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Zitiervorschlag: Anonym (García de Cañuelo, Luis; Pereira, Luis Marcelino) (Hrsg.): "Discurso CXXVIII", in: El Censor, Vol.6\128 (1786), S. 1145-1158, ediert in: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Hrsg.): Die "Spectators" im internationalen Kontext. Digitale Edition, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.532 [aufgerufen am: ].


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Discurso CXXVIII

Zitat/Motto► O tempora! O mores!

Cic. Orat. I. in L. Catil.

¡Qué tiempos! ¡Qué costumbres! ◀Zitat/Motto

Ebene 2► Ebene 3► Brief/Leserbrief►Muy Señor mio: El Diàlogo que acompaña, es una conversacion que presencié tiempo ha con motivo de haberse conferido un Obispado á un Canonigo de esta Iglesia, sugeto sin duda de mucha virtud, de gran talento y dotado de las prendas mas recomendables; pero que no era hombre de carrera. Dióme entonces la gana de ponerla por escrito á causa de su sin-[1146]gularidad, y no me he vuelto acordar de ella hasta ahora que, revolviendo mis papeles, la he encontrado, y pareciendome podria serle á Vm. de alguna utilidad, quise aprovechar esta ocasion de manifestarle quan apasionado soy á sus papeles, y con quanto afecto soy &c.”

Ebene 4► Dialog►

DIALOGO.

I . . . . . ¿Con qué tenemos Obispo & D. N. De . . . . . ?

II . . . . .¡ Ah! Ya no hay que extrañar nada en estos corrompidos tiempos. Los Obispados, que eran antes el premio mas apetecido de los hombres de carrera, se dan ahora á gentes de capa y espada. ¡Y los Prebendados de Oficio, los Lectores jubilados descejados de estudiar, y arrinconados por ahí, viendo que los indignos les arrebatan de las manos sus recompensas! ¿Y quién ha de estudiar ahora? ¿Quién hará ya mas lec-[1147]ciones de puntos y argumentos en solas 24 horas?

I . . . . . Pues yo tengo oido decir que es un Caballero muy instruido.

II . . . . . ¡Si! ¿Pues pregunte Vm. á los que lo dicen en qué Colegio ha estudiado? ¿en qué Universidad se ha graduado? ¿quántos actos ha defendido? ¿qué oposiciones ha hecho? ¿qué Cátedras ha regentado? y después harà Vm. juicio.

I . . . . . Ya: me dixeron que ha viajado: que tiene una selecta librería, muchas máquinas, y un precioso Gabinete de antigüedades, y de Historia Natural; y un numeroso monetario.

II . . . . . Bueno! bueno! bueno! ¿con que Vm. es tambien de aquellos á quienes hacen eco esas cosas? ¿Vaya que la tuna ahora es tambien camino para las ciencias, y se alzan de esta, echa los pasaportes á positivos, y el ir á París de Francia, á Londres y á Liorna y Ginebra mismo es como ir á Salamanca ó á Valladolid á es-[1148]tudiar Teología ó Juris? Si valen tales principios, no dudo que ese Caballero sea sabio: y lo serán quantos peregrinos van en romería á Santiago. Lo de la librería es cierto; ¿pero examine Vm. de qué libros se compone? ¿A que no encuentra Vm. alli á Goudin, Gonet, Valensis, Gomez, ni otros libros de fundamento como estos? Quatro libritos romancistas, varios de gramatica, como Ciceron, Curcio,Virgilio, Ovidio &c. algunos en latin; pero un latin antiguo, y allá de cosas de historia: un caxon entero lleno de Biblias, pero las mas de ellas de una letra estrafalaria, que no se entiende: muchos libros de Santos; pero Santos antiguos, y que tampoco se entiende la mitad de ellos, porque esta en griego: muchisimos Franceses, Ingleses, y de casa de Satanas, que los mas son hereges, y otros no tienen nombre de Autor (que por eso solo debian estar prohibidos), [1149] los quales tratan de mapas, y de medir tierras, y esas cosas de Ingenieros y Maestros de obras. Otros son de Màgica, y de eso que llaman Física experimental, que es una titiritada, y sobre todo una mecànica, y una baxeza; pues es preciso andar con hornillos, crisoles, calderas, y otros muebles de este jaez, que transforman á los sabios en cocineros, artesanos y boticarios: que como todos estos Gabachos son unos descamisados y gente ruin, quieren que los Españoles, que siempre tuvimos pensamientos altos y nobles, nos ocupemos en tales indecencias: y la lastima es, que parece que lo van ya consiguiendo; porque ya no se ven salir entre nosotros aquellos voluminazos en folio de Filosofía, Leyes, Cànones, Moral y Teología; sino Tratados de como se ha de arar, como se ha de hacer, y echar el estiercol (con perdon de Vm.), como se ha de curtir, hacer zapatos, velas [1150] de sebo, y otras porquerias semejantes, hasta meterse en los oficios de las mugeres, enseñandolas á hilar, blanquear, cuidar de un gallinero, salar los tocinos, y aun á faxar los niños.

Tambien diz que tiene libros de Economía y de Comercio. Vea Vm. si para guardar uno lo que tiene es necesario andar leyendo libros; y si es preciso enseñar á los Mercaderes como nos han de quitar el dinero. Pero lo doloroso sobre todo son ciertos libritos de crítica que se consienten en romance, y entre católicos, los quales dicen mil blasfemias contra los milagros, y contra las Romerias y santas Imagenes milagrosas, diciendo que no las vistan de seda, y otras cosas semejantes, contra la plata y oro de las Iglesias, contra las sagradas Religiones, negandolas su antigüedad, y aun disputandolas sus Fundadores. Finalmente, no hay ninguno de estos malditos arbitristas [1151] que no tire algun golpe á la Iglesia.

I . . . . . ¿Y qué dice Vm. del Gabinete, que todos van á ver, y alaban mucho?

II . . . . . O ¡eso del Gabinete es una cosa muy donosa: ¿sabe Vm. lo que es el tal Gabinete? Vm. vé los altares, que hacen los niños, llenos de quantas cosillas y juguetes pueden juntar? Pues ni mas ni menos es el Gabinete ese. Conchillas y caracolillos de la mar: muestras de piedras, como si fueran de paños ó de cintas: pellejos de culebrones, lagartos, y otros animales llenos de paja ó no se qué; y hasta cuernos colocados con mucho orden: escarabajos, grillos, moscas, ratones y las cosas mas asquerosas. Pero esto pase: es una pueril porqueria y acabose. ¡Pero ver alli huesos y calaberas de difuntos, y criaturitas metidas en unas redomas, sin que haya quien lo impida! ¿Y para qué le parece á Vm. que serán estas cosas? ¿Serán para la mágica blanca sin pasar de alli? ¿Quiere Vm. ahora saber que es esta [1152] quisicosa del Monetario? Pues figurese Vm. una ringlera de escaparates con sus cristales por delante, como si fueran de Santos, y dentro de ellos encajados en unos hoyitos hechos de proposito, un gran número de quartos viejos y monedas de plata y oro que ya no pasan, medio carcomidas unas, y otras que no se entienden, y esto es el gran Monetario, un ramo de la instruccion y gusto moderno. ¿Que tal? ¿Está Vm. satisfecho ahora de las pruebas de sabiduría de ese Caballero?

 . . . . . Pero no parece que se limita á estas cosas su instruccion, y tengo entendido que està muy versado en las materias eclesiàsticas, y sabe mucho de Concilios y de eso que Vmds. los Doctores llaman Disciplina.

I . . . . . Me hará Vm. salir de mis casillas. ¿Pues no he dicho ya que no cursó Cànones ni Teología en ninguna Universidad, y que no hallará Vm. entre sus libros un Gonet, ni un Va-[1153]lensis, ni otro libro semejante? Pues ahora, quisiera yo preguntar á los que hablan como Vm. ¿qué es lo que se puede saber sin estudiar, y convertir en jugo y sustancia estas obras? Lo que se puede saber y se sabe son cosas que pluguiera á Dios nunca se supieran: cosas que . . . . . pero dexemoslo. Ni aun traerlas puede un hombre á la memoria sin que se le despedace el corazon.

I . . . . . Con todo eso creo que harà muy buen Obispo: porque tiene buenos pensamientos y es muy zeloso del bien público. A él pienso que se debe principalmente el establecimiento de la Sociedad Económica.

II . . . . . Ah! Calle Vm. no digo yo negarle el Obispado, pero debia desterrarsele á él, y á todos los Autores de semejantes proyectos. Esa es una de las invenciones de estos tiempos, en que parece que no se piensa sino en trastornar todas las ideas, que hemos recibido de nuestros mayores. [1154] ¿Qué es ver á un Caballero de circunstancias á un Marqués, á un Conde sentado á la par con un tendero, un escultor, un platero y ponerse á hablar muy seriamente con oprobio de su nacimiento, del estiercol, de los cuernos, y de los pellejos y cueros (hablando con perdon) y poner con mucha formalidad una medalla al pecho á un zapatero, curtidor ó pelayre? Ah! ¡Garcias, Bermudos, Sanchos, Tellos, levantaos de esos sepulcros, poneos á toda priesa las golillas, y no olvideis las perillas y bigotes para mas autoridad, y vereis á vuestros nietos quan bien ocupados se hallan! Todo vá perdido. Aun espero ver á algunos Hidalgos en los talleres y oficinas con el mayor descaro y desverguenza haciendo gala del san benito. Ciertamente, Amigo, que Vm. alega grandes meritos á favor de su apasionado.

I . . . . . Yo no se deslindar esas cosas; pero lo que digo y lo que he oido á [1155] personas de mucho juicio es, que este Caballero es un Eclesiástico muy virtuoso, muy desprendido del dinero, y limosnero, muy humano y muy amigo de hacer bien á todos.

II . . . . . Muy virtuoso, Dios mio! Muy virtuoso! Un hombre que tiene libros franceses, que sale de noche, que visita y agasaja á quantos forasteros vienen al Lugar, y que no hace escrupulo de enviar á París ó á Londres á un Artesano ó á un Cirujano á que se perfeccionen en sus profesiones, como si en España no se supiera de todo, y para que vuelvan hechos unos hereges! Si Vm. supiera los consejos que dió á cierto compañero suyo á cerca del modo de hacer su testamento, entonces me daria nuevas de su virtud y religiosidad. ¿Creerá Vm. que le hizo cercenar mas de dos mil Misas, y le quitó de la cabeza la fundacion de un anniversario allà para unas obras pias á su modo y del nuevo estilo? Pues aguardele [1156] Vm. á las puertas de las Iglesias, y me dirà quantos ochavos le ve dar de limosna: pregunte Vm. á los vecinos, y sabrà quantos dias á la semana los incomoda la griteria de los pobres que acuden á su casa. ¿Sabe Vm. en que gasta su dinero? en dar tornos á niñas y lino que hilar, en hacer telares, en costear á un muchacho el aprendizage de algun oficio, en dar á un oficial lo que necesita para examinarse y poner taller, y en otros caprichos á este ayre. Humano, si, lo es: eso hasta dexarselo de sobra; ¿pero no ha de serlo si es Socio? Si señor, aun despues que esté consagrado darà entrada, tratarà con la mayor afabilidad, y aun hablarà y quitará el sombrero en la calle al sastre, al zapatero, al herrero. Veràle Vm. envilecer su dignidad, llamandolos con una ternura, que parecerà meterlos en el corazon, hijos, amigos, y otros requiebros y frases del nuevo idioma de la humanidad. [1157] Lo peor es que con ellos repartirà la mayor parte de sus rentas, y los pobres de J. C. esos que se metan en Hospicios, que se les dé que trabajar, aunque sean cojos, ciegos, ó mancos; y otras maxîmas como esta de Sociedad y de Corte. Ah! si: la Corte ciertamente no pudo haber escogido otro mas acomodado á su modo de pensar. ¡Con quànto gusto recibirà, executarà, y aun solicitarà las nuevas ordenancillas! Dexele Vm. dexele Vm. ir para su Obispado, y verà que proyectos tan famosos: qué Sociedades, qué Juntas de Caridad, que Escuelas de todo genero de cosas, qué Fabricas, qué caminos, qué canales, puentes &c. Pero Iglesias, Conventos, Cofradias y otras obras pias: ah! quiera Dios, quiera Dios que las dexe en paz con lo que tienen. En fin amigo, quienes hasta aqui contenian algo las cosas, eran los Obispos sacados de las Universidades; pero ahora que se da [1158] la preferencia á esas otras, que llaman Academias, ya no hay que aplicar ni esperar mas remedio que el del Cielo. ◀Dialog ◀Ebene 4 ◀Brief/Leserbrief ◀Ebene 3 ◀Ebene 2 ◀Ebene 1