La Protexta.
Cualquiera obra, palabra, ò pensamiento,
que háia sìdo, i será libélo impío,
juro à Dios, i à una cruz, que nada es mio,
aun que sirba mi idèa de instrumento:
Io pretendo un heróico, i santo inténto,
úso el mèdio oportuno; pero pío;
i siempre es tribunal de mi alvedrío,
memoria voluntad, i entendimiento.
Mi defensa, la fío à los mas Sábios,
à que explíquen mi mente a los bolonios,
con la misma eficácia que mis lábios.
Aunque ió libre estói de Testimónios,
no quiero seme emputen los agrábios,
de èstos Duendes fingídos, ú Demonios.
Contra-protexta del Duende.
Aunque mi obra, palabra, i pensamiento,
cáusa ha sido u serà à libelo impío.
júro á Dios, i à una cruz que todo es mio,
que fuè mi obra, palabra, i pensamiento.
Que pretendí, con justo, i santo intento,
aunque no lo logrè, con celo pio:
i asì soltè la rienda al alvedrío,
contra toda maldad de entendimiento.
Aposentos de Duendes, son los Sabios,
que conocen mui bien à èstos bolonios,
i la grande torpeza de sus labios;
Sin que iò les levante testimònios:
i así suelten, si quieren, los agrábios,
que à Duendes van à dar, ú à los Demonios.