Sugestão de citação: Anónimo [Ventura Ferrer] (Ed.): "Núm.20", em: El Regañón general, Vol.1\20 (1803), S. 153-160, etidado em: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Ed.): Os "Spectators" no contexto internacional. Edição Digital, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.1466 [consultado em: ].


Nível 1►

NÚM.° 20.

Sábado 6 de Agosto de 1803.

Nível 2►

EDUCACION.

Nível 3► Todavía no se han separado de nosotros una infinidad de agüeros y supersticiones ridículas, á pesar de la misma razon que las condena. La educacion que se les da á muchos individuos, y las ideas tímidas y supersticiosas que adquieren de niños, se radican tanto en su imaginacion, que su espíritu se dexa dominar de mil aprensiones absurdas, y de un gran número de temores infundados. En las ciudades mas civilizadas, y hasta en la misma corte, se encuentran innumerables personas imbuidas de unas máxîmas tan ridículas en este particular, que causan vergüenza. No solo viven en la creencia de todas estas patrañas, sino que á las acciones mas sencillas é indiferentes que executan, las suelen dar un cierto destino ó aplicacion azarosa, que les pone en la mayor confusion. Estas preocupaciones, nacidas sin duda de las ideas falsas que adquirimos en la niñez, y fomentadas con la relacion de tantas historietas de brujas y de encantadoras, que corren de boca en boca entre la gente del pueblo, causan la infelicidad de una multitud de personas, cuyos escasos conocimientos, y falta de principios, no les permiten ver toda la fuerza de su ridiculez; y si en las ciudades grandes tienen todavía tanto séquito, ¿qué partido no tendrán en los pueblos cortos, y entre la gente del campo, en los quales estan vinculados estos agüeros de tiempo inmemorial? Buena prueba es la carta siguiente que se me ha remitido sacada de un Diario inglés, en que su autor refiere muchos agüeros y creencias ridículas que ha notado en su pais. Dice así:

Nível 4► Carta/Carta ao editor► "Habiéndome visto precisado á permanecer algunos dias en un pueblo pequeño cercano á Lóndres, en casa de una tia á quien fuí á visitar, he hecho algunas observaciones que no le [154] dexarán de dar á vmd. materia para su periódico. Yo no intento mas que hacer una relacion sencilla de las cosas que he observado: vmd. si quiere puede añadirle las notas y las reflexîones que tuviere por convenientes.

Nível 5► Narração geral► Quando llegué aquí encontré á mi tia y sus dos hijas ocupadas en clavar una herradura sobre el umbral de la puerta de la calle, con el fin de ahuyentar por este medio los maleficios de una vieja que estaba en opinion de bruja, y que habia jurado destruir la casa en venganza de una burla que la habia hecho una de mis primas, la qual aseguraba que esta misma vieja la habia pedido en varias ocasiones alfileres, y que ella se los habia negado siempre, porque todos los instrumentos punzantes son los mas aptos para executar las hechicerías.

Quando se llegó la hora de acostarnos, mi tia me dixo que le era muy sensible no poderme dar la mejor alcoba que habia en la casa, porque no se podia habitar desde la muerte de una lavandera que tenian, y cuya alma venia todas las noches á lavar la lexía. Esta muger, añadió, habrá escondido sin duda en alguna parte dinero, y estará ahora penando hasta que no le descubra á alguno este secreto. Mi prima aseguró que bien podia ella haberlo sabido, pero que no tuvo valor de preguntárselo á la lavandera quando se la apareció. Con este motivo me contáron tambien que ellas habian tenido un criado que se ahorcó desesperado á causa de unos amores, y que todas las noches venia á pasearse y rondar la puerta de su querida.

Pocos dias despues de mi llegada sobrevino un accidente que puso en cuidado á toda la familia. El perro estuvo ahullando toda la noche de un modo muy raro, lo que anunciaba con certeza que alguno de la casa moriria sin remedio. La mas pequeña de mis primas afirmó que habia oido á la gallina cantar como gallo, lo que anunciaba tambien una desgracia. Con esta ocasion supe que algunos dias ántes de la muerte de mi tio, su muger desde su cama habia oido el golpe de su relox, tan claramente como si lo tuviera á su oido, y el perro habia ahullado tanto, que nadie habia podido dormir. Al tiempo que mi tia me contaba estas cosas, una de mis primas le decia á la otra en secreto que le parecia que su madre no viviria mucho, porque despedia de su cuerpo una especie de olor que lo demostraba. - En la casa hubo una criada que murió sin mas motivo que porque un entierro habia hecho una parada delante de su casa. - Mi prima la mayor habia visto en el jardin el alma de su hermano que estaba en América, y quatro meses des-[155]pues se supo que el dia mismo de esta aparicion habia muerto este jóven en el propio barco que le conducia.

Es incalculable el número de pronósticos que estas muchachas saben sacar de las circunstancias mas pequeñas de la vida, y de los hechos mas indiferentes en la apariencia. Quando la lumbre arroja una chispa, ellas conocen si este fenómeno anuncia un tesoro ó una desgracia. Mucho tiempo ántes de mi llegada ya sabian ellas que yo habia de venir, por yo no sé que señales que notáron en el carbon. Mi prima la pequeña toma siempre el hierro con que se atiza la lumbre, porque tiene gracia para hacerla arder con viveza, lo que quiere decir que ella tendrá un esposo que la querrá mucho, y hará en todo su voluntad: á mas de que como ella es desgraciada en el juego está segura de ser dichosa en el amor.

Diversas ocasiones han notado mis primas en la luz varias señales que anunciaban sucesos desgraciados sin que quedase la menor duda. Habiéndolas ido á visitar un vecino suyo viéron que se formaba en la vela un moco de sebo ácia su lado; efectivamente al otro dia que le dió á éste gana de ir á cazar se cayó del caballo, y se rompió una pierna. Mi tia vió una carta á la luz una noche, y al otro dia le llegó una carta de su hijo. Siempre que la llama de la vela tiene el color algo azulado, ya se sabe que hay cosa mala en aquella pieza. - Otro dia estuvo bien triste una de mis primas, porque habiéndose apagado la luz no pudo encenderla de un soplo: llegó su hermana, y lo consiguió al instante, lo qual era una prueba indubitable de que esta última era mas honesta que la otra.

En esta casa no hay necesidad de barómetro, porque estas señoras conocen por varias señales el tiempo que debe hacer. Quando las arañas suben hasta la chimenea á hacer sus telas debe llover precisamente al otro dia; pero el adivino principal de la casa es el gato. Quando este se acuesta en el fogon con la cola inclinada á la lumbre, anuncia que ha de helar: quando se lame el rabo debe haber lluvia. El otro dia se pasó la pata por detras de la oreja, y mis primas comprehendiéron al instante en esta señal que tendrian visita de un forastero. Mi tia se quejaba ayer de un principio de réuma, y sus hijas observáron que este acceso acometeria á todos los individuos de la casa, porque el gato habia estornudado tres veces. Ya se comienza aquí á sospechar que este gato no sea alguna hechicera que ha tomado esta figura, porque una mañana que mi prima le estaba haciendo fiestas faltó muy poco para que la arañara.

[156] Nadie es capaz de imaginar en quantas señales distintas conocen estas muchachas lo que ha de suceder. Todo el mundo sabe que quando el salero se vierte es una señal muy mala; pero ellas me han enseñado que quando un alfiler cae con la punta para arriba, y un perro sigue á alguno que no es su amo, son señales muy buenas, y que quando la cocinera dexa subir tanto el hervor de la olla que se derrama, esta agua quema á los sugetos que la tienen amor.

Las señales ó apariencias exteriores del cuerpo son para ellas los mejores pronósticos que se pueden encontrar. Una mancha blanca sobre las uñas quiere decir que el que la tiene recibirá un regalo. La mayor de mis primas debe tener un marido mas que la menor, porque aquella tiene una arruga mas en la frente que su hermana, pero esta tendrá mas hijos, cuya particularidad la conocen en el sonido de las coyunturas, para cuyo efecto se estiran los dedos con gran violencia.

Como yo soy sobrino y primo se me han comunicado muchos secretos que otro qualquiera sin estas ó semejantes relaciones de parentesco hubiera siempre ignorado, y así es que he sabido un cierto número de reglas muy cómodas para la conducta de la vida; como, por exemplo, si la cabeza pica, es señal que debe llover; si la frente, debe llegar algun forastero; si el ojo derecho, es señal que llorará uno; si el izquierdo, que reirá. Si pica la nariz es preciso que suceda alguna de estas quatro cosas: ó dar un tropezon, ó beber un vaso de vino, ó reñir con un amigo, ó encontrar una muger que ruegue. Al que le pique la mano derecha es señal que tendrá que pagar dinero; al que la izquierda, que lo tiene de recibir. Si la espalda pica es señal de que se abaratará el vino; si el costado, alguno os anda buscando: últimamente, si se tiene alguna vez temblor, es señal que alguno está caminando en aquel momento sobre el lugar donde ha de ser enterrado el que lo padece. ◀Nível 5 ◀Narração geral

Ya ve vmd. si me he instruido yo poco en unas cosas tan necesarias para la vida, y de cuya certeza no podemos dudar, porque á mas de acreditarlo continuamente la experiencia, hay infinidad de testigos que depondrán hasta la evidencia, siendo los primeros mi tia y sus dos hijas. Yo quedo aquí continuando mis observaciones para formar un nuevo método de vida distinto del que he usado hasta ahora; y le remito á vmd. por el pronto esas particularidades preciosas, á fin de que por medio de su papel se comuniquen al público para su instruccion, y pueda yo tambien lograr el ser útil á la sociedad, &c.” ◀Carta/Carta ao editor ◀Nível 4

[157] Metatextualidade► Por el contexto y la inverosimilitud de los hechos que refiere esta carta, se conoce claramente que su autor no ha intentado mas que reunir muchos de los agüeros y falsas creencias que circulan en Inglaterra entre los hombres de pocas luces; pero como quiera que sea, siempre será una ridiculez la mas insensata el persuadirse ni hacer caso de semejantes tonterías. Todavía por nuestra desgracia no se han acabado de desarraygar entre la gente crédula los temores que conservan á los duendes, difuntos y fantasmas. Verdad es que mucho se ha hablado sobre este particular, y con algun fruto, pero todo no ha sido bastante para curar el mal de raiz, y por mas que se hable y diga, miéntras los padres en la educacion de sus hijos no destruyan estas preocupaciones, no se conseguirá un exterminio total del daño. ◀Metatextualidade Salud.

El Presidente. ◀Nível 3

SECRETARÍA.
CARTAS QUE HEMOS RECIBIDO.

Nível 3►

En la vejez se recoge lo que se siembra en la juventud.

Carta/Carta ao editor► Señor Regañon: Metatextualidade► Incluyo á vmd. la adjunta de un amigo, que ruego inserte en su periódico. ◀Metatextualidade

Nível 4► Carta/Carta ao editor► Muy señor mio: Nível 5► Autorretrato► yo tengo sesenta años, y despues de haber empleado toda mi vida en los placeres, se hallan mis sentidos tan débiles y tan estragados, que el vivir me es ya casi molesto; pero ¿en qué consiste que mis apetitos crecen cada dia á proporcion que se disminuyen mis fuerzas, y que estoy en mayor imposibilidad de satisfacerlos? Hablo á vmd. con toda ingenuidad, como un reo, á fin de que los demas aprendan en mí á corregirse á tiempo, sin lisongearse de que lo podrán executar en la vejez, con el pretexto de que si no dexan los placeres entónces, los placeres los abandonarán á ellos, lo qual es un error manifiesto, como lo experimento yo mismo. En el dia soy yo tan impertinente en mis vestidos, y me inmuto á la vista de una hermosura tanto como en mi juventud, quando desde mi luneta catalexeaba todas las damas de los palcos. Mi ex-[158]travagancia llega á tanto, y estoy tan poco acostumbrado á reprimir mis deseos, que hay ocasiones en que por satisfacerlos en parte, ya que no puedo mas, me siento con toda formalidad armado de mis anteojos y mi gorro, á escribir billetes amatorios á damas, que fuéron bellas hace medio siglo, y que ha mucho sirven de pasto á los gusanos. De este modo un débil recuerdo de mis pasados placeres me enardece el corazon; pero ¿no seria yo mucho mas feliz si pudiera complacerme en secreto con las memorias de mi vida pasada: si recordase alguna buena accion en honor de mi patria; y si hubiera empleado en actos de caridad ó de generosa beneficencia el oro que he disipado en los vicios y la disolucion, y en pervertir tal vez la inocencia? Pero ¡ah! amigo mio, yo he vivido hasta aquí como un insensato, y en lugar de una amable descendencia que hubiera podido tener, y me hubiera proporcionado placeres reales y duraderos, no me queda ya otra diversion, ni mas gusto que el de contar á todo el mundo los añejos cuentos de que se fastidian, ó aventuras caducas en que no creen haya tenido alguna parte. Quando me siento en mi poltrona, y me pongo á reflexîonar: los trages magníficos, las contradanzas , las coplillas tiernas, los boletines de la opera, los equívocos, y otras cosas peores, son lo único que se presenta á mi memoria, y de que está llena mi cabeza. ◀Autorretrato ◀Nível 5 Yo no sé si el señor Regañon general pensará tratar este punto; pero me parece que no podria elegir otro mejor que el publicar un arte que nos enseñase á no temer la vejez, ni aun la muerte. En él nos deberia mover á despreciar y separar de nuestro corazon todo lo que es pasagero, y hacernos ver que la belleza misma se arruga y deteriora al paso que la contemplamos, y que sola la virtud es duradera. Que si un viejo no vive segun su edad, es la risa de los jóvenes y ancianos, y con razon, porque está fuera de su lugar; y si se retira de los placeres, pero llevando en su corazon un afecto invencible ácia ellos, es un miserable, tanto mas infeliz, quanto se ve mas imposibilitado de gozarlos. Ve por otra parte con dolor los entretenimientos de la juventud que envidia, y su espíritu inquieto se atormenta, y reprehende que un jóven haga neciamente cosas que son una necedad de qualquier modo que se hagan. Este es, amigo mio, el estado en que se halla hoy mi corazon: yo aborrezco á aquellos de quienes debiera burlarme, y envidio á los mismos que desprecio. Esta es una triste conseqüencia del desórden en que he pasado la juventud, y aun toda mi vida; lo conozco, y que á aquellos que han llevado una [159] vida arreglada, todas las edades les proporcionan nuevas dulzuras. Por fin veo, aunque tarde, que solo el recuerdo de las buenas acciones, y la paz interior, son para el alma un placer mucho mas delicioso que todos los ruidosos y pasageros gozos de la atolondrada juventud. De vmd. amigo, &c. ◀Carta/Carta ao editor ◀Nível 4 = Por traslado. =

[Diógenes#F::Diógenes]. ◀Carta/Carta ao editor ◀Nível 3

SEGUNDA CARTA.

Nível 3► Carta/Carta ao editor► Señor Presidente: El empeño con que vmd. procura promover en nuestra patria el amor al buen gusto en las ciencias y artes, es digno de los mayores elogios. Es ciertamente vergonzosa nuestra pereza acerca de esta clase de estudios, de los que todavía puede decirse que andan entre nosotros á sombra de texado. No hay duda que hoy se miran con otros ojos que ántes; pero casi todas las producciones de nuestro suelo publican, que si no estamos atrasados en el afecto, nos queda mucho que andar en la realidad y en la práctica. Mas ¿de dónde nos viene esta suerte fatal? Si creemos al Amigo de los Jóvenes (Número 13. pág. 100.) “los estudios escolásticos son un obstáculo que miéntras subsista no lograremos que florezca en nuestra patria aquel estudio deliciosísimo.” Ya se habia lamentado ántes el Fiscal de ese Tribunal de que “en la ciencia divina se haya introducido el estilo aristotélico.” (Número 4. pág. 29.) De suerte que estos dos amantes del buen gusto se manifiestan tan enemigos del escolasticismo, que quisieran verlo enteramente destruido.

¿Pero en esto llevan razon? ¿hablan con el debido pulso? Esto es lo que intento exâminar en mi escrito: que ciertamente no lo dirigiria á vmd., si no estuviera firmemente persuadido de su amor á la verdad, y de que es un juez íntegro, á quien ni el afecto correspondiente á su Fiscal, ni el respeto debido al Amigo de los Jóvenes, podrán jamas corromper en sus juicios, ni inclinar injustamente ácia ellos su inflexîble vara catoniana.

La experiencia harto dolorosa nos ha enseñado que la barbarie, la pedantería, y otros vicios quizá mas detestables, han acompañado al ergotismo por muchos años. Ha habido entre sus profesores, y acaso no faltarán hoy, hombres para quienes Virgilio, Ciceron, y los demas célebres escritores del siglo de Augusto [160] no son mas que unos librejos de pura gramática, indignos de andar en otras manos que en las de un domine: que no encuentran en el Quixote, por exemplo, mas bellezas que sus pasages graciosos, y esto porque hacen reir, y no mas; y que saldrian de ver la representacion de una buena tragedia, preguntando como aquel otro: ¿qué prueba eso? porque todo discurso donde no hay mas textos que periodos, es en su juicio la cosa mas insulsa y mas infundada del mundo. Para ellos no hay tiempo mas perdido que el que se consume en leer los periódicos, sin excluir el apreciable Regañon; y los nombres de Longino, Horacio, Quintiliano, Matamoros, Mayans, Rollin, Batteux y Blair les son enteramente desconocidos.

Vea vmd. aquí, señor Presidente, la causa mas inmediata de la corrupcion de la literatura. No es precisamente el escolasticismo, sino la ignorancia de aquellas y otras fuentes, adonde se debe recurrir para adquirir el buen gusto. El teólogo, el médico, el jurisconsulto, igualmente que el matematico y el profesor de gramática, tendrán el paladar estragado miéntras se ciñan á saber únicamente los preceptos de su particular facultad y profesion. Ello es constante que las ciencias y las artes se prestan un auxîlio recíproco, y á proporcion que el hombre se esmere en reunirlas en sí mismo con la debida discrecion y oportunidad, distará ménos de poseer la sabiduría con adorno y perfeccion. Si el Fiscal pues, y el Amigo de los Jóvenes hubieran pensado de este modo, desde luego tendrian en su favor á todos los hombres juiciosos. Pero no ha sido así; y por eso sus discursos merecen la mas severa censura, y todo el peso de la indignacion catoniana.

Con efecto: ¿adonde va á parar el Fiscal quando mira como desgracia que hasta en la ciencia divina se haya introducido el estilo aristotélico? Por cierto que no ha pensado así la santa Iglesia. Es bien notorio el aprecio que ha hecho en todos tiempos de los teólogos escolásticos, como que de ellos ha recibido señalados servicios; y está muy reciente la Bula Authorem fidei, para que se haya olvidado la proposicion 76 en ella condenada. ◀Carta/Carta ao editor ◀Nível 3 Se concluirá. ◀Nível 2

CON REAL PRIVILEGIO.

MADRID

EN LA IMPRENTA DE LA ADMINISTRACION DEL REAL ARBITRIO DE BENEFICENCIA. ◀Nível 1