Zitiervorschlag: Anónimo [Ventura Ferrer] (Hrsg.): "Núm. 39.", in: El Regañón general, Vol.2\39 (1804), S. 305-312, ediert in: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Hrsg.): Die "Spectators" im internationalen Kontext. Digitale Edition, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.5029 [aufgerufen am: ].


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Núm.° 39

Miércoles 16 de Mayo de 1804.

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Secretaría.
Correspondencia literaria del mes.

Concluye la Carta séptima puesta en el Número antecedente.

Ebene 3► Fabel► Dialog► Débiles mortales, respondió Xuijoto con una tierna sonrisa de compasion, vosotros lo quereis, yo satisfaré vuestros deseos, conocereis lo futuro, pero si al presentarse á vuestra vista los pesares que turbarán vuestra felicidad lloráis, llorad sobre vosotros acordándoos que no fué Xuijoto quien preparó vuestra desgracia, sino vuestra imprudente curiosidad. Despues mandó á Oradou repartiese unos anteojos de dos lentes, que tenian una virtud doble, pues por uno de ellos hacian patentes las dichas, y por el otro las desgracias que habían de suceder al que miraba con ellos. Hechos estos dones que le arrancaron los clamores de los hombres, volvió el dios á subir á los cielos con el mismo aparato que habia baxado, y oyendo los gritos de la alegría, y las acciones de gracias que repitiéron los hombres hasta que se ocultó en los luminosos atrios de su palacio. Si el dios les hubiera concedido un bien real, pero que no hubieran ellos penetrado, todos hubieran murmurado; accedió á su locura, y por todas partes hicieron resonar los transportes de su alegría. ¡Tan grande es nuestra ignorancia aun sobre el conocimiento de nuestros verdaderos intereses!

Si creemos á la historia, Oradou tomó la sustancia celeste, y obró acertadamente, porque era tal la confusion y apresuramiento con que todos le rodeaban para tomar los anteojos, que un cuerpo mortal hubiera sido infaliblemente sufocado. Pero [306] ¡cómo podré yo referir los diferentes efectos que produxéron estos maravillosos anteojos? Aunque tuviera cien lenguas me seria imposible; y así me ceñiré á contar ciertos pasages singulares.

Exemplum► Alina, joven hermosa de diez y seis años, fué la primera que satisfizo su curioso deseo; se habia introducido hasta el Ministro, y con una especie de violencia le habia arrancado de sus manos los anteojos. Viva, loca y jovial, enemiga de todo lo que se llama tristeza, reflexîon y pesar, evitaba hasta la sombra de seriedad, no aplicó á sus bellos ojos el cristal que profetizaba las desgracias, sino el que presentaba las dichas. ¡Cómo palpitaba su corazon de alegría al ver una felicidad tan completa como deseaba! Se vió hermosa, y tan hermosa que excitaba los zelos de la amistad; los ojos de sus rivales se encendiéron en ira al presenciar sus hechizos; los Príncipes de la tierra, los héroes del siglo se humillan á sus pies. Triunfante Alina en la embriaguez del orgullo y la gloria se creyó con suficiente fortaleza de ánimo para ver lo que mostraba el cristal opuesto; no dirigió ácia él mas que una sola mirada, y dio un penetrante grito. ¡Ay! este reynado seductor no debia durar mas que diez y ocho meses. ◀Exemplum Esa terrible enfermedad que destruye la hermosura debia oradar sus hermosas mexillas, engruesar su nariz fina y pequeña, y llenar de surcos su frente, asiento de las gracias. Alina tiene mil aduladores, pero una tristeza interna la devora; suspira á cada homenage que se la tributa, pues se acuerda que bien pronto se verá precisada á pasar el resto de su vida en una triste soledad. Si consulta á su espejo ya no ve estos ojos expresivos, este color hermoso, esta boca encantadora, no ve sino los surcos impresos para siempre por una mano desoladora. ¡Ah! si hubiera permanecido en su feliz ignorancia hubiera pasado á lo menos los diez y ocho meses entre los placeres de este incentivo dulce y engañoso: ¡qué desdichada se hizo por su curiosidad!

Exemplum► Misnar era honrado como el capitan mas valiente de la India; enmedio de la apretada multitud, la admiracion y respeto que inspiraba su nombre le dieron un libre paso, fué uno de los primeros que obtuvieron este triste presente, que recibió con una risa irónica, mostrándose indiferente y superior á su propio destino. Dirigió su vista al cristal de la dicha, y vió la victoria encadenada á su carro, ciudades subyugadas, pueblos vencidos, y poetas afanados por recoger sus famosos hechos para transmitirlos á la posteridad. Misnar hubiera vivido [307] largo tiempo lleno de placer y satisfacciones, pero quiso saber el fin de su triunfante suerte. ¡Qué mudanza! Un Rey zeloso le depone y destierra; los misinos á quienes habia colmado de beneficios le desacreditan á porfía; las estatuas que se le habian levantado son abatidas, y las inscripciones borradas. Misnar se queda inmóvil; se le vió años enteros insensible á los laureles que coronaban su frente; enmedio de las lucidas fiestas dispuestas en honor suyo oia una voz triste que le decia: Morirás en el destierro y en el olvido. ¡Quántas veces maldixo el instante en que deseó ver semejante paradero! ◀Exemplum

Exemplum► Se presentó despues la joven Elmira, en su frente se veia el mas vivo dolor; gemia baxo la tiranía de un esposo viejo, avaro y zeloso; todo el pueblo se interesaba por ella, pues su bárbaro padre habia apretado por fuerza los crueles nudos. Amaba en secreto al joven Damon, y era correspondida. Su seno, que animaba la juventud, palpitaba de temor al ver el anteojo profético, le tomó con mano trémula. ¡Temia leer en él su eterna desdicha! El amor y la esperanza la animaron á la primera mirada, y gritó diciendo: ¡O gran Xuijoto, qué bueno eres! ¿Quál era la causa de este grito de alegría? Veia el entierro del viejo, que lentamente se dirigia ácia el templo, en el que quatro meses despues no léjos de la sepultura de su tirano recibia al pie del altar la mano de su amante, que apretaba con absoluta libertad, coronando de este modo sus deseos y constancia. Esta imágen, que sola ella veía, la hechizó de manera que abrazó al septuagenario, que estaba á su lado, con los mismos transportes de alegría que si abrazase al mismo Damon, y el gotoso se admiró de tan tiernas caricias. Tuvo luego Elmira la indiscreta curiosidad de mirar el cristal opuesto, y vió á su tierno Damon convertido en tirano mas duro é inflexible que el primero, sus zelos eran terribles, y se veía precisada á huir á un Convento para ocultarse á sus rigores. El rostro de Elmira se cubrió de palidez, y el anteojo fatal se le cayó de la mano. ◀Exemplum

Exemplum► Adonan le cogió, estaba presente, y no pudo resistirse al exemplo general: no sabia que una sola mirada le costaria toda su felicidad. Supo inmediatamente que seria Grande del Reyno, obtendria títulos y honores, qual ninguno habia jamas tenido. ¡Qué corazon dotado de pasiones fuertes no es ambicioso. El destino le prometia además inmensos tesoros, y la hermosa Cleone por esposa. Sorprehendido de su feliz suerte quiso ver como se conciliaria el resto de su vida con los favo-[308]res de la fortuna. ¡Tan inmudables los consideraba en su interior! Pero ¿qué es lo que vió quando aplicó á la vista el otro cristal? Tantos enemigos como rivales; se acarreó el aborrecimiento universal porque habia dado á conocer demasiado la superioridad de sus talentos; se vió abatido porque su conducta fué altanera é insolente, su orgullo dió con otro orgullo mas superior que le humilló, y hizo reducirse al silencio; semejante á un viagero que habiendo llegado con trabajo á la cumbre de una montaña se extravía por una senda resbaladiza, y cae, rueda y se destroza en los precipicios, este ambicioso experimentó una funesta caida, que todos aplaudieron, vengándose de este modo de la soberbia con que habia despreciado á sus semejantes, y se grabó sobre su sepulcro un epitafio en demostracion de la alegría que habian todos recibido con su humillacion. ¡Infeliz Adonan! Quando su fortuna era dudosa tenia virtudes, y la razon reglaba el uso de sus talentos; el fatal conocimiento de la fortuna que le esperaba le hizo orgulloso, y causó sus desgracias. ◀Exemplum

Exemplum► Dos sugetos que mutuamente se despreciaban llegáron despues, el uno se daba el título de filósofo, y el otro el de poeta. Este que pasaba su vida adornando las ideas frívolas del siglo, que versificaba pequeñeces, y que algunas veces trataba de brillar con dichos libertinos que oia, y adornaba, fué el primero que tomó el fatal anteojo. Vió por el lado favorable ponderar sus librillos, los vió en los gabinetes, y en las faldas de las damas, que daban el título de delicioso y de encantador á su autor; pero volvió el anteojo, ¡qué rabia! toda su gloria habia de durar quince años, y aun en vida veria sumergidos sus deliciosos escritos en el rio del olvido. El filósofo vió con placer la confusion de su compañero, y tomó el anteojo; por la parte favorable vió al Genio en persona; era un ángel hermoso, resplandeciente de gloria, una llama pura y sagrada brillaba sobre su frente. El filósofo le juzgó símbolo de su gloria inmortal, y volvió el anteojo por la parte adversa. ¡Qué mutacion! El ser brillante y luminoso se fué, en su puesto se ve una furia que ataca los dogmas, destroza los sagrados apoyos de la humanidad, echa por tierra la esperanza y consuelo de los desgraciados, rompe la efigie de la sublime moral, sumerge el espíritu en dudas espantosas, respirando solo la peste de la disolucion y el ateismo. El que se llamaba filósofo se llenó de admiracion, no sabia que el abuso de las luces del Genio podia producir aquel espantoso monstruo; no creyó al cristal [309] profético, que intentó hacer pedazos, proponiendo siempre seguir en la investigacion de la verdad. ◀Exemplum

Jamas concluiria mi narracion si hubiera de referir todos los sucesos que ocasionaron los fatales anteojos; todos fuéron muy semejantes á estos, y por todas partes se veian funestas conseqüencias de la curiosidad de los necios mortales, quienes viendo aumentarse sus desdichas con el conocimiento de lo futuro, llegáron á cometer la injusticia de quejarse de Xuijoto porque les habia aumentado sus desgracias. ¿Para qué atormentarnos con esta ciencia funesta? decian; sin ella se nos hubieran ocultado en estas horas agradables las futuras desgracias, y á lo ménos hubieramos sido felices al presente.

Xuijoto escuchó estas nuevas quejas de los hombres, y movido, no de ellas, sino de su clemencia, volvió á llamar á Oradou, y les quitó el don fatal de poder leer en estos malditos anteojos sus futuros destinos. ◀Dialog ◀Fabel

Obremos pues, conforme lo exîgen nuestros deberes, y fiados en la sabia Providencia, debemos á su cuidado el arreglo del por venir; su conocimiento no nos haria ni mas felices ni mejores de lo que al presente somos. Salud y amistad.

Valella. ◀Ebene 3

CARTA OCTAVA.

Ebene 3► Señor Regañon: En una de las tiendas Barberías de esta Corte acostumbramos á juntarnos, para pasar con ménos molestia las pesadas noches de esta temporada, unos quantos escribientes compañeros y amigos mios, un mancebo de boticario y algunos otros que, reunidos con los dos mancebos del barbero, formamos una regular tertulia. Metatextualität► Compramos por turno el periódico que vmd. publica, y nos instruimos y divertimos á un tiempo. Confieso á vmd. con ingenuidad que de todos quantos papeles hemos leido, ninguno ha gustado tanto á mis contertulianos y á mí como la chistosa carta que el Anónimo inserta contra el Doctor Brown en los Números 18, 19, 20 y 21, que oxalá hubiera ocupado otros setenta mas. Es imposible, señor Regañon, que pueda vmd. formar idea de lo mucho [310] que nos complació ver como sacude el polvo á ese veneno de Brown. ¡Qué dichos! ¡Qué chuscadas! ¡Qué ocurrencias! ¡Quánto no nos hizo reir aquello del fango de la incitabilidad! Pues ¿y el chasco del joven browniano? Estaban afeitando á uno, y con la risa le pusieron como á un San Bartolomé. ¿No digo nada del golpe del incitatitus del caballo de Calígula? ¿Y la comparacion de los alvercoques? ¿Y las coplas? ¿Y el haber visto al Doctor Brown vestido de cueros con su capa raida, y una corona de pámpanos? ¡Qué borrachon seria! El mancebo de boticario juró y perjuró que era imposible no tuviera el Anónimo la cabeza mas deshecha para componer entremeses y coplas que se pueda discurrir. Bien que á mí me hacia cosquillas la capa, porque los ingleses no la usan, pero esto se le debe disimular, aunque no sea mas que atendiendo á lo mal que habla de Brown, y al laudable proyecto que ha concebido de resucitar en esta nuestra edad de hierro la muerta y extinguida secta de los empíricos. ¡Caramba! ¿Sabe vmd. que seria esto muy útil? ¿Sabe vmd. que puesto este hombre á la cabeza de los curanderos haria diabluras, y no dexaria títere con cabeza? ◀Metatextualität Pero amigo, como en esta picara vida no puede haber ningun gusto cumplido, estando todos en lo mejor de nuestra conversacion y algazara, Allgemeine Erzählung► entró en la tienda un hombre flaco y descolorido, que movido de compasion venia á llamar al Maestro para que fuera á sangrar inmediatamente á un enfermo que estaba de mucho peligro. Despues supimos que el tal era un médico de esta Corte, que sin embargo de tener buen corazon, era un hombre de ideas raras y extravagantes. Dialog► Viéndonos tan risueños nos preguntó la causa, y apénas se la diximos, que oxalá no lo hubieramos hecho, quando todo temblando, balbuciente, encendido el rostro, y echando fuego por los ojos, nos dixo: Que menospreciaran al Doctor Brown las Academias de los sabios, y los hombres sensatos é instruidos, se deberia tener sin duda por un desdoro y afrenta irreparable; pero que un practicanton que no ha saludado la medicina, ni ninguno de sus ramos auxîliares, se entrometa á morder y satirizar las ideas y conocimientos con que ha enriquecido á esta ciencia un hombre verdaderamente sabio y filósofo, se debe mirar con el mas alto desprecio. ◀Dialog Porque ¿qué peso merece la opinion de un hombre que por mas esfuerzos que hace, segun dice, no puede comprehender lo que es incitabilidad? ¿Qué esperanzas podremos formar de que haya entendido lo que es sensibilidad y fuerza irrita-[311]ble? Y por lo tanto, ¿qué juicio: formaremos de sus conocimientos fisiológicos y médicos, al verle proponer lleno de orgullo, y con un ayre de triunfo, la qüestion escolástica, ridicula y pueril de si la incitabilidad es una propiedad ó un ser material? ¿Qué deberemos pensar de su filosofía? ¿Qué conocimientos tendrá este zoylo de la propiedad de atraccion, y de las verdades y sistemas fundados en ella? ¿Qué se figurará del magnetismo? ¿Qué de la propiedad sensible de la hebra nerviosa y muscular? Soñaba verdaderamente este hombre quando escribia. Pero ¿á dónde voy á parar con mis raciocinios? Caeria en el culpable defecto de hacer aprecio de lagartijas si insistiera en hablar contra un criticastro, que al paso que ataca con chocarrerías y bufonadas indecentes unas verdades sólidas é inconcusas, y unos principios luminosos, sencillos y fértiles en máximas preciosas, desconoce las objeciones fundadas que se pueden hacer justamente á varios puntos de la doctrina de este sistema. Entonces dudaria del mérito del Doctor Brown quando lo aplaudiera un necio semejante. Me excita á compasion la ceguedad y fanatismo del Anónimo, porque cierra los ojos á la luz, la huye, y su amor propio será siempre un obstáculo insuperable para la rectificacion de sus ideas, y total conocimiento de sus errores; pero compadezco infinitamente mas á los incautos que seducidos por la charlatanería y demas qualidades extrínsecas de ese curandero, cometan el error indisculpable de confiarle su viday salud. Los lloros amargos y el arrepentimiento profundo serán el fruto de su punible confianza, porque si hasta aquí el Anónimo era un mochuelo oculto, se ha hecho ya un sapo público con los varios folletos que ha publicado, texidos todos de sandeces y chocarrerías. Quien afirma que la medicina es incompatible con la filosofía, da la prueba mas palmaria de los conocimientos que posee de una y de otra, y por lo tanto nos pone en estado de formar las reglas de conducta que deberemos observar con relacion á él. Por cierto que merece este hombre un castigo mucho mas severo que el que indica él se debia dar á los autores de los sistemas, cuya voz, por no haber leido á Loch, Condillac, Harris, y otros buenos lógicos, confunde torpemente con las hipótesis, ignorando aun hasta la acepcion de las palabras, y desconfío que jamas pueda a este hombre ser médico, porque quien se dedica á chocarrerías, copias, versos y equivoquillos, verdaderamente tiene un talento incompatible con la medicina, cuyas verdades, [312] segun la expresion de un médico filósofo, Zitat/Motto► non imaginationis poeticae, saltantisque spiritus, sed lentae observationis, et profundae reflexionis producta sunt. ◀Zitat/Motto Presente está el fruto que se saca de semejantes papelotes, alucinar y preocupar á los no instruidos. Y sin decir mas palabra, ni aguardar respuesta, salió como un toro de gijon, habiendo pegado tal portazo, que de poco rompe las celosías, vacía, y demas adherentes de la Barbería. Considere vmd., señor Regañon de mi alma, como nos quedariamos oyendo aquella rastra de picardía; ◀Allgemeine Erzählung Metatextualität► y así, para que si acaso llegan á sus oidos no se desanime, escribo este papel por si vmd. me favorece insertándolo en su periódico, y por medio de él rogamos encarecidamente al señor Anónimo, interponiendo en caso necesario la autoridad é influxo de su amigo y compañero Zabala, que no dexe de escribir, y hacernos reir con sus críticas, que á bien que si hay alguno que otro raro y afilosofado que las desapruebe, para eso estamos otros muchos que las celebramos, aplaudiendo tanto chiste y bufonada; además, que este es el camino mas corto de hacerse visible. ◀Metatextualität Es su servidor

El Apasionado de la gente de gusto. ◀Ebene 3 ◀Ebene 2

Con Real Privilegio.
Madrid

En la Imprenta de la Administracion del Real Arbitrio de Beneficencia. ◀Ebene 1