Citazione bibliografica: Anónimo [Ventura Ferrer] (Ed.): "Núm.2", in: El Regañón general, Vol.1\02 (1803), pp. 9-16, edito in: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Ed.): Gli "Spectators" nel contesto internazionale. Edizione digitale, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.1376 [consultato il: ].


Livello 1►

NÚM.° 2.

Sábado 4 de Junio de 1803.

COSTUMBRES.

INFORME DEL ASESOR DE ESTE RAMO.

Livello 2► Livello 3► SEÑOR PRESIDENTE.

Algo pesadito es el encargo que me ha tocado en su Tribunal, porque requiere un tino delicado en extremo el chocar contra abusos envejecidos, y contra desórdenes que están en su mayor fuerza: sin embargo, procuraré desempeñarlo lo mejor que pueda. Á efecto de conseguirlo me valdré de todos los medios para extirpar los errores públicos que por desgracia todavía nos cercan, y que sofocando la razon, parece que quieren hacer su imperio eterno. Una de las cosas que mas ha llamado mi atencion es la decantada corrupcion de costumbres que se asegura hay en nuestros tiempos, y con efecto no podemos ménos de notar que el vicio va tomando muchas raices, y pervirtiendo casi todas las clases del estado. Nosotros, como se debe suponer, no tenemos la dicha de saber lo que pasaba en los tiempos antiguos, sino por la relacion de los autores que exîstiéron entónces, y por la tradición inmemorial. Haciendo pues una comparacion con el exámen de estos documentos, de lo que pasaba, con lo que actualmente pasa, es indudable el conocer que si el trato de las gentes se ha hecho mas freqüente, mas social y franco, las costumbres han perdido mucho terreno, y al paso que se han suavizado, y despojado de aquella aspereza que las caracterizaba, ha ido la corrupcion extendiendo sus ramificaciones con una velocidad increible. Hecho el exámen de este modo, parece su juicio muy cierto á primera vista, pero si juzgamos la materia por medio de la experiencia, no lo es tanto como parece: hay otros barómetros mas exâctos con que medir la altura en que se [10] halla la corrupcion general; la freqüencia y el trato de las gentes, quando se exerce por un hombre de genio observador, son los mejores jueces en la materia.

Livello 4► Analizando y desenvolviendo los principios de nuestra corrupcion, hallaremos que su única causa es la moda. Cada época tiene su modo de pensar, y por lo regular pecamos los hombres por inclinarnos á los extremos. En los tiempos llamados heroycos era el punto de honor conducido á un delirio entre los hombres de moda. Las opiniones agenas, la incorruptibilidad, la fama de valientes, los agravios de otros, los mandatos caprichosos, y hasta los pensamientos y perfecciones mismas de las damas eran un punto de honor para los petimetres antiguos, que lo defendian indispensablemente con la lanza y con la espada. Pasóse este tiempo, llegó á hacerse ridículo y con razon, un modo tan bárbaro de pensar, mudáronse los estilos de tal manera, que por separarnos enteramente de un extremo tan vicioso, hemos venido á caer en el opuesto que no lo es ménos. A las costumbres caballerescas de los modistas antiguos han sucedido las dulces y francas que disfrutamos; al encierro y separacion del bello sexô, el trato abierto y comun que con él tenemos en el dia; al respeto y veneracion que se tenia por las señoras, el desacato y la libertad mas grosera con ellas; finalmente á la severidad del carácter y á la escasez de palabras, la jovialidad mas truhanesca, y el charlatanismo mas insufrible.

¡Ah señor Presidente! Es necesario el tener mucha filosofía, y unos higados de un tamaño mayor que el natural para ver con ojos serenos lo que sucede en el trato del dia. Livello 5► Eteroritratto► Ciertas personas abundan en la sociedad, que no parece, sino que se han propuesto destruir hasta por sus fundamentos lo poco bueno que nos ha quedado de las costumbres antiguas, que es el pudor y la modestia del bello sexô. ¡Infelices de nosotros si llegan á conseguirlo! ¿Que cosa nos distinguiria entónces de los animales mas inmundos en el delirio de nuestras pasiones? Se acabaria el amor conyugal, se romperian todos los lazos que unen la sociedad entre sí, no se tendria la menor idea del afecto paterno, y por último todo se reduciria á un desórden espantoso y miserable. ¿Que poder en lo humano seria suficiente entónces para restablecer la quietud entre unos individuos entregados al exceso de su libertinage, sin una rienda que los contuviese? Todo esto y mucho mas sucederia necesariamente con el abandono de dos virtudes, que son las que hacen el mayor bien á las costumbres, y que á no haber sido por ellas, quizás en estos [11] tiempos calamitosos en que se ha confundido con la razon la locura mas furiosa, se hubieran corrompido enteramente.

Los individuos pestilenciales que he citado, bastante comunes por nuestra desgracia, son aquellos que no tienen en la boca mas que palabras indecentes, que todos sus gestos, acciones y movimientos son los mas obscenos, que no se desdeñan de profanar los oidos de las mugeres mas recatadas y honestas con suciedades las mas vergonzosas, y que son en fin una sentina de lubricidades. Semejantes á Calígula y á Neron en sus desenfrenos, léjos de correrse y avergonzarse de sus vicios infames, hacen gala de ellos públicamente, y se glorían de ser tenidos por hombres graciosos y salados á causa de quatro conceptos puercos, é indignos de ser tomados en boca. Logran estos un aplauso increible entre los sugetos de su modo de pensar, que procuran imitarlos, y aun echarles el pie adelante; extiéndese esta disolucion por todas partes, y no se libertan de ella los oidos de la casta doncella, de la respetuosa casada, ni de la honrada viuda. No bastan seguramente las reprehensiones ni las amenazas para que estas se puedan ver libres de unos hombres que tienen el placer infernal de ofender no solo los oidos, sino tambien la vista con sus acciones y movimientos impúdicos. Si como es regular sucede que las colores del pudor se asoman á las mexillas de los sugetos que tienen la desgracia de oir tales desacatos, la burla y la ridiculez que hacen estos malvados llega hasta tal punto, que las que muestran estos hermosos signos del recato se ven reducidas á la mayor confusion y vergüenza. ◀Eteroritratto ◀Livello 5

El mayor bien que se le podria hacer á las costumbres públicas seria sin duda el exterminio de un abuso tan pestífero. ¿Podrá sufrir una prostitucion tan escandalosa la moral que nos rige? Luego que se abandona la vergüenza en nuestras acciones y palabras, se apodera la corrupcion de todos los corazones, y se destruyen enteramente las costumbres. ¿Acaso la modestia y el recato son unos bienes tan pequeños que permitamos abandonarlos impunemente, sufriendo los atentados que contra ellos cometen quatro locos que les han declarado una guerra sangrienta? ¿No es una verdad innegable que el pudor es el sostenimiento del cariño, el hechizo mas agradable del amor, y la prenda mas hermosa de un alma? Infinitos é irreparables daños acarrearia á la sociedad un extrañamiento semejante.

En su rigoroso efecto debemos confesar que no es la corrupcion general tan grande como parece. Los vicios tienen tambien su hipocresía como la virtud, y esta en ellos la ha originado la [12] moda. Muchos son los individuos de ámbos sexôs corrompidos en el delirio de sus ideas, pero que no les ha llegado el daño al corazon. Los estilos que estan en boga han obligado á muchos y muchas á parecer en público distinto de lo que son en secreto, y á hacer ver cosas que repugnan á su mismo corazon: tanto es el poder de la moda sobre los espíritus débiles, y el temor de hacerse ridículos no siguiéndola. La modestia y el pudor que todavía exîsten, son las únicas compuertas que contienen el mar de disolucion que amenaza inundarnos, y que las estan incesantemente batiendo. En una lucha tan tenaz y porfiada, y en la que se agitan las olas con la criminal conducta de los sectarios de la corrupcion, es forzoso que cedan tan débiles murallas si no tratamos de acudir á su reparo y fortificacion.

El Tribunal Catoniano autorizado por su Presidente debe emplear todo su poder en una materia tan interesante para el bien general: debe cubrir de la mayor infamia, y hacer aborrecibles en el comun concepto á los que delinquieren exercitando una conducta tan contraria á la sana moral: debe privar de la opinion de hombre de bien y de estimacion, no solo á los que se ocuparen en los expresados abusos, sino tambien á los que tuvieren hábito de proferir palabras obscenas por deleyte, distraccion, ú otro qualquier motivo, por ser una cosa muy grosera, y que denota malisima crianza: debe declarar por palabras ofensivas é insultantes todas aquellas que encerraren alguna alusion picaresca, y que contuvieren algun concepto indecente explícito é implícito, en tales términos, que el sugeto que las profiriere sea tenido por un truhan, que insulta el respeto de las casas y de las personas; y debe últimamente fallar y sentenciar con toda la fuerza de la ley catoniana á los delinqüentes en este asunto, negándoles apelacion, y no admitiendo parvedad de materia. ◀Livello 4

Este es mi sentir, y el de todos los hombres sensatos, que recibirán un extremado placer quando vean desterrado, ó que se ponen los medios para desterrar un abuso y desacato tan perniciosos. Quando no fuera, como lo es, una obligacion precisa de este Tribunal el declararnos contra este atentado, bastaria el interes propio para hacer por su exterminio las declamaciones mas terribles. Usted no tiene muger ni hijas, pero las puede tener, y vivirá con el mayor disgusto cada vez que reflexîone que los oídos de aquellos sugetos en cuya educacion haya puesto los mas grandes esmeros, han de ser profanados con obscenidades é indecencias capaces de destruir con su continua repe-[13]ticion las mejores máxîmas que se puedan recibir.

El daño es terrible, y va creciendo considerablemente, pero no es irremediable. Aplíquele vmd. los defensivos mas propios, que él cederá; y aunque nuestro Tribunal no consiga mas que este triunfo, será suficiente para eternizar su memoria, y el beneficio en la historia de nuestras costumbres. Salud.

El Asesor primero. ◀Livello 3

ESTADO DE LA LITERATURA.

Sigue el juicio del Fiscal sobre esta materia.

Livello 3► Señor Presidente: Ya que hemos formado un juicio imparcial sobre la poesía dramática y los teatros, pasaremos á decir alguna cosa de los demas ramos de esta facultad; del épico, lírico, didáctico, bucólico, &c. en que hemos hecho algunos progresos en tiempos antiguos, y no se han corrompido tanto en la decadencia general de la literatura moderna. Nuestro Parnaso puede hombrearse sin duda alguna con los mejores de la Europa: el fecundo Lope de Vega, ménos delirante en lo lírico y didascálico que en lo cómico, ha hecho su principal ornato: Ercilla ha manifestado todas las bellezas de la Epopeya en su tan criticada é incomparable Araucana: el tierno Garcilaso, los Argensolas, Fr. Luis de Leon, Solís, Góngora, y otros muchos han demostrado en sus hermosas producciones que nuestra esfera poética es una de las mas extendidas y brillantes. En nuestros tiempos, á pesar de la inmundicia que nos han presentado una cáfila de seudopoetas, poseemos ingenios célebres y fecundos, y poemas originales: entre ellos puede contarse el de la música como uno de los mas hermosos por todos títulos. Varias colecciones de poesías encierran un gran mérito, y hacen ver que sus autores tienen ingenio, entusiasmo, juicio, gracia, buen lenguage, estudio y profunda meditacion: qualidades que deben caracterizar un buen poeta, y sin las quales nunca hará nadie una cosa buena en este dificil arte. Facilísima cosa es hacer versos con tantas sílabas, tantos pies, y tantos consonantes ó asonantes, y si no consistiera mas que en esto la poesía, me [14] atrevia yo á enseñarla, y á sacar poetas en ménos tiempo que el que gastó en sus lecciones el célebre autor de los [Los eruditos a la violeta::Erudítos á la violeta]. El hacer que estos versos así medidos, aconsonantados ó asonantados sean buenos (excelentes se supone) ha sido la dificultad que no han podido, ni pueden vencer los que no han nacido poetas, por mas estudio, exercicio y cuidado que en ello pongan. El arte de esta ciencia se puede aprender, pero su execucion depende solamente de la naturaleza, y en vano trabajará por adquirirla el que no le salga de adentro.

Pasando pues al exámen de las demás ciencias, no podemos ménos de celebrar con entusiasmo el partido que va tomando la que se debe mirar como la mas perfecta en el dia, que es la química. Esta ciencia, que se va extendiendo en todas las clases del estado, hasta en las que parecian ménos propias para ser iniciadas en sus misterios, se puede mirar como la base en donde descansan todos los conocimientos naturales. Las demas ciencias, y hasta los artes mismos buscan en ella su orígen, y la medicina, la botánica, la farmácia, la mineralógia y la anatomía, que ántes formaban cada una una ciencia distinta, ya no son mas que unos ramos dependientes de la química. Nada en mi concepto ha hecho prosperar tanto esta ciencia general como el acierto, facilidad y precision de los términos técnicos que han inventado los modernos para explicarla. Muchas de las ciencias útiles, quizás no serian tan raras en el dia, si se hiciesen mas fáciles y alusivas las palabras que se emplean para su enseñanza. Ya veo en el mayor auge un estudio público de esta facultad, en cuya concurrencia no se echa ménos clase ninguna de las que componen la sociedad. Cortos y escasos á la verdad son los progresos que hasta ahora hemos hecho en ella, pero debemos esperar el que los haya muy grandes si se verifican las intenciones de nuestro Gobierno que protege este estudio utilísimo, y las esperanzas que ofrecen los alumnos que lo cursan con su constancia, empeño y disposicion.

Si hemos de juzgar de la literatura de nuestros tiempos con vista de las obras que salen á luz pública, sin duda no ganariamos mucho en este exámen. Traducciones en todo género, unas buenas, otras malas, y otras peores, y tal qual rasgo original, es lo único que en el dia dan de sí las prensas españolas. Un acierto el mas grande ha sido la prohibicion que ha hecho el Gobierno de publicar novelas. Las que teniamos, y las infinitas que se han mal traducido del extrangero, nos sobran para corromper el mal gusto literario con unas obras en que á es-[15]paldas de una moralidad tal vez impracticable, se nos radica la aficion á la frivolidad, y á las acciones romancescas y ridículas. Verdad es, que no todas las novelas se deben comprehender en esta censura, pero son tan pocas las que no la merezcan, á lo ménos en parte, que me hacen afirmar cada vez mas en mi opinion. Generalmente todos los autores son mas felices para pintar los vicios en esta clase de obras, que en explanar los caminos de la virtud, de lo que resulta, que se ocupa mas la atencion del lector, y retiene mas en la memoria las especies de los primeros, que el resultado que produce esta última, por mas grande y dichoso que pueda ser. Así pues veneremos y agradezcamos el sabio decreto que nos ha puesto á cubierto de la granizada de novelas, cuentos y anécdotas que estaba descargando sobre nosotros con desprecio del buen gusto, del idioma, y hasta de la misma moral.

Si queremos distraernos en nuestras horas de descanso, si pretendemos sacar algún fruto de la lectura, y divertirnos al mismo tiempo, abandonemos la aridez de las novelas que solo producen hojarascas, y divierten superficialmente, dexando vacio del todo el entendimiento con la consideracion de uno ó de muchos individuos que ni han exîstido, ni se puede uno persuadir, en vista de sus caractéres estrafalarios, que pueden exîstir jamas. Sulquemos el campo de la historia: campo el mas ameno, y que recuerda sin cesar al hombre las vicisitudes de los tiempos: ella nos demostrará hasta que punto de grandeza y de corrupcion ha podido llegar la especie humana. Los viages, otro campo inmenso que por desgracia hemos cultivado siempre tan poco, nos proporcionan una instruccion á que seria muy conveniente que tuviesemos mas gusto. Son tan raras las obras exâctas que tenemos de viages, que causa dolor: no solo carecemos de noticias verídicas de los paises extrangeros y ultramarinos, sino que hasta de nuestra misma península ignoramos el pormenor de las ocupaciones y costumbres de sus habitadores. Don Antonio Pons fué el primero que emprendió el viage de España, haciéndolo materialmente, y aunque su excelente obra tiene el mérito de la exâctitud y de la originalidad, debemos sin embargo mirarla como incompleta, por haberse extendido demasiado en la explicación artística, haciendo tan compendiosa y sucinta la parte filosófica, que es el primer objeto que se debe proponer un viagero. Despues de la tentativa de este zeloso español ninguno ha vuelto á tratar la materia á lo ménos con acierto, á pesar de los esfuerzos del Go-[16]bierno, que teniendo destinada una suma competente para el efecto, aun no ha podido conseguir el menor adelanto.

Las ciencias exâctas y de cálculo han prosperado algo mas en los excelentes estudios que tenemos así en la Corte como fuera, y en los que nuestro vigilante Gobierno ha puesto el mayor esmero. Los progresos que se han hecho, aunque no han parecido á luz pública, no dexan por eso de ser ciertos y muy grandes. Una multitud de excelentes matemáticos empleados en nuestro exército ofrecen las mayores esperanzas, y algunos conozco yo tan sobresalientes, que hacen el mayor honor á nuestra España, son estimados de los extrangeros, y á quienes la posteridad jamas los podrá borrar de su memoria. Pudiera nombrarlos con mucho gusto, si el elogio que se hace á los vivos no ofendiera su modestia, y no induxese en sospechas interesadas, muy distantes de mi modo de pensar: nuestro sabio Gobierno los conoce, y ha premiado su aplicacion y mérito.

En las ciencias de cálculo son mas visibles los adelantamientos que hacemos, como lo muestra la experiencia. Escuelas astronómicas, observatorios, estudios geográficos, viages para la exâctitud de la topografia y otros resultados que se notan, hacen mirar los adelantos en esta parte admirables. Un cuerpo militar se ha formado de unos profesores tan apreciables por tantos títulos, y que con tal teson trabajan para la pública utilidad.

Son tantos los asuntos de que debo tratar en este informe primero que doy al Tribunal, que parecerá dilatado, á pesar de tratar cada uno con la mayor brevedad: sin embargo, me reduciré quanto pueda, si acierto así á dar gusto. Salud.

El Fiscal. ◀Livello 3 ◀Livello 2

CON REAL PRIVILEGIO.

MADRID.

EN LA IMPRENTA DE LA ADMINISTRACION DEL REAL ARBITRIO DE BENEFICENCIA. ◀Livello 1