El Curioso Entretenido: Entretenimiento VIII
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Nivel 1
Entretenimiento VIII.
Nivel 2
Desde el instante que abandonando las
obscuras prisiones de nuestro ser salimos á respirar mas
apacibles auras, nos rodean las pasiones, encerrandose en lo
interior de nuestro corazon sus principios, cuyos efectos
contrarrestan sin destruir la naturaleza no
solo la educacion, sino tambien el clima, y temperamento. El
Amor, comunmente, es la pasion que se da à conocer primero,
siendo su existencia igual à la del Mundo, y sus limites los de
la misma naturaleza; ¿conque quien escribirà sobre el asunto sin
transtornar el orden de las cosas, colocandole en el lugar mas
preeminente, y como objeto principal de las demàs pasiones? Es
indispensable poseèr un tierno corazon para saber amar, pues los
pensamientos no sufragan: el temperamento conducido por el espiritu, nos puede arrastrar hasta el amor;
pero nò mantenerle vigorosamente. La naturaleza reparte á todos
los corazones una complacencia, ó deseo para el placer, y á
veces una inclinacion para el amor: se reputan felices los que
reciben el sainete de aquella delicadeza que los sazona; pero
los que se ven sujetos à esta pasion, pasan con rapidèz de las
satisfacciones mas completas, á las penas mas insoportables,
siendo, por lo regular, continuas sus agitaciones. Hay algunos
climas donde el Amor coloca su Trono para reynar
con despotismo: un despejado Cielo, unas fertiles campiñas, un
favonio sutil le hacen fixar la morada, erigiendo su templo en
los sitios donde se esmerò naturaleza; hijo tan docil, y
agradecido, que en todo sigue las huellas de su madre. En los
jardines de Chipre tiene su mansion, y en los desiertos de
Arabia su destierro. Un Portugués nace amoroso, y rendido: un
Arabe, ò Etiope, que vive en la brutalidad, puede volverse
enamorado; pero nò tierno, y fino: la amenidad, y riqueza del
Paìs contribuye mucho à la dulzura de las
costumbres; el clima influye en el caracter de las personas: es
menester ser suave para ser amante; sin embargo, la intrepidèz,
y viveza no se opone à la ternura; siendo los amantes simbolo
perfecto de las copiosas fuentes, en que al mismo tiempo que son
vivas, son suaves, y apacibles, No hay cosa mas comun, que
hablar del amor; y no la hay mas rara, que hablar de él con
propiedad: mejor lo definirá un corazon que lo siente, que un
entendimiento que lo examina: si le preguntamos à un amante lo
que és, nos responderà, que una pena, y deseo; pero
sus ojos, y fisonomía lo explicaràn mas propiamente: un Filosofo
nos dará alguna idea; pero nò nos comunicará tantas luces; en
fin, el primero hace experimentar los movimientos; y el segundo
apensas nos ofrece alguna confusa sombra. ¿Quantos amantes con
el silencio expresan lo que quieren decir, patentizandose à la
presencia de su objeto, por mas oculta que sea, su pasion! Una
mirada cuidadosa, una voz equivoca, son los arcaduces por donde
venimos en conocimiento de su llama. La Coqueterìa
priva ordinariamente à las Mugeres de grandes pasiones, y el
libertinage afianza cada dia mas los hombres en sus vicios: se
debe pensar con modestia, para amar con sinceridad: necesita de
los socorros de la prudencia el amor que ha de ser permanente.
La mayor parte de las Mugeres se rinde sin amor al objeto que
las combate, y el mayor numero de los hombres triunfa, casi sin
pasion, de su debilidad: los verdaderos amantes no tienen mas
consuelo, que verse reciprocamente encadenados sus corazones, ni
otro placer, que salir vencedores de sus derrotas. Un amor ordinario es la mas endeble de todas las pasiones,
pues manteniendose en la esperanza del placèr, conforme se và
acercando se minòra su llama, extinguiendose totalmente luego,
que llega á poseerlo: en una pasion mediocre todo es
complacencia, y sacrificios: se finge, se adúla, se lisonjèa una
querida, se aprueban sus gustos; pero ninguno se atreve à usar
de ellos; y si la adulacion del primero apénas llega à dias, la
del segundo no pasa de meses. Una ternura constante; un gusto
acrisolado; una fè experimentada, y reciproca se levanta con el
dominio de todos los afectos del Alma; y à lo
menos, si un verdadero amor no destruye, ni aniquila
radicalmente las demás pasiones, las somete, y condena à tan
ciega esclavitud, que mandadas con el mayor imperio, obedecen
sin la menor resistencia. Jamàs à los ojos de un amante conserva
el Mundo un mismo aspecto: èl se trueca, y agita segun el estado
de su corazon: si es dichoso todo es placèr, tranquilidad, y
alegria; las tinieblas aparecen mas hermosas que las luces, y en
las sombras se vincùlan, tal vez, sus satisfacciones, siendo el universo dilatado theatro de sus felicidades:
pero si ès infelìz, los elementos se transtornan; el claro dia
se convierte en tenebrosa noche; los gozos en pesares; ni el
aire es puro, ni la naturaleza alegre, dislocando el capricho de
una hermosura todo el bello orden, y harmonía de los Cielos. El
Mundo es muy pequeño á los ojos de un amante: los vestidos, y
trages que le adornan, el parage en que mora, el aire que
respira, son para su fantasia todo el universo. Si todos los
hombres estubieran enamorados, la Sociedad se compondrìa de dos
clases de personas, del que ama, y del objeto
amado; por eso de todos los resortes, y lazos que nos guian, y
unen à nuestros amigos, à la gloria, el interés, y los placeres,
el amor forma una cadena, que enlazada fuertemente en nuestros
corazones, es la mano del amante quien la gobierna. Amar con
propiedad, es no amar nada de lo que se comprehende en la
indiferencia; es recibir el espiritu de su dueño; pensar
igualmente; ver por sus ojos; sentir por su corazon; y en una
palabra, cambiar de naturaleza, y ser lo que es su
objeto: desordenada pasion, que ofuscando las luces del mas
bello entendimiento, le hace condescender à sus locuras,
atropellando las verdades mas ciertas; pasion brillante, y
generosa, que nos eleva à la gloria, siendole igualmente
desconocidos los vicios, y virtudes; simptoma tan extraño, que
no és capàz de remedio; en fin, figurelo el capricho como
monstruo infestador, ò como Dios benefico, siempre será el mismo
en ambos retratos. Adorar un objeto solo por hermoso, es poner
su felicidad en una flor, que cortada de su tronco
pierde à pocas horas su lozanìa. Las gracias del cuerpo son
limitadas; pero sin termino quando se les junta el
entendimiento, que tributa á la hermosura, lo que el rocio à las
plantas. De ordinario los zelos son el alimento de los amantes,
y el cruel tosigo del amor, haciendolos à ellos delicados, y à
las Damas colericas: en siendo suaves, y moderados en producir
sus quexas, deben tener entrada en un corazon amante; pero nò
quando enfurecidos gimen clamando la venganza: Astréa inquieta
es mas amable, que Medea furiosa; por eso es
menester ser delicados sin sombra de zelosos: la delicadèz es
siempre tierna, y amorosa; y los zelos al contrario, airados, y
crueles. La mayor parte de los amantes suelen tener sus quexas
mal fundadas; otros se comprometen, y juran un constante, y
eterno amor, quando solo le ha producido la simpatìa, ò vana
presuncion; por lo que no debieran extrañar su perfidia. Ardua
empresa es amar; pero facil conformarse, y complacerse: entonces
se verifica lo primero quando se nos presenta un objeto que llena todo aquel hueco; y vacío que se halla en
nuestros corazones; lo que aconteciendo rara, ò ninguna vèz, no
es de admirar sean de poca subsistencia los afectos; en fin,
querer hablar de amor con formalidad, es pretender hacerse
ridiculo; sin embargo, á los ojos de una seria reflexion, un
amante, y un infiel amigo son los objetos mas despreciables.
Dexar de amar por inconstancia, es un efecto de la naturaleza; y
hacer traicion à su amante, es un abominable vicio.
No es
el amor otra cosa, que un deseo de conseguir aquello que
ofreciendonos deleite, lisonjéa nuestra
complacencia: en tres clases dividirémos la generalidad de su
nombre, natural, animal, y racional; el primero es de las cosas
inanimadas; el segundo, el que fomenta el apetito anhelando
saciár la concupiscencia; y racional, el que aprobado del
entendimiento, commueve la voluntad al logro de un bien, ò
perfeccion. El amor que comunmente se exerce entre nosotros, ès
el animal; de èl dice Platòn, que todo lo facilita, ya sea por
sobornar los sentidos, como quiere Quintiliano, ó ya por no
saber afectar menos, que extremos, y temeridades,
como escribe Propercio: tiene este tirano sus principales armas
en la vista, de allí pasa á los oídos, luego á la lengua, y
finalmente á las manos: bajo la cruel opresion de este
abominable parto de la voluntad, se dispone en lo interior un
material combustible, que encendiendose à soplos de la
imaginacion, aumenta el deleite, y facilita el apetito,
exhalandose por los sentidos de lo mas profundo de nuestra alma
unos espiritus tan activos, que prenden de improviso en la mas
parecida materia.
Comunmente el que se llama amor és un afecto, que
procediendo de la mocion sensible, halla un placer en los
sentidos, que le mueve à su gusto: con este procura adular el
corazon, el que à fuerzas de la imaginativa, enciende los
espiritus de la sangre mas pura, de cuya circulacion precipitada
se fomenta la pasion al objeto que aprobaron los sentidos.
Gozosa la voluntad, cuyo fin es amar, hace liga con el corazon,
guiando el alma al mismo deseo, el que, como injusto, aleja el
conocimiento, para no dar lugar a la razon. De este
modo navega viento en popa un corazon, hasta que el uracán
soberbio de los zelos, y dificultades altèra toda aquella
maquina de pensamientos: pero quiero que llegue al logro su
deseo ¿se sosiega aquel corazon? No, antes se inquietan ambos:
el del objeto, porque perdiò su merito en la posesion, y por no
ser tan atractivos los halagos, pues nuestra condicion no es
apreciar lo bello, sino lo raro, y nuevo, estimando solo lo que
no poseèmos; y si nos merece alguna atencion lo que disfrutamos,
es por no ser segura la posesion; mas en no poder
enagenarla, no solo la miramos sin gusto, sino con tedio: el del
amante, porque hidropico de los gustos, bebe de la agua mas
cenagosa, sin escarmentar con los tormentos, y castigos ¿pero
quando causas de amor consiguen efectos venturosos? Sirvanos de
exemplo Paris con Elena; Leandro con Hero; Aquiles con Polixena;
Antioco con Estratonica; D. Rodrigo con Florinda; y otros
infinitos que refieren las Historias, testimonios todos de
infelicidades, y tragicas desgracias; siendo con razon amor
(segun un discreto) veneno dulce, enfermedad
agradable, tiranía apetecida, y muerte deseada.
Que todas las Mugeres
natural, ò accidentalmente
comprehendidas en el lastimoso numero de las feas, para
contrarrestar el inexplicable sentimiento, que les
ocasiona ver diariamente gustar á las otras, y no
agradar ellas jamás; para evitar de algun modo su
vilipendio y rebozar el verdadero origen de donde dimàna
su abandono, mandàmos, y es mi voluntad se distingan de
las demás por medio de algunas asperas costumbres,
afectando no solo una austéra conducta, sino tambien una
ferìna rigidéz; à fin de que se persuada el comun de los
hombres, que lo erizado de su genio, y nó
su cara, es quien motiva à que nadie les diga una
palabra. Que todas las que
pasen de los quarenta se denominen cuerpos mayores,
concediendoles graciosamente su jubilacion à expensas de
mi Real Erario, obligandose todos los dias quando
desamparen el lecho (dexando à un lado el amor propio) à
mirarse tres veces al espejo, y preguntarse si son
ellas, para que à la confrontacion de su marchita
hermosura, arrugada fàz, y canòsas gracias no pierdan
lastimosamente en afeites, y locuras el
tiempo que deben emplear en la educacion de su familia;
pohibiendolas in totum el uso de cortejos, y mucho menos
presentarse en publico con ellos, bajo la pena de ser la
irrision de los concursos; declarando á los favoritos de
dichos cuerpos mayores por saca-trapos, pues à no ser
inducidos de particulares intereses, no tendrian valor
para ocupar continuamente el lado de semejantes
carnificados1esqueletos. Item: respecto de
las muchas utilidades que de la pintura nos resultan, á
instancias de sus profesòres, y representacion de su
atraso, mediante el quantioso consumo de colores por
nuestro gremio, viendose los facultativos precisados à
abandonar tan noble Arte no solo por su excesivo precio,
sino tambien por la escasèz, mandamos, y es nuestra
voluntad, que toda persona de qualquier clase, ó calidad
à quien se le coja con las manos en el ajo, ò se
presente en las calles, y pasèos con el
alivio, ò socorro de agenos colores, no solo se repute
por Actríz, sino que desde luego concedèmos amplia
facultad á todo genero de personas, para que piensen de
ella lo menos favorable, satirizandola á cara
descubierta, à ver si por medio de un rigorioso caustico
se consigue atajar tan pernicioso abuso.
Metatextualidad
El siguiente nos darà una breve
idèa del amor.
Nivel 3
Soneto. Es el amor una pasion furiosa,
que obscurece, y perturba la razon; y ès una noble sin igual
pasion, que nos guia à la fama mas gloriosa: Es antídoto
fiel, llama amorosa, dulce tormento, barbara prision, recreo
honesto contra la inaccion, y tòsigo cruel en taza hermosa:
Es un cobarde que temiendo vive, y es un valiente que
lidiando muere; mas por las experiencias se percibe, Que es
un duende sutìl, y esto se infiere de que ninguna forma en
sí recibe, y es capàz de tomar la que quisiere.
Metatextualidad
Oigàmos una definicion burlesca en el siguiente soneto con
piès forzados.
Nivel 3
Soneto. Es Amor un oculto sabañon, un
mosquito tenàz, un torpe piojo aun mas activo que el Planeta
rojo, ò que una picadura de escorpion: A su cura no sirve el
diaquilòn, ni de zarza-parrilla fièl manojo; mas para los
efectos de su antojo los freqûentes remedios estos son: Sus
arpònes arroja à troche, y moche, pegandolos mas fuertes que
con cola lo mismo en la cabaña, que en el coche: Mas el modo
de hacerle la mamóla, y dexar al rapáz à buena noche, es
escurrir con un compàs la bola.
Metatextualidad
Ya he dicho algo en prosa del amor,
vaya a ver lo que sale en verso, pues me hallo hecho poéta
de repente, y sin saber como; mas compañeros tengo, y así
vamos adelante, y salga lo que saliere.
Nivel 3
Decimas Señora, vuestro mandar es ley
de vuestro querer, y pues os sé obedecer, perdonad si llego
á errar: yo bien quisiera acertar en el asunto que toco, y asi, con razon invoco las Pierides del
Parnaso, para que acierte á dar paso en materia que sé poco.
Es lo que se llama amor un veneno apetecido, un deleite
fementido, un pesar, y aun un furor: es gusto; mas con
dolor, es dicha; mas sin ventura, es manìa, y es locura, es
mentira, es falsedad, es escollo, es ceguedad, y es mal que
no tiene cura. Es un fingido tirano lleno de olvido, y
mudanzas, que desmiente con tardanzas lo que antes hizo muy
llano: es un barbaro inhumano falto de toda
prudencia, y demustra la experiencia que de este Caribdis
son los gustos solo ilusion, los pesares existencia. Es
verdugo de la vida, laberinto del cuidado, es tormento
deseado, y del sosiego homicida: es una mortal herida, es
disfrazado incentibo para el mal, y yo percibo si he de
hablar con claridad, que es el mentir su verdad, y es un
pesar succesivo. Es una dulce fatiga, es un acibar violento,
es pesar que dà contento, es una ofensa que obliga: es alivio que castiga, y es libertad con
prision tan lisonjera pasion; mas con aquesto lo dexo, pues
quiero ya del Cortejo decir la definicion. Este el retrato mas fiel
es de lo que haveis pedido; si mal os ha parecido; echadle
la culpa à èl: ni penseis que mi papel condena toda amistad,
pues fuera brutalidad, y yo tambien me acomodo à darme un
poco, no todo, al trato de la beldad. Y pues que ya he
descifrado lo que queriais saber no dudo hechareis de ver lo
que es un cortejo al lado: todas Vms. han dado
en tener satisfaccion grande de sì, y es pasion, y aun error
muy manifiesto del qual desengaña presto el tiempo con la
ocasion.
Retrato ajeno
Es pues Señora el Cortejo un
solàpe para el vicio, para el Demonio servicio, para los
hombres gracejo: es falto de buen consejo, es una cruel
opresion contraria de la razon, es quien no atiende al
defecto y con eso hace su efecto, y su oficio la pasion.
Es gozo que causa daños, es capa de liviandades, es
quien desmiente verdades, y acredite los
engaños: es quien á los desengaños jamàs quiso conocer,
es ya quanto puede ser, es desahogo que lastima, y es
fin la sorda lima que su efecto viene à hacer. Es un
injusto deseo donde la razon no obliga, es una impura
fatiga de alcanzar ageno empleo: es luxurioso recreo,
continua delectacion, y Diabolica invencion conque el
apetito piensa à costa de agena ofensa tener su
satisfaccion. Es un aspid escondido, es una vida sin
rienda, y es querer ir por la senda donde
tantos han caìdo: es un echar en olvido el propio
conocimiento, es un rebozado intento que pone los
medios, sin buscar, ò querer mas fin, que en el vicio
estár de asiento. Es su zelo hipocresia, es un
continuàdo ruego, y es añadir nuevo fuego á la materia
que ardìa: es pues, quien de dia en dia va cobrando mas
llaneza, es quien quiere à la belleza por el fin tan
solamente à donde naturalmente conduce naturaleza. Es un
mar donde se anèga la atencion que es mas
gallarda, es ley, que ninguna guarda por estar á todas
ciega: es nave que no sosiega, es peste de la
conciencia, es una mortal dolencia, es un comercio
indecente, y por este antecedente sacareis la
conseqûencia. Es un riesgo manifiesto à que nuestro
afecto inclina, y es fabricarse la ruina desde un
elevado puesto: es tambien soltar el resto á nuestras
viles pasiones, es buscar las ocasiones, y no para
merecer, pues es forzoso caèr quien ama las
tentaciones. Es querer que el precipicio labre à la
seguridad, es soltar la voluntad, y querer no siga al
vicio: es hacer el sacrificio donde dicta la pasion, es
querer que sin lesion quede el cuerpo entre la llama y
entre el fuego que se inflama huelgue la imaginacion. Es
tacita union de afectos á que la pasion induce, es la
causa que produce los mas pesimos efectos: es un molde
de defectos segun mejor acomodo, es imaginario modo, es aprehension figurada, y es el Cortejo
una nada que se compone de todo. Es el que vé, hacerse
ciego, es del aire sustentarse, es à tiento recrearse, y
en tormenta hallar sosiego: es querer no queme el fuego,
es continua implicacion, es una disolucion es dexar
libres los frenos, y es, y serà quando menos una proxima
ocasion. Es un trato muy freqûente à quien lo rinde la
instancia, y de este tal la substancia es lograr el
accidente: es el mejor expediente para hacer qualquiera
cosa, es ente que no reposa, y dá con todo
al través, y en una palabra, es la delectacion morosa.
Es una escuela fingida en donde consigue el hombre
perder su altivo renombre con lo torpe de su vida: es
dolencia apetecida, es engañoso contento, es mutuo
consentimiento que rebozado se tapa, y en quitandole la
capa se queda amancebamiento. Es dicha que se desquicia,
y viene à dar en desgracia; es una aparente gracia que
està pidiendo justicia: es de la humana malicia el abuso mas interno, y es, en fin, á lo
moderno cortejos, y cortejados ir por sus pasos contados
à parar en el Infierno.
Retrato del amor, y cortejo.
Nivel 3
Soneto. Tratar à la razon de poco
humana, hacerla mas incierta cada dia, cifrar todo el placer
en la manìa que una pasion fomente tan tirana: Rendir
adoraciones con fé vana à una mera ilusion, ò fantasía, unir
con la tristeza la alegria, morir, y revivir tarde, y
mañana: Estar siempre en continua inconseqûencia, su dueño
colocar con las Deidades, verse à sus pies, y creer que es
eminencia: Prevenciones hacer casualidades, apreciar lo que
no tiene existencia despreciando las mas ciertas verdades.
Nivel 3
Al amor
Nivel 4
Cantilena primera.
No mas, no mas Cupido, no mas rapàz vendado, huìr de tì pretendo pues miro tus engaños: ninguna impresion pueden hacerme ya tus dardos, que à fuerza de escarmientos evitarè mi daño. Mas ay de mi! Que apenas finalizò mi labio de articular sus voces quando quedò vengado: tomò por instrumento el perfido tirano de su venganza fiera su original retrato. ¡Quien, pues, sino Belìsa tuviera poder tanto que en una hora borrase siglos de desengaños! gustoso me somèto á tu poder alàdo, dispòn lo que quisieres supuesto soy tu esclavo. Pero el amor con risa me dice: quan en vano huír de mì pretende quien yo sigo volando.Nivel 4
Cantilena segunda
Al pie de un arroyuelo que sirven sus corrientes de musica à las aves, y al prado de tapète: en catre de rosales depuesto el arco fuerte cansado de su corso Amor descansa, y duerme. Nereydas apacibles agenas de que huviese persona que ocupàra sus cotos, y vergéles: al éco de sus conchas festivas se divierten, quando su vista à todas las pára, y las suspende. Observan su hermosura, se acercan, no le temen, y dexan de alhagarle por miedo que despierte: sus gracias preconìzan, y cada qual pretende meter dentro del pecho el aspid mas aleve. Al ruido Amor despierta, y al ver que guerra enciende se felicita ufano del gran poder que exerce: encubre sus designios bajo un aire aparente, las Ninfas al instante el miedo, y temor pierden: le alhagan, le acarician, y Amor se muestra alegre, coronan su cabeza de bellos ramilletes, y con graciosas risas Amor se lo agradece. Mas ay! Quan pronto todas su llama voràz sienten; pero conocen tarde su amarga, y triste suerte: volvednos, dicen ellas, infiel tirano huesped nuestro reposo antiguo, pues la voráz, y ardiente llama que nos consume entre las ondas crece. Mas el Amor risueño responde dulcemente: las llamas que yo enciendo no està en mi mano, creedme, el apagarlas luego, y asi, séd mas prudentes.Nivel 4
Cantilena tercera.
Herido el alto Jove del Cupidillo osàdo, lo vuelve en mariposa al conocer su estrago: en refulgentes alas convierte sus dos brazos, y en manchas, y matìzes sus penetrantes dardos. Sus quexas à los vientos pretende dar en vano, que de ningun provecho le sirve el fatal arco: no vuela presuroso, como solìa antaño, detras de corazones; sí del placer guiado de flor en flor tan solo el niño vá saltando. Movido de sus ansias el Padre Soberano procura consolarle su audacia disculpando: en fin, muda de forma su antiguo sèr tomando, y para su memoria las alas le ha dexado. Temed, temed mis iras, exlama el niño vano, que hasta en los mismos Dioses tienen poder mis rayos.Nivel 3
Egloga o bien sentidas quejas de un Amante abandonado.
Tirso, y Belardo.
Relato general
Quando ya el Sol declinando
sus rayos caminaba velóz al occidente, con lentitud
discurria las margenes del Tajo conduciendo unas Ovejas
Tirso, Pastòr tan galàn, como desdichado, quien despues
de lanzár varios suspiros, prorrumpiò de este modo.
Nivel 4
Diálogo
Amor! Amor! Como asi
me abandonas? ¿Donde está la lealtad
conque te servìa? ¿Donde las fatigas, y lagrimas
que salieron del fondo de mi corazon? ¿Donde los
pensamientos que noche y dia ocuparon mi memoria?
¿Como ahora te alejas de mi? Ay infeliz! ¿En donde
hallaràn alivio mis quexas? ¿Donde puerto mis
pensamientos? ¿Y qué fin tendrán mis pesares si tú
mas cruel que las fieras huyes de mi presencia?
¡Ah tiempo mal empleado! ¡Ah desdichado Amante,
que qual Nave sin timòn vas surcando un mar de
tempestades! ¡Oh quanto las voraces llamas de los
zelos, y pasiones juntas con los
rayos de tu beldad abrasaron mi corazon,
reduciendolo á pavesas! Y tu siempre mas sorda que
las rocas á mis males, sin que te haya commovido
el copioso llanto que destilan mis ojos, has
despreciado mis finezas! ¡Ah, que pronto huyò de
mí el placer que me causaban los afanes con la
imaginacion de pasarlos solo por tu causa.
Belardo. ¡Que siempre, Amigo, te he de hallar
entre sollozos! Es posible que nunca te falten desventuras? Tirso. Si fueran los
zafiros de ese luciente Globo capaces de
impresion, desde luego mancharian su explendor mis
angustias. ¡Ah infiel Belisa! ¡Ah mal empleada
esclavitud! ?Ah entrañas de este lastimoso pecho,
como no os esparcís por el aire al mirar os falta
la antorcha que alumbraba vuestro corazon? ¡Oh
quan gratas eran para mi las horas en que oía de
tus dulces labios proferir estos suaves acentos:
tuya soy, y en tí se cifran mis delicias! ¿Como ahora mas cruel que las Hircanas
fieras, mas movil que las aristas, y mas mudable,
que la inconstante Luna, no solo me abandonas
ingrata, sino que perfida te alabas de tus
falsedades, y erigiendo otro amante, me haces vil
theatro de tus desprecios? Belardo. ¡Quien pudiera
persuadirse, ò Tirso amigo, que Belisa contigo
procediese tan ingrata! Tirso. Quien la
considerase amante, y muger; pero ya
el tiempo me aflige, las horas me consumen sin
poder hallar alivio en mis pesares. Ah falsa
muger, que mientras me esmeraba en profesarte mis
afectos, tramabas en tu vil è infame pecho las mas
enormes traiciones! ¡Mi alma se quexará altamente
de tu perfidia! Ya no tiene dentro de mì morada la
quietud, y el reposo; traspasando lo mas intimo de
mi corazon la imagen de sus infidelidades.
Belardo. Si un huesped agradece los beneficios de solo un dia ¿como Belisa ha
cerrado los ojos à tantos años de rendimientos?
Tirso. ¡Ah Belardo amigo, que la mas firme muger
se compone de mudanzas! Pero á vosotros prados,
riscos, y montes, que tantas veces oìsteis el éco
de aquesta vóz lastiméra, os pido triste, y
desdichado amante llebeis compasivos mis justas
quexas á esa tirana, mientras regando el suelo con
mi llanto, conduzco à su redil las Ovejas. Y tù
aire benigno, que con tu aliento has sustentado este endeble espiritu, inspira
mis bien sentidos lamentos á esta Alma infiel, que
con sus falsedades me ha conducido al centro de
las penas. Belardo. Qual ès el arbol, asi produce
el fruto: procura desechar tan infaustas idèas, y
retiremonos hacia la cabaña.
Carta
Nivel 3
Carta/Carta al director
Señor Entretenido: si no
hubiera hecho una firme resolucion de no asentir á
segundas nupcias despues de la muerte de mi Esposo, y si
no me disgustase el nombre de casamiento, y sus
ceremoniales, puede ser que en la ocasion tubiera la
flaqueza de dexarme convencer; y aunque en el dia mi
modo de pensar està bastante apartado de este asunto, no
obstante, tomáos la molestia de reponder à los casos que
propongo, pues redundará en beneficio de algunas amigas, que compran todas las semanas
vuestros discursos. Pregunta I. Si una que ha dado
palabra á dos diferentes Amantes, que la solicitaban
durante la ultima enfermedad de su Marido, tiene plena,
y absoluta facultad de escoger el que quisiere, ò bien
de despedirlos eligiendo un tercero en discordia. II. Si una Viuda
està obligada à cumplir la solemne promesa que hizo á su
Marido un dia, que la regalò una
sortija de brillantes, porque la pretende un Joven bien
plantado, y de espiritu, y está indecisa, aunque él le
asegura bajo su conciencia son criminales tales
proposiciones. III. Si en
calidad de Viuda futúra puede disponer de su persona en
favor de un Petimetre, que la estrecha, hallandose su
Marido en tal estado, que de ningun modo puede haver
esperanzas de su salud.
IV. Otra quiere saber si en casarse con un
Caballero mas joven que su hijo, harà bien, ò... V. Cierta Viuda critica, y
escrupulosa duda si està obligada, ò nò en conciencia à
poner sus hijas en un Convento, pues me asegura la hacen
parecer vieja, temiendo perder su fortuna, porque todos
se inclinan á las niñas. VI.
Otra, que à juzgar de ella por su estilo parece una Señora de las mayores circunstancias,
pretende saber si para el manejo, y direccion de sus
intereses serà suficiente su capacidad, ó si es mas
acertado buscar un Administrador joven, y bien parecido
en quien deposite su confianza. VII. Otra muy delicada no sabe á quien
se incline, si à un Señor mayor de gorro, y peluca, que
la enamora à polvos de tabaco, y à la antigua ò à un
Caxerito muy soplado, que le hace el amor á la francesa;
conque ella esogerá lo..
Cita/Lema
Respuesta. Tiene.
Cita/Lema
Nò.
Cita/Lema
Puede.
Cita/Lema
Mal.
Cita/Lema
Bueno!
Cita/Lema
Lindo!
Cita/Lema
Peòr.
Nivel 3
Noticias de bastante cuidado.
Por las ultimas gacetas de la Corte de Chipre se asegura, que la Serenisima Venus, Reyna de la hermosura, y Señora absoluta de los Imperios del Mundo, con acuerdo de sus Decanas, y sabias consejeras, ha expedido la siguiente pragmatica.Sátira
Cita/Lema
Articulo I.
Cita/Lema
II.
Cita/Lema
III.
Metatextualidad
Otra semana sabrèmos los demás
articulos de esta Pragmatica.
Nivel 3
Siguen los proverbios.
No fuera malo olvidar mil cosas de juventud: Ni donde falta virtud la eloqûencia es provechosa: Ni vì mas aspera cosa, ni mas blanda, que la lengua: Ni quien note agena mengua, que tenga limpio su seno: Ni es consuelo el mal ageno, que remedie el propio mal: Ni sirve mas que de sal el alma en cuerpo vicioso: Ni he visto quien dè en gracioso, que no tenga mil rencillas: Ni el que no sufre cosquillas puede usar de libertad: Ni se puede una verdad, si es cruda, dar à comer: Ni hay quien se pueda valer contra su propio deseo: Ni quien sepa sin rodeo dar satisfaccion á un necio: Ni quien sufra un menosprecio si nò es bueno, ò pretensor: Ni es verdadero valor del ingeio la agudeza: Ni la desdicha tristeza, quando alegra gloria falsa: Ni el pobre que busca salsa merece ser socorrido: Ni el que es loco, y atrevido vive con seguridad: Ni puede haver calidad que no merezca qualquiera: Ni se da mayor quimera, que el desprecio de la vida: Ni habra hombre que se mida, que no asegure su estado: Ni tan soberbio elevado, que pobreza no le mude: Ni quien sepa, aunque massude [sic], en què esta el daño, ò provecho: Ni ofensa que se haya hecho, que à tiempos no resucite: Ni habrà contento que quite tan solamente una cana: Ni hay vanidad cortesana, que dexe al dueño que duerma Ni habrà fama que si enferma no tenga dificil cura: Ni se gana sin ventura, ni se conserva sin arte: Ni por perder una parte se ha de aventurar el todo: Ni hay hombre que por su modo no se pueda hacer cabal: Ni con falta de caudal es bueno levantar obra: Ni pienso que à nadie sobra dinero para mal uso: Ni timepo al hombre confuso para bien, ni mal obrar:1El uso de esta vóz se lo debemos á la Pragmatica.