo creia, bien vé Vm. que ni en uno ni en otro caso tengo nada que decir ni hacer de quanto Vm. quiere que diga y que haga: y con esto queda rogando á Dios guarde á Vm. muchos años, su apasionado
El Censor.
Humano, y riguroso,
Cobarde, y temerario,
Incrédulo, y devoto.” ¿Que tal, Señor Cosme? Ni olvide Vm. por su vida este otro versecito de romance que no cupo en la coplita, y la sigue inmediatamente “Filosofo , y libertino.” Señor Cosme, ó Señor Demonio; ¿está Vm. excomulgado? ¿Tiene Vm. visos de lo que se llama conciencia? ¿Serian menester mas de tres votos como el suyo para que al pobre Censor le cayese la Lotería, por no decir otra cosa? ¿Que ha leído Vm. en mi obra, ni en cuantos escritos he publicado en ella, que le haya podido dar motivo para formar tan injusto, tan desapiadado juicio? Mas no me maravillo que me impute Vm. lo que de ningun modo ni se expresa en ellos, ni se colige de mis Discursos, si, ciertamente, ó no los ha leído Vm. ó los ha leído muy de priesa. Echame Vm. en cara la parcialidad que, dice, voy descubriendo en ciertos asuntos; pero particularmente en lo que mira al Teatro tan respetado, ó tan temido en los papeles censorios, sin que Vm. sepa el por qué. No obstante, en el primero de mis Discursos dixe que no podia asistir á una Comedia sin riesgo de que se me formase una apostema en el pecho por lo mucho que tenia que sufrir y que callar. En algunos otros Discursos no he dexado de insinuar el sumo desprecio que hacia de nuestro Teatro, tomado en todos sentidos. Pero especialmente en el XXXII, donde traté con demasiada extension esta materia, despues de haber lamentado el deplorable estado en que se hallaba nuestro Teatro, y hecho mencion de todos los medios de que hasta entonces se habia usado para su enmienda; por haber todos sido inútiles y vanos, insinué, y propuse desde entónces en mi corazon, no volveria á tomar la pluma para tratar este asunto, persuadido á que no poniendo en ello la mano quien en aquel Discurso se indica, no se lograria jamás el remedio. Así que, Señor Cosme Damian, reservar como Vm. quiere nada menos que un Juéves cada mes para tratar de este importante, como Vm. le juzga, y fecundísimo objeto, seria lo que se llama machacar en hierro frío: y yo no determino sacrificar la quarta parte por lo menos de mi obra al remedio de unos abusos imposibles de tenerlo, sino del modo indicado: abusos sobre los quales se ha hecho y se ha dicho quanto hay que decir y hacer; y abusos finalmente que se quieren defender en lugar de corregir. Pues no; Señor Cosme: nullum ultra verbum en el asunto ni mas gastar el tiempo en valde. Dexe Vm. á esos señores mios, defensores del Teatro, que se llenen de satisfaccion, y se amen solos sin émulo alguno á sí mismos, y á sus cosas: que de este modo se portaba allá en tiempo del transalpino Horacio mi antecesor Quintilio. Lo mas que puedo yo hacer por Vm. será recibir todas las especies que me apuntáre si me las enviáre sazonadas: las que revistas por los Fiscales de mi Tribunal, no hallandose inconveniente alguno, se las dará el correspondiente pase, y yo las publicaré. Está Vm. pues respondido, Señor Cosme, á la pretension que me dirige en forma de mandato. Quanto al plan que Vm. me propone, dire á Vm. siguiendo el orden de sus artículos, lo que se me alcanza.Vm. vé que en mi respuesta he dado hasta aqui por supuesto que sean ciertos los abusos, los defectos, y las malas conseqüencias que Vm. imputa á nuestro Teatro. Pero hay mucho que rebajar en esto. El Teatro no está tal como Vm. y otros sugetos que pasan por inteligentes en la materia lo creen: ni como lo han creído varios Escritores tenidos por sabios en este, en el pasado, y en el antecedente siglo. Y sobre todo, nuestro Teatro no es en el dia tan despreciable, tan sumamente ridículo, tan ignominioso para la Nacion como creia el Señor Don Apolinár Solano, y como á mi me lo persuadió, quando me dirigió la Paulina que publiqué en el citado Discurso XXXII. Si Señor: desde entonces acá he reformado mucho este errado juicio en fuerza de las experiencias y testimonios que tenemos de lo contrario. En esta inteligencia diré por el orden de los meses en lo que convengo y disconvengo con Vm.
Livello 3
Enero.
Dramas.
Quanto á la eleccion de Dramas de que se debia tratar en este mes, no puedo yo decir cosa alguna. Son muy pocos los que conozco, y entre ellos apenas he visto tres que merezcan el nombre de Comedias, y quizá en ellas sobrepujan los defectos á las bondades. Puede que esto sea delicadeza mia; y en ninguna manera dudo que los habrá excelentísimos particularmente en la Coleccion del Theatro Hespañol, diga Vm. lo que dixere; pues sino, ¿como se hubiera formado á costa de tantos desvelos y fatigas literarias, para solo dar credito á nuestra Nacion, que no tenia noticia de las piezas que contiene, y tapar la boca á los Extranjeros? En fin, Amigo, he leído y visto representar tan pocas Comedias en mi vida, que se me ocultan aun esas que Vm. llama menos malas. Si Vm. pretendiese que se podrian hacer buenas, invirtiendo en premios para los que las hiciesen mejores, lo que se gasta en pagar todos los años la composicion de esos que Vm. llama Comediones, yá vé Vm. que esto no me toca á mí. Por lo que nace á las Zarzuelas, esté Vm. sin miedo de que yo se las quite de las tablas: sin embargo de que les soi furiosamente opuesto.Livello 4
“Este Drama, dice Vm. acaso el unico que sé pudiera hacer peculiar de nuestro Teatro; el unico en que se reunen tambien la poësía y la música, el chiste cómico, y las gracias líricas, merecia ciertamente ser cultivado de nuestros mejores ingenios.”