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Citazione bibliografica: Anonym (García de Cañuelo, Luis; Pereira, Luis Marcelino) (Ed.): "Discurso XLIV", in: El Censor, Vol.2\044 (1781), pp. 689-704, edito in: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Ed.): Gli "Spectators" nel contesto internazionale. Edizione digitale, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.362 [consultato il: ].


[689] Livello 1►

Discurso XLIV

Citazione/Motto►  . . . . . Velut aegri somnia, uanae
Finguntur species

Horat. Art. Poet. v. 7.

Sin realidad imagenes se forman
Parecidas à sueños de un enfermo. ◀Citazione/Motto

Livello 2► Metatestualità► ¡Pues no es bueno que con ser yo Escritor público me suceda lo mismo que à los demás hombres! Ellos vén la paja en el ojo ageno, y no vén la viga en el propio: y hé aqui justamente lo que à mi me pasa. Siendo una de las cosas de que yo me preciaba mas, el ser hombre de pocas palabras, acabo de experimentar, con harta admiracion mia, qué dificilmente se hallará otro que haya hablado de una vez tanto. Digolo porque aun no he podido referir en tres semanas todo lo que hablé en una sola noche, y sobre una misma materia; à saber, la gran loteria de este [690] mundo. Pero yá empeñado en ello no lo he de dexar hasta acabar de referirlo todo; que sino me engaño, creo será en este pliego. ◀Metatestualità

Livello 3► Traum► Aun no habia ninguno abierto la boca ni siquiera para toser ò escupir: y yo, bien que no dexaba de maravillarme mucho este silencio; proseguí con mi loteria de esta manera. Livello 4► Dialogo► ¿Pero quién podria creer que esta suerte de los tiempos y lugares diese y quitase talentos literarios, è hiciese buenos y malos Escritores? Sin embargo ello es tan cierto como lo demás. Juan Duns y Nevvton son buenos exemplos. Yo creo que ambos tenian echado un mismo juego en la loteria; la misma sutileza, la misma penetracion, el mismo ingenio, el mismo entendimiento: sin embargo, Nevvton fue Nevvton, y Juan Duns se quedó en Scoto; porque à aquel le cayó la suerte de nacer quatrocientos años despues que éste. El ilustre Bosuet, à quien sus paisanos llaman el ultimo de los PP. de la Iglesia, tubo la fortuna de nacer hácia el medio de la Europa; si hubiese nacido hácia la parte meridional de ella en aquellos tiempos, puede que de Padre de la Iglesia fuese hoy : : : : : que sé yo que sería: sería quando mas lo fue nuestro Carranza. Si Descartes, ò Ma-[691]lebranche no hubiesen escrito antes de Loke, serian todavia los principes de la Metafisica; pero han tenido la desgracia de que éste sea el que ha hablado el ultimo. ¡Qué par de Filosofos Molina y Suarez, si hubiesen nacido en otro tiempo, ò en otro lugar! En el dia conozco en Madrid algun joven, que si hubiese nacido de la parte de allá de los Pirineos sería capaz, à mi juicio, de escribir obras ni menos agradables, ni menos profundas, que las del famoso Montesquieu; pero no tiene acá que comer. Sermoncitos he oido yo en Madrid, que si se hubieran predicado en París, harian tanto, ò mas ruido en el mundo que los de Bourdalue, Masillon, ò Flechier. ¿Y qué diré à Vms. de nuestros Poetas? ¿Qué comparacion tendrian con Lope de Vega, ò con Calderon, ni los Corneilles, ni los Racices, si hubiesen nacido donde estos? Y aunque hubiesen nacido en España, si hubiesen nacido en este siglo. Por el contrario, si el Cura de Fruime hubiese nacido en tiempo de Leon (no el de Salamanca, sino el de Alcalá) ¡quán atrás no le hubiera dexado! Solis : : : : : No se canse Vm. me interrumpió aqui, si mal no me acuerdo, por la primera vez uno de los circunstantes. No [692] se canse Vm., dixo, que en quanto à eso de Poetas, no me hará Vm. jamás creer que tenga lugar la suerte. A todo he callado, porque me parece que tiene Vm. razon, y que en efecto este mundo no es mas que una loteria. Pero, Señor mio, si Vm. fuese un Evangelista, y me asegurase que el Abastecedor por menor de nuestros teatros hubiera podido ser poeta en qualquiera de los tiempos, que comprehende toda la Cronologia, ò en qualquiera de los lugares que abraza toda la Geografia, le diria à Vm. que se engañaba, y aún que no sabia lo que se decia. Señor, Vm. se sosiegue, le respondí yo, Vm. parece que ha cobrado mucho miedo à la terrible excomunion publicada por el Censor, y advierta Vm. que yo hablo solamente de los que han echado en la loteria: ¿cómo queria Vm. que le tocase la suerte ¿al que no ha echo juego? ¿al que no ha echado nada? Sin embargo, si ese sugeto no ha hecho juego alguno para que le caiga la suerte de Poeta; lo habrá hecho sin duda para que le caiga el abasto que tiene, que ciertamente no habrá Poeta en el mundo que se atreba à tomarlo. Vm. crea que no hay alguno que no juegue en esta gran loteria por poco [693] que sea. ¿Qué menos puede un hombre hacer por ganar que nacer solamente? No obstante yá saben Vms. que buenos ternos se ganan por muchos nacimientos.

¿Pero Vms. creen que esta suerte de tiempo y lugar hace solamente conquistadores, sabios, ò poetas? Pues están Vms. muy engañados. Hace además de esto (no se escandalicen Vms. de oirlo, que luego verán como) hace impíos y hereges, sin mudar de opinion, ni creencia; hace buenos y malos christianos, sin mudar de costumbres; hace virtudes y vicios, sin que se muden las reglas de obrar. ¿Quántos christianos catolicos romános, no han vivido, y muerto en esta fé en Francia, que si hubiesen nacido en Italia hubieran sin duda sido unos herejes? Y para no andarles à Vms. quebrando la cabeza: supongamos que hubiesen nacido en España los mas sabios Autores de estos ultimos tiempos; y cate Vm. ahí infaliblemente, y sin diferencia ninguna otros tantos herejes, ò impios:(a) ¿y por qué asi? porque à la señora suerte le ha dado la gana de darnos acá ahora un olfato tan delicado que à cien leguas de distancia ole-[694]mos estos vicios. Es verdad que muchas veces estos Autores protestan al parecer con la mayor sinceridad su creencia orthodoxa; tambien es cierto que parece apoyan, y fundan en ella muchos de sus discursos; pero no obstante latet anguis in herba: baxo estas apariencias descubrimos nosotros la impiedad ò heregia, y la cogemos alli mismo, à donde se les ha escapado à los hombres mas sabios y piadosos de otras Naciones.1 Abscondisti haec à sapientibus, & prudentibus, & reuelasti ea paruulis.

Y no tiene duda, que la suerte de haber nacido en este tiempo nos ha favorecido mucho. Hoy gracias à las disputas, y à tantos escritos de Moral, no conocemos otros malos christianos que los blas-[695]femos, los adulteros, los homicidas, y otros monstruos de esta naturaleza; pero no era asi allá muy antiguamente. Estaba reservado para nuestros tiempos ilustrados el feliz secreto de juntar todas las conveniencias posibles con el cumplimiento de aquel precepto, que nos manda amarnos à nosotros mismos, y hacer bien à los demás hombres quanto para nosotros queremos; con el qual nos viene à decir ese papelucho periodico del Censor, que no se puede cumplir si no se trabaja: y aunque à mi juicio lo hace vér en los Discursos 4. 9. y 10. eso yá saben Vms. que se entiende speculativé non practice. ¿Quántos sugetos no estamos viendo por ahí todos los dias que por un tris dexan de hacer milagros, y no obstante viven en una ociosidad santa, y à lo divino, como el buen Eusebio de quien habla el Autor citado?

En una palabra, Señores: lo que antes sería ociosidad viciosa, ò inutilidad de vida hoy yá casi es una virtud. Y al contrario al trabajo de manos, que antes era tenido por una virtud, le falta ahora poco para ser un vicio. Si la mendiguez antes no era un pecado, no estaba muy lexos de serlo: por lo menos, era deshonrosa y [696] huida de los hombres mas pobres, y mas desprehendidos de las cosas del mundo; hoy yá no le faltan dos dedos para ser una de las principales virtudes.

¿Pero para qué hablamos de tiempos tan remotos? Yo yá vén Vms. que no soy tan viejo; pues yo mismo he visto que la Moral vivia antes à sus anchuras: hoy la han apretado tanto que rebienta. Yá es laxa, yá estrecha à gusto de los tiempos, los quales no quieren ahora permitir los abusos que antes; ¡dichosos nosotros que nos ha caido la suerte de nacer en ellos! ¿Adónde, por exemplo, se encontrará en el dia un amancebamiento? No hay que decirme que hay muchos cortejos. Porque ¿qué tiene que vér un cortejo aun el mas acerrimo con un amancebamiento? Esto ultimo es solamente hoy dia propio de gente ordinaria; y aun esa yá corteja. ¿Qué se ha hecho de aquellas acciones viciosas que tanto deshonraban antes à un marido, à un padre, à un hermano, à un pariente, sin comerlo, ni beberlo el pobre, y sin tener parte en ello? A la verdad que si se ha de juzgar por los efectos, yá no hay siquiera rastro de estos vicios. ¿Y habrá algun majadero que eche menos los tiempos antiguos? Aunque la ilustracion de [697] nuestro siglo no hubiese conseguido otra cosa que apartarnos mas y mas de las costumbres de Arabes y Turcos: aunque no hubiese hecho sino hacer reynar entre nosotros la justicia, y que no pagase un hombre, como sucedia antiguamente, con la deshonra y la infamia lo que él no habia hecho, ¿no deberiamos tenernos por afortunados de haber nacido en esta era? Con estos pecados ha desaparecido tambien por lo consiguiente el de escandalo, que era el mas perjudicial de todos; pues yá se sabe que escandalo no le puede haber sino en este vicio: y aunque es preciso confesar que en el dia hay todavia algunas malas mugeres; aunque es cierto que se vén algunos hombres conocidos de todo el mundo frequentar la casa de una de estas, que solo saben qual es, y el quarto en que mora las personas del barrio, y las del resto del Pueblo: tambien es verdad que esta frequencia no suele pasar ahora de seis ù ocho años; tambien es cierto que estos son deslices y flaquezas humanas: y sobre todo se debe confesar que no hay escandalo público; pues que por la mayor parte no hay alvorotos, quimeras; no hay sillas por alto; no hay quitar el sueño à la vecindad, que es ahora en [698] lo que consiste. Tambien, gracias á Dios, se ha perdido el vicio de la gula, por lo menos en la comida. Ha desaparecido igualmente el del luxo en muebles, en vestidos, en trenes. Es verdad que aseguran muchos que el luxo es todavia un pecado; pero yo nunca creeré que una cosa, que segun habilisimos politicos es muy util à la republica, pueda ser un vicio; porque yo no pienso como Bayle. En recompensa se conoce hoy una virtud que no se conocia antes : : : : : ¿qué digo no se conocia? que escandalizaria antes à todo el mundo. Yá vén Vms. que hablo de aquella virtud, que consiste en hacer respetar la dignidad de que se está adornado, no exponiendola à que se vilipendie ò ultraje. Virtud por otra parte demasiadamente ardua, pues que son menester para sostenerla carrozas, libreas, criados, y en una palabra, tanto, ò mas fausto que el de un Capitan General de Provincia; bien que no hay la necesidad de usar de los mismos colores en los equipages.

Seria nunca acabar, si hubieramos de referir todos los pecados y virtudes nuevas, que la suerte ha hecho mudar de naturaleza. Pero yá veo están Vms. diciendo entre sí: este hombre está loco, ¿cómo [699] dianches puede suceder lo que dice, si la fé siempre es una, si las reglas de las costumbres son invariables; si la Ley de Dios es inmudable y eterna; la misma en Athenas que en Roma, la misma hoy que ayer, la misma en todos los tiempos, la misma en todos los lugares? Mas si Vms. no tienen otra dificultad mas fuerte, esta no tiene fuerza ninguna. No hay cosa mas facil de entender que como à pesar de esa inmutabilidad sucede lo que he dicho. Oiganlo Vms. en dos palabras: porque no se piensa: ¡Oh! yá me espantaba yo (me volvió à interrumpir el mismo sugeto que antes) de que no nos volviese Vm. à sacar al Censor. Si su autoridad, le atajé, es para Vm. de poco momento, no lo será la de la Santa Escritura, que señala la misma causa de los grandes males que desuelan el mundo. Desolatione, dice, desolata est omnis terra, quia nullus est qui recogitet corde.(*)

Dexenos Vm. ahora de sermones, me interrumpió otra vez, y confiesenos la verdad. ¿Vm. es amigo del Autor de ese Censor? porque segun el aprecio que Vm. parece hacer de él, no puede dexar de ser [700] asi. Soy, le respondí, el mayor amigo que tiene; y tanto que estubo por dedicarme à mi su obra. A lo menos si llega à escribir otra no buscará otro Mecenas. En mi hallará uno, que seguramente sabrá disimular sus defectos, por muchos y graves que sean; y que sino le premiase magnificamente no será, puede Vm. creerlo, por falta de voluntad. Pues si Vm., me dixo, tiene tanta pasion al Autor, no estará en estado de juzgar de su obra, ni de decirnos si à ella, y à él los ha favorecido ò no la suerte de tiempo y lugar. Dice Vm. muy bien, respondile, es demasiado lo que yo le amo para que no me halucine en este juicio. Sin embargo, crea Vm. que conozco tambien como él, y como qualquiera los defectos de que su Obra adolece: y que me parece, hablando con toda imparcialidad, que se puede hacer de ella con justicia el mismo juicio que Marcial hacia de la suya:

Sunt bona, sunt quaedam mediocira, sunt mala plura.(a)

Mas sino me engaña mi pasion puede Vm. creer, que segun las razones que me ha dado merecen disculpa sus defectos. [701] No nacen de ningun modo de que él no los conozca, sino de otras causas que no me es licito decir à Vms.; porque él me las ha confiado en secreto como todas sus cosas, y no es razon que yo haga traicion à mi amigo. No obstante creo no tendrá inconveniente en que Vms. sepan, que el Señor su Mecenas se ha contentado hasta ahora con pagarle la impresion, y nada mas, sin entrar en la cuenta el trabajo de correr con ella, que no es chico, el papel de los manuscritos, las propinas de Amanuenses, &c. con otros gastillos pequeños, que todos juntos no montan mucho mas que el principal: que esto junto, con que no tiene ningun sueldo, ni mayorazgo tan grande que le permita dedicar todas sus facultades, y todo su tiempo al servicio de su estimado Mecenas: que el haber además de esto de publicar necesariamente un Discurso cada semana, esté de bueno ò de mal humor, con la cabeza fresca ò caliente, con mucha ò con poca gana de escribir, y sin que le hayan exonerado de esta carga las enfermedades que ha padecido, ni las otras calamidades, à que como hombre está sugeto: todo ha hecho que trabaje en los ratos que ha estado para ello, pero con [702] mucha precipitacion, sus Discursos; y que lleven por tanto muchas negligencias en el estilo, y mas defectos en la impresion. Por otra parte no hay dianches que le hagan escribir cosas de sustancia, esto es, disertaciones con bastantes hechos y dichos que quedan en la memoria, y sirven para lucirse despues con ellos el lector, y orientarse en muchas materias sin poseer ninguna, con lo qual haria mas util su obra. Ha dado tambien en que ha de hablar como si hablase en París, o en Londres, ò donde toda suerte de ciencias y artes fuese mas comun que aca; sin hacerse cargo que por este defecto seran muy pocos los que entenderan o tomarán gusto à muchos, o à los mas de sus Discursos. ¿Qué importa, le he dicho mas de mil veces, qué importa que éste, o aquel asuntillo lo trates (yo le hablo con toda esta satisfaccion) lo trates con delicadeza y finura, si siempre es un asuntillo de no nada, y que no importa dos cominos? Escribe sobre el Credo, ò los Articulos, que son asuntos sérios y de importancia: y sino eres Teologo, ahí tienes en tu profesion al Señor Roxas Almansa, que esta deslucido sin unas addiciones como el otro Señor su Tocayo: haceselas, y ad-[703]quirirás honra y provecho. Si quieres escribir sobre economia, publíca un proyecto para que llueva quando es menester. No es à la verdad muy facil; pero tu estaras harto de ver intentar à muchos AA. se establezcan otros mas dificiles. Sobre todo, vés aqui otro que es mucho mas facil: mira; si cada vecino hilase, ò hiciese hilar una libra de lino al año, es claro, si no me equivoco, que al fin del año serian otras tantas libras de lino como vecinos; y ya vés tú las utilidades que se seguirian de aqui. Dí que conviene que se mande asi: pues que es una cosa muy facil de executar à todos, y no consiste sino en mandarlo: y catate un proyecto que à nadie se le ha puesto todavia en la cabeza. Es verdad que están los libros llenos de otros muchos tan bien imaginados como este, aunque no de calculos tan ciertos; pero como él no encontrarás ninguno. Estos son asuntos serios, y de importancia: la Teología, las Leyes, la economia, &c. Mas à todas estas reconvenciones no dá otra respuesta, sino que no quiere, y que no le dá la gana; y aunque se le inste no se adelanta cosa; porque su merced es un poco testaduro, aunque ni es Navarro, ni Vizcaino : : : : :  ◀Dialogo ◀Livello 4

Aqui llegaba yo con mi conversacion [704] quando me comenzó à dár con gran furia uno de estos accesos biliosos, que yá saben todos padezco, turbaseme la lengua sin poder proseguir con lo muchisimo que aun me quedaba por hablar sobre este asunto: empiezo à bregar lleno de fatigas, y sin poder romper la palabra; yá se desaparecen à mi vista todos los objetos que antes tenia presentes, se suceden rapidamente en lugar de ellos otros de las figuras mas extravagantes, no veo à nadie, à nadie oigo, nadie me dá socorro, quando sin saber cómo, ni por dónde, me hallo en mi cama; tiendo la vista por mi alcoba, la veo como siempre, miro el relox y eran las nueve de la mañana. ◀Traum ◀Livello 3

Esto me precisa à advertir aqui à mis lectores para descargo de mi conciencia: que no puedo asegurar si la conversacion que he referido en estas semanas la he tenido verdaderamente, o si la he soñado. Todo puede ser; pero lo que sé fixo es que he hablado algo de todo esto, y de ambas loterias, la chica y la grande de este mundo en cierta tertulia. Quizá que puesta con esto en agitacion mi fantasia, soñase de manera que me haya sido imposible distinguir el sueño de la realidad. Sobre todo no puedo asegurar cosa fixa. ◀Livello 2 ◀Livello 1

1No há muchos años que un Escritor nuestro que reprehendia el abuso de poner à las imagenes de la Virgen titulos extravagantes, fue tratado con este motivo poco menos que de hereje por cierto impugnador suyo. No obstante un Concilio de Ruan, celebrado en 1445. no solo prohibe estos titulos, sino aun los de nuestra Señora de Gracia, de la Piedad, &c. Yo creo que aun que este Concilio no sea Ecumenico sino Provincial, tendrá alguna mas autoridad que dicho impugnador.