Citazione bibliografica: Joseph Álvarez y Valladares [José Clavijo y Faxardo] (Ed.): "Pensamiento LXXVIII", in: El Pensador, Vol.6\78 (1767), pp. 95-110, edito in: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Ed.): Gli "Spectators" nel contesto internazionale. Edizione digitale, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.680 [consultato il: ].


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Pensamiento LXXVIII

Livello 2► Lettera/Lettera al direttore► Prosigamos hablando (como ofrecí en el Discurso anterior) de las costumbres, que se vén representadas en nuestro Theatro; pero mudemos de tono. El sério tiene muy mala cara, y pocos aficionados. Hasta aqui todo ha sido echar la culpa á los Poetas, y en esto me he excedido, si se cree á algunos de nuestros compatriotas. Veamos si se hallan razones para disculparlos; pero nadie se equivóque: lo malo, lo perjudicial, y sobre todo, lo que se opone a la honestidad, y à la decencia, no es susceptible de indulgencia, ni disculpa.

Livello 3► Queda dicho, que todos nuestros galanes de Comedias son ena-[96]morados, y valientes; pero no están reservadas á ellos solos estas gracias. Tambien las damas suelen tener su punta de valentia, y hacer de guapetonas, riñendo pendencias, saliendo á desafios, y aun dedicandose al honrado exercicio de vandoleras. Sin embargo, no es esto lo comun, y asi no las hemos de graduar por esta regla. Lo ordinario es hacer à todas las damas de un caracter blando, y propenso al amor. De esto es rara la dama de Comedia que escapa. ¿Qué han de hacer? Si no tienen vocacion de ser cartujas, si han nacido con un corazon tierno, ¿en qué lo han de emplear? La aguja puede entretener las manos, y fijar la vista; pero la voluntad está en un perfecto ocio, y es menester ocuparla. El amor de sí mismas, de la hermosura, del ador-[97]no, no es pequeño objeto: con todo, si no tiene un fin á que se dirija, si no hay á quien se quiera agradar con el adorno, y la hermosura, uno, y otro será insipido; y tanto montaria ser tuerta, ò vizca, y estár desaliñada.

Los motivos, que suelen encender este fuego, no son de diferente temple, que los que asisten á los galanes. Un retrato, una pendencia, una simple vista en Misa, ò en el paseo, un sueño, y tal vez cosas de menor monta, bastan para que arda Troya. Y yá se vé que en nada de esto tiene que reparar la atencion mas escrupulosa. Bueno fuera, que para prendarse una dama, huviese de hacer informaciones de la vida, y costumbres del galan, ò necesitase de averiguar si el escudo de sus armas constaba de diez y seis, ò de treinta y dos [98] quarteles. No era por cierto mala flema. ¿Lo vió, y le gustó? Pues basta, y no parecer que hay mas que pedir al Poeta.

Los padres, y los hermanos suelen usar de un despotismo demasiado duro, y violento en señalar novios á sus hijas, y hermanas; y con tal que á ellos les gusten, y hallen sus razones de conveniencia, se obstinan en que lo han de encontrar tambien á su gusto. Vé aqui una razon para que las pobres muchachas procuren proveerse por otros medios. Ser tratadas como personas incapaces de discernir lo que les está mal, ò bien, aunque sea en edad muy tierna, es hacer injusticia á la penetracion de las mugeres; y querer privarlas de voto en la eleccion, es intolerable, y mucho mas quando no se trata de elgir Maestros de Metafisica, si-[99]no de saber, si el señor mio es galan, si es muy rendido con las damas, si sabe vestirse bien, baylar, rondar, y andar à cuchilladas, que son los puntos mas esenciales, y estos se vén, y oyen facilmente. El bien, ò el mal es para la dama en qualquier acontecimiento; ¿pues por qué un padre se ha de revestir de autoridad para impedirle su gusto, aunque sea un capricho disparatado? Bien estudiada debia de tener esta materia Doña Inés, quando en la Comedia, cuyo extracto queda hecho, responde á su hermano Don Pedro, que la anuncia tenerla casada,

Livello 4► Es menester que yo quiera el marido, y no tù, hermano, que no ha de ser la eleccion de quien no ha de ser el daño. ◀Livello 4

Digan despues de esto los criticos, que nuestros Poetas Comicos no [100] dán bellisimas lecciones de moral en la sumision, respeto, y deferencia de las hijas á sus padres, y á aquellos á cuyo cuidado está su educacion, y establecimiento.

Supuesta la aficion en la dama, restan los medios para llegar al fin, que se propone. Aqui es donde los Poetas desplegan las velas, y hacen lucir todo el poder de su genio.

Por lo comun, las damas salen á agenciar por sí mismas sus amores, à averiguar unos zelos, à evacuar una cita dada para el Prado, Calle Mayor, ò la Florida, ò bien á hacer alguna visita al galan en su mismo quarto. A la verdad, esta facilidad puede parecer indecencia á los criticos; pero vamos á cuentas. No puede negarse, que parece muy indecoroso en una muger de obligaciones entrarse por las puertas de su amante, que aunque se le quieran [101] creer las mejores calidades, se supone joven, y enamorado; ni tampoco dejaria yo de confesar, que éste era un pernicioso exemplo en el Theatro, si las tales damas saliesen à estas aventuras con mantilla; pero con manto ¿qué inconveniente puede haver? ¿Quién se ha de atrever á una muger con manto? Agregue V.md. que las tales damas llevan siempre por compañeras á sus criadas, y con esto debe cesar todo escrupulo, en el supuesto de que jamás estas criadas han asistido á nuestros Theatros, que de lo contrario sería inutil esta circunstancia, porque en tal caso sabrian, que bueno, ò malo, licito, ò ilicito, havian de hacer ciegamente quanto mandasen sus amas, haviendo aprendido esta maxima de las criadas, que se vén en nuestras Comedias, y de una entre otras, que [102] mandandole su ama en cierta Comedia, que tome las llaves del jardin para introducir aquella noche á su quarto á un galan, responde muy satisfecha, y muy doctora:

Livello 4► A tí te toca el mandarme, y el obedecerte á mí. ◀Livello 4

Siendo de notar, que estas visitas, que hacen las damas á sus amantes, no deben de perjudicar à su estimacion, de que hay mil egemplos. Vaya uno de la Comedia Trampa adelante. Doña Leonor, y Doña Ana están en casa de Don Juan de Lara, á quien ambas quieren para esposo, á tiempo que Don Garcia, hermano de la primera, y amante, y futuro esposo de la segunda, y Don Diego, hermano de ésta, que las han visto entrar, acuden hechos unas fieras, como puede imaginarse. Hay algunos desafios muy donosos; pero todo se compone amigablemen-[103]te. En quanto á Doña Leonor nada hay que hacer, porque dandole Don Juan mano de esposo, queda todo compuesto. No es tan facil de acomodar el lance en quanto á Doña Ana, que queda muy desayrada, y puede temerse, que Don Garcia no guste de una muger, á quien ha encontrado en estas andanzas. Sin embargo, para esto sirve la eloquencia de Doña Leonor, que hace una arenga á su hermano, contandole los motivos, que Doña Ana ha tenido de creer, que se casaria con Don Juan, y concluye con decir:

Livello 4► Y creído, entrar à hablarle no es culpa en una muger, que con él pensó casarse. ◀Livello 4

Con cuyas poderosas razones queda convencido Don Garcia, que lo contrario sería un besita: se casa, y aun dice, que se tiene por muy dichoso. De donde deben inferir to-[104]das las señoritas, que nada importa ir á vér á su casa á un Caballero, y andar en otras semejantes aventuras, con tal que haya pensado casarse con él.

De tener las damas en su proprio quarto á sus galanes hay tambien muchos egemplos. En la Comedia No puede ser guardar una muger, pasa Don Felix ocho noches en el quarto de Doña Inés, y no deja de estrañarse, que teniendo Tarugo un ingenio tan fertil en recursos para todo, como lo muestra en tantos lances, no encuentre, ni Doña Inés le pida con empeño un arbitrio para que pueda salir Don Felix, lo qual huviera sido de mas edificacion, que la piedad de hospedarlo, por mas que sea en el Oratorio de su quarto. Pero no hemos de ser temerarios. Buenos, ò malos, Doña Inés tendria sus moti-[105]vos; y una vez que hace dár palabra á Don Felix de que no pasará en los cariños, de los límites, que permite su decoro, ¿para qué ha de andar en ceremonias? El Poeta, dirán, debia saber, que aquellos límites no están señalados con bastante precision en el mapa, y que por consiguiente dejan margen á muchas dudas, y equivocaciones. Es verdad: mas tambien sería demasiado rigor querer obligar á instruirse en esta Geographía á unos hombres, que por lo comun han ignorado otra mas facil.

Suelen las damas de Comedia perder su honor muy voluntaria, y frescamente, y muy de hecho pensado, y venir luego á informar al auditorio de su debilidad en tono de lamentacion, como si pudiera haver quien les tuviese lastima. No hay que dudar, que esto es muy [106] donoso, y bien imaginado. Vaya de egemplo. En la Comedia El mejor Alcalde el Rey, hay una Doña Elvira, que espera por la noche en su Quinta al Conde Don Garcia á pie firme, y á obscuras; porque, segun dice, el tal Conde le havia dado palabra de ser su esposo. Anda por aquellos barrios á caza de aventuras un tal Don Fernando, que es un mozalvete rondador, y atrevido: pasa á deshora de la noche por la Quinta: encuentra abierta la puerta falsa, y entra. Vé que de un quarto le echan una escala; ¿qué ha de hacer en tentacion tan vehemente un hombre que dice:

Livello 4► Yo nunca fui perezoso, quando amor me abre la puerta? ◀Livello 4

Sube por la escala al quarto de Doña Elvira sin hablarle palabra, y aprovecha la ocasion preparada para el Conde. La dama, cuyo rubor la obliga á estár en tinieblas, y dá con esto mo-[107]tivo al qui, por quo, perdiendo de repente todo este gracioso pudor, pide luz, y llama à las gentes de su casa para que sean testigos de aquella deuda. Don Fernando huye, matando la luz que trahen, por no ser conocido, y deja que Doña Elvira se consuele, contando todo el suceso á criados, amigos, y jardineros, y aun al mismo Conde, y quejandose de que éste haya huido,

Livello 4► Despues que el fruto ha gozado, tantos dias pretendido, tantos meses defendido, y tantos años guardado. ◀Livello 4

Paso ligeramente sobre los papeles amorosos, en que una doncellita de alta gerarquia escribe à su galan: Porque no digas que no me debes alguna fineza, me determino à hacer una por ti. Esta noche à las doce estarà abierta la puerta del jardin, para que por ella entres à tomar posesion de mi libertad; y me guardaré muy bien de decir la situacion de esta niña à dos meses de la fecha, pues solo nos consta por un coloquio entre amo, y criado, tan [108] indecente, que debe causar nausea al hombre mas corrompido. Todo esto parece malisimo à primera vista; pero debe tenerse presente la inefable maxima de Isabel, que en la Comedia Los Vandos de Rabena, dice:

Livello 4►  . . . . . No hay afrenta, injuria, ultrage, peligro, que no le dore un fin noble, que sabe honestar delitos. ◀Livello 4

Segun esto, como se verifique casamiento, el que las damas vayan à casa de sus amantes, que los tengan escondidos en sus quartos, que les entreguen su honor à discrecion, todo parece que es niñeria. ¿Ni cómo es creíble, que à no ser asi, huviese madres, que llevasen á sus hijas à una escuela, donde no pueden aprender sino ponen à la vista egemplos con que autoricen los licenciosos efectos de una pasion ciega? Añada V.md. una observacion, que he hecho; y es, que siendo asi, que por un mal metal de voz, por falta del manotéo, que llaman los necios accionar, y tal vez [109] por lo que nombran tonillo de la legua, que trahen los Cómicos, que vienen à la Capital, que no pocas veces es mejor, y mas natural, que el que han establecido aqui nuestros Actores, he visto al Pueblo descompuesto, silvar al Cómico, y obligarlo à retirarse; y con todo, jamás he visto, que éste manifieste disgusto en los lances, papeles, maximas, y expresiones, de que acabamos de hablar. Livello 4► Exemplum► Me acuerdo haver leìdo, que oyendo un dia los Athenienses recitar unos versos, que ponian la suma felicidad del hombre en las riquezas, se levantó unanimemente todo el Pueblo à echar del Theatro al Actor, y proscribir el poema; ◀Exemplum ◀Livello 4 y de aqui infiero, que lo que me suena tan mal, acaso puede tener un sentido mas piadoso, porque à no ser esto, no es de creer, que fuesemos mas relajados, y timidos para declamar contra tales licencias, que lo fueron unos Gentiles. ◀Livello 3

Pero dejemos estas frívolas, y ridiculas discipulas. La pluma se cae de [110] las manos con solo el pensamiento de apadrinar, aunque ironicamente, tales indecencias. Examinense nuestras Comedias, y se verá lo que puede aprender nuestra juventud en las maximas corrompidas, è imagenes licenciosas, que presentan. Examinese, si los jovenes, à vista del aparato, que acompaña las representaciones, el concurso numeroso, y lucido, la musica, las decoraciones, el orden, y el silencio, adivinan, que ván à oir representar unas maximas, y acciones, de que es preciso se preserven, sin embargo de verlas quedar siempre premiadas, y triunfantes, si quiere vivir honestamente. Y en conclusion, si hay algun apologista de los desordenes, que quedan referidos, y de otras obscenidades, que no es licito referir, examine cada qual, yà sea padre, marido, hermano, ò pariente, si querria que su hija, su muger, su parienta, ò su hermana, fuese tal como acostumbran ser las demas del Theatro. ◀Lettera/Lettera al direttore ◀Livello 2 ◀Livello 1