Référence bibliographique: Joseph Álvarez y Valladares [José Clavijo y Faxardo] (Éd.): "Pensamiento LXXXV", dans: El Pensador, Vol.6\85 (1767), pp. 205-219, édité dans: Ertler, Klaus-Dieter (Éd.): Les "Spectators" dans le contexte international. Édition numérique, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.687 [consulté le: ].


Niveau 1►

Pensamiento LXXXV

Niveau 2► Metatextualité► Se me ha embiado anonima la Carta siguiente, en que no he tenido mas parte, que la de mudar una, ù otra palabra, ò expresion repetida, y el cuidado de hacerla imprimir. Si su Autor no tiene mas edad, que la que dá á entender, me parece, que se puede esperar mucho de su talento, si llega à cultivar las letras. Lo menos que puedo, y debo hacer por este estimable niño, es darle el placer de que véa impresa su Carta, en que se queja de la mala educacion que se le dá, pues haviendo ofrecido practicar lo mismo con todas las que se me di-[206]rijan, como no haya en ellas cosa que lo impida, con mas razon debo dár este gusto à un niño tan bien inclinado. ◀Metatextualité

Niveau 3► Lettre/Lettre au directeur► Señor Pensador.

Muy señor mio. Si puede quejarse un inocente, privado de la posesion de su libertad, quando no la desea para abusar de ella, sino para emplearla en su beneficio, permitame V.md. que acuda à su compasion, y me duela de mi suerte. Niveau 4► Autoportrait► Yo soy joven; y aun para no obscurecer la verdad, soy niño; pues no temo desautorice mi edad à mi razon: no sé qué luces, que sola la naturaleza me ha inspirado, me han dado á conocer mi desdicha, á tiempo, que el mas indiscreto zelo me cerra-[207]ba los ojos à la luz. Nací unico: no sé si por mi fortuna, ò por mi desgracia: que á veces el demasiado ser querido no es lo mas ventajoso, y mas quando se funda la seguridad de los haberes de una casa en el nacimiento de un hijo. Criaronme mis padres con consentimiento, y regalo, y con no poco deseo de hacerme visible, y de suposicion en el mundo. Aun antes de tener tiempo para aprender à leer, me dieron por primera enseñanza la confusion de la Corte, con la indiscreta reflexion de que mi entendimiento, naturalmente vivo, no necesitaba otro cultivo, que el trato de las gentes. No tenia entonces, à mi modo de pensar, otro destino mi vida, que el sustento, el sueño, y la ociosidad. Teniame en aquellos tiempos por [208] dichoso; pero al fin llegan los años de la reflexion.

Hallome en poder de un tio, á quien quedó encargada mi educacion por muerte de mis padres, el qual me conduce à una tertulia de gentes ancianas, en donde quiere forme mi espiritu, y mi corazon, oyendo las maximas de quatro viejos caprichudos, que sin mas instruccion que la de sus negocios, abominan quanto no entienden, y desprecian quanto no hicieron los abuelos de los que hoy viven. Yo no quisiera faltar al respeto, que tan justamente les debemos; pero me parece mala señal de veneracion adoptar, bueno, ò malo, quanto hicieron, ò dejaron de hacer los que no existen (que quiza huvieran sido mas dociles), y reprobar quanto se [209] practíca en nuestra edad; y no estoy bien con estos respetos equívocos, que pueden ser capa de ignorancia, ò tenacidad.

Si en la referida tertulia gano poca instruccion, y menos credito, no me hallo mas adelantado en otras, compuestas de gentes de moda. En aquella soy tratado de bruto, porque ignoro à qué parte de su trage daban nuestros mayores el nombre de zaraguelles, y nuestras abuelas el de guardainfante; y en éstas se me tiene por ignorante, porque no sé las etiquetas del bayle, ni el ceremonial de una visita. ¿Ha visto V.md. modos de pensar mas ridiculos? De modo, que estas gentes pretenden, que emplee mi tiempo à su voluntad, y que mi instruccion no tenga otra regla que su capricho; pero esto es, á [210] lo que entiendo, que no me acomodaré jamás. Yo conozco en mí una facultad de concebir, de reflexionar, de distinguir, y de raciocinar, y este dón tan precioso no lo he recibido seguramente para tenerlo en inaccion, ni para emplearlo en materias frivolas contra la voluntad del Criador. Sé, que la naturaleza es una mina riquisima, en que deben trabajar todos los racionales, cada uno á proporcion de su talento, y no con el fin de satisfacer una curiosidad vana, y presumptuosa, sino con el de alabar al Hacedor, y ser util á los hombres sus semejantes, y á sí mismo; pero este mismo conocimiento me causa mayor dolor: yo no me ocupo en esta mina: tengo ocioso el entendimiento, y soy un individuo indigno de la [211] comunicacion de los demás, que dejandome servir de una porcion de mis semejantes, descanso sobre su trabajo.

Mi principal sentimiento consiste en conocer, que ignoro muchisimas cosas que podia saber. Me parece, que entre un gran numero de conocimientos frivolos, è inciertos hay gran parte de nociones ciertas, y utiles, que pudiera yo adquirir sin necesitar de un trabajo superior á mis fuerzas. Conozco una maravillosa disposicion en el Universo: me parece que no se ignorarán las causas de mil efectos, que me rodean, y me persuado á que mi entendimiento fué criado para otros asuntos mayores, que los que actualmente lo ocupan. Pero mis padres, y tio me han tenido desde mi niñéz á su lado: no ten-[212]go principios para entender á fondo estas cosas, ni se alarga à mas mi instruccion, que á conocer, que hay mucho, que puede saberse, y que todo lo ignoro. ¿De qué manera entablaré mis conversaciones, si no alcanzo otras que las de la materialidad de las acciones quotidianas, y del uso de los vestidos? A la verdad, entre las gentes de mi clase soy tenido por un ente ridiculo por esta causa. Otras materias de conversacion las ignoro; y las suyas, objeto de murmuracion, ò por lo menos de la superfluidad, no son de mi genio. Alguno me tiene por necio, desprecia, y se rie de mi poco adorno, y murmura mi peynado. Yo siento el agravio, que se me hace, pero dudo, que haya razon para él; porque no juzgo merito mio, [213] que sea, ò no sea diestro un hombre, que acaso jamás he conocido, y de cuya habilidad, ò ignorancia no soy responsable. Pero él juzga por los principios de la moda, y cada profesion tiene sus maestros. ◀Autoportrait ◀Niveau 4

Por estos principios he sido educado. Mi tio no ha tenido otra mira, que el tenerme á su vista, y que no pierda el tiempo de hacerme visible: vea V.md. las razones de su systéma: Un joven, dice, desterrado de su casa, entregado á la dilatada enseñanza de la prolijidad de una Gramatica, de la sequedad de una Philosophía, y del superfluo oropel de las Bellas Letras, no puede adquirir por este medio para tratar con las gentes, sino un espiritu tosco, insociable, y sin trato, y á veces soberbio, [214] y altanero. A una dama cortés, y politica no sabrá tratarla en otro lenguage, que el de sus frases barbaras, y se vera desterrado de su boca aquel arte politico, y discreto de la Corte, donde un espiritu limado, y gobernado en las leyes de la policía, respira en todas partes amenidad, y dulzura. Un joven, falto de esta instruccion, no reconocerá mas leyes de cortesía, que las que ha aprendido en la tenaz defensa de sus conclusiones. Tales son, bien á mi pesar, los discursos de quien me gobierna. De este modo mi entendimiento, nada instruido, queda privado de innumerables riquezas, que pudiera sacar del conocimiento de las ciencias. Pero yá es heredada esta enseñanza. Fulano es muy habil, se suele decir: es hombre [215] de mucha cabeza, y hombre de los pocos de razon, que se vén en el dia de hoy en el mundo. ¿Y qué? Una gazmoñería indigesta, un gorro hasta las cejas, un trato solo de negocios tocantes á sus haberes, y una destreza de ingenio, que no tuvo otros maestros, que una cultivada avaricia, hace en el dictamen de muchos todo su merito; y yo me persuado á que si para ser hombre, como debia ser en el mundo, tomára estas lecciones, lejos de ser util á la sociedad, me deberian mirar los racionales como á un enemigo sospechoso, que no estudiando otras materias, que las de mi utilidad, y derechos, sacaba provecho para un solo individuo, á costa de la buena fé de los demás.

Un hombre, á quien su ig-[216]norancia le constituye en la precision de no tratar de otras cosas, que de sus haberes, adquiere una cierta destreza en estos negocios, de que nada participa la sociedad. Estos son tenidos por hombres, como suelen decir, cortados en otra hebra, hombres de peso, y de razon. ¿Pero qué ocupacion, ò qué destino caracteriza á su entendimiento racional? Ser util para sí, sin atender al bien de su comun, es la conducta de los irracionales, y no de todos. Niveau 4► Exemplum► Jamás el Castor hace para sí solo su cabaña, ni limita la extension, y capacidad de ésta á recibir en ella á su consorte. En comun hacen estos brutos sus habitaciones, y en comun, y para todo el comun de la cabaña previenen los alimentos. ◀Exemplum ◀Niveau 4 [217] Pero hay hombres, que en sus obras, y modo de pensar son peores que los brutos. Una servil sujecion á los que los pueden valer, y un desprecio altanero de todo lo que no tiene conexion con sus negocios, es su merito mas realzado. Un empeño ciego en reprobar quanto no han visto desde su niñéz, es su juicio mas recto. Todo lo que no es tratar del aumento de sus utilidades, es efecto de locura, y niñería. Un hombre, capaz de pasar una vida miserable, por no querer unir sus utilidades con las de la sociedad, es muy aprovechado. Y un espiritu vulgar, que se desdeña de los adornos mas regulares, y se lisonjea del trato mas abatido, es una condicion juiciosa, y humilde; y se tiene por el hombre [218] mas industrioso, y por el genio mas travieso uno de estos, que no hallando otra cosa en que ocuparse, averigua con puntualidad la genealogía de una persona, que nada le toca, y el por menor del testamento de algun acaudalado, que murió en su tiempo.

Vea V.md. señor Pensador, los modelos, que se me presentan para mi educacion, y ojalá fuese yo solo á quien esto sucediese. Por desgracia tengo muchos que me acompañan, y mi tio otros tantos, que son de su complexion. No es creíble quánto descuido tienen en cultivar las facultades del alma estos hombres, que están entregados á la ambicion de amontonar thesoros. Este es su idolo, su nobleza, su ocupacion, su ciencia. [219] En una palabra, esta es la deidad á quien dedican aras en lo íntimo de su corazon. Discurra V.md. lo que havré podido aprender en estas escuelas, y duelase de mi desgracia.

Dios guarde à V.md. ◀Lettre/Lettre au directeur ◀Niveau 3 ◀Niveau 2 ◀Niveau 1