Citation: Anónimo [Ventura Ferrer] (Ed.): "Núm. 44.", in: El Regañón general, Vol.2\44 (1804), pp. 345-352, edited in: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Ed.): The "Spectators" in the international context. Digital Edition, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.5035 [last accessed: ].


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Núm.° 44.

Sábado 2 de Junio de 1804.

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Continúa la Carta del Número antecedente.

Level 3► Letter/Letter to the editor► Exemplum► Los sectarios, por exemplo, del sistema filosófico de Empedocles, se fuéron á buscar la piedra filosofal de la medicina en la lucha intestina de las partes mínimas de los quatro principios componentes, en su sentir, del hombre, y aun de todos los cuerpos, y vea vmd. ya un absurdo sistema formado y sostenido por los filósofos en daño de la verdad, y con ruina lastimosa de la medicina experimental que llamamos empírica. ◀Exemplum Exemplum► Los partidarios de Thales Milesio que pusieron al agua por único principio ó materia del mundo, se empeñáron en buscar las causas de todas las enfermedades en los vicios de los humores; segundo sistema ni mas verídico ni menos perjudicial que el primero, cuyo autor Herophilo adquirió suma celebridad por aquellos tiempos; ◀Exemplum Exemplum► Asclepiades, que fué en aquellos remotos siglos lo que Paracelso y otros muchísimos en el nuestro y sus inmediatos, dió por causa de todas las dolencias á ciertos corpúsculos invisibles, que introducidos por los imperceptibles canales y poros del cuerpo humano cerraban su camino y salida á las partículas que por allí debieran exhalarse, lisonjeó á los dolientes, condescendiendo á sus desordenados apetitos, proscribió las medicinas desagradables, animó á los enfermos á henchirse de vino y agua fria, con lo que, y blasfemando de la medicina hipocrática, que llamaba por oprobio meditacion de la muerte, prometiendo oros y moros, y jactándose de que estaba seguro de no enfermar en su vida, que acabó de un porrazo, llevó los aplausos y admiracion de los necios, que son infinitos, y dexó bien sentada la basa de un tercer sistema ar-[346]ruinador de la verdadera medicina; ◀Exemplum Exemplum► Themison, el prohombre de los que se llamaron metódicos, estableció un quarto sistema muy parecido al browniano, tan ruidoso en el dia, y á que pudiera darse muy bien el nombre de tira-floxa médica, reduxo á dos puntos cardinales todos los desarreglos de la salud, segun que los sólidos vivientes se hallaban mas floxos ó tirantes que conviniera, y con arreglo á tan desatinado principio limitó los remedios á la única mira de laxár ó entonar, como ahora los brownianos á estimular ó debilitar en todos los casos imaginables; ◀Exemplum en suma, Erasistrato, Praxâgoras, Plistónico, y otros muchos sistemáticos enredadores de la medicina, y de cuyas absurdas opiniones da Galeno cumplida razon en varios lugares, jamas pensaron en comentar é ilustrar á Hipócrates, sino mas bien en deslustrarlo y contradecirlo: Exemplum► Galeno, el hombre quizá mas docto, y el talento mas exercitado y brillante de su siglo, fué el primero que repuso á Hipócrates en el alto lugar que ocupaba primero, sacando sus obras del vergonzoso olvido á que las habia condenado la, orgullosa ignorancia de la filosofía, comentó é ilustró muchos libros de aquel sabio médico, y refutó, solidísimamente todos los sistemas conocidos hasta sus dias; pero á pesar de tan señalado servicio como en esto hizo á la humanidad, no pudo defenderse de su propension á la filosofía en que era consumado, y tras de aniquilar tantos, vanos sistemas, estableció el de las qualidades, ó quaternion humoral, bosquejado en varios libros atribuidos á Hipócrates, y que hubiera él mismo desechado si fueran menos favorables á las máxîmas de la filosofía peripatética su favorita, así que, Galeno hubiera sido, quizá el hombre mas sobresaliente en el arte de curar si supiera muy poca ó ninguna filosofía; ◀Exemplum en fin, todos los sistemas que en el transcurso de tantos siglos, han deteriorado y perdido la medicina, son obra de las quimeras filosóficas de aquellos autores á quienes debiéron su establecimiento y celebridad; por lo que, señor Traductor, no me parece justo imputar á los comentadores de Hipócrates el daño que acarreáron al arte los desertores de su doctrina.

Ni parece tan cierto como vmd. lo supone que los comentadores de Hipócrates obscureciéron á su autor lejos de ilustrarlo, á lo ménos lo dudará muchísimo quien hubiere leido á Galeno, á Valles, á Dureto, á Próspero Marciano, á Gorter, y á otros muchos autores recomendables por su gran talento, sólido juicio, y suma pericia en la lengua griega. Sírvase vmd., si [347] le place, de leer algun rato los comentarios de estos grandes hombres, y quedará desengañado de la equivocacion que padece; ninguno de ellos sigue servilmente al autor que comenta, todos dan suma claridad al texto de Hipócrates, y Boherave, que tiene voto, llama tesoro inestimable al comentario de Luis Dureto, añadiendo que explica á Hipócrates qual otro Hipócrates, pues hablar de la solidez, claridad y abundancia de doctrinas útiles, contenidas en el comentario á los libros de las enfermedades populares, obra de nuestro sapientísimo Valles, me parece excusado por ser su mérito tan notorio como superior á los elogios que yo pudiera darle, y por abreviar, tan lejos estuviéron aquellos sabios de obscurecer la doctrina de Hipócrates, ó de subscribir ciegamente á ella, que ó corroboran con muchas y buenas máxîmas sus verdades, ó desechan en repetidas ocasiones las ideas que juzgan agenas de solidez, muchas veces amplían los pensamientos de su autor, y deducen abundantes y muy útiles conseqüencias, y no pocas, ó lo impugnan abierta, aunque modestamente, ó limitan la generalidad de sus aserciones, especificando los casos y circunstancias á que deberán reducirse, todo para grande utilidad y conocidas mejoras del arte de curar. Repito pues, que no culpe vmd. á los comentadores tan injustamente, sino á aquellos sistemáticos de quienes dice Galeno en su primer comentario al libro ó Citation/Motto► libros de Victus ratione in morbis acutis, culpa eorum est, qui cum ea quae ab Hippocrate bene praescripta sunt, elaborare et conficere deberent, laudis appetentia ducti, sectam aliam constituunt. ◀Citation/Motto

Tambien me parece descubrir alguna ligereza en el discurso de vmd., quando asegura que los sectarios de Hipócrates, ó los que se llamaban hipocráticos, no observáron á la naturaleza, y que la indiferencia de estos para la anatomía y ciencias naturales es una prueba nada equívoca de que no imitáron á su maestro.

Mucho siento, señor Traductor, el oponer tantos reparos á las absolutas del prólogo de vmd., pero como la Filosofía médica de Lafon se destina á la instruccion de los jóvenes estudiantes de medicina, es indispensable que leido el discurso en que vmd. la reencomienda, conciban un gran horror á la lectura de los autores antiguos, formándose las ideas mas baxas y ridiculas de unos hombres á quienes debe tanto la verdadera medicina, y cuyos conocimientos contribuyéron mas que [348] piensan algunos á los aciertos de la práctica; asi pues, no extrañe vmd. que produzca algo de lo mucho que me ocurre para sospechar que al sentar aquellas aserciones corrió la pluma mas velozmente que deberia.

Y en primer lugar, qualquiera que haya manejado las voluminosas obras de Galeno, y reconocido en ellas su portentosa erudicion y vastísimos conocimientos, su consumada instruccion en todos los sistemas y sectas filosóficas, sus trabajos anatómicos expuestos en tantos libros, su instruccion en la historia natural de-las plantas y drogas medicinales, su talento y tino en la eleccion de los simples, su destreza y habilidad en la mezcla y combinacion farmacéutica de ellos, la cumplida noticia que da de quantos remedios fuéron célebres entre los antiguos prácticos, su infatigable zelo en ilustrar su razon por los conocimientos dé la geometría, astronomía y demas ciencias en que fué tan exercitado, entenderá clarísimamente que este ilustre sectario del grande Hipócrates, este famoso restaurador de la medicina hipocrática, no miró con indiferencia las ciencias naturales, ni el estudio de la anatomía.

Sí señor, no dude vmd. que Galeno fué consumado filósofo, hábil naturalista, y anatómico sobresaliente, anatómico quiero decir, no de los que, como muchos ahora, parlan y garlan de anatomía porque viéron destripar quatro cadáveres sobre la losa anatómica de algun hospital, ni de aquellos que, en vista de algunas láminas, y con la lectura de algun compendio, se creen consumados en el conocimiento de la estructura del cuerpo humano, sin tener mayor inteligencia en el asunto que la tienen de geografía los que, sin perder de vista el campanario de su pueblo, viajan en espíritu, y corren el mundo en mapa; no señor mio, este sabio disecó por su mano muchísimos cadáveres de hombres y brutos, y señaladamente de varias especies de monos, uniendo á la anatomía directa la comparada de los animales mas semejantes á los hombres en su estructura, de modo que este médico hipocrático tendria muchísima razon para quejarse de vmd. que tan poco favor le hace.

Exemplum► Celso, anterior á Galeno, y reconocido por el Hipócrates de los latinos, fué fidelísimo sequaz de la doctrina hipocrática; sus escritos, que andan en manos de todos los médicos, dirán mejor que yo si este sabio y elegante escritor pudiera quejarse como Galeno de la absoluta de vmd. ◀Exemplum

Exemplum► Vesalio, célebre anatómico, y médico de Carlos V, fue [349] sectario de la doctrina de Hipócrates, y no creo que pueda reputarse entre los que miráron con indiferencia la anatomía, origen de sus grandes trabajos y miserable fin. ◀Exemplum

Exemplum► Gabriel Talopio, decidido hipocrático, fué habilísimo en la botánica y astronomía, gran filósofo, y anatómico excelente, y á conseqüencia no fué indiferente para las ciencias naturales y anatomía. ◀Exemplum

Exemplum► El famoso Gerónimo Mercurial fué tan apasionado de Hipócrates, quanto puede entenderse por su famosa version de todos los libros genuinos y apócrifos de aquel sabio, y aun mas que por ella, por la siguiente expresion que me acuerdo haber leido en su tratado der Pestilentia Hippocrates, qui omnia novit Hipócrates que todo lo supo: y si vmd. ha leido las obras de este sabio, no puede ménos de confesar que era doctísimo, no solo en las ciencias naturales y anatomía, sino en otros ramos y ciencias de primer orden. ◀Exemplum

Exemplum► El célebre Guillelmo Harveo era hipocrático, y siendo el descubridor de la circulacion de la sangre, dicho está que no miró con indiferencia la anatomía. ◀Exemplum

Pequet, descubridor de la cisterna chilosa y canal thorácico, era hipocrático, como tambien lo fueron el doctísimo Dureto, nuestro insigne Valles, Mercado, y otros mil que pudiera nombrar, y cuyos escritos mostrarán al mas preocupado quan adelantados fueron en las ciencias naturales y anatomía, siendo de notar que todos estos autores son anteriores al nacimiento de Descartes, fuera de algun otro que le fué coetáneo, y que por lo mismo la nueva filosofía no pudo influir en su aplicacion al estudio de aquellas ciencias en que vmd. asegura que se ocupáron tan poco, y en que sin embargo fueron tan eminentes.

Me parece pues, señor Traductor, que si vmd; con su claro talento añade á las reflexîones qué acabo de hacer la consideracion de los limitados conocimientos anatómicos contenidos en los escritos legítimos del sabio Hipócrates, y el cortísimo, por no decir ningun uso de los discursos é hipótesis filosóficas que parece haber hecho aquel famoso médico, habrá de convenir en que los sectarios de su doctrina, ó que, como vmd. dice, se llamáron hipocráticos, si se apartáron del plan de estudios de su maestro, nó fué ciertamente por haber mirado con indiferencia la anatomía y ciencias naturales en que adelantáron quizá muchísimo mas de lo que Hipócrates hubiera querido, sino [350] que tuviéron otros extravíos muy diferentes, y de que hablaremos mas adelante; ahora solo diré que Hipócrates consagrado enteramente á la sólida práctica de su profesion, hizo muy poca cuenta de la filosofía, y aun por eso los buenos críticos convienen en que los libros que andan honrados con su nombre, y contienen doctrinas filosóficas, son apócrifos.

Continuando ahora mi examen no puedo menos de confesar que no entiendo el discurso de vmd. en las proposiciones siguientes. Level 4► “Los modernos filósofos empleados en averiguar las leyes constantes de la naturaleza, y los atributos y propiedades de la materia, abriéron á los químicos todos los tesoros de la creacion. La física y la química se enriquecieron de infinitos descubrimientos, de los quales ha cabido una gran parte á la medicina.” ◀Level 4 — ¿Qué quiere decir esto? Si los tesoros de la creacion son todos los seres que abraza la naturaleza, no puedo entender como ni quando han abierto los modernos filósofos unos tesoros tan ricos é inagotables, que no alcanzan sus límites los sentidos, y se pierde en busca de ellos la imaginacion; pero aun quando limitemos la expresion, como es debido, á los cuerpos que hasta de presente han analizado los químicos, ¿quándo éstos, para exâminarlos en sus laboratorios, aguardáron á que los modernos filósofos se los pusiesen en las manos? Estan demasiado engreidos de su saber los químicos del dia para reconocer esa dependencia de los filósofos, por el contrario se jactan y glorían de ser sus maestros; la física está ahora mismo en revolucion por obra de los descubrimientos químicos, y el que no sabe de coro la fastidiosa nueva nomenclatura química, pasará hoy por un hombre que nada entiende.

Además, dando de barato, porque no me propongo el detenerme en menudencias, que son, como vmd. asegura, infinitos los descubrimientos con que se han enriquecido la química y la física, quisiera yo saber de vmd. qual y quanta es esa gran parte que de ellos cupo á la medicina, y entienda vmd. que quando digo medicina entiendo el arte práctico y experimental de aliviar á los enfermos, y curar sus dolencias, porque para mí los discursos teóricos, y las adivinaciones filosóficas merecen otro nombre muy diferente.

No quisiera sin embargo que me hiciese vmd. el disfavor de suponerme enteramente ignorante de los buenos y acertados métodos de curar que se han hallado ó perfeccionado moder-[351]namente, solo me parece que estos adelantos, como todo lo bueno que en el arte se ha conocido, se deben á la observacion y lógica de los prácticos que han rectificado sus conocimientos á fuerza de atender y experimentar, miéntras los filósofos y químicos hablan sin fin sobre la causa y razon de aquellos efectos.

Desde Boherave, dice vmd., la fisiologia no solo se ve auxîliada de una fina anatomía, sino también de los luminosos principios de la física, mecánica, estática, química, leyes constantes del movimiento, &c. y era preciso que la pathologia y demas ramos de la medicina lograsen las mismas ventajas, debidas todas á las ciencias auxîliares, y al modo experimental, claro y exâcto con que se ha hecho su estudio en estos últimos tiempos.

Como mi ánimo es hablar directamente del influxo que puede tener en la medicina práctica la anatomía sutil o fina, como vmd. la llama muy bien, y tambien de lo que pueden servir á sus adelantos la física general, las matemáticas puras y mixtas, la química, botánica, y demas ciencias que llaman auxîliares de ella, me parece dexar para otra ocasion todo quanto deberia exponer ahora contra la mente de vmd., y solo me limitaré en la presente á recordarle que por comun consentimiento de todos los hombres juiciosos la feliz restauracion de la medicina práctica se debe en gran parte al candor, sencillez y buen juicio de Sidenham, aquel práctico sesudo, que aborreciendo todos los sistemas y vanas teorías expresó su carácter empírico por estas palabras: Citation/Motto► Yo no aspiro á que me llamen filósofo, y quando miro estos arcanos de la naturaleza canta de plano mi ignorancia. ◀Citation/Motto En efecto, este cuerdo y atento observador sacó á la medicina del caos en que yacia abismada, trayéndola de la mano al verdadero camino en que la puso tantos siglos ántes el sapientísimo Hipócrates. Mucho es lo que debemos al gran Boherave, él dió lustre y explendor á la medicina hipocrática, y su discurso de: Commendando studio hippocratico es la prueba mas concluyente de su veneracion al padre de la verdadera medicina, sus aforismos de: Cognoscendis et curandis morbis son admirables, y lo mas breve y mejor escrito que quiera imaginarse en el mundo; sus observaciones y preceptos prácticos son de la mayor claridad, solidez é importancia, y encierran el fruto de una lectura inmensa, y de un estudio continuo de las fuentes de la medicina veraz, de [352] manera que en esta parte pocos habrán igualado su mérito, pero por lo que hace á su fina anatomía y vastos conocimientos en la filosofía y ciencias auxîliares de la medicina práctica, es muy seguro que si sirviéron á decorar sus escritos contribuyéron muy poco, y aun perjudicaron al exercicio de la profesion, porque fuera de la anatomía, que no debe ser (como ya veremos) tan fina y delicada, todos los otros conocimientos solo sirviéron á que se alzase con el imperio de la opinion por medio de un sistema hoy tan despreciado como ayer aplaudido. No fixe vmd. pues la época de la restauracion de la medicina práctica en Boherave, que pudo promoverla, y quiso más bien retardarla, sino demos esa gloria al inmortal Sidenham que la tiene mas merecida. ◀Letter/Letter to the editor ◀Level 3 (Se concluirá.) ◀Level 2

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