El Regañón general: Núm. 28.
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Núm.° 28.
Con Real Privilegio.
Sábado 7 de Abril de 1804.
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Secretaría.
Correspondencia literaria del mes. Carta tercera.
Correspondencia literaria del mes. Carta tercera.
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Brief/Leserbrief
Señor Señor Regañon: En uno de
los periódicos de Paris del 5 Pluviose, se lee el
artículo siguiente. Y bien, señor Regañon, ¿no hay
harto paño con el tal articulo para que vmd. exerza su
oficio muy sobradamente? Regañe vmd. por Baco, regañe
vmd. á roso y belloso, á diestro y a siniestro, lo
primero á esos periodistas copiantes de los extrangeros,
que solo por traducir malamente quatro retazos dela
Década Filosófica, ya se nos quieren meter á sabios, ya
no hay para ellos cosa buena en España, ya se juzgan con
autoridad suficiente para vendernos como hombres grandes
á una porcion de fanáticos, azote de la sociedad, y
enemigos de tocia religion. Regáñeles vmd. por su
voluntaria ceguedad, y hágales ver que los señores
periodistas franceses son tan ignorantes como ellos, y
que si un ciego guia á otro ciego, ámbos caerán
malamente despeñados. Pero dexe vmd. alguna
cólera todavía para regañar á nuestras amadas paysanas;
á estas bellas mitades nuestras que arrastradas por la
maldita moda, y empeñadas en parecer francesas, á pesar
de que el cielo las hizo nacer españolas, descomponen la
hermosa figura con que las dotó naturaleza, por seguir
los caprichos y ridículos usos de las ultramontanas.
Dígales vmd. como estas mismas las desprecian, y se
burlan de los esfuerzos que hacen para imitarlas.
Dígales que, léjos de hacerse amables, solo consiguen
excitar la risa y el desprecio; que en vez de añadir
nuevos atractivos á su hermosura, descomponen y afean la
natural con que el cielo las ha dotado; que quanta mas
desenvoltura muestren en sus acciones, y mas olvido del
pudor en sus adornos, tanto mas pierden en la estimacion
de los hombres de mérito que saben amar; finalmente, que
los pocos y vanos inciensos que las tributan quatro
jóvenes alocados, oprobio de la sociedad, son bien
compensados por el imperio que ha perdido el bello sexo,
y que ántes exercia sobre el mas robusto, y lo que debe
serle mas sensible, por el vilipendio y humillacion con
que es tratado individualmente por los mismos jóvenes,
cuyas adoraciones admite. Agur,
y hasta mas ver. Granada 2 y de Marzo de 1804. F.A. y G.
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"En
las visitas de los españoles se estilan muchas
ceremonias, pero no se advierte aquella exquisita
finura que distiligue las reuniones francesas.
Quando convidan á comer á una extrangera no hay
quien la dé la mano para pasar á la sala en donde
está la mesa: al servir los postres todos los
hombres se ponen á fumar. Quando vuelven al salon,
las mugeres se sientan á un lado, y los hombres á
otro, y aun hay algunas casas donde los hombres y
mugeres estan en salas separadas. Al tiempo de
anochecer se ve entrar una porcion de lacayos. El
uno os presenta un plato, el otro un vaso de agua de
nieve; un tercero los spougars, especie de chochos
que se meten en el agua para endulzarla; un quarto
lacayo trae chocolate. Todavía hay mas: os ofrecen
despues pastas de todos géneros: llaman rafresco á
esta colacion, y quando todo el mundo ha refrescado
bien, es decir, ha bebido bastante agua azucarada, y
comido muchos pastelillos, principia el juego. En
España, se juega á los naypes como, en otras partes.
A estas asambleas no las llaman sociedades, ni
conversaciones, sino tartouilla. Las señoras
españolas se visten á la francesa quando van á la
tartouilla, y soy de dictámen que hacen muy mal en
esto? Pues además de que no es posible imitar peor
las modas de Paris, parecen infinitamente mejor con
sus vestidos nacionales. Por lo
general tienen un cuerpo hermoso, mucha nobleza en
sus acciones, y gracia en su rostro, todo lo qual
deslucen quando se visten á la francesa. Los hombres
no son tan zelosos como se cree en Europa, y esto
por dos motivos: primero, porque son muy indolentes;
segundo, porque á la verdad tendrian mucho que hacer
si lo fuesen”.
Metatextualität
Pero
no limíte vmd. sus regaños á estos pobretes
remendones de nuestra literatura: es necesario que
los extienda vmd. tambien á esos escritores
extrangeros, que siendo unos pedantones de por vida,
nos tratan con el mayor desprecio: gracias á lo que
nos honran ciertos pseudo-erudítos nacionales. ¿Qué
mas prueba quiere vmd. de ello que las falsas
noticias que de nosotros tienen los ultramontanos?
¿Que la disparatada necedad con que trabucan y
estropean los términos mas sencillos de nuestra
lengua? ¿En qué diccionario castellano habrán
hallado la palabra spougars? En algunas provincias
de España llaman esponjados, á los que en Madrid
panes dé azúcar rosada, ¿pero spougards? Y ¿qué
diremos de rafresco por refresco, tartouilla por
tertulia, bollero por bolero, &c. Yo me rio á
mas no poder, y una de mis principales diversiones
es leer varios periódicos de Paris, y verlos
desbarrar quando hablan de nosotros. Si en el
Regañon general se estampase que el Misantropo ó el
Tartuff era de Regnard ó de Corneille al punto
clamarian los Memorialistas, ú otros críticos de
igual, calaña, contra el pobre Regañon, y vea vmd.
que no han hablado palabra á nuestros buenos
vecinos, quienes en su Monitor número 11, del año
12, le quitan á nuestro Morado la gloria de haber
escrito el Café, atribuyendo esta excelente comedia á Iriarte. Torno á aconsejar á
vmd. que cargue la mano sobre esta plaga de
escritorcillos que solo han leido el curso de
literatura de la Harpe, y se juzgan ya como los
sabios de la nación.
Metatextualität
Ojalá que sus regaños de vmd. y mis advertencias
contribuyesen á desterrar de entre nosotros la
maldita manía de copiar á los extrangeros, y de
imitar sus modas. Mucho ganaria nuestra literatura,
y mucho mas las buenas costumbres. Verdad es que
entonces no tendriamos ni Memorial Literario, ni
Vaciedades ó Variedades, ni comedias sentimentales,
ni operetas; que tambien careceriamos del Wals, del
Rigodon, &c. &c, pero ni á vmd. se le daria
un pito, ni á mí tres bledos, ántes por el contrario
tendría un poco mas de tranquilidad en mi casa, pues
aunque mi señora muger raya en los cincuenta,
todavía se le antoja de quando en quando (y mas si
logra atraparme el papelito de las modas de Paris)
un schall de cachemira, ó un prendido á la
Cleopatra. Dios le liberte á vmd., señor Regañon, de
tener que resistir semejantes baterías.
Carta quarta.
Zitat/Motto
Las Cencerradas.
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Brief/Leserbrief
Señor Reganon ó Regañador
general: Muy señor mio: Hasta en los países cultos, digo
mal, hasta en las mas célebres y populosas ciudades de
la Europa civilizada hay tanta antigualla envejecida,
tanta costumbre viciosa arraygada y sostenida, tanto
abuso absurdo y ridiculo dignos de regañar, que me
persuado, sin arriesgar la proposicion, que aunque en
cada bocacalle existiese sin otro objeto que
ridiculizarlos un satírico festivo Demócrito, seria poco
para desimpresionar de estas groseras extravagancias al
adusto é inculto populacho, que embebido con la leche é
ideas de sus tatarabuelos, se sostiene con usos
risibles, con bagatelas, futilidades, patrañas,
paparruchas y floñas que le ocupen; v. gr. como de la
que, con su permiso de vmd., extenderé una sencilla
pincelada, que puede contar su etimología de una
imaginacion material y desarreglada, debiéndose abolir y
desterrar por su sucia é impertinente costumbre. se les presentan
delante de los ojos á primera vista estos despreciables
espectáculos, que les ministran las ideas tétricas y
lúgubres que se dexan imaginar, y aun es mas lastimoso
que estos estúpidos empujan á las respetables ciudades
tan deformes usos. Vea vmd., señor Regañon, si en una
pulida capital donde se distingue el trato social, donde
el hombre político y sensato admira el buen órden, la
policía, la justicia, la equidad y otras cosas
preciosas, y confiéseme vmd. sí no le dan pábulo esto
usos enormes para satirizarlos
amargamente; á lo menos le es muy sensible á mi
entusiasmo patriótico. Confio en vmd., como en la
persona de su mayor antagonista, que contribuirá activo
á exterminarlos, como si reconoce de alguna utilidad
esta carta, la publicará vmd. para dar asi una remota
idea, y que conozca el público por esta gestion el
interes que tengo en las glorias de una nacion tan
grande y poderosa. Pamplona, en mi antigua tertulia de
Tantirlin, baxada á las Carnicerías, 10 de Febrero de
1804. Su mas constante servidor, aficionado, subscriptor
y corresponsal El Permiso J. B. A.
Exemplum
Es constante costumbre en
los habitantes de los fértiles pueblos confinantes
con el Ebro, cada vez que repite matrimonio un viudo
ó viuda, darle, como ellos la llaman en su dialecto,
Cencerrada, que únicamente consiste en esto: los que
la maquinan y proyectan regularmente son media
docena de respetadores de Baco, gente campesina,
adusta, áspera, y con principios fatales de
educacion. Corren presurosos á un muladar hediondo,
amarran en unos recios y sólidos cordeles restos
corruptos, ó porcion de esqueletos de animales de
carga, arrojados en aquel destino para pasto de las
fieras, y por la noche clandestinamente los colocan
con garfios en la perspectiva de la casa del novio.
Por la mañana quando la aurora corre el velo opaco,
y los mortales salen de sus tranquilos lechos de
rendir homenages á Morfeo,
Continúan las Reflexîones del Doctor Bahí.
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Metatextualität
Número 12. Se le asegura á
Don Agustín Juan que está mas bien dicho en mi libro
encuentros, que no hallazgos, porque estos mas bien se
entienden de cosas perdidas. Mire á este fin el señor
Poveda los Diarios de las Capitales, en los quáles con
dolor observará mas pérdidas que hallazgos. El
Diccionario de la Academia hablando de la voz potage, da
por antonomasia á las legumbres el nombre de potageras,
y así verá el señor Poveda que es él quien se equivoca,
y no el Doctor Bahí; y toda vez que el mismo señor
Poveda dice que en debe saber que el Diccionario de la Academia, y
no Columela, es el arreglado al lenguage, uso y estilo
del dia, y que por esta razon, y por tener Columela
muchas palabras antiquadas (las que no gustan al señor
Don Agustin Juan) no podrá tener este valor ni autoridad
para el censor, todo lo que prueba pero bien
claro está que solo quiere hacerlo servir para eludir, y
no para rebatir reparos, por hallarse cogido con el
Diccionario de la Academia, como que le molestan sus
repetidas citas tanto castellanas como latinas. Tan pura
latinidad poseyese el señor Poveda como los literatos
que compusiéron este Diccionario, á quienes tan
virtualmente vulnera. Los elementos de Cavanilles y de
Ortega, lugar citado en mi anterior
respuesta, dicen que la raíz en qüestion tiene
tubérculos, ergo es tuberculosa (y el señor Ortega dirá
á vmd. si es ó no tísica). Si vmd. quiere, ahora que
está cogido con las citas, evadirse por el adjetivo
tuberculoso, lea vmd. la página 23 del tomo 8.° de la
obra de Linneo traducida al castellano, y allí verá vmd.
el tal adjetivo adoptado en la botánica española. Apénas
se puede dar exemplo de un censor tan inconseqüente como
el señor Poveda, pues que cae en peor acenti-logia y
errores de ortografía que él me corrige. En la página 30
de su librito, donde corresponde el Número 12 de su
articulata, hallaremos, como en otras muchas páginas,
cinco esdrújulos sin acento, tales son: flosculos,
ambito, proposito, pagina, muchísimo (esto solo se
dirige al señor censor de acentos); la palabra equivoca
sin acento, siendo así que la tiene con la penúltima
sílaba acentuada en la página 32; asimismo dice en la
tal página Cabanilles por Cavanilles, vozes en lugar de
voces, y ¿qué mas? Nada menos que la conjuncion y el
adverbio castellanos y muy, en lugar de sus
correspondientes latinos et valde, bien que como confesó
el señor Poveda no haber visto con sus ojos el original
latino, cuya traduccion criticó, pensará escaparse con
esto, pero esto no le quitará el que se le note que
escribe con ó sea Fuera
correccion gramatical, señor D. Agustin, vamos al grano.
Vmd. no entendió el del Doctor
Plenk, que yo le expuse en mi anterior respuesta. Se lo
explicaré: Quiere decir Plenk que las flores en el
ámbito exterior de la toba no estan tan arrimadas entre
sí como en su centro, y que en dicho ámbito exterior la
toba parece muy flosculosa, es decir, con muchas mas
flores, y mas extendidas ó apartadas, pues aquí no se
trata determinadamente de flósculos ni de semiflóscalos.
Número 13. Se dice al señor Poveda que los Maestros de
su Maestro Don Casimiro Ortega tambien fueron catalanes,
ya los que le enseñaron las letras humanas en Barcelona,
ya los que enseñaron la botánica en Madrid primero que
él, y que lo fué tambien el fundador del primer jardín
Botánico de esta metrópoli, y de la pública enseñanza de
aquella ciencia, el señor Quér (el qual seria tambien
Físico porque era Cirujano), todo lo que sabe muy bien
el señor Ortega, habiendo hecho los mas rápidos
progresos la botánica española, por mas que a aquellos
Fundador y Maestros se les haya, conocido, por razon de la pronunciacion ó acento en el parlar,
ser su lengua nativa la catalana, asi como por iguales
circunstancias conocemos que los andaluces son de
Andalucía, y que los castellanos viejos son de Castilla
la vieja, &c. Número 14. La obra del señor Don
Antonio Palati, que fué el Maestro de mi Maestro Don
Antonio Bas, está mandada seguir por Real ordenanza en
nuestras Reales escuelas de botánica de los Colegios, á
cuyos cuerpos está ya comunicada, hace tiempo, la
aprobacion y disposicion de la Superioridad para
enseñarse la teoría botánica segun los Elementos del
Doctor Plenk que yo he traducido, y segun bien claro se
expresa en su portada; por lo que esas palabras de
arbitrariedad que á mí me dirige Don Agustin Juan debe
aplicárselas á sí mismo. Ya pues que vmd. confiesa,
señor Don Agustin, que la dicha obra de Palau se publicó
de orden del Rey, se sigue que por orden del Rey no
debemos conformarmos con los nombres bárbaros, ni muchas
definiciones del curso elemental de Ortega, porque en la
tal obra de Palau no se adoptáron, como tampoco los ha
adoptado ahora el señor Cavanilles (quien tambien enseña
por órden del Rey) en sus Elementos, mejores que los de
Ortega. La voz poma de mi traduccion está sostenida por
el Diccionario de la Academia, y por la obra grande de
Palau, y así es preciso que se dé vmd. por convencido,
como espero se allanará tambien, en honor de la verdad,
á las contestaciones que le he dado sobre sus reparos,
las quales vmd. calla, respondiendo solo ó repitiendo
los mismos por tenacidad, de la que juzgan muy bien los
profesores botánicos, no menos que el público ilustrado.
Número 15. Se suplica al señor Poveda que lea la obra de
Mouton Fontenille, quien dice
quinte-feuilles: que si no sabe quien es ese Fontenille
(pues lo confundió con Fontenelle) se le participa ser
aquel infatigable naturalista que con tanto trabajo,
como fruto, ha recopilado todos los sistemas antiguos de
botánica hasta la época Linneana, &c. Quando hablo
de la flor, señor Don Agustin Juan no me limito á la
corola (aquí tenemos que Don Agustin Juan tampoco admite
el nombre bárbaro roseta de su Maestro), y como se le ha
cogido con el &c. intenta escaparse con el
color de toda la planta, huyendo del de la flor, pero
para que se convenza de no deberse tomar el color de
toda la planta, sino el de la flor, lea el señor Poveda
la página 48 del tomo 8.° de la obra de Linneo traducida
por Palau, y asimismo el cánon 243 del
mismo Linneo, que dice: ¡Quán poco
versados tiene vmd. Señor Don Agustin, los principales
libros de su instituto! Sin embargo, se mete vmd. á
censor público de obras agenas. Los caminos para el humo
de las estufas son chimeneas. Si vmd. hubiese cultivado
la preciosa planta Maní, Arachis hipogea, sabria donde
se mete el pistilo para dar el fruto. Si vmd. hiciese ó
enseñase á hacer prudentes experimentos con remedios
vegetales propinados al hombre enfermo, observarla vmd.
resultados médicos de las plantas en la máquina animal,
y así sacaria vmd. el fruto del estudio y enseñanza de
la botanica que anuncio yo en mis escritos, y que vmd.
tan fuera del caso me censura. Número 16. Si el señor
Poveda se digna leer el original de Plenk, y el Diario
de Madrid de 11 de Agosto último, página 894, línea 31,
sin telescopio, podrá ver el número 140 que yo cito. Si
su precioso librito no lo dice así, es porque nos ha
dado con él una copia infiel de dicho Diario, lo que no
es válido á un impugnador de buena fe. Las eras se
dividen en quadros, y no los quadros en eras, á lo menos
en Castilla, y así lo sienta el Diccionario de la
Academia. No le acomoda al señor Don Agustin Juan una
gran caldera ó máquina semejante dispuesta con corteza
de árboles ó corcho para el fin que se propone Plenk,
sino que mas estima una hoya de basura viva; y quando
esta muera ¿qué haremos, señor Poveda? Obsérvese como en
su número 16 sobre las voces y sentido castellano se
quiere escapar del Diccionario de la lengua castellana
por la Academia, de modo que quando le acomoda lo
elogia, y quando no le conviene lo desecha. (Se
continuará.)
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quanto
á la propiedad de las voces, y generalmente del
lenguage, no se reconoce otro juez, que el uso, quem
penes arbitrium est, et jus, et norma loquendi
Zitat/Motto
contra producentem;
Zitat/Motto
idiotismo
castellano,
Zitat/Motto
barbarismo latino.
Zitat/Motto
valde
flosculosa in ambitu exterior
Zitat/Motto
Luridae, suspectes; Senticosae
Zitat/Motto
sospechosas
por luridae,
Zitat/Motto
Luridae sunt planta suspectae.