Prolog. vulg.
las lunas crecientes
que apuntan en todos los rostros llegarán á su plenilunio, y no
deja de notar por repreensible este principio, al mismo tiempo que
quiere de golpe montar el su Amigo
aun se
conserva con ellas; pues el puñal de
Pero sea de esto lo que Vm. quiera (que todo esto es pararse en pelillos)
por lo que á mi toca respetaré las barbas de por
milagrosas, que es mucho decir; y para hacerlo debidamente las
contemplaré copiadas y representadas muy al vivo en aquellas larguisimas
y pobladisimas barbas del celebre la lamina 2. del tomo V. del
, impresion de
Madrid del año de 87. ¡Andate guapo! Y dejando este interesante
punto historial tratado con la circunspeccion que corresponde, y á que
pudo llegar mi acendrada ilustracion, (y añadiendo de plus (por imitar á
Vm.) que el Autor de la Naturaleza no juzgó tan necesarias las barbas en
el rostro del Hombre, quando crió otros hombres reales y verdaderos sin
ellas, y algunos con media barba no mas, con que se me acuerda el Cuento
de quinque erant fratres.
Llamola moral, porque á esto suena aquella absoluta
obligacion que Vm. pone á los Sacerdotes mas que á los otros de
llevar barba larga, y no ser indiferente raerse ó no raerse,
con que Vm. acaba el Discurso. Esta obligacion absoluta la infiere Vm.
de no amenazó á su Pueblo por haverse raído la barba,
sinó que le conminó con que el se la raería, sé muy bien que
Vm. entiende mejor que yo el modo de leer estos y otros lugares. Dejaré
al del radat que á Ya havia de embarcarme
para Barcelona, y asi embarcome ahora.
punto de modas, no se
olvidó de la nuestra para reirse de aquellos que sentian la falta de los
mostachos, como si huvieramos perdido con ellos un par de Provincias:
¿este grande hombre no conocería la absoluta necesidad que tenemos de
llevar barbas? ¿Caería en el error de tener por indiferente el raerse ó
no raerse? Pero porque Vm. no piense que yo juro en las palabras de este
ilustre Sabio (aunque pudiera sin perder mi credito) me arrimo y
arrimaré siempre al uso de todos los hombres en todos los estados, para
obrar sin escrupulo lo que ellos obraron, y tener por indiferente quanto
tengan por tal, aunque Vm. nos gradúe de ignorantes. No hay ley mas
legitima en la tierra, que aquella en que todos los hombres consienten.
Si usé de las palabras de aquel critico, fué para animarme á decirselas
á Vm., porque conociendo la inmensa distancia que hay de mi po-su absoluta necesidad, sin
atreverme á decir esta boca es mia, si no viera que Vm. francamente y
sin rebozo contradice á aquel digno antecesor suyo en el delicadisimo,
utilisimo y peligrosisimo empleo de reformador de abusos; pues asi como
Vm. no quiso ocultar la verdad que le pareció encontrar, y caiga quien cayere, asi yo no dudo exponer mi
parecer con buen corazon, y salga lo que
salgare.
Pero Jesus Christus#U::Jesuchristo] y los Apostoles
respetaron la ley del , y la autorizaron con su uso. Si de esto se
sacara necesariamente lo que Vm. quiere, muchas cargas pesadisimas
tendriamos que sufrir los Christianos; mas la Ley de gracia, que es Ley
de libres, nos dispensa de infinitas. Quien nos mandase circuncidar,
porque el cuchillo de piedra
ó lo que era, mal que nos pesase. ¿Porque no andaremos todos de
tunicas y capas largas, como las llevaron Jesus Christus#U::Jesuchristo]
y sus Apostoles? Y quien sabe si esto será materia de otro Discurso, á
que me parece se inclina Vm. por lo que se manifiesta enfadado con los Chrisostomos de capa corta? No importa;
mientras Vm. no lo dice mas claro, yo creeré que aunque pro omni tempore. Otro tanto sin quitar ni poner
digo del punto en question: el uso de los Clerigos hiciesen el pelo; ni á y á quantos le siguieron hasta
con barba larga, quando un
niño de diez y seis años no podia tenerla sino muy raspada; ademas de
que debia serle incomoda para el exercicio de la caza, á que (como á
otras diversiones) era inclinado; sinó es que le regalasen (y el
conserváse con cuidado) alguna de aquellas pelucas de
barbam
promisam alere capit contra pradecesorum consuetudinem uti in
antiquis Pontificum imaginibus apparet, qui barba rasa fere
pinguntur, y este Papa es posterior á
Pero tocando otra tecla (que mejor era no tocar) sirvase Vm. decirme,
Señor Editor; quando se trata de barbas ¿á que vendrán al caso los
Beneficiados ricos? Mas conexîon tiene el dicho comun (aunque charro)
falando de escoperas tiña meu Pay unha galga,
porque al cabo escopetas, galgos y Cazadores, allá se van unos tras
otros. Pero barbas y Beneficiados ricos, á que proposito? Vaya; sobre
que este es otro empeño (aunque mas pernicioso) tan ridiculo como el de
las tres unidades. Ya le parecia á Vm. que
tardaba mucho en andarle en los bolsillos. ¿Están acaso poco estrujados
y acometidos? ¿Al folio 75 de una obra en octavo (y que por las señales
durará mucho) ya era preciso tirar esta piedrecita, y esto trayendola por las barbas? Dios clausis januis. Con esto si
havia que enmendar se hacia buenamente sin desdoro y menoscabo de la
pureza é integridad de este Estado Santisimo. ¿Donde está ahora esta
politica civil y religiosa? A donde se ha desterrado? Perdieron los
Eclesiasticos sus derechos, ó la mision de los Censores es de otra
calidad? Ya lo oigo: dirá Vm. que no tiene donde hablarles clausis
januis; yo digo que tiene tal, si es preciso; Vm. que demuestra tanta
instruccion en las lenguas, hableles, si tiene que, á lo menos en la
Latina.? Pero para que es eso tampoco? Vm. para predicar del buen uso de
las riquezas necesita tomar á los Clerigos en la boca? Ponga la ley, et qui possit capere capiat. Cada uno tomará lo
que le viniere á quento, sin que Vm. se tome el tra-Ahora lo que
tenemos, declama Vm. son Beneficiados
ricos. Algo mas tenemos. ¡Infelices de nosotros si no
tuvieramos mas! Los tenemos pobres en la necesidad, y pobres en la misma
riqueza. Los Padres de la primitiva Iglesia, que Vm. invoca, están en el
Cielo, á donde esperan ir (y justamente) los de ahora por mas que se
juzguen con riquezas, y los otros no tuviesen ningunas; con tal que
hagan de ellas el uso correspondiente, suis scilicet
vel pauperum usibus suggerendæ. Dignese Vm. Señor Censor, irse
con tiento en estos puntos, teniendo presente las borrascas que padeció
aquel Discurso: Dicite Pontifices in Santo quid facit
aurum. Yo no sé quien es Vm.; lo respeto por Sabio, y por que
creo hará honor á mi Nacion con sus Discursos, como lo ha acreditado con
los dados á luz. Siga Vm. sacudiendo al amigo tirria terrible (que es tema
gallega) por la libertad que tuvo en punto al voto de Semper ego auditor tantum nunquam ne reponam?