Núm. 31. Anónimo [Ventura Ferrer] Moralische Wochenschriften Klaus-Dieter Ertler Herausgeber Elisabeth Hobisch Herausgeber Pascal Striedner Mitarbeiter Sarah Lang Gerlinde Schneider Martina Scholger Johannes Stigler Gunter Vasold Datenmodellierung Applikationsentwicklung Institut für Romanistik, Universität Graz Zentrum für Informationsmodellierung, Universität Graz Graz 28.06.2019

o:mws.7880

Anónimo: El Regañón general ó Tribunal catoniano de Literatura, Educacion y Costumbres. Madrid: Imprenta de la Administracion del Real Arbitrio de Beneficencia. 1804, 241-248 El Regañón general 2 31 1804 Spanien
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Núm.° 31.

Miércoles 18 de Abril de 1804.

Secretaría.Correspondencia literaria del mes. Carta octava.

Señor Regañon: No puedo menos de trasladar brevemente en esta carta la conversacion á que dió lugar el prospecto de las Variedades de ciencias, literatura y artes entre mi amigo el Indiano y un servidor de vmd., luego que lo leimos en una Gazeta de estos dias pasados. Tengo entendido, dixo, que de algun tiempo á esta parte se publican en la Corte varios papeles periódicos, cuyos autores, sea por qualquier fin, son dignos del mayor elogio y gratitud, pues ellos instruyen y se hacen útiles esparciendo buenas y sabias ideas pero me parece que hasta ahora no han perfeccionado su intencion. ¿Cómo es esto, señor Don Canuto? le repliqué. Sí señor, me respondió, no me negará vmd. que el único fin que debe tener el autor de un periódico es el que haya muchos que le lean, pues de esto resulta el laudable fin que se propone, esto es, el de trabajar útilmente en el aumento de su peculio, y en la propagacion de las luces é ideas que quiere esparcir en el público. Yo estoy persuadido que para conseguir esto no han dado todavia en la tecla de mover la curiosidad del baxo pueblo: curiosidad que una vez animada y promovida seria el único medio para hacer amar la lectura no solo á los menestrales sino á otra clase de gentes ricas y ociosas que primero tomarán una amarga purga que un libro en las manos; y es que en estos papeles se insertase junto con las máxîmas útiles y de instruccion todo quan-to pudiera avivar la curiosidad mas frívola ó ridicula de necios y sabios.

Por exemplo, yo quisiera se pusiese en ellos quanto ocurre de particular en la sociedad, sea por lo ridículo, por lo criminal, por lo benéfico, ó por lo indiferente. Por lo ridículo entiendo aquellos sucesos á que da lugar la extravagancia de o hombres, como son chascos, enredos y petardos para conseguir este ó el otro fin, entrando en este número fingimiento de personages, cartas supuestas, lances extravagantes que suceden, y ardides ingeniosos que suelen tener los hombres para lograr su buena ó mala intencion. Por lo criminal entiendo la relacion de los robos que se cometen en toda España, tanto en las ciudades como en los caminos, los asesinatos y muertes violentas, y toda especie de delitos, las prisiones y arrestos de estos malvados, sus sentencias y execuciones públicas: quisiera tambien que se hiciese notorio al público los extraordinarios pleitos que algunas veces hay en las Audiencias, y los mas notables que suelen ocurrir en los pueblos; y quisiera finalmente que se noticiase, si posible fuera, al cabo del año los destinados á los presidios por sus crímenes. Por lo benéfico celebraria se hiciera conocer al público los sugetos que se dedican en los pueblos y ciudades al alivio de los pobres y bien de sus semejantes, esto es, al que fomente la agricultura; al que propague las patatas; al que enseñe el método de hacer el buen pan de trigo mezclado con ellas; al que propague las cocinas y chimeneas económicas del Conde de Rumford, las nuevamente inventadas por el ciudadano Thilorier; al que promueva las instrucciones económicas del ciudadano Cointeraur acerca del fuego; al caballero ó Cabildo Eclesiástico de alguna ciudad que quiera, tomando por modelo la Sociedad establecida en esta Corte para enseñar á los presos, y hacerles mas tolerable la desgraciada suerte de estar encerrados en las cárceles, establecerla en sus pueblos ó ciudades; al que haga donaciones y limosnas así en vida como en muerte á los Hospitales, Niños expósitos y Casas de Misericordia; al que funde escuelas para la enseñanza de los niños de ámbos sexôs; al que las promueva y se aplique á su cuidado, y enmiende los defectos de las que exîsten, &c. &c. Por lo indiferente entiendo las fiestas públicas y toda clase de diversiones de la capital y demas ciudades del reyno, con los sucesos que en ellas ocurrieren, las ferias, y el progreso ó decadencia de ellas, las romerías, y en una palabra, quisiera se insertaran quantas noticias pudiesen mover la curiosidad del mas baso pueblo, para que adulando en cierto modo su gusto, ver si se podia por este medio lograr el que se amase la lectura, y se hiciese asi mas industrioso, mas trabajador, y mas suave en sus modales.

Amigo mio, yo ignoro si vmd. habrá estado en América, pero si ha estado es preciso le hayan chocado y descalabrado las respuestas desabridas y desentonadas de las castellanas del baxo pueblo. Las mugeres de allá, sea por el motivo que se quiera, tienen una dulzura en su voz, una suavidad en su acento, una modestia, aunque sea aparente, en sus modales, acompañada de las inestimables gracias de su sexô, que aprisionan al hombre mas feroz; pero nuestras paysanas ¡válgame Dios! respuesta hay de ellas que aterra á un hombre mas que un espantoso trueno, y en vez de derramar estas mugeres el consuelo, la paz y el agado en el corazón del hombre, para lo qual las ha destinado la naturaleza, parece que no pueden proporcionar ninguno de estos alivios; y desengañémonos, señor Don Cirilo, miéntras la educacion no enmiende esto, no hay remedio. Es verdad, señor Don Canuto; quanto me alegro haber encontrado con un Indiano observador que apoya muchas de mis opiniones, pues yo por haber viajado algo, encuentro esta misma diferencia; por lo tanto, aunque no soy de tanta edad como vmd., creo que en punto á cierta cortesía y afabilidad en el baxo pueblo hemos ganado algo de unos veinte años á esta parte, que se han dulcificado las costumbres, y asi me parece que se cometen hoy dia menos muertes alevosas que ahora veinte años; que hay menos riñas y palizas de pueblo á pueblo; que aunque haya tantos robos, no estan acompañados de tantos homicidios; creo aumentado el luxo, pero mas el de ostentacion que el útil para la salud y el aseo; que se ha adelantado en las comodidades de la vida, perfeccionado algun poco mas las artes, circulado algun tanto mas las Riquezas, y por consiguiente dulcificado las costumbres desde este tiempo.

Por estas razones me parece excelente el pensamiento de vmd. acerca de los redactores de los periódicos; pues es claro que además de la utilidad que les deberia resultar, ilustrarian mas por las razones expresadas, y estas mismas noticias tan frívolas como parecen, servirian á los sabios para saber el estado de la nacion acerca de sus usos, inclinaciones, costumbres, y adelantamientos de las ciencias, civilizacion y artes. Por una cosa semejante á esta, esto es, por tener la curiosidad de leer las gazetas extrangeras, he adelantado mis pensamientos hasta asegurar que debe prosperar la agricultura en nuestra España, y formarse sociedades tan útiles á la humanidad, como han sido á la Religion las fundaciones de las órdenes religiosas; pues es forzoso imitemos á las demas naciones en una cosa tan buena, tan útil y ventajosa. ¡Qué ventajosa ni útil! Necesaria, precisa é indispensable dirá vmd., replicó mi Indiano, pues ¿no hace vmd. la consideracion de siendo tan necesarias hasta ahora, quánto mas deberán serlo despues de la invencion de la vacuna? ¿Cree vmd. que esta invencion tan simple y buena como es no ha de formar época en la historia del género humano? Que ¿es niñería el aumento en la poblacion de que va á inundarse la Europa y el mundo entero? Y si al presente quando el cielo no favorece con medianas cosechas á una nacion se padecen tantas miserias y calamidades, ¿qué será entonces? Veo que ha de ser forzoso el que toda la aplicacion de los chinos ácia la agricultura, su esmero é industria, hijas de la necesidad, pasen á la Europa. Veo admitidas todas sus sabias leyes, y hasta las bárbaras, pero necesarias que tienen, supuesto que rebosando la poblacion, y apurados todos los medios de hacer producir la tierra, no basta está á mantener sus habitantes. Así me parece que será, señor Don Canuto; pero dexando esas reflexîones, demasiado exâgeradas á causa de su filantrópico genio, para los legisladores que deben venir dentro de un siglo, ó algo mas, déxeme vmd. seguir con mis ideas sobre el fomento de la agricultura y bien general de la nacion, las quales, como dixe á vmd. anteriormente, me recrean y llenan de gozo al ver por los papeles públicos de la Europa quanto han ganado estos sentimientos de generosidad ácia la sufriente humanidad de poco tiempo á esta parte. Las gazetas extrangeras, y el Monitor principalmente, ocupan hojas enteras llenas de las donaciones, mandas y legados, todos para hospitales, hospicios, casas de educacion de pobres, escuelas gratuitas para los hijos de los defensores de la patria, institutos para fomentar la educacion del baxo pueblo, las ciencias y las artes, &c. y como esto va formando opinion, y conocen los Gobiernos la ventaja de la ilustracion general, es preciso, señor Don Canuto, llegue, aunque poco á poco, á nosotros; y así consolémonos, que dentro de cien años ó poco mas, espero se verán frondosos bosques en las Castillas, casas de campo y grangerías donde se crien animales de luso y utilidad; vacadas, que fomentadas por la libertad con que el propietario podrá disponer de ellas segun la utilidad que crea conveniente á sus intereses, darán multitud de bueyes y vacas que ayudando al labrador en el cultivo de la tierra, le alimenten despues con sus carnes en la vejez, dexándole con sus pequeños hijos la continuacion de estas riquezas, aumentadas por la industria con la sobrante leche (no muy de sobra en nuestros dias) que se empleará en deliciosos y baratos quesos, competidores de los mas exquisitos de Holanda y de Inglaterra. Espero que quando el caminante extrangero divise de lejos un suntuoso edificio cercado de unas elevadas y extendidas tapias, viéndose superiores á ellas copiosos árboles, deliciosos frutales, y que pregunte qué objeto tiene aquel edificio, á qué está destinado aquel y otros que se divisan de léjos, se le responderá: Señor, este sirve para recoger los pobres y viejos labradores que los imprevistos accidentes de la vida les han hecho caer en la miseria, á pesar de haber empleado su juventud y edad viril en el trabajo, y diez ó doce virtuosos religiosos dedicados al servicio de Dios emplean sus remas, y parte del tiempo, en hacer felices en la vejez á estos desgraciados, pudiéndose decir que aseguran su salvacion con la certeza de una buena muerte: el otro es donde se recogen mugeres ancianas: el edificio de mas allá es donde se enseñan á los muchachos pobres algunas nociones de agricultura, de dibuxo ó de música: mas adelante hay otro con igual destino para la enseñanza de las niñas; pero aquel mayor que todos, y que apénas se divisa, es donde se recogen por las justicias de los pueblos todos los pobres verdaderos ó vagamundos, para que en vez de ser la polilla del Estado, sean útiles; y con estos establecimientos no ha quedado pordiosero, extinguiéndose aquellas familias de holgazanes que, dexando á sus hijos la herencia de su miseria, les dexaban tambien la de sus espantosos delitos. Pues no digo nada del bien que resulta desde que algunas virtuosas mugeres dedicadas al servicio de Dios se han dedicado tambien á la grande obra de misericordia de cuidar dedos niños expósitos; estos infelices dan el testimonio mayor de la miseria humana, pues que ni el temor de Dios, ni las mas prudentes leyes pueden impedir del todo su venida al mundo. Considere vmd. que el cuidado de la mas zelosa madre no llega al mas mínimo que tienen estas buenas señoras, en fin, como que lo hacen por agradar á Dios. Tales ó semejantes cosas me parece que han de suceder, señor Don Canuto, en nuestra España, y si así no fuese, yo á lo ménos moriré con esta agradable esperanza, de lo que ya me resulta un gran bien; pero perdonándome vmd. una tan larga digresion, volvamos a la utilidad que pueden sacar los sabios de estas frivolas noticias. Vmd. sabe muy bien que las naciones cambian, como los individuos de que son compuestas; el joven de veinte anos no es el mismo á los treinta; el hombre de treinta es diferente a los quarenta; el sano es diverso de quando estaba enfermo, y aun, segun dicen los médicos modernos, la diferencia y calidad particular de muchas enfermedades influye sobre cierta diferencia de ideas; por esto, como todo es variable en el mundo físico, y que de este orden variable resulta el orden reproductivo, maravilloso y constante que el Criador ha querido imponer á la naturaleza desde su creacion, todo lo es tambien en el mundo moral; y así ve vmd. la historia de las naciones llena de sus diferentes opiniones, de sus extravagancias y diversidad de gustos en todas especies, que varian segun el impulso dado por la moda, el gobierno ó la opinion general. Por lo que hace á la variedad de costumbres y modas en nuestra nacion, quiero decir á vmd. las observaciones que he hecho de veinte anos á esta parte, las quales se reducen á creer que nuestro pueblo baxo ha ganado un poco en la civilizacion desde este tiempo, atribuyendo su causa á la comunicacion que tienen con la nobleza y gentes de educacion; y así no se oye ya á algunos padres de familia la bárbara proposicion de no querer enseñar á escribir á sus hijas por el temor de que no escriban billetes amorosos; pero en recompensa noto que por una especie de fatalidad el baxo pueblo exerce ó tiene un partido y preponderancia en este comercio de costumbres sobre la nobleza y gente de conveniencias; por exemplo, el uso del cigarro, gusto decidido del populacho, ha ganado infinito en la dicha clase, usándose ya entre las personas de mas carácter, y en los actos de urbanidad mas serios. Si es en las modas, tiene esta misma ventaja el populacho, porque si se usan los capotes, este trage que aunque cómodo fomenta la porquería y aun la pereza, se toman por modelo los que se llaman xerezanos, cuyo origen viene deja gente menestral de la Andalucía, sin que por esto se desdeñen de cubrirse con ellos los jóvenes de la nobleza mas distinguida, formando á mi entender la mas extraña caricatura quando veo envuelto en cinco ó seis varas de paño negro á algunos de estos robusto jóvenes (aun en tiempo de calor) desembozarse para echar un cigarro, y descubrir insignias de mas que mediana distincion. Si se usan chaquetas ó marsellés para montar á caballo, es su modelo de los cocheros y caleseros. Si las mugeres varian de adorno para el trage de calle, por lo regular viene siempre el nuevo de ácia el barrio de la viña ó perchél. Acerca de las diversiones y bayles he hecho esta observacion. El bolero es excelente y garvoso siempre que sea con moderacion, pero los abominables y desenvueltos bayles que se usaban no hace mucho tiempo, y que aun han dexado algunos restos, como son: el ole, el zorongo, el mandingo y, juan garandé, y otros que tienen mas rancia genealogía, pues su origen viene de los negros de Africa, se han introducido por nuestras colonias, y de allí han pasado y pasan á Cádiz y otros puertos, logran extenderse, y algunas veces se executan hasta en los teatros, junto con los carambas, tan graciosamente proferidos por una actriz puesta de jarras, echando bofetadas á toda priesa en respuesta de las cariñosas palabras con que la amenazan los majos. En todo esto si ha encontrado vmd. alguna novedad en los veinte años que falta de España, es ácia lo peor. Estas cosas son muy celebradas por la nobleza mas bien educada, y ya ve vmd. de donde nace que el pobre pueblo sea siempre el mismo, y que se apoye cada vez mas en sus defectos. ¿A qué no acierta vmd, que fué lo que llamó mas mi atencion en una Capital freqüentada mucho mas que ántes por todas las naciones de Europa? Pues no fué otra cosa sino observar tres ó quatro mil personas congregadas para divertirse en un jardín, cuya entrada cuesta tres pesetas, y que ninguno tomaba una flor, nadie arrancaba una planta, ni perturbaba con su impertinente curiosidad los paxaritos puestos en jaulas para servir de recreo á los que se paseaban. ¡Ah, señor Don Canuto, qué contraste con lo que se ve de quando en quando en el delicioso jardín de plantas de esa Corte! Pero como toda comparacion es odiosa, no quiero detenerme en esta, sino concluir esta conversacion, ó caxon de sastre, como se quiera llamar, y se la remito á vmd., señor Regañon, para que si los retazos que contiene pueden ser útiles, y ocupar lugar en su periódico, los arregle, si gusta, de modo que separando los feos y disparatados, solo quede lo bueno, útil y arreglado (si algo tiene de esto), con cuya confianza se ha atrevido á ponerlo en sus manos su mas afecto servidor, como tambien de mi amigo el señor Diógenes,

El Discípulo de Pericon.

Carta nona. El Filósofo.

Señor Presidente del Tribunal Catoniano: Sea porque vmd. se haya ocupado en regañar otros abusos (¡hay tantos!), ó que le hayan llevado toda su atencion sus bellos planes de educacion de niños, y eleccion de ayos (sobre cuyas reflexîones se pudiera hablar mucho), ó por otros motivos que solo vmd. puede saber, nada ha regañado vmd. sobre el escandaloso abuso que ántes de ahora se ha hecho, y el día de hoy se hace del sagrado nombre de Filósofo. Viendo pues su inaccion sobre este punto tan esencial, me tomo la libertad de dirigir á vmd. mis reflexîones, y le suplico use de toda su autoridad para cortar de raiz este abuso, igualmente perjudicial á las letras y á las costumbres.

La filosofía es la ciencia única del hombre, puesto que ninguna de quantas se conocen dexa de contenerse en lo que significa esta voz. Filosofía quiere decir amor á la sabiduría, es decir, desear tener un corazon recto, y un espíritu esclarecido, y procurar conseguirlo por todos los medios posibles, pues es evidente que la idea de sabiduría reune en sí estas dos cosas que constituyen indivisiblemente su esencia. Así que, de la filosofía debe definirse el conocimiento de lo verdadero y honesto para fixar principios verdaderos y estables con que ilustrar el espíritu, y rectificar el corazón.

Quien penetre á fondo esta definicion, conozca su exactitud, y reflexîone sobre ella, conocerá quan difícil es merecer el título de filósofo, y me imitará en la admiracion que me causa verle dar desde tiempos muy remotos con la mayor facilidad, y á personas que de ninguna manera le merecen. Oiga vmd. las razones en que me fundo para decir esta proposicion, (Se concluirá.)

Con Real Privilegio.Madrid

En la Imprenta de la Administracion del Real Arbitrio de Beneficencia.

Núm.° 31. Miércoles 18 de Abril de 1804. Secretaría.Correspondencia literaria del mes. Carta octava. Señor Regañon: No puedo menos de trasladar brevemente en esta carta la conversacion á que dió lugar el prospecto de las Variedades de ciencias, literatura y artes entre mi amigo el Indiano y un servidor de vmd., luego que lo leimos en una Gazeta de estos dias pasados. Tengo entendido, dixo, que de algun tiempo á esta parte se publican en la Corte varios papeles periódicos, cuyos autores, sea por qualquier fin, son dignos del mayor elogio y gratitud, pues ellos instruyen y se hacen útiles esparciendo buenas y sabias ideas pero me parece que hasta ahora no han perfeccionado su intencion. ¿Cómo es esto, señor Don Canuto? le repliqué. Sí señor, me respondió, no me negará vmd. que el único fin que debe tener el autor de un periódico es el que haya muchos que le lean, pues de esto resulta el laudable fin que se propone, esto es, el de trabajar útilmente en el aumento de su peculio, y en la propagacion de las luces é ideas que quiere esparcir en el público. Yo estoy persuadido que para conseguir esto no han dado todavia en la tecla de mover la curiosidad del baxo pueblo: curiosidad que una vez animada y promovida seria el único medio para hacer amar la lectura no solo á los menestrales sino á otra clase de gentes ricas y ociosas que primero tomarán una amarga purga que un libro en las manos; y es que en estos papeles se insertase junto con las máxîmas útiles y de instruccion todo quan-to pudiera avivar la curiosidad mas frívola ó ridicula de necios y sabios. Por exemplo, yo quisiera se pusiese en ellos quanto ocurre de particular en la sociedad, sea por lo ridículo, por lo criminal, por lo benéfico, ó por lo indiferente. Por lo ridículo entiendo aquellos sucesos á que da lugar la extravagancia de o hombres, como son chascos, enredos y petardos para conseguir este ó el otro fin, entrando en este número fingimiento de personages, cartas supuestas, lances extravagantes que suceden, y ardides ingeniosos que suelen tener los hombres para lograr su buena ó mala intencion. Por lo criminal entiendo la relacion de los robos que se cometen en toda España, tanto en las ciudades como en los caminos, los asesinatos y muertes violentas, y toda especie de delitos, las prisiones y arrestos de estos malvados, sus sentencias y execuciones públicas: quisiera tambien que se hiciese notorio al público los extraordinarios pleitos que algunas veces hay en las Audiencias, y los mas notables que suelen ocurrir en los pueblos; y quisiera finalmente que se noticiase, si posible fuera, al cabo del año los destinados á los presidios por sus crímenes. Por lo benéfico celebraria se hiciera conocer al público los sugetos que se dedican en los pueblos y ciudades al alivio de los pobres y bien de sus semejantes, esto es, al que fomente la agricultura; al que propague las patatas; al que enseñe el método de hacer el buen pan de trigo mezclado con ellas; al que propague las cocinas y chimeneas económicas del Conde de Rumford, las nuevamente inventadas por el ciudadano Thilorier; al que promueva las instrucciones económicas del ciudadano Cointeraur acerca del fuego; al caballero ó Cabildo Eclesiástico de alguna ciudad que quiera, tomando por modelo la Sociedad establecida en esta Corte para enseñar á los presos, y hacerles mas tolerable la desgraciada suerte de estar encerrados en las cárceles, establecerla en sus pueblos ó ciudades; al que haga donaciones y limosnas así en vida como en muerte á los Hospitales, Niños expósitos y Casas de Misericordia; al que funde escuelas para la enseñanza de los niños de ámbos sexôs; al que las promueva y se aplique á su cuidado, y enmiende los defectos de las que exîsten, &c. &c. Por lo indiferente entiendo las fiestas públicas y toda clase de diversiones de la capital y demas ciudades del reyno, con los sucesos que en ellas ocurrieren, las ferias, y el progreso ó decadencia de ellas, las romerías, y en una palabra, quisiera se insertaran quantas noticias pudiesen mover la curiosidad del mas baso pueblo, para que adulando en cierto modo su gusto, ver si se podia por este medio lograr el que se amase la lectura, y se hiciese asi mas industrioso, mas trabajador, y mas suave en sus modales. Amigo mio, yo ignoro si vmd. habrá estado en América, pero si ha estado es preciso le hayan chocado y descalabrado las respuestas desabridas y desentonadas de las castellanas del baxo pueblo. Las mugeres de allá, sea por el motivo que se quiera, tienen una dulzura en su voz, una suavidad en su acento, una modestia, aunque sea aparente, en sus modales, acompañada de las inestimables gracias de su sexô, que aprisionan al hombre mas feroz; pero nuestras paysanas ¡válgame Dios! respuesta hay de ellas que aterra á un hombre mas que un espantoso trueno, y en vez de derramar estas mugeres el consuelo, la paz y el agado en el corazón del hombre, para lo qual las ha destinado la naturaleza, parece que no pueden proporcionar ninguno de estos alivios; y desengañémonos, señor Don Cirilo, miéntras la educacion no enmiende esto, no hay remedio. Es verdad, señor Don Canuto; quanto me alegro haber encontrado con un Indiano observador que apoya muchas de mis opiniones, pues yo por haber viajado algo, encuentro esta misma diferencia; por lo tanto, aunque no soy de tanta edad como vmd., creo que en punto á cierta cortesía y afabilidad en el baxo pueblo hemos ganado algo de unos veinte años á esta parte, que se han dulcificado las costumbres, y asi me parece que se cometen hoy dia menos muertes alevosas que ahora veinte años; que hay menos riñas y palizas de pueblo á pueblo; que aunque haya tantos robos, no estan acompañados de tantos homicidios; creo aumentado el luxo, pero mas el de ostentacion que el útil para la salud y el aseo; que se ha adelantado en las comodidades de la vida, perfeccionado algun poco mas las artes, circulado algun tanto mas las Riquezas, y por consiguiente dulcificado las costumbres desde este tiempo. Por estas razones me parece excelente el pensamiento de vmd. acerca de los redactores de los periódicos; pues es claro que además de la utilidad que les deberia resultar, ilustrarian mas por las razones expresadas, y estas mismas noticias tan frívolas como parecen, servirian á los sabios para saber el estado de la nacion acerca de sus usos, inclinaciones, costumbres, y adelantamientos de las ciencias, civilizacion y artes. Por una cosa semejante á esta, esto es, por tener la curiosidad de leer las gazetas extrangeras, he adelantado mis pensamientos hasta asegurar que debe prosperar la agricultura en nuestra España, y formarse sociedades tan útiles á la humanidad, como han sido á la Religion las fundaciones de las órdenes religiosas; pues es forzoso imitemos á las demas naciones en una cosa tan buena, tan útil y ventajosa. ¡Qué ventajosa ni útil! Necesaria, precisa é indispensable dirá vmd., replicó mi Indiano, pues ¿no hace vmd. la consideracion de siendo tan necesarias hasta ahora, quánto mas deberán serlo despues de la invencion de la vacuna? ¿Cree vmd. que esta invencion tan simple y buena como es no ha de formar época en la historia del género humano? Que ¿es niñería el aumento en la poblacion de que va á inundarse la Europa y el mundo entero? Y si al presente quando el cielo no favorece con medianas cosechas á una nacion se padecen tantas miserias y calamidades, ¿qué será entonces? Veo que ha de ser forzoso el que toda la aplicacion de los chinos ácia la agricultura, su esmero é industria, hijas de la necesidad, pasen á la Europa. Veo admitidas todas sus sabias leyes, y hasta las bárbaras, pero necesarias que tienen, supuesto que rebosando la poblacion, y apurados todos los medios de hacer producir la tierra, no basta está á mantener sus habitantes. Así me parece que será, señor Don Canuto; pero dexando esas reflexîones, demasiado exâgeradas á causa de su filantrópico genio, para los legisladores que deben venir dentro de un siglo, ó algo mas, déxeme vmd. seguir con mis ideas sobre el fomento de la agricultura y bien general de la nacion, las quales, como dixe á vmd. anteriormente, me recrean y llenan de gozo al ver por los papeles públicos de la Europa quanto han ganado estos sentimientos de generosidad ácia la sufriente humanidad de poco tiempo á esta parte. Las gazetas extrangeras, y el Monitor principalmente, ocupan hojas enteras llenas de las donaciones, mandas y legados, todos para hospitales, hospicios, casas de educacion de pobres, escuelas gratuitas para los hijos de los defensores de la patria, institutos para fomentar la educacion del baxo pueblo, las ciencias y las artes, &c. y como esto va formando opinion, y conocen los Gobiernos la ventaja de la ilustracion general, es preciso, señor Don Canuto, llegue, aunque poco á poco, á nosotros; y así consolémonos, que dentro de cien años ó poco mas, espero se verán frondosos bosques en las Castillas, casas de campo y grangerías donde se crien animales de luso y utilidad; vacadas, que fomentadas por la libertad con que el propietario podrá disponer de ellas segun la utilidad que crea conveniente á sus intereses, darán multitud de bueyes y vacas que ayudando al labrador en el cultivo de la tierra, le alimenten despues con sus carnes en la vejez, dexándole con sus pequeños hijos la continuacion de estas riquezas, aumentadas por la industria con la sobrante leche (no muy de sobra en nuestros dias) que se empleará en deliciosos y baratos quesos, competidores de los mas exquisitos de Holanda y de Inglaterra. Espero que quando el caminante extrangero divise de lejos un suntuoso edificio cercado de unas elevadas y extendidas tapias, viéndose superiores á ellas copiosos árboles, deliciosos frutales, y que pregunte qué objeto tiene aquel edificio, á qué está destinado aquel y otros que se divisan de léjos, se le responderá: Señor, este sirve para recoger los pobres y viejos labradores que los imprevistos accidentes de la vida les han hecho caer en la miseria, á pesar de haber empleado su juventud y edad viril en el trabajo, y diez ó doce virtuosos religiosos dedicados al servicio de Dios emplean sus remas, y parte del tiempo, en hacer felices en la vejez á estos desgraciados, pudiéndose decir que aseguran su salvacion con la certeza de una buena muerte: el otro es donde se recogen mugeres ancianas: el edificio de mas allá es donde se enseñan á los muchachos pobres algunas nociones de agricultura, de dibuxo ó de música: mas adelante hay otro con igual destino para la enseñanza de las niñas; pero aquel mayor que todos, y que apénas se divisa, es donde se recogen por las justicias de los pueblos todos los pobres verdaderos ó vagamundos, para que en vez de ser la polilla del Estado, sean útiles; y con estos establecimientos no ha quedado pordiosero, extinguiéndose aquellas familias de holgazanes que, dexando á sus hijos la herencia de su miseria, les dexaban tambien la de sus espantosos delitos. Pues no digo nada del bien que resulta desde que algunas virtuosas mugeres dedicadas al servicio de Dios se han dedicado tambien á la grande obra de misericordia de cuidar dedos niños expósitos; estos infelices dan el testimonio mayor de la miseria humana, pues que ni el temor de Dios, ni las mas prudentes leyes pueden impedir del todo su venida al mundo. Considere vmd. que el cuidado de la mas zelosa madre no llega al mas mínimo que tienen estas buenas señoras, en fin, como que lo hacen por agradar á Dios. Tales ó semejantes cosas me parece que han de suceder, señor Don Canuto, en nuestra España, y si así no fuese, yo á lo ménos moriré con esta agradable esperanza, de lo que ya me resulta un gran bien; pero perdonándome vmd. una tan larga digresion, volvamos a la utilidad que pueden sacar los sabios de estas frivolas noticias. Vmd. sabe muy bien que las naciones cambian, como los individuos de que son compuestas; el joven de veinte anos no es el mismo á los treinta; el hombre de treinta es diferente a los quarenta; el sano es diverso de quando estaba enfermo, y aun, segun dicen los médicos modernos, la diferencia y calidad particular de muchas enfermedades influye sobre cierta diferencia de ideas; por esto, como todo es variable en el mundo físico, y que de este orden variable resulta el orden reproductivo, maravilloso y constante que el Criador ha querido imponer á la naturaleza desde su creacion, todo lo es tambien en el mundo moral; y así ve vmd. la historia de las naciones llena de sus diferentes opiniones, de sus extravagancias y diversidad de gustos en todas especies, que varian segun el impulso dado por la moda, el gobierno ó la opinion general. Por lo que hace á la variedad de costumbres y modas en nuestra nacion, quiero decir á vmd. las observaciones que he hecho de veinte anos á esta parte, las quales se reducen á creer que nuestro pueblo baxo ha ganado un poco en la civilizacion desde este tiempo, atribuyendo su causa á la comunicacion que tienen con la nobleza y gentes de educacion; y así no se oye ya á algunos padres de familia la bárbara proposicion de no querer enseñar á escribir á sus hijas por el temor de que no escriban billetes amorosos; pero en recompensa noto que por una especie de fatalidad el baxo pueblo exerce ó tiene un partido y preponderancia en este comercio de costumbres sobre la nobleza y gente de conveniencias; por exemplo, el uso del cigarro, gusto decidido del populacho, ha ganado infinito en la dicha clase, usándose ya entre las personas de mas carácter, y en los actos de urbanidad mas serios. Si es en las modas, tiene esta misma ventaja el populacho, porque si se usan los capotes, este trage que aunque cómodo fomenta la porquería y aun la pereza, se toman por modelo los que se llaman xerezanos, cuyo origen viene deja gente menestral de la Andalucía, sin que por esto se desdeñen de cubrirse con ellos los jóvenes de la nobleza mas distinguida, formando á mi entender la mas extraña caricatura quando veo envuelto en cinco ó seis varas de paño negro á algunos de estos robusto jóvenes (aun en tiempo de calor) desembozarse para echar un cigarro, y descubrir insignias de mas que mediana distincion. Si se usan chaquetas ó marsellés para montar á caballo, es su modelo de los cocheros y caleseros. Si las mugeres varian de adorno para el trage de calle, por lo regular viene siempre el nuevo de ácia el barrio de la viña ó perchél. Acerca de las diversiones y bayles he hecho esta observacion. El bolero es excelente y garvoso siempre que sea con moderacion, pero los abominables y desenvueltos bayles que se usaban no hace mucho tiempo, y que aun han dexado algunos restos, como son: el ole, el zorongo, el mandingo y, juan garandé, y otros que tienen mas rancia genealogía, pues su origen viene de los negros de Africa, se han introducido por nuestras colonias, y de allí han pasado y pasan á Cádiz y otros puertos, logran extenderse, y algunas veces se executan hasta en los teatros, junto con los carambas, tan graciosamente proferidos por una actriz puesta de jarras, echando bofetadas á toda priesa en respuesta de las cariñosas palabras con que la amenazan los majos. En todo esto si ha encontrado vmd. alguna novedad en los veinte años que falta de España, es ácia lo peor. Estas cosas son muy celebradas por la nobleza mas bien educada, y ya ve vmd. de donde nace que el pobre pueblo sea siempre el mismo, y que se apoye cada vez mas en sus defectos. ¿A qué no acierta vmd, que fué lo que llamó mas mi atencion en una Capital freqüentada mucho mas que ántes por todas las naciones de Europa? Pues no fué otra cosa sino observar tres ó quatro mil personas congregadas para divertirse en un jardín, cuya entrada cuesta tres pesetas, y que ninguno tomaba una flor, nadie arrancaba una planta, ni perturbaba con su impertinente curiosidad los paxaritos puestos en jaulas para servir de recreo á los que se paseaban. ¡Ah, señor Don Canuto, qué contraste con lo que se ve de quando en quando en el delicioso jardín de plantas de esa Corte! Pero como toda comparacion es odiosa, no quiero detenerme en esta, sino concluir esta conversacion, ó caxon de sastre, como se quiera llamar, y se la remito á vmd., señor Regañon, para que si los retazos que contiene pueden ser útiles, y ocupar lugar en su periódico, los arregle, si gusta, de modo que separando los feos y disparatados, solo quede lo bueno, útil y arreglado (si algo tiene de esto), con cuya confianza se ha atrevido á ponerlo en sus manos su mas afecto servidor, como tambien de mi amigo el señor Diógenes, El Discípulo de Pericon. Carta nona. El Filósofo. Señor Presidente del Tribunal Catoniano: Sea porque vmd. se haya ocupado en regañar otros abusos (¡hay tantos!), ó que le hayan llevado toda su atencion sus bellos planes de educacion de niños, y eleccion de ayos (sobre cuyas reflexîones se pudiera hablar mucho), ó por otros motivos que solo vmd. puede saber, nada ha regañado vmd. sobre el escandaloso abuso que ántes de ahora se ha hecho, y el día de hoy se hace del sagrado nombre de Filósofo. Viendo pues su inaccion sobre este punto tan esencial, me tomo la libertad de dirigir á vmd. mis reflexîones, y le suplico use de toda su autoridad para cortar de raiz este abuso, igualmente perjudicial á las letras y á las costumbres. La filosofía es la ciencia única del hombre, puesto que ninguna de quantas se conocen dexa de contenerse en lo que significa esta voz. Filosofía quiere decir amor á la sabiduría, es decir, desear tener un corazon recto, y un espíritu esclarecido, y procurar conseguirlo por todos los medios posibles, pues es evidente que la idea de sabiduría reune en sí estas dos cosas que constituyen indivisiblemente su esencia. Así que, de la filosofía debe definirse el conocimiento de lo verdadero y honesto para fixar principios verdaderos y estables con que ilustrar el espíritu, y rectificar el corazón. Quien penetre á fondo esta definicion, conozca su exactitud, y reflexîone sobre ella, conocerá quan difícil es merecer el título de filósofo, y me imitará en la admiracion que me causa verle dar desde tiempos muy remotos con la mayor facilidad, y á personas que de ninguna manera le merecen. Oiga vmd. las razones en que me fundo para decir esta proposicion, (Se concluirá.) Con Real Privilegio.Madrid En la Imprenta de la Administracion del Real Arbitrio de Beneficencia.