Aunque siempre fue desgraciado el error,
1disculpa merece, quando no una trivial causa precipita en él; si el amor de la patria, de la qual en la pluma del eloquente Tulio es tanta la fuerza, que à las delicias con que le brindaba Calipso, no dudó preferir las desabridas peñas de Ithaca el sabio y prudentisimo Ulises, de quien tomo el nombre la Odisea de Homero, como doctamente advierte el Calepino de Ambrosio
2mudando la U en O y la L en D.
El origen mas antiguo de las Ciudades fue siempre el mas ilustre timbre que las sublima, como de la Syria, patria suya, dixo Ulpiano,
3y con Plinio, Tiraquelo y otros observó el Docto Obispo de Urgento Agustin Barbosa
4: siendo esta la razon de los Arcades, porque se gloriaron ser primero que el Sol, Luna y Estrellas: de donde infirió Bartolo que los Ciudadanos de Alexandria debian ser mas estimados que los de otras Ciudades, à titulo de su antiguedad; y lo notó Luis Lopez para gloria de Zaragoza su patria.
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En cuyo bien hilado presupuesto, disculpable seria qualquiera yerro, en que cayese (si bien no creo haber incurrido en alguno) pues tendria tan acrisolada causa, como el deseo de ilustrar la mia, cuyas glorias se hallan ofuscadas por algunos, que con temeraria osadía se atrevieron à decir, y aun à estampar ser su origen tan nuevo, que ni aun llega à 80. años, despreciando con crespo orgullo la autoridad del mismo Espiritu Santo, que en las Sagradas Letras bien claramente les contradice quando afirma, que nada hay nuevo debaxo del Sol: nil sub Sole novum
6: que à tanto como todo esto llega la impiedad de este depravado siglo, como testifica S. Agustin.
7¿Y en qué se fundan? en que no hay noticia de la existencia de la nobilisima Ciudad de S. Roque antes del siglo 18. Niegan todo lo que no saben, y quieren encerrar el mundo dentro de su infinita ignorancia en pensar del docto P. Puente.
8Ni nombre merecen tener los que todo lo quieren deslucir, en profecía del Rey David, y explicacion de Genebrardo,
9Mucho yerran estos en cuerdo reparo de Martin de Roa.
10Pues saben todos la falta de autenticos testimonios, que tanto debe llorar España
11à injuria de los tiempos, y movimiento de los siglos en bien pensada advertencia de Don Gregorio Madera
12y otros muchos.
Ni todo lo que pasó está escrito, dixo el P. Fr. Hernando Ojea
13, y de lo escrito se perdió mucho, en pluma del P. Geronimo Pardo
14. De que se infiere ser conocido credito de antiguedad mendigar noticias, concluye Luis Lopez
15, y cada dia se descubren y salen à luz memorias antiguas, dixo en su historia el Arzobispo de Braga Don Rodrigo de Acuña
16. Ni de no haber noticia de una cosa se infiere que no la hubo, escribe el P. Alonso Maldonado.
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De aqui advierte el erudito Don Tomás Tamayo de Vargas
18no haber otra repugnancia para creer fueron Españoles los Gentiles, que por medio del Apostol S. Felipe hablaron à Christo Señor nuestro el Domingo de Ramos, que el no haberse otra vez leido. Ni que Nathanel (uno de los 72. Discipulos) está sepultado en Galicia en un Lugar que llaman Trigundo. Que la Casulla que la Virgen Santisima dió à San Ildefonso es la misma con que nuestro Redentor celebró la ultima cena, labrada por las manos de su Santisima Madre, y distinta de las otras dos que trahia Christo, afirma el P. Portocarrero, referido del P. Alonso Quintana Dueñas
19. Que el Santo Zebedeo fue el primer Obispo de Britonia primera Catedral de Mondoñedo, prueba doctamente el Doctor Don Antonio Calderon
20, electo Arzobispo de Granada. Y contra Murillo el P. Geronimo Pardo,
21tiene por muy probable que el Pilar de Zaragoza, es una de las tres Columnas, en que padeció Christo: la de la casa de Cayfas; aunque Luis Lopez
22escriba vino del Cielo por manos de Angeles, como vino el oleo con que fue ungido Clodoveo Rey de Francia, y el lienzo pintado de Santo Domingo Soriano.
Y de todo es buen exemplo el descubrimiento de los Batuecos, desconocidos por tantos siglos, de que hace larga y verdadera historia el Maestro Alonso Sanchez,
23aunque no lo crea el P. Feyjoó
24, pension de todo lo antiguo, y censura à que se exponen quantos escriven en sentir del Maximo Doctor San Geronimo
25, y San Clemente Alexandrino
26. De lo que no hay que admirarse, quando un mismo Lazaro causó horror
27à Marta, y à Christo todo gozo y consuelo, en provechoso discurso de San Pedro Chrisologo.
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Para ultima cautela digo animoso con Plinio
29, que no hay libro tan malo que no tenga algo de bueno: con Don Miguél de Salinas
30, que no es posible alcanzarlo todo: y con el Señor Presidente Don Diego Castejon y Fonseca
31, que es mas lo que se ignora que lo que se sabe. Añadiendo con el B. Alberto Magno, que no porque esta obra sea breve (esto se quitará si por ventura pasa de tres tomos en folio) dexará por eso de ser provechosa, aunque para mas no sea que para motivar à lo adelante, en mas dilatada pluma superiores discursos
32Demás de que à la moneda de menor peso dió mayor precio Plutarco. Y concluyo con San Agustin:
33Si quid alicujus forte melioris ingenii sagax investigatio addiderit, adhuc non me recuso discipulum fieri. Valete.