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Zitiervorschlag: Anonym (García de Cañuelo, Luis; Pereira, Luis Marcelino) (Hrsg.): "Discurso LXXVIII", in: El Censor, Vol.4\078 (1785), S. 183-198, ediert in: Ertler, Klaus-Dieter (Hrsg.): Die "Spectators" im internationalen Kontext. Digitale Edition, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.380 [aufgerufen am: ].


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Discurso LXXVIII

Zitat/Motto► Nil actum credens, dùm quid superesset agendum.

Lucan. Lib. II. 657.

Creyendo no ha hecho nada
Mientras que por hacer algo quedaba ◀Zitat/Motto

Ebene 2► Ebene 3► Brief/Leserbrief► Señor Censor;

Muy Señor mio: En los diferentes viages que tengo hechos, corriendo casi todas las Provincias de la Peninsula, apenas vi un pueblo de consideracion, cuyos establecimientos públicos no me hubiesen dado motivo [184] para hacer las mas tristes reflexîones sobre la parte que tiene la vanidad hasta en las acciones que parecen mas piadosas. Porque ¿á qué atribuir sino tantas obras pias como se ven en todas partes, sin que ninguna de ellas haya llegado ni con mucho al estado de perfeccion de que es susceptible? ¿tantas fundaciones nuevas como se hacen cada dia, sin que haya quien se acuerde de lo que falta á las ya hechas? Ciudad he visto yo con quatro ó cinco Hospitales fundados succesivamente, en todos los quales no se cura al año una docena de enfermos. Se están cayendo unos sin que haya quien los restablezca: los fondos de otros están perdidos ó usurpados, sin que cuide nadie de reivindicarlos: están otros abandonados á media docena de Beatas ociosas, y á un Administrador ó un Patrono, que divide buenamente con ellas todas sus rentas. Quando si formasen todos un solo esta-[185]blecimiento, podrian ser de una utilidad muy considerable, y compondrian un objeto de bastante tamaño, para atraer á sí la atencion pública y para hacer que se zelase sobre su buena administracion.

¿Y sucediera esto si el bien comun de sus Conciudadanos hubiese sido la mira unica ó la principal de los que los establecieron? Si el deseo de ilustrar sus nombres, si la vana ambicion del glorioso titulo de fundadores no los hubiese movido principalmente ¿hubiera pensado ninguno de ellos en hacer una nueva fundacion mientras hubiese otra de la misma, ó aunque fuese de distinta especie que perficionar? ¿Cómo es posible que se les ocultase un calculo tan facil y tan claro, como el que manifiesta quan mas utilmente se emplea una cantidad en quitar los defectos de una cosa hecha, que en hacer otra con los mismos ó con iguales defectos?

[186] Por otra parte se encuentran hechas tantas cosas buenas, y tantas por hacer mucho mejores, tantas obras de mera utilidad establecidas con la mayor profusion, y tantas de una necesidad absoluta, en las quales ni siquiera se ha pensado, que no sabe un hombre qué juicio hacer de estos que pasan por Bienhechores y Padres de sus Patrias. Ebene 4► Allgemeine Erzählung► Vense por todas partes Universidades, Colegios, Seminarios ricamente dotados para el estudio de la Filosofia, de la Jurisprudencia, de la Teología: y las Escuelas de primeras letras, aquellas oficinas en las quales, segun el modo de que son manejadas se tuercen ó se rectifican las inclinaciones del hombre: en que se fixa su caracter, y se decide para siempre, no tan solo del uso que ha de hacer de sus talentos, pero aún tambien de sus costumbres; están abandonadas á ignorantes, que no toman por lo comun este destino, sino por que son inca-[187]paces de otro. ◀Allgemeine Erzählung ◀Ebene 4 Ebene 4► Allgemeine Erzählung► No hay pueblo sin una Hermandad ó Cofradía de Misericordia con el instituto de enterrar de caridad los muertos: y hay muchísimos en que no se ve el menor establecimiento para socorro de las necesidades de los vivos, quedando éste á la discrecion, ó por mejor decir á la indiscrecion de los particulares, que dexan por lo comun en pie las verdaderas, atendiendo solo á las aparentes, y fomentando con ellas la ociosidad y los vicios que la son anexos. ◀Allgemeine Erzählung ◀Ebene 4

¿Qué cosa mas necesaria que proveer á la subsistencia y á la educacion de aquellas desgraciadas criaturas, que destinadas por un efecto de la barbarie de nuestras costumbres, á sufrir por toda su vida la infamia de un delito en que no han tenido parte, apenas ven la luz quando se hallan abandonadas de aquellos mismos á quienes deben el sér, y que la ley natural interesa de un mo-[188]do particular en su conservacion: y en un estado de flaqueza y de imbecilidad, qual no se conoce mayor en toda la naturaleza, se ven privadas de un auxîlio, de que no carecen los vivientes, que salen del vientre de sus madres mas dotados de fuerza y de robustez? Nada hay sin embargo mas descuidado. Ebene 4► Allgemeine Erzählung► Conozco una Provincia de las mas dilatadas de España, en toda la qual hay una sola Casa de Expositos á donde es preciso llevarlos de cerca de treinta leguas de distancia. ¿Pero á qué he llamado yo Casa de Expositos? No es sino una mala sala, en la qual unas quantas Amas de leche entretienen los niños que se les entregan el tiempo que se tarda en juntar un numero de ellos suficiente para ser llevado á los lugares de la circunferencia, en donde son repartidos á manera de carga concegil entre las personas mas pobres y desvalidas. Imagine Vm. por su vida, qual será la [189] suerte de estos tiernos renuevos de la especie humana en poder de unas familias en que entran violentamente, y que no los miran sino como un acrecentamiento de miseria: en manos de unas mugeres estrañas, que los consideran como usurpadores del alimento que la naturaleza las dá para sus queridos hijos; y que al llegarlos á sus pechos tiemblan, creyendo van á ser inficionadas de los males de que con sobrado fundamento los sospechan plagados. ◀Allgemeine Erzählung ◀Ebene 4

No obstante habrá pocos países igualmente fértiles en fundaciones. No se muere allí un hombre sin sucesion, que si es dueño de una heredad que una yunta de bueyes pueda arar en un dia, no la dexe gravada con algun anniversario. Ha habido Prelados que emplearon en obras pias sumas immensas. ¿Ocultariaseles á todos la necesidad de los establecimientos que acabo de indicar, y otros semejantes? No: no los creamos tan [190] ciegos. El deseo de hacer célebres sus nombres, debió sin duda arrastrarlos: y las cosas mas utiles no son las que mas suelen brillar á nuestros ojos, ni las que logran mas celebridad y mayores aplausos. Aunque ¿qué mayor ceguedad que la de poner la gloria en la admiracion de la multitud, y anhelar por el aplauso general de los hombres? El testimonio de la propria conciencia y la aprobacion de Dios ¿no debiera ser el objeto unico de la ambicion de todo hombre ilustrado?

Pero demos algo á las alabanzas humanas. ¿Por qué no preferir las de los sabios, que considerando las cosas en sí mismas las gradúan por su valor intrinseco, á las de los ignorantes, que juzgan por solas las apariencias? A aquellos toca, no á estos, bien que compongan el mayor numero, decidir siempre todo lo que pertenece á la reputacion. El placer de ser admirado por la muchedum-[191]bre es un placer frívolo: la aprobacion de un hombre de merito, acostumbrado á reflexîonar las cosas filosoficamente, es una satisfaccion digna verdaderamente de una grande alma. Los aplausos que rinde el necio llenan la cabeza de viento y la trastornan: el buen testimonio que da el sabio la fortalece, é inunda de gozo el corazon. Pero no quiero prevenir las reflexîones que Vm. hará sin duda sobre un asunto de tanta gravedad. Bástame haberlo indicado, y no haré mas que referir á Vm. lo que me ha dado ocasion para pensar en él.

Ebene 4► Allgemeine Erzählung► Hay en esta Ciudad un Hospital para la cura de aquella terrible enfermedad, que segun la parte en que fixa su principal asiento, y segun lo que se va extendiendo y agravando cada dia, parece amenazar nada menos que la extincion del genero humano. A pesar de la importancia de este establecimiento, y sin embargo [192] de ser el unico de su especie que hay en todo este reyno, eran hasta aquí tan cortas sus facultades, que solo á determinados tiempos del año admitia un numero muy reducido de enfermos, los quales despedidos sin convalecencia, recaían bien presto en sus primeros males, no pudiendo guardar mendigando, el régimen correspondiente. En este estado permaneció esta fundacion por muchos años, y á vista de personas que han erigido templos suntuosos, enriquecido á otros con alhajas preciosísimas, fundado y fabricado Conventos, hasta que ahora ultimamente un Caballero acaudalado de este pueblo, suponiendose con encargo de una persona caritativa, que se cree comunmente no es otra que él mismo, le añadió renta suficiente, no tan solo para que sus puertas esten siempre abiertas al que lo necesite, sino tambien para mantener los enfermos todo el tiempo que es menester para asegurar su curacion.

[193] Esta accion no parecerá á muchos sino una de tantas fundaciones como se hacen todos los dias. Pero dexando aparte algunas otras circunstancias que la son particulares, las reflexîones que acabo de hacer, manifiestan, si no me engaño mucho, quán superior es á la mayor parte de ellas. ◀Allgemeine Erzählung ◀Ebene 4 Yo me lisongeo de que Vm. la graduará asi, y espero que no será preciso que se lo pida, para que la presente como un modelo á la imitacion de sus lectores. Sin embargo se lo ruego á Vm. muy encarecidamente, y que se persuada á que soy

Santiago á 29 de Setiembre de 1785.”

Su sincero apasionado que
B. á Vm. L. M.
Juan Philophelo. ◀Brief/Leserbrief ◀Ebene 3

Metatextualität► Casi al mismo tiempo que ésta, recibí otra carta que voy á copiar, y [194] cuyo asunto tiene con ella cierta conexîon, que no dexará de advertir á quien lea la una y la otra con cuidado. Verdaderamente que no me hubiera caido jamás en la imaginacion, que en una nacion que se dice culta, pudiese caver una falta de policía tan grande como la que supone el hecho que la ha dado motivo: ni creyera, si me fuese posible dudarlo, que una práctica tan escandalosa y tan contraria al pudor que la naturaleza puso en los dos sexôs, se conservase en medio de tantos hombres piadosos y ricos, á cuya noticia no puede menos de haber llegado, y que tan á poca costa pudieran cortarla. ◀Metatextualität

Ebene 3► Brief/Leserbrief► Señor Censor;

Muy Señor mio de mi mayor estimacion. Yo soy una muchacha de diez y ocho años, que educada en el mayor recogimiento, nada he dexa-[195]do de hacer por mi parte para corresponder al cuidado de mis virtuosos padres, y conservar el caracter, que desde la niñez han procurado imprimirme. Ebene 4► Allgemeine Erzählung► Habiendome mandado los Medicos ir en este verano á unos baños minerales, no podré explicar á Vm. quanto he tenido que vencerme para entrarme desnuda y envuelta solamente en una sabana entre una caterva de hombres puestos en la misma disposicion. No diré sino que á pesar de la gravedad de mi mal, solo el miedo de que pareciese afectacion y hypocresía el negarme á una cosa, que en iguales circunstancias practican todas las personas de mi sexô, pudo reducirme á ello. Pero no sabía yo entonces lo que me restaba que sufrir de la insolencia de un Señor Capitan ó que se decia tal. Verdaderamente, Señor Censor, que si efectivamente lo era, hay hombres en esta clase, que no parecen haber sido criados sino para coche-[196]ros. Apenas estube en el baño, quando empezó á insultarme del modo mas indigno, y á decirme cosas que yo no puedo repetir, y que una muger bien criada no debiera oír jamás. El gesto y ademanes con que las acompañaba, eran tan indecentes, tan abominables, que yo no sé cómo no me he caido muerta de vergüenza. Sobre todo es imposible que Vm. forme idéa del tormento que me hacia sentir aquel aire insultante, con que ridiculizaba las señales de confusion que me hacia salir á la cara. ◀Allgemeine Erzählung ◀Ebene 4 ¿Por qué ha de ser vergonzoso para un hombre de obligaciones el sacar la espada contra una muger, y no el decir obscenidades en su presencia, mayormente quando no puede retirarse? ¿Por qué un Caballero ha de creerse menos obligado á salir á su defensa en el primero, que en el segundo caso? La naturaleza nos ha desarmado igualmente contra ambas especies de insultos, y el uno [197] no es menos sensible y mortificante que el otro para una alma casta y virtuosa. Vm., mi amado Señor Censor, anunció su tercera salida en un tono que me hace esperar querrá hacer un esfuerzo para ponernos á cubierto de tales brutalidades. Figurese Vm. en mi situacion á su muger ó á su hija, si por ventura tiene lo uno ó lo otro, y entonces se hallará en estado de representar este modo de proceder con toda su fealdad y su torpeza. Una descripcion asi hecha de la mano de Vm., no me lisongeo á la verdad de que pudiese hacer impresion en estos brutales, que han perdido de todo punto la vergüenza. Pero leído en alta voz el Discurso en que Vm. la hiciese, siempre que alguno quisiere afrentarnos de esta suerte, me parece á mí que le cubriria de oprobrio y de infamia, y que no podria menos de conmover fuertemente á todos los circunstantes, y de empeñarlos en [198] nuestro desagravio y en su castigo. Yo á lo menos tengo tal confianza en su eficacia, que desde ahora me constituyo á no separar jamás de mí un exemplar para sacarle en todas las ocasiones de esta naturaleza; y creo que me imitarán todas las personas de mi sexô, y aun las del otro, que conserven algun resto de pudor. Las hará Vm. una fineza que no olvidarán jamás, y que agradecerá muy particularmente

Su apasionada servidora que
B. á Vm. L. M.”
Catalina Philaretes. ◀Brief/Leserbrief ◀Ebene 3 ◀Ebene 2 ◀Ebene 1