Sugestão de citação: Anónimo [Ventura Ferrer] (Ed.): "Núm. 32.", em: El Regañón general, Vol.2\32 (1804), S. 249-256, etidado em: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Ed.): Os "Spectators" no contexto internacional. Edição Digital, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.5022 [consultado em: ].


Nível 1►

NÚM.° 32.

Sábado 21 de Abril de 1804.

Nível 2►

SECRETARÍA.
CORRESPONDENCIA LITERARIA DEL MES.

Concluye la Carta nona puesta en el Número antecedente.

Nível 3► Carta/Carta ao editor► Luego que exîste el hombre, su razon, sus necesidades, y todo quanto le rodea le excitan á reflexîonar ya sobre el remedio de aquellas, ya tambien sobre quanto ve y percibe. La curiosidad puede excitarle á reflexîones abstractas, pero sus necesidades que á cada momento se acrecientan, le forzarán á aplicar á sí propio todo quanto conoce, y hacer uso de todas las cosas para su bien estar.

Este puede ser el origen de la filosofía, á lo menos asi me lo dicta mi razon; y por tanto desde que hubo hombres tuviéron necesidad de ser filósofos, y lo serian en parte, pues además de lo que nos dice la Revelacion de la sabiduría de Adan, con precision tuviéron desde el principio de su existencia que aplicarse al conocimiento de la naturaleza para el remedio de sus necesidades, y cumplimiento de quanto les dictaba la razon.

Estos conocimientos en su principio superficiales y de corta extension, se acrecentáron en razon de la multiplicacion de la especie, y de la reunion familiar; pues no sucede á los hombres lo que á los brutos, que no adelanta el uno mas que el otro, por lo que siempre subsisten en un mismo estado sus operaciones, sino que el distinto modo de percibir, aun una misma cosa, los hombres, produce diversas ideas y combinaciones, que reunidas después dan gran adelantamiento á los conoci-[250]mientos. Por tanto, no solo fuéron éstos creciendo con la especie, sino que la reunion de familia, que creo tambien tan antigua como los hombres, hizo concebir la idea de otra reunion mayor de muchas familias, que juzgo seria el origen de las sociedades civiles.

Inmediatamente que se formaron las sociedades crecieron en gran manera los conocimientos por la reunion de las luces de los individuos, y para entenderse mutuamente se inventaron términos con que clasificar y poner orden en estos conocimientos, el qual se ha ido rectificando mas y mas segun se han aumentado aquellos. En conseqüencia de esto, y no siendo todos capaces de reflexîonar á fondo sobre sí mismos, ni exâminar con acierto las relaciones de todas las cosas con nosotros y nuestra felicidad, aquellos hombres que por profesion se dedicáron con esmero á estas reflexîones fuéron llamados sabios, como lo testifica la historia de todos los pueblos. Tales y Pitágoras en la Grecia juzgáron poco exacto y demasiado fastuoso este título, y tuviéron razon en verdad, pues la perfecta sabiduría podremos saber quando mas en qué consiste, y desearia, pero nadie es capaz de poseerla. Por tanto substituyeron en su lugar el título de filósofos, es decir, amantes de la sabiduría, denotando claramente unos hombres dedicados á descubrir lo verdadero y honesto, y obrar arreglados á estos principios.

Pero aquí mi admiracion, señor Presidente, desde este mismo tiempo se empezó á abusar de este título, dándosele á quien menos le merecia. Llamóse entonces filósofos á una multitud, que empeñados (segun ellos decian) en investigar la verdad, y mejorar las costumbres de sus semejantes, enseñáron tantos errores, quantos son sus innumerables sistemas, lo que hizo decir al orador de Roma que Citação/Divisa► ningun error hay por excesivo que sea que no tenga por defensor algun filósofo. ◀Citação/Divisa Mejor hubiera dicho los que llamamos filósofos. ¿Por qué se han de atribuir la filosofía los errores de los hombres, aunque ellos digan al proferirlos que son máxîmas que les ha dictado su reflexîon al inquirir lo verdadero y honesto? La filosofía enemiga de errores y contradicciones aborrece los absurdos y delirios que degradan y corrompen la humanidad en vez de ilustrarla y mejorarla.

Siguió con el tiempo el abuso, y se dió por todas partes el título de filósofo á qualquiera que se dedicaba á explicar los fenómenos de la naturaleza, especialmente si, lo hacia con acier-[251]to. Pero se olvidáron los hombres de aquel tiempo de que la filosofia no se contenta con observar los astros, ni la posicion de las montañas, ni las celdillas de las abejas, sino que, uniendo estos á los demas conocimientos, se ocupa en ilustrar el entendimiento para rectificar el corazon.

Creció de un modo escandaloso el abuso en los siglos bárbaros; bastaba copiar los restos desfigurados de Aristóteles, y saber decir las voces de barbara, celarem, darii, ferio, baralipton, &c. y la xerga que las acompaña, para apropiarse el título de filósofos, sin considerar que aun callando lo muy desfiguradas que estaban las obras de Aristóteles, sin embargo de que fuese un grande hombre de la antigüedad, no está ligada la filosofía á sus lecciones.

No dexó de seguir el abuso aun con el restablecimiento de las ciencias dióse el nombre de filósofos á los que pusiéron método en las ciencias naturales, é inventáron nuevos sistemas. No reflexîonáron que la filosofía, enemiga de incertidumbres, escucha los sistemas que pueden servir para el adelantamiento de los conocimientos, pero léjos de preocuparse por alguno, solo abraza las verdades, y dirige los afectos del ánimo. No debe negarse que es una ocupacion útil el proporcionar por sistemas probables el adelantamiento de las ciencias: tan decorosa ocupacion es digna de la estimacion pública; sus autores son nombrados con honor y respeto en la sociedad; nadie los respeta mas que yo; pero, perdónenme, es abuso llamarlos por eso filósofos.

No se ha desterrado el abuso aun en los últimos siglos de luces. El vulgo literato (que no es de corto número) ha llamado filósofos á cierta clase de hombres estrafalarios, que afectan una vida singular, cuya ocupacion única es la ociosidad mas reprehensible; que usando un lenguage ininteligible se toman la libertad de disertar sobre todas materias con la osadía mas imprudente; que hacen pública ostentacion de descontentadizos, severos, murmuradores, satíricos, y despreciadores de todo lo que no les es propio. ¡Necedad sin exemplo! ¿Es acaso la filosofía maestra de la incivilidad, la discordia y misantropía?

Pero aun ha crecido mas el abuso del nombre filósofo. ¡Quién lo creyera! Ha llegado la profanacion hasta el extremo de dar tan respetable título á los turbadores de la tranquilidad pública, á los fomentadores de sediciones y turbulencias, á los atrevidos profanadores de los mas sagrados misterios, víncu-[252]los los mas esenciales para la subsistencia de la sociedad, a o enemigos de su propia especie, en una palabra, á los libertinos y espíritus fuertes. Y ¿por qué? Por haber escrito una historia filosófica, unas reflexîones filosóficas, unas qüestiones filosóficas, unos ensayos filosóficos. Válgales Cacaruco con tanto filosofear. Ellos se lo dicen, ellos se dan el título, y nosotros porque les oimos que escriben filosóficamente, ¿les hemos de creer baxo su palabra, y darles el título de filósofos? Vayan enhoramala con sus quisicosas (pues yo jamas daré otro nombre á sus falaces y engañadores escritos), puesto que ni aun á ellos mismos les produxéron otro bien que el terrible é incomparable mal de la incertidumbre en los puntos mas esenciales, y no ha causado otro efecto en la sociedad que perturbar muchas cabezas bien organizadas, y que podian haber sido utilísimas á la humanidad. La filosofía procura la felicidad a los hombres, y es malísimo camino para lograrla la inquietud interior que produce la incertidumbre, y todavía peor el introducir la discordia, la desunion de ideas, y el descontento con la vida social entre los hombres, en cuya compañía hay precision de vivir. Me pasma cada vez mas que se haya dado el respetable título de filósofos á unos fanáticos delirantes, los mas viles entre todos los viles, merecédores de la infamia publica, y dignos de ser arrojados á los desiertos á comer yerba con los brutos, como algunos parecia deseaban; pero á buen fe que no lo hiciéron. ¡Ah! Bórrense sus nombres, y perezcan en el olvido sus infames producciones.

Olvidemos tal abominacion, y veamos de que modo se da el título de filósofo por los hombres sabios, ó instruidos. En las Universidades se llama filosofía el conjunto de ciencias denominadas Lógica, Metafísica, Física y Moral. Ciertamente no hay conocimiento alguno humano que no tenga conexîon con estas quatro partes de la filosofía, y en esto las Universidades comprehenden muy bien la parte teórica de la filosofía. Pero debo advertir que si se entienden estas quatro partes conforme estan escritas por Goudin, Jacquier y otros, de ningun modo es la filosofía, completa, no, ésas deberian llamarse ciencias de raciocinio, ó naturales, pero no filosofía, pues falta mucho que saber despues de esto. Pero pasemos, adelante, estudia un joven el Jacquier, ú otro elementista, añade algunas otras nociones de la misma clase, es exâminado por diferentes maestros de estas ciencias, y si se le encuentra instruido en ellas se le da con pompa el título de filósofo. Tal vez me tendrá vmd. por [253] atrevido, pero no puedo ménos de decir que tambien abusan las Universidades en dar por esta causa el título de filósofo.

En primer lugar es muy distinto saber las reglas de un arte, y ser realmente artista, y en segundo la filosofía no se liga solo á las ciencias referidas, todas tienen un vínculo que las une, y la union de ellas hace el complemento, la filosofía.

Aun suponiendo que estos jóvenes estuviesen muy instruidos en la parte teórica, cómo los escritores que se dicen filósofos, no merecian este título; digo, de ellos lo que cierto crítico, dixo de Malebranche, Citação/Divisa► mas bien fue un escritor de metafisica, que un metafísico; ◀Citação/Divisa más bien se deben llamar escritores de filosofía instruidos en sus doctrinas, que filósofos. Es cierto que tienen mucho adelantado para serlo; Descartes, Galileo, Newton, Loke, Condillac, &c. &c. son nombres que deben ser honrados en todos los siglos, pero, no con el título de filósofos.

El filósofo no es el instruido, el ilustrado en las ciencias filosóficas es el que las sabe y practica su doctrina. El filósofo raciocina, reflexîona sobre todas las cosas, busca sus causas sin adherirse mas que á la verdad, pero al mismo tiempo cumple los deberes propios de su ser. Si pues todos los dias vemos con dolor que las prodigiosas luces y talentos del primer orden no impiden la seduccion de las pasiones; si sabemos que hay hombres singulares que escriben luminosas doctrinas capaces de hacer de la tierra un segundo paraiso, y que al mismo tiempo presentan en sus acciones un exemplo que imitado volveria la tierra en un infierno; si esto lo vemos, lo palpamos, ¿cómo podremos dar el título de filósofos á éstos hombres? no, yo les llamaré ilustrados, eruditos, pero no filósofos.

No nos engañemos pues, para merecer este augusto título no basta recitar, saber, ni explicar las máximas filosóficas, es preciso además practicarlas. Es forzoso, hacerse superior á las preocupaciones, despreciar todo género de error, desechar los fantasmas de la imaginacion, no enredarse en sistemas ideales adquirir una noble superioridad sobre las opiniones; es necesario hacerse dueños de sí mismos, refrenar y dominar las pasiones, y resistir con valor á las continuas seducciones de los sentidos. Es difícil conseguirlo, pero á este y no á otro precio se adquiere el título de filósofo, pues solo quien obre así tendrá ilustrado su espíritu, y rectificado el corazon.

No dexó de tener muy buena idea de este nombre augusto Pitágoras, que preguntado ¿qué cosa era ser filósofo? respon-[254]dió: Nível 4► Citação/Divisa► El filósofo es el sencillo observador de quanto pasa en el mundo: dócil al ergo de la razon, jamas se apasiona, ni obra con precipitacion; léjos de dar en cara á los hombres con sus defectos, llora las desgracias de los que se extravían, y se dexan dominar de sus pasiones; en una palabra, es el que únicamente puede felicitarse de ser verdadero hombre. ◀Citação/Divisa ◀Nível 4 Pero quien sabia con perfeccion lo que es ser filósofo, fué el que dixo: Nível 4► Citação/Divisa► Los pueblos serian felices si los filósofos fueran Reyes, ó los Reyes filósofos. ◀Citação/Divisa ◀Nível 4 Quando veamos pues un hombre apasionado solo de la verdad, que no pierde ocasion, ni perdona fatiga ni trabajo para ilustrarse; que jamas hace daño á nadie; que todos encuentran en él un fiel servidor; que cumple con exâctitud los mas pequeños deberes; que vive con la ni mayor tranquilidad aun enmedio de tormentas y borrascas; que no cede al peso de los abatimientos y humillaciones; que lleno de bondad escucha tranquilamente los mas punzantes dicterios; que jamas es dominado de la tristeza, aunque se vea oprimido de los mayores males; que domina de tal modo sus pasiones, que saca grandes utilidades de lo que tantos males resultan á los demas hombres; que es un buen padre, buen hijo, mejor esposo, recto magistrado, militar valiente, ilustrado político, llenando en todas los estados el colmo de obligaciones que le imponen la sociedad y la naturaleza; que veria en fin sin susto desquiciarse el Universo, dexándose tranquilamente sepultar entre sus ruinas, formemos andas de nuestros brazos, coloquemosle en ellas, y proclamémosle filósofo.

Compare vmd. pues, señor Presidente, con este diseño los hombres, y de este modo verá si son filósofos; y puesto que tan difícil es conseguir este título, el mas honroso de todos, excite vmd. á que no le prodiguen con tanta facilidad, mueva los corazones á que se empeñen en merecerle por su ilustracion y virtudes, mas bien que con los méritos que hasta al presente nos quieren hacer valer. De este modo prosperaria la literatura, se perfeccionaria la educacion, se mejorarian las costumbres, y serian felices las naciones. Saludo á vmd. amistosamente.

Valella

Nota. El lector habrá conocido por mis reflexîones que el héroe filósofo debe profesar la religion católica. La razon le obliga á conocer que exîste un Ser supremo, como dice la Igle-[255]sia católica; que hay una revelacion divina, con la certeza y autenticidad que le presenta la misma Iglesia; y una vez convencido de estas verdades dexaria de ser filósofo si no creyese los dogmas, ó no obrase conforme á la moral que contienen estos libros, preciosos monumentos del amor que profesa á los hombres el gran Ser que los hizo de la nada. ◀Carta/Carta ao editor ◀Nível 3

CARTA DÉCIMA.

Nível 3► Carta/Carta ao editor► Señor Regañon: ¿Quién creyera que entre tantos millones de hombres como pueblan el orbe, y que desean ser tenidos por sensibles, haya tan pocos que verdaderamente lo sean? En efecto, vemos las calles y plazas inundadas de infinitos pordioseros, que el fluxo de la necesidad ha arrancado de sus hogares con sus numerosas familias para buscar el sustento en las villas y ciudades. ¿Y lo hallan? Hallan sí, pero muchos de sus semejantes que, como si fuesen de una naturaleza superior á la suya, los desprecian, y apénas oyen sus lastimeros ayes vuelven los ojos á otra parte, procurando cerrar de este modo todos los caminos que pudieran conducirlos á la compasion: hallan muchos hermanos suyos que, no contentos con negarles el socorro que necesitan, forman un espectáculo de sus mismas miserias, y se divierten remedando sus peticiones, y ridiculizando hasta aquellos miserables andrajos que la necesidad les previene para cubrir su desnudez: hallan finalmente algunos que, en el momento mismo en que les alivian, les hacen sentir todo el peso de su miseria en el orgullo y altanería con que les dispensan sus socorros. ¿Y deberemos llamar á éstos humanos y compasivos?

¡Infelices! No conocen el dulce placer que resulta de haber socorrido al indigente, y de tomar parte en sus necesidades, y no han gustado aquel consuelo, que tal vez arranca lagrimas á un corazon tierno y sensible al ver el reconocimiento de una familia que ha probado los efectos de su beneficencia.

Citação/Divisa► Dios te ampare, no hay ahora, ◀Citação/Divisa es la mas comun respuesta que oye el indigente de aquellos mismos que siempre tienen para gastos superfinos, y aun quizá… Si consideraran [256] que las sobras de su mesa pudieran hacer la felicidad de uno ó muchos hermanos suyos; si reflexîonaran que el producto del mantenimiento de sus perros y caballos, &c. bastaria acaso para el de una familia dilatada, ¿dexarian perecer á esta miseria por atender á otros objetos tan futiles y vanos en comparacion?

Estos sentimientos despedazan mi alma: haga vmd. ver, lo juzga conveniente, á estos seres orgullosos, que son tambien hombres débiles y flacos; que estan sujetos á los reves de la fortuna; que por un accidente imprevisto, en el momento en que ménos lo esperan, se pueden ver reducidos estado que aquel infeliz de quien apartan los ojos; que todo hombre social debe contribuir á la felicidad de sus semejantes, y tomar parte en sus mismas miserias; que la verdadera posesion de las riquezas consiste en saberlas distribuir; que el medio mas eficaz para atraerse el amor y estimacion sus conciudadanos es el de aliviar sus necesidades; y que todos debemos prestarnos auxilio si queremos hallarlo. Queda de vmd. muy suyo

Modesto Prudencio. ◀Carta/Carta ao editor ◀Nível 3 ◀Nível 2

CON REAL PRIVILEGIO.
Madrid

En la Imprenta de la Administracion del Real Arbitrio de Beneficencia. ◀Nível 1