Zitiervorschlag: Anónimo (Hrsg.): "Carta XXXV", in: El Corresponsal del Censor, Vol.3\35 (1786-1788), S. 569-587, ediert in: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Hrsg.): Die "Spectators" im internationalen Kontext. Digitale Edition, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.65 [aufgerufen am: ].


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Carta XXXV

Zitat/Motto► ¿Qué nos quiere esta dureza
de ingenio? ¿qué nos persigue
con obras que no se pegan
por mas que nos las imprimen?

Montoro ◀Zitat/Motto

Ebene 2► Metatextualität► Señor Censor.

Para una contestacion de seis tomos en folio al sólido papel de las Demostraciones palmarias, donde palmariamente se demuestra (segun asegura su Autor el Bachiller Rega- [570] ñadientes), que los papeles de Vmd., los mios y los del Apologista universal, no sirven de nada al Estado ni á la literatura de España; he formado las reflexîones y respuestas siguientes. Hagame Vmd. el favor de leerlas, y avisarme si son justas; previniendole que á nadie se las enseñe, pues como tengo ofrecido en mi Carta XXXIII. no emplear el tiempo en refutar dicho papel, parece (y parece bien), falta de conseqüencia executar lo contrario. Por lo mismo, pienso, en caso que merezcan su aprobacion, imprimirlas con otro nombre distinto del de Ramon Harnero, y etele vencida toda la dificultad. Basta de semi-prólogo, y con el permiso de Vmd. j' entre en matiere. ◀Metatextualität

Ebene 3► Dialog► El digno Autor de las Demostraciones palmarias, cuyos fallos señalaré con una . (id est Regañadientes), y mis respuestas con una . (esto es, Corresponsal), dice con una envidiable modestia (pag. 6.) estas [571] edificantes palabras. “Yo no seré mas sabio porque trate de ignorante al Censor, ni este si es sabio, perderá cosa alguna de su saber porque yo le llene de improperios.”

. Este hablar condicionalmente de la sabiduria del Censor, y positivamente de la suya, huele un si es no es á amor propio, y habrá quien diga que es una tufarada de vanidad intolerable, capaz de encalabrinar qualquiera cabeza que no sea la de algun Trason.

. pag. 7. “Nada se pierde en que se imprima quanto no sea contrario á las Leves, Moral y Religion. Todo lo que no sea opuesto á estos venerables establecimientos, acarrea cierta y segura utilidad.”

. Se pierde muy mucho en imprimir otras cosas, aunque no sean contrarias á las Leyes, Moral y Religion, como tengo suficientemente probado en mi Carta XXIII., autorizandolo con dos leyes del Reyno; [572] la 23. lib. 1. tit. 7. de la Recopilacion; y la 48. del lib. 2. tit. 4. Fuera de que si todo lo que no sea opuesto á aquellos venerables establecimientos, acarrea cierta y segura utilidad: ¿cómo no siendo contrario á las Leyes, Moral y Religion nada de lo escrito por el Censor, su Corresponsal, y Apologista universal, ha podido demostrar palmariamente el Señor Bachiller, que los papeles de estos tres Autores, no sirven de nada al Estado, ni á la literatura de España? Dios mio, ¡qué lógica! ¡qué lógico!

. pag. 8. “La sombra sola de delacion me aterra y amilana.”

. Esto lo acredita en la pag. 14. diciendo al Censor que, ridiculiza la teologia, que intenta concordar el luxo con el Evangelio, y á Dios con Mamona.

. pag. 9. “Unos (el Censor, su Corresponsal y Apologista), tomando por abusos los que no lo son, se estrellan á veces contra verdades [573] evidentes, y traspasando los límites del zelo, por creer malo lo que á ellos se les figura serlo, declaman ridiculísimamente contra lo que aprueba la razon misma.”

. Como hay justos motivos para no creer al Señor Regañadientes sobre su palabra, se desean pruebas que acrediten haber declamado la Trinca contra las verdades evidentes que aprueba la razon.

. ibid. “Otros, dando sobre lo que todo el mundo vé y conoce que es malo, gastan fastidiosamente carretadas de ironias y befas.”

. Habrá quien diga que todo este punto es un error grosero. Quanto mas claro es el vicio y el error, tanto mas susceptible es de la sátira; y creo que debe ser el único objeto de los papeles periódicos, pues me persuado que estos no deben hablar con este ú otro particular, sino con el grueso de la Nacion.

[574] . pag. 10. “Como si ellos solos fuesen capaces de conocer aquella casta de errores, que no se escapan ni aun á la comprehension de los Albarderos.”

. Es una parvulez creer que esta razon obliga á escribir contra los abusos. Siendo estos tan comunes, como dice el Señor Bachiller, ¿se han de persuadir el Censor y compañia á que ellos solos son los que saben que tales abusos lo son en efecto?

. pag. 12. “Ciceron dice en uno de sus libros, que los progresos de las letras se retardaron en Roma mas de lo que era justo, por la desestimacion que hicieron los Romanos de los Poetas.”

. Si eran como muchos de ahora Bavios ó Mevios, hacian muy bien. La Apologia de la Poesía se ha hecho en muchos papeles del Censor, y en algunos del Corresponsal. Dignese el Señor Bachiller honrar las Cartas V. y X. de este, pasando la [575] vista por ellas, y sabrá si apologizó ó no la Poesia. Creo que hablar de semejante manera. es abusar de la paciencia del Público, que tiene derecho á que no se le engañe de este modo, y á que no se persuadan los Escritores y sus aprobantes, que unos y otros han de ser creidos baxo su palabra. Escritor que no es veraz y cándido, es poco á propósito para el oficio.

. pag. 13. “¿Qué me importa á mi leer veinte invectivas contra el infelicísimo Padre Arcos, y otros Escritores de este jaez, si entre tanto veo que ciertas artes y ciencias no logran aun aquel esplendor y estimacion que necesitan?”

. ¿No le importa al Señor Bachiller la impresion de Padre Arcos, y le importa que los Censores y Apologistas universales sean tenidos por Autores útiles? ¿Para quándo son, ¡Oh Júpiter! tus rayos?

. pag. 15. “Yo no me atreveré [576] á decir como Don Urbano Severo, que siempre es preciso que en una Sociedad haya transgresores de las Leyes.”

. Es preciso que sea un Bachiller de mala fé, ó de cortísimos alcances, para entender la proposicion de D. Urbano Severo del modo que la ha entendido nuestro hombrazo; porque esta palabra necessè, ó preciso, ¿quántas y quantas veces la habrá visto el Señor Regañadientes en la Biblia (si acaso la ha leido), y en todos los libros del mundo equivalente á esta; es moralmente imposible, es muy dificil, &c. Jesu-Christo por San Mateo en el Cap. XVIII. v. 7. dice: Necessè est enim ut veniant scandala: y el mismo Señor por San Lucas Cap. VII. v. 1. Impossibile est ut non veniant scandala. “Causa vergüenza que hombres que estampan estas proposiciones, quieran hacer papel de ilustradores de España.”

[577] . pag. 16. “Las escuelas públicas son los talleres en que se forman los que necesitan el uso de ciertas ciencias para contribuir al orden del Estado.”

. El Censor y su Corresponsal, no se oponen á las Escuelas, sino á su metodo. Contra él proceden, y contra él claman justamente, con licencia del Señor Bachiller.

. pag. ib. “Hay abusos en las Escuelas y Doctorados.”

. Ya los ha vatido el Corresponsal. ¿A qué, pues, engañar al público pretendiendo dolosamente hacerle creer que no se ha clamado contra ellos?

. pag. ib. “Alli, alli es principalmente (en las Escuelas) donde se fragua la grandeza ó la pequeñez de la sabiduria nacional; alli es donde se adquiere el buen gusto ó el pedantísmo: el arte de raciócinar bien en todo, ó de embrollarlo todo.”

[578] . Esto último debió aprender en ellas nuestro Bachiller; á quien se le participa, como sin tantos clausulones ha escrito lo mismo el Corresponsal num. 25., y ha expresado todo el concepto, de cuya falta se queja su merced. No leer lo que se intenta combatir, aunque es pensamiento muy original, no debe tener imitador alguno.

. pag. 20. “Vé aqui el modo de mejorar las cosas, y vé aqui los medios de reforma que quisiera yo ver en el Censor, y su confraternidad.”

. Hasta ahora no han hecho otra cosa los Censores. Si los leyera el Señor Regañadientes, hallaria que han dicho muchísimas veces lo mismo que su merced se atrebe decir al público que no hay.

. pag. ib. “Los males deben curarse por la raiz: quando esta está dañada, los síntomas duran infaliblemente.”

[579] . Esta proposicion en que enseña á los Censores el modo de escribir, y en este mismo sentido, se verá materialisimamente en el Corresponsal num. 25. pag. 315. ¿Qué necesita, pues, la Trinca de declamaciones ni pasmarotas?

. pag. 21. “Los escritos actuales se reducen á deshonrarse unos á otros lo mas bonitamente que les es posible.”

. Como esto no lo puede decir por el Censor, por su Corresponsal, ni tampoco por el Apologista universal, pues es notorio escriben con moderacion, y con el buen modo á que les obliga la crianza que es regular tuviesen; sin duda vá dirigida la pulla al Autor del Asno erudito, al de la Carta de Veras, al Juzgado Casero, y á Mademoisselle Bouville: por lo tanto es escusado contestar á este cargo, saliendo yo por garante de que en ningun tiempo se le podrá hacer justamente al Triun-[580]virato, pues saben el respeto que se merece el público, y el que se deben á sí propios.

. pag. 23. “Queda mostrada en la introduccion la inutilidad de los Papelejos críticos. Fabula significat, Censor, Corresponsal, y Apologista universal.”

. Pues mas ha de un año que la Gazeta nos dixo lo contrario en el capítulo de Madrid. La satisfacion de nuestro Bachiller es digna de los mayores elogios. ¿Con qué, con haber dicho que el Corresponsal combate errores comunes (no hizo mas Feyjoo, aunque con otro desempeño) que el Apologista critica al Padre Arcos (ya se alegrara el Señor Regañadientes, que solo contra este Reverendo hubiese el Apologista empleado su pluma), y que el Censor es confuso; queda mostrada en la Introduccion la inutilidad de las obras de estos tres sugetos? ¿Y cómo se compadece, pecador de mí, [581] que los Censores sean inutiles con aquello de que, todo lo que no sea opuesto á las Leyes, Moral y Religion, acarrea cierta y segura utilidad? ¿Es posible que todo, todo sea útil, hasta la obra del Padre Arcos, y hasta el Asno erudito, segun nuestro Br. pues, esto, y no otra cosa significa aquel todo de la pag. 7., y que los Censores han de ser inutiles? ¿y no solamente inutiles, sino ya mostrada su inutilidad? Yo no sé que merecia su merced por este amor propio que le ciega, y le empeña en semejantes contradicciones.

. pag. 24. “Bastarán dos ó tres exemplos de cada uno de nuestros grandes Maestros, y por ellos se vendrá en conocimiento del provecho que puede esperar la Patria de tan eminentes Políticos, Críticos y Moralistas.”

. Aqui, aqui de la lógica del Señor Bachiller. Dos ó tres papeles del Censor, dos ó tres de su Corres-[582]ponsal, y dos ó tres del Apologista universal, son malos; luego los restantes (que no tienen conexîon) son malos igualmente, y de ningun provecho. Probo consequentiam: Bonum ex integra causa, malum ex quocumque defectu. Ergo, los demas Discursos son malos: Ergo, caput plaudite al Señor Regañadientes.

. pag. 25. “Sabida cosa es que en España no hay cosa en que menos lícito sea tropezar, que en asuntos de Religion. La sombra sola del error en estas materias pone en riesgo la reputacion de un hombre, y le expone á mil contingencias peligrosas.”

. Pues si esta es una cosa tan sabida en España, ¿con qué fin y sin pruebas concluyentes y claras como el Sol, acusa nuestro Bachiller al Censor á la faz de todo el mundo, de que, ridiculiza la teologia, y que intenta concordar los regalos y delicias de la vida. con la severa pre- [583] dicacion de Jesu-Christo? ¿No habria sido mejor que hubiese delatado el Señor Bachiller cierta doctrina, que se enseña en las Reflexiones sobre la Leccion crítica de Don Vicente Garcia de la Huerta, escritas por Tomé Cecial, pag. 48. y 49. por toda la nota, donde se dice: que es permitido en un particular ridiculizar en señalada persona, quando la tal persona llegue á hacerse notable por sus defectos, tales como el vicio de la vanidad, de la avaricia, de la disolucion y del luxo escandaloso? ¿Y con qué se prueba todo esto? ¿con la Biblia? ¿con los Santos PP.? ¿con los Cánones Sagrados? Si Señor; con un quid pro quo: esto es con Juvenal, Horacio, y con el permiso que dió la antigüedad á sus satíricos. ¡Bellos Santos Padres para estampar una proposicion tan contraria á aquel caracter ó nuevo sello con que quiso el Señor distinguir á su Religion Santa! Diliges proximum tuum sicut [584] te ipsum. Si esto fuera lícito, lo fuera sin duda por los terminos de la correccion fraterna; los que segun Tomé Cecial, Juvenal y Horacio son, transcribir á la posteridad, y perpetuar en la prensa la infamia de nuestros hermanos. ¡Oh caritativo Cecial! te complaces en el oprobio de tu próximo, y quieres ser laudable por perpetuar la memoria de sus fragilidades! ¿En qué Escuelas, en qué Universidades has aprendido tan sana Doctrina? ¿En Jesu-Christo quando no condenó á la muger adultera? En el Evangelista que te dice que los defectos de tu próximo los delates á la Iglesia? Seguro que no has aprendido alli esta Doctrina. Juvenal, Horacio y la Antigüedad, penetrada é instruida bien en las máxîmas del Evangelio, te han dictado máxîmas tan católicas y tan santas. Por fortuna nuestra ya te cubre la losa, pues de nó, continuarias fastidiandonos con tus pasmarotas, como las [585] de la pag. 30. de dichas reflexîones, diciendo en tono pasmarotero. ¡Oh divino Juvenal! levantate del sepulcro, toma tu defensa, haz tu causa, y vindica el espíritu de religion que te animaba á escribir contra Hippia, y otros personages. Hé aqui que por seguir tus pisadas, me veo insultado de unos menudos Críticos y Discursistas que aun no entienden la Religion y Ley que profesan. No es este el tono en que Tomé Cecial debe contestar á un asunto tan serio. La Justicia puede castigar como tenga á bien á los delinqüentes: pero, ¿es lícito á los particulares perpetuar y hacer universal la infamia de sus hermanos? ¿y esto, no solo es permitido haciendose directamente, sino que es conveniente y laudable? ¿Esto se imprime en un Reyno Católico? La Escritura que es donde se aprende la Religion, y no en Juvenal ni Horacio, enseña los trámites de la correccion fraterna, [586] que es lo único que pueden los particulares. Aquel divino libro dice, que primeramente debemos corregir á nuestro hermano á solas: sino se enmienda delante de algunos; y si persiste, le debemos delatar á la Iglesia. Esto es muy conforme á la caridad, y servatis servandis es igualmente respectivo á los asuntos de Dogma, que á los Morales. ◀Dialog ◀Ebene 3

Sigue el erudito y moderado Regañadientes rompiendo los cascos á todos con el luxo. ¿Quién hasta ahora le ha difinido perfectamente? ¿ni cómo es posible que lo consiga el Señor Bachiller por mas exâcto que sea? Lo que resulta de toda la pesadisima conversacion que gasta sobre este punto con el Censor, es, que Regañadientes es el argumentante, y el Censor el sustentante. Raro modo de mostrar la inutilidad de los Censores.

Metatextualität► Aqui llegaba, Señor Censor, quando de repente se me quitaron [587] las ganas de escribir mas. Sin embargo me persuado poder (quando me dedique á tratar estos particulares con mas extension) haber demostrar palmariamente la buena fé, la moderacion, la veracidad, la conseqüencia y la profunda erudicion de nuestro amabilisimo y sincerisimo Bachiller: puede ser que me engañe, porque el amor propio ciega mucho, y á la verdad que no me atrevo á decir que carezco de él. ◀Metatextualität ◀Ebene 2 ◀Ebene 1