Zitiervorschlag: Anónimo (Hrsg.): "Carta XXXVI", in: El Corresponsal del Censor, Vol.3\36 (1786-1788), S. 589-603, ediert in: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Hrsg.): Die "Spectators" im internationalen Kontext. Digitale Edition, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.66 [aufgerufen am: ].


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Carta XXXVI

Zitat/Motto► Est aliquid quod non opporteat, etiamsi licet.

Cicer. pro Balbo.

Hay cosas que no convienen, aunque son lícitas. ◀Zitat/Motto

Ebene 2► Metatextualität► Señor Censor.

¡Oh qué dia tan aciago aquel en que emprendí la fatigósa carrera de Escritor periódico! ¡Quántos disgustos, quántas desazones no me ha [590] acarreado este empleo! Mademoiselle Bouville, doncella de toda literatura, me acometió por un lado, el Juzgado Casero por otro, y Regañadientes por todos: pero lo mas doloroso para mí sensible corazon, es, que un amigo en quien tenia yo puesta toda mi confianza, persuadido á que por mas disparates que escribiese, él los habia de defender y apoyar (fortuna que logran otros conocidos mios); ha desertado y pasadose al vando contrario. ¿Qué infortunio dexará de acometerme? La siguiente Carta prueba ineluctablemente que mi estrella es de las mas atezadas que han tenido los mortales. Sirvase Vmd. Señor Censor, leerla, compadecerme y disponer á su voluntad de la de su verdadero amigo.

Ramon Harnero. ◀Metatextualität ◀Ebene 2

Ebene 2► Metatextualität► [591] Señor Corresponsal del Censor.

Tiene mil razones el Br. Regañadientes en decir que Vmd. nos repite asuntos vulgarísimos; y aunque el ánimo del tal Br. no sea persuadir con esto que semejantes discursos de nada sirven, como parece intenta probar, pues esta prueba seria una contradicion manifiesta de lo que afirma en su pag. 7; es á saber, que todo lo que se escribe (que no sea opuesto á las Leyes, Moral y Religion) acarrea cierta y segura utilidad: ello es asi que Vmd. trata de asuntos vulgares, y él sabrá porque se lo dice; quedando á su cargo conciliar el objeto de su obra con la proposicion universalísima de que es util todo lo que se escribe, sin exceptuar el Adicionador del Quixote, &c. &c.

Bien sabe Vmd., Señor Corresponsal, lo mucho que le estimo; y por lo mismo quisiera diese Vmd. alguna [592] prueba de docilidad, procurando enmendar su conducta censoria. Escriba Vmd. por Dios á lo menos un Discurso en que no se hable de un abuso que todos, todos lo conocen por tal: no ridiculice Vmd. los vicios comunes, pues á la verdad esto es indigno de una persona elevada á la alta dignidad de Corresponsal censorio: lo que se sabe que es malo, sabido se está; y asi quando un Predicador reprenda el hurto, la blasfemia, la embriaguez, el homicidio, &c. remitale Vmd. al Br. Regañadientes que este Caballero le dirá lo que debe hacer: quando un cómico represente un avaro, un trapalista, ó un hipócrita, amenacele Vmd. con las Demostraciones palmarias, que no es poca amenaza; y lejos de seguir Vmd. su rumbo, haga de modo que todos escarmienten en su cabeza, y deles exemplo de una docilidad suma.

Por si a Vmd. no se le ocurre algun abuso, que siendo comun, no es co-[593]mun su conocimiento, voy á proponerselo á Vmd.; y si con todo le parece al susodicho Br. que es vulgarísimo, avisemelo Vmd. para echarme á soñar por esos mundos de Dios una cosita singularisima y propisima por consiguiente del objeto que Vmd. se ha propuesto, y de los papeles periódicos de su clase; pues aunque Vmd. lo sabrá casi tan bien como el tal Br. es necesario que todos nos conformemos con su modo de pensar; ó á lo menos darle muestras de la veneracion y respeto que se debe á una persona de su alto caracter, erigida en Censor de la trinca censoria, al mismo tiempo que parece dispensar su proteccion á todos los clientes del Apologista universal; los quales como no escriben contra las Leyes, Moral ó Religion, ellos son útiles ciertamente; y asi no tuvo maldito el fundamento el Autor de nuestras Leyes, que Vmd. recomendó en su Discurso 23 para afirmar que hay [594] obras inutiles y de ningun provecho, aunque se hubiesen escrito por aquel tiempo las Conversaciones familiares entre el Cens. y el Apolog. univers.: y el Anti-sofisma, ó sea Desenredo de Sofismas. Borrense ya estas expresiones de la Recopil.,y hasta nuestras sabias Leyes cedan á la magistral autoridad del incomparable Regañadientes. Vamos al asunto principal de mi Carta. ◀Metatextualität

No hay cosa mas comun ni mas sabida que las Leyes de Residencia: todos los Clérigos saben la fuerza de esta obligacion: todos saben tambien la disposicion del Concilio Tridentino en punto á la incompatibilidad de Beneficios: todos saben que estos se han de dar siempre á los mas dignos. Ya se ve, estas cosas (de que solo hago memoria por exemplo) son vulgarisimas; pero no es tan vulgar el conocimiento de lo poco que subsana en el fuero de la conciencia la razon con que se escudan los fractores de semejantes Leyes. Un Rescrip-[595] to del Sumo Pontífice, una costumbre inveterada, una autoridad de un Canonista, que se debe suponer fiel interprete del Espíritu de la Iglesia; son apoyos tan firmes para sostener estos y otros abusos, que los que tienen á su favor qualquiera de ellos, viven en una entera tranquilidad, sacrificando el Derecho Natural y Divino, á un derecho positivo, que solo puede hacerles impunes en el fuero externo. Esta ignorancia depende de no saber distinguir uno y otro fuero, y de persuadirse á que todo lo que autoriza el Cuerpo del Derecho Canónico es siempre respectivo al fuero penitencial; sin hacerse cargo de que puede ser uno absuelto de la demanda, aun conforme á las Decretales, y no osbtante [sic] ser reo delante de Dios. Lo mismo digo de los Rescriptos ó Bulas Apostólicas, como no se hayan dado en fuerza de unas preces sencillas, y como si privadamente se le consultase al Papa.

[596] Es pues un error, y error de muchas conseqüencias el escudarse en el fuero penitencial con estas disculpas. Hé aquí el objeto principal de mi Carta, y hé aqui un error comunisimo.

Que la concesion del Papa generalmente hablando, no nos pone siempre á cubierto en el fuero de la conciencia, es muy facil de convencer, y no pienso detenerme en largos Discursos: las autoridades que voy á copiar, quando por sí solas no se conciliaran todo el respeto capaz de sujetar nuestro entendimiento, el espíritu y razones que envuelven, no dexan arbitrio á la duda. Ebene 3► Exemplum► Conocia muy bien el Cardenal Belarmino, que muchos se valian por su interes particular de la autoridad del Papa; pero conocia igualmente que ninguno estaba seguro en el fuero de la conciencia tutum neminem. “El Papa” (dice hablando de las dispensas sobre pluralidad de Beneficios) “no es Señor, es dispensador; y asi el que pide [597] una dispensa iniqua, es causa de la iniquidad.” ◀Exemplum ◀Ebene 3 Ebene 3► Exemplum► Está muy expresivo tambien, y muy digno de notarse San Bernardo, hablando en caso igual. “Ojalá” (decia en su Carta 7. a los que se defienden con las Bulas Apostólica [sic]), “ojalá no hubierais pedido licencia, sino consejo; esto es, hubierais recurrido al Papa, no para hacer licito vuestro intento, sino para saber si era ó no licito . . . Tenian concebido en su corazon el mal, pero no se atrevieron á ponerlo en práctica sin obtener permiso. Concibieron el dolor, pero no dieron á luz la iniquidad hasta haber prestado el Papa su asenso á su concepto iniquo.” ◀Exemplum ◀Ebene 3 No por esto se atreva nadie á notar en San Bernardo la mas leve falta de respeto á la Cabeza de la Iglesia. “No creo” (añade) “que el Sumo Pontífice hubiera prestado su consentimiento á no haber sido engañado, ó vencido tal vez de importunos ruegos” Quod tamen sum- [598] mum fecisse Pontificem nequaquam crediderim, nisi aut circumventum mendacio, aut importunitate victum.

En efecto, no solo la obrepcion ó subrepcion, sino los ruegos importunos, &c. son bastantes á viciar un Rescripto. Los Papas no solo gobiernan el interior de la Iglesia, esto es, la conciencia, sino el exterior, y con respeto á este gobierno se verifica el dicho comun, de ocultis non judicat Ecclesia. Por tanto, muchas veces parece forzoso sacrificar una pequeña parte al beneficio comun, ó ceder en el fuero externo en alguna cosa, para no perder el todo, ó mucha parte de él: ¡quántos exemplos pudieran referirse, ó bien de utilidades que ha producido esta máxîma, ó bien de desgracias á que ha dado lugar el no uso de ella! Pero es muy respetable la autoridad de San Bernardo para que pensemos añadir otras pruebas.

En vano pues, aquellos que, ó [599] teniendo otros Beneficios decentes, ó por otra parte rentas con que vivir opulentamente, no solo defraudan á la Iglesia de su residencia, sino que sin tributarla servicio alguno, se atreven á defraudar su Erario santo. ¿Se disculparán delante del Señor con las letras del Papa? !O frivolum satis remedium! exclama San Bernardo. “Vendrá” (decia tambien en iguales circunstancias), “vendrá el dia del juicio en que aprovecharán mas los corazones puros, que las astutas palabras; y una conciencia buena mas que las riquezas.” Metatextualität► Aqui es, Señor Corresponsal, donde oportunamente puede ridiculizar á Vmd. el mencíonado Br. con el epiteto de Crítico Misionero. Ridiculice á Vmd. enhorabuena como guste; lo cierto es, que nadie puede negar á San Bernardo la razon con que habla; y en este supuesto pasemos al otro apoyo de los fractores de la Disciplina Eclesiástica, el qual se debilita qua-[600]si por el mismo fundamento que queda dicho. ◀Metatextualität

La segunda razon, ó el segundo modo de amortiguar los estímulos de su conciencia semejantes reos, es la autoridad de un Canonista, apoyada tal vez en una Decretal entendida siniestramente. ¡O frivolum satis remedium! ¡O frivola, y frivola disculpa! A poco que se lea el Cuerpo de Decretales que lleva el nombre de Gregorio IX. (principal estudio, quando no sea el único de los mas Canonistas, y el que se lleva la mayor atencion en las Universidades), se verá que por lo comun se dirigen al foro; ¿y quién no sabe que no todo lo que es licito en el foro, lo es igualmente en la conciencia? A pesar de esto, la poca discrecion con que se leen las Decretales y los Comentadores que comunmente se manejan, hace creer á muchos que pueden impunemente en ambos fueros lo que el externo no contradice. Por [601] exemplo, si un Patrono presenta á muchos idoneos para un Beneficio, se sostendrá en el fuero exterior la eleccion que haga el Colador de qualquiera de ellos, aunque no sea el mas digno. Si en las Canongias que llaman de gracia (nombre poco adaptable en el fuero interno, aunque muy autorizado en el externo) atiende un Prelado (á los quales todos supongo justos, y no pretendo en manera alguna faltar al respeto debido á su carácter) si en las Canongías de gracia (repito) atiende un Prelado á un pariente ó familiar, desentendiendose de otro mas digno; se sobstendrá en el fuero exterior la eleccion, pero no será válida en el interior. Estos y otros exemplos que pueden verse en Vanesp. Disert. de Interpretibus Canon. et Decretal, acreditan la idea nada conforme con el verdadero espíritu de la Iglesia, que dan por lo comun los Decretalistas, y lo poco que sirven las licencias del foro a un [602] Canónico para tranquilizar nuestras conciencias.

Bien puede ser que toda esta doctrina sea muy vulgar; pero yo estoy muy lejos de creer, que si fuera tan comun contravendrian tantos á ella: yo no debo suponer que si un hermano mio falta, y mas siendo Clérigo, es por malicia; mas regular es que sea por ignorancia, especialmente en estos asuntos que necesitan de alguna, aunque no mucha reflexîon.

Lo mismo que se ha dicho de los Rescriptos del Papa, se debe entender de las Ordenes Reales; y aun por lo regular es mucho mas perjudicial el abuso en estas, por ser los asuntos comunmente de otras conseqüencias mas trascendentales. La obrepcion y subrepcion, los importunos ruegos, &c. son vicios igualmente notables en las Ordenes del Rey, que en las del Papa; y asi como estas no nos libertarán delante de Dios, á sí ni aquellas. Vulgarisima es también es-[603]ta doctrina, pero no tan vulgar que en algun caso se culpe en las providencias al vasallo; quiero decir, si se tuviera presente esta doctrina, se disculparia muchas veces al Gobierno, y lejos de injuriarlo, se juzgaria digno de compasion al verlo engañado de falsas preces ó informes, ó tal vez precisado á ceder á los importunos ruegos, &c. Metatextualität► Yo prescindo de tiempos y de casos, y espero que esta precision me ponga á cubierto de la indigna nota de adulador, con que acaso podria querer alguno debilitar la buena intencion y espíritu con que escribo esta Carta. Mande Vmd. ◀Metatextualität ◀Ebene 2 ◀Ebene 1