El Filosofo à la Moda: Número XII
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Niveau 1
Niveau 2
Número 12
Leccion XXIII
A los Delicados de Complexîon.
Citation/Devise
Nil ego contulerim
jucundo sanus amico.
Hor. Lib. I. Sat. V. 44.
Niveau 3
Un anciano que reflexîone sobre su
vida pasada, y que solo cuente el tiempo en que ha vivido
con satisfaccion y alegría, excluyendo todas las horas
desagradables, ó aquellas en que no ha gozado algun alivio,
se hallará sin duda muy mozo, por no decir niño. Las
enfermedades, el mal humor, el ocio le habrán seguramente
robado una buena porcion de aquel tiempo ó espacio, que
ordinariamamente [sic] llamamos nuestra vida. Cada hombre,
pues, que busca su verdadero interés, debería alegrarse de
todo, y aumentar así la interior complacencia de su corazon.
Pero apenas se halla un hombre cuya inquietud
no se le aumente á medida de la práctica que vá adquiriendo
en el mundo. Una delicadeza afectada es el progreso
ordinario de aquellos que pretenden tener mayor experiencia
que los demás. No aspiran á los verdaderos placeres de la
vida, y si vuelven su entendimiento á criticar los falsos
placeres agenos. Estos son los valetudinarios de la sociedad
civil, de quienes ésta debería huír, como los sanos de la
peste. Si un hombre es tan débil que no puede sufrir lo que
sirve de refrigerio á los que están buenos, quedése siempre
en su casa.
Es cosa muy singular que tantas personas de buen entendimiento entretengan las tertulias hablando de sus penas y de sus indisposiciones, suponiendo ó pretendiendo, que tales discursos sirvan de agradable conversacion. Este procedimiento es el mas despreciable. Es necesario que un hombre no entienda, ó no quiera entender quando despues de haber hablado de su dolor de cabeza, otro le pregunta, qué noticias han traído las últimas cartas de Constantinopla? El buen humor nos debería seguir siempre, y nunca deberíamos desplegar los labios sobre lo que nos pertenece á nosotros mismos, quando no sea para satisfacer y contestar á nuestros amigos. Pero hay una multitud de personas, que no cuidan de agradar ni á los demás, ni á sí mismos, y viven en una continua indolencia. Infelíz y penoso estado! parece que siempre está entre el placer y el pesar, y es indígno de todos los periodos de nuestra vida, desde que tenemos la luz de la razon. Una repugnancia de esta naturaleza al trabajo causa un continuo descaecimiento, y hace la vida de un peso insoportable. El indolente renuncia la dignidad de su sér, y de racional, se restringe á sola la vegetacion. Su vida consiste en el aumento ó declinacion de un cuerpo, que por lo que mira al resto del mundo podría haber sido una simple máquina, ó la habitacion de un espíritu inmortal.
Quando trato de este modo á aquellos que son ingeniosos en atormentarse, ó que pasan su vida, diré, sin vivir; no pretendo que para vivir sea necesario hallarse siempre en compañías, que no respiren sino alegría, y se coronen de guirnaldas como habían los disolutos de la antigüedad; pero ya que la indolencia y la propia delicadeza son enemigas de todo placer, quisiera se buscáse medio de adquirir una cierta disposicion, que nos obligáse á recibir con gratitud é interés todo lo que oímos y vemos.
Esta calidad portatil, quiero decir, el buen humor sazona de tal modo todas las circunstancias de la vida, que no se pierde ninguno de sus momentos, y cada momento nos causa placer.
Es cierto que un humor suave y afable, sostenido de
modos honestos, y de una imaginacion viva y bien arreglada,
es uno de los mas hermosos dones de la naturaleza, y
constituye uno de los mayores placeres de la vida.
Yo iría á aquella junta con mucha mas satisfaccion, si estuviera cierto de no oír nada insulso ó desagradable. Quando sabemos que el que habla no tiene malicia, y que se nos presentan las personas y las cosas en su sér verdadero, es preciso que el manjar sea delicado, porque el cocinero no previene ninguna vianda sin que sea excelente en su especie. Las pinturas hermosas, sirven de diversion á los que tienen gusto en ellas, y las indecentes entretienen á los de un gusto impuro.Quando se disfruta una conversacion, donde no hay nada sino muy exquisito, nuestra vida es casi igual á la de los Angeles, pero quando en una conversacion no hay mas que depravados sentimientos, podemos decir que nos acercamos paso á paso á la de los diablos.
Es cosa muy singular que tantas personas de buen entendimiento entretengan las tertulias hablando de sus penas y de sus indisposiciones, suponiendo ó pretendiendo, que tales discursos sirvan de agradable conversacion. Este procedimiento es el mas despreciable. Es necesario que un hombre no entienda, ó no quiera entender quando despues de haber hablado de su dolor de cabeza, otro le pregunta, qué noticias han traído las últimas cartas de Constantinopla? El buen humor nos debería seguir siempre, y nunca deberíamos desplegar los labios sobre lo que nos pertenece á nosotros mismos, quando no sea para satisfacer y contestar á nuestros amigos. Pero hay una multitud de personas, que no cuidan de agradar ni á los demás, ni á sí mismos, y viven en una continua indolencia. Infelíz y penoso estado! parece que siempre está entre el placer y el pesar, y es indígno de todos los periodos de nuestra vida, desde que tenemos la luz de la razon. Una repugnancia de esta naturaleza al trabajo causa un continuo descaecimiento, y hace la vida de un peso insoportable. El indolente renuncia la dignidad de su sér, y de racional, se restringe á sola la vegetacion. Su vida consiste en el aumento ó declinacion de un cuerpo, que por lo que mira al resto del mundo podría haber sido una simple máquina, ó la habitacion de un espíritu inmortal.
Niveau 4
Hétéroportrait
La vida que pasan el Señor
Don Enio y su Esposa, es de este género. Quando él
era jóven, se le hubiera reputado uno de aquellos
individuos que tienen mucha viveza y poco talento.
La Señora Doña Rebia, con quien ha casado, tenía
toda aquella actividad de la juventud, y todas
aquellas modales festivas que contribuyen á hacer
amable una jóven. Estas dos personas de un mérito
aparente cayeron una en los brazos de la otra, y
satisfecha la pasion, ni la razon ni el buen sentido
vinieron en su socorro: de modo que su vida en el
dia es un achaque, sus manjares insulsos, y se
fastidian recíprocamente. Si su fortuna los exîme de
los cuidados de la propia manutencion, se puede
decir que la falta de gusto les priva de todo
placer.
Quando trato de este modo á aquellos que son ingeniosos en atormentarse, ó que pasan su vida, diré, sin vivir; no pretendo que para vivir sea necesario hallarse siempre en compañías, que no respiren sino alegría, y se coronen de guirnaldas como habían los disolutos de la antigüedad; pero ya que la indolencia y la propia delicadeza son enemigas de todo placer, quisiera se buscáse medio de adquirir una cierta disposicion, que nos obligáse á recibir con gratitud é interés todo lo que oímos y vemos.
Esta calidad portatil, quiero decir, el buen humor sazona de tal modo todas las circunstancias de la vida, que no se pierde ninguno de sus momentos, y cada momento nos causa placer.
Niveau 4
Hétéroportrait
Valerio, posee en sumo
grado este talento, y lo comunica en todas las
partes donde se halla. El festivo, el afligido, el
sério, el melancólico, á su primera vista se
alegran; jamás ha dicho una cosa que merezca
réplica. El es de un natural tan bueno, que todo el
mundo manifiesta un verdadero y ansioso deséo de tratarle, porque qualquiera tiene
seguridad de ser acogido de él con política y
agrado. Parece que no contribuye á la alegría de la
concurrencia, aunque él solo es el manantial de
ella. Algunos han dicho que si Valerio tuviera
entendimiento, sería el mas apreciable del mundo.
Yo iría á aquella junta con mucha mas satisfaccion, si estuviera cierto de no oír nada insulso ó desagradable. Quando sabemos que el que habla no tiene malicia, y que se nos presentan las personas y las cosas en su sér verdadero, es preciso que el manjar sea delicado, porque el cocinero no previene ninguna vianda sin que sea excelente en su especie. Las pinturas hermosas, sirven de diversion á los que tienen gusto en ellas, y las indecentes entretienen á los de un gusto impuro.Quando se disfruta una conversacion, donde no hay nada sino muy exquisito, nuestra vida es casi igual á la de los Angeles, pero quando en una conversacion no hay mas que depravados sentimientos, podemos decir que nos acercamos paso á paso á la de los diablos.
Niveau 2
Leccion XXIV
A las Devotas a la Moda.
Citation/Devise
Oderunt peccare
boni, virtutis amore.
Hor. Lib. I. Epist. XVI. 52.
Niveau 3
Metatextualité
Hace algun tiempo, que recibí
varias cartas de ciertas Damas, que me honran con su
correspondencia. La mayor parte de éstas me reconvienen,
porque disminuyo sus placeres, ó condeno con demasiada
severidad aquellas cosas que ellas creen indiferentes.
No me parece que tienen razon, porque yo solamente me
ciño á sostener que las calidades del ánimo deben ser
preferidas á las del cuerpo, y las mas esenciales á las
ménos importantes. El entendimiento del hombre suele ser
el engañador de su corazon, aunque vaya filosofando toda
la vida sobre los medios de vencer sus pasiones. No
hallo un motivo para que el corazon de la muger pueda
ser inmune de esta fragilidad. Aunque
admitamos la igualdad en las facultades de uno y otro
sexô, no podemos dexar de conceder, que el espíritu de
las mugeres se cultiva ménos que el de los hombres, y
consiguientemente se puede creer, sin agraviarlas, que
están mas sujetas á este defecto, particularmente en
ciertos casos, en los que su inclinacion se halla
opuesta á los intereses de la virtud. No quiero traer
aquí sino una carta de cierta Dama, y despues de haberla
vrebemente [sic] comentado, dexaré al público, que
decida si tengo ó no razon en pretender que las hermosas
pueden caer en error. Parece que me ha escrito
únicamente para hacerme saber, que no hará ni mas ni
ménos á pesar de todos mis avisos: oigamos sus mismas palabras.
Me ha dicho un amigo, que una muger que escribe, no descubre del todo su pensamiento, sino al fin de la carta en una posdata. Me parece que la Dama jóven no ha declarado mal el suyo en la que se acaba de leer. Me atrevería casi á apostar que su favorecido jamás la poseerá, que llegará á tener lo menos otros diez antes de determinarse, y que finalmente escogerá el menor, por no decir el peor de todos. La amistad que se contrae con los ojos, no tiene límites. Por ella quedan engañadas tantas jóvenes, y por ella un hombre, que presume haber hallado la misma inocencia, casa con una desvanecida vanidosa, que en todas las tertulias y bayles, donde ha concurrido, ha sabido elegir un nuevo amante. No se trata ahora de abstenerse de todos los vicios, como se debería, pero se debe buscar todo lo que es dígno de nuestros elogios, esto es, el amor de la virtud, que falta tanto á los hombres como á las mugeres. ¡Ah! ¡Qué diferente es el carácter de Eudoxia, y qué distancia hay de ésta á la desvanecida de que hablamos! Posee todos los modos políticos y honestos de una buena educacion, y en tan alto grado, que la virtud parece en ella mas bien impulso natural, que esfuerzo de su espíritu. Ha convertido en naturaleza todo lo que al principio era un puro efecto de su educacion; y la sería tan imposible alimentar un pensamiento vil y falso, como á Flavia la cómica, introducirse desayradamente y con poca gracia, en una casa de personas distinguidas.
Las falsas idéas, que cada uno forma de su propio espíritu se nos pintan con mucha discrecion en la siguiente carta, que es un compendio de la que he recibido de Ecatisa. Así como ésta ha sujetado la soberbia, que puede nacer de la hermosura exterior, por tanto no puede dexar de ser á propósito para juzgar sobre las perfecciones del espíritu. Veamos sus palabras, y el modo con que escribe.
Niveau 4
Lettre/Lettre au directeur
Metatextualité
Señor Filósofo.
Q. S. M. B.
P. D. Mi amante ignora, que le estímo, por lo que no habiendo contrahído con él ningun empeño, puedo esperar, y vér si hallo otro que mas me agrade.
Niveau 5
Autoportrait
Yo soy todavía muy
jóven, y suficientemente dispuesta á caminar por
la senda de la inocencia; pero como poséo muchos
bienes de fortuna, y soy de nacimiento esclarecido, no tengo gana de renunciar ciertos
placeres, y la satisfaccion de agradar á todo el
mundo, y mucho ménos la de ser amada de un
caballero, con quien he determinado casarme. Pero
no quiero empeñarme en este nuevo vinculo, sino
despues que haya pasado otro nuevo invierno, y
(diga vmd. lo que quisiere con su humor saturnino)
le quiero emplear en oír conciertos de música, en
divertirme en la comedia, en visitas, y en todos
los entretenimientos, que la abundancia y la
mocedad, acompañada de la virtud, podrán
suministrar á la que es de vmd. segura servidora,
P. D. Mi amante ignora, que le estímo, por lo que no habiendo contrahído con él ningun empeño, puedo esperar, y vér si hallo otro que mas me agrade.
Me ha dicho un amigo, que una muger que escribe, no descubre del todo su pensamiento, sino al fin de la carta en una posdata. Me parece que la Dama jóven no ha declarado mal el suyo en la que se acaba de leer. Me atrevería casi á apostar que su favorecido jamás la poseerá, que llegará á tener lo menos otros diez antes de determinarse, y que finalmente escogerá el menor, por no decir el peor de todos. La amistad que se contrae con los ojos, no tiene límites. Por ella quedan engañadas tantas jóvenes, y por ella un hombre, que presume haber hallado la misma inocencia, casa con una desvanecida vanidosa, que en todas las tertulias y bayles, donde ha concurrido, ha sabido elegir un nuevo amante. No se trata ahora de abstenerse de todos los vicios, como se debería, pero se debe buscar todo lo que es dígno de nuestros elogios, esto es, el amor de la virtud, que falta tanto á los hombres como á las mugeres. ¡Ah! ¡Qué diferente es el carácter de Eudoxia, y qué distancia hay de ésta á la desvanecida de que hablamos! Posee todos los modos políticos y honestos de una buena educacion, y en tan alto grado, que la virtud parece en ella mas bien impulso natural, que esfuerzo de su espíritu. Ha convertido en naturaleza todo lo que al principio era un puro efecto de su educacion; y la sería tan imposible alimentar un pensamiento vil y falso, como á Flavia la cómica, introducirse desayradamente y con poca gracia, en una casa de personas distinguidas.
Las falsas idéas, que cada uno forma de su propio espíritu se nos pintan con mucha discrecion en la siguiente carta, que es un compendio de la que he recibido de Ecatisa. Así como ésta ha sujetado la soberbia, que puede nacer de la hermosura exterior, por tanto no puede dexar de ser á propósito para juzgar sobre las perfecciones del espíritu. Veamos sus palabras, y el modo con que escribe.
Niveau 4
Lettre/Lettre au directeur
Metatextualité
Señor
Filósofo.
Escribo á vmd. esta carta para prevenirle que en el dia nos entretenemos al tocador mas que antes, porque no tenemos la librería, cuyo catálogo nos ha prometido vmd. Yo me lisonjéo que en la eleccion de autores, que nos deben instruír, tendrá vmd. particular cuidado de los libros de devocion. El objeto es muy delicado, y los efectos pueden ser de gran conseqüencia. Conozco á algunas de nuestras Damas, que emplean dos horas por la mañana, y otras tantas por la noche en su gabinete, que leen un cierto número de oraciones en seis ó siete diferentes tomitos de devocion, las rezan con aquella especie de ardor, que podría causar un vaso de vino generoso, ó un sorvo de agua cordial, y las parece que despues pueden soltar la rienda á todas sus pasiones.
¿Qué placer no causaría, si fuese dable asistirla en tales actos de piedad, y vér á este Idolo elevar los ojos al cielo, y baxarlos luego sobre sí ó al espejo, para contemplar los propios donayres? ¿Qué estraño, raro, y singular conflicto no habrá entre su vanidad y su humildad? Quando vmd. nos favorezca con el catálogo de los libros, acuerdese de elegir aquellos que elevan el espíritu al cielo, y que inspiran indiferencia para el mundo. Si no me engaño debemos atribuír á la falta de máxîmas buenas, aquel humor tétrico, fastidioso y malo á que se entregan tantas personas, con el pretexto de desprenderse de los asuntos de esta vida, aunque su corazon esté siempre mas empeñado en ellos. Esta falta produce asímismo, el que muchas personas no cumplen sus deberes, sino con esfuerzos penosos, y que no leen buenos libros sino de paso, ó en ciertos tiempos del año. Yo creo tambien que una gran parte de este mal, procede de los mismos libros, que báxo las apariencias de piedad conducen los ingenios débiles á errores groseros, y les infunden una religion alterada, abiertamente contraria á las buenas costumbres.
Por esto sucede que tantas personas se
creen virtuosas, porque no tienen vicios groseros,
como matar, robar, &c.
Tenga vmd., pues, la complacencia de
sugerirnos unos libros capaces de consolidar
nuestra virtud, y de convencernos, que en un alma
verdaderamente christiana el desprecio del vicio
vá siémpre acompañado de compasion por los
viciosos. Todo nuestro sexô espera con impaciencia
sus buenos consejos sobre este punto, y de quanto
vmd. se sirva enseñarnos, le quedará á vmd. muy
agradecida su segura servidora Q. S. M. B.
Escribo á vmd. esta carta para prevenirle que en el dia nos entretenemos al tocador mas que antes, porque no tenemos la librería, cuyo catálogo nos ha prometido vmd. Yo me lisonjéo que en la eleccion de autores, que nos deben instruír, tendrá vmd. particular cuidado de los libros de devocion. El objeto es muy delicado, y los efectos pueden ser de gran conseqüencia. Conozco á algunas de nuestras Damas, que emplean dos horas por la mañana, y otras tantas por la noche en su gabinete, que leen un cierto número de oraciones en seis ó siete diferentes tomitos de devocion, las rezan con aquella especie de ardor, que podría causar un vaso de vino generoso, ó un sorvo de agua cordial, y las parece que despues pueden soltar la rienda á todas sus pasiones.
Niveau 5
Exemple
La hermosa
Filaucia, que yo pongo en la clase de nuestros
Idolos, es una de estas devotas. Tiene un gabinete
muy primoroso donde se retira á las horas
señaladas: allí se compone, y allí dice sus
oraciones. Tiene siempre delante un
espejo grande, y se vén encima de una mesa,
arreboles, albayaldes, el oficio de nuestra
Señora, y un libro de exercicios, para que estén
juntas la gallardía y la santidad.
¿Qué placer no causaría, si fuese dable asistirla en tales actos de piedad, y vér á este Idolo elevar los ojos al cielo, y baxarlos luego sobre sí ó al espejo, para contemplar los propios donayres? ¿Qué estraño, raro, y singular conflicto no habrá entre su vanidad y su humildad? Quando vmd. nos favorezca con el catálogo de los libros, acuerdese de elegir aquellos que elevan el espíritu al cielo, y que inspiran indiferencia para el mundo. Si no me engaño debemos atribuír á la falta de máxîmas buenas, aquel humor tétrico, fastidioso y malo á que se entregan tantas personas, con el pretexto de desprenderse de los asuntos de esta vida, aunque su corazon esté siempre mas empeñado en ellos. Esta falta produce asímismo, el que muchas personas no cumplen sus deberes, sino con esfuerzos penosos, y que no leen buenos libros sino de paso, ó en ciertos tiempos del año. Yo creo tambien que una gran parte de este mal, procede de los mismos libros, que báxo las apariencias de piedad conducen los ingenios débiles á errores groseros, y les infunden una religion alterada, abiertamente contraria á las buenas costumbres.
Niveau 5
Exemple
Hay una Dama á
quien conozco, tan dada á cierta cláse de
devociones, que por ningun caso dexa de ir á
hacerlas á su gabinete á cierta hora, aunque
pierde siete ú ocho todos los dias en jugar á los
naypes, y las restantes las pasa durmiendo ó
murmurando. Todos estos actos de devocion
afectada, son vanas apariencias é inutiles
cumplimientos que se hacen á la virtud, porque
apenas mueven el corazon ó no le mueven.
Niveau 5
Exemple
Dulcena, es la mas
atrevida de todas las criaturas, con pretexto de
que no hay en el mundo quien la pueda echar en
cara el menor delito: nada tiene en su corazon,
dice, que no lo pueda hacer patente á todos, y por
esto impropéra á sus amigas, y es insufrible á sus
inferiores.