El Filosofo à la Moda: Número IX
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Niveau 1
Número 9
Niveau 2
Leccion XVII
A los Afectados.
Citation/Devise
. . . . . Cupias
non placuisse nimis.
Mart. L. VI. Epig. 29.
Niveau 3
Metatextualité
Me hallé el otro dia en una
visita que me subministró ocasion de observar que una
grande hermosura en una muger, se convirtió en suma
fealdad, y que mucho entendimiento y [...]cidad en un
Caballero, le hicieron ridículo por solo la fuerza de la
afectacion.
Estos malos efectos del deséo de
agradar, me llevaron naturalmente, á exâminar la extraña
calidad de ese espíritu que derrama una presuncion
ridícula, casi universal: sobre la conducta de la mayor
parte de las personas de nuestros tiempos.
El anhelo de adquirir elogios, es un principio que la naturaleza ha sembrado en el corazon de los hombres, para animarles á la virtud; pero es peligroso tenerlo en las cosas indiferentes. Las mugeres entregadas al placer de verse el objeto del amor y de la admiracion, mudan á cada instante de índole, y alteran los movimientos de su cuerpo, para inspirar nuevos atractivos de su hermosura á los que las miran. Los hombres que hacen profesion de entereza, y que experimentan la misma flaqueza de espíritu, como los genios mas pequeños del otro sexô, se hallan muy ocupados por unas vueltas bien aplanchadas, por un sombrero bien cortado, por un peynado de última moda, por unos zapatos muy puntiagudos, y hebillas muy relucientes, ó por otras tales pruebas de su mérito, que no pueden dexar de indignarse sino se les aplaude. Si esta afectacion que nace de un interior mal arreglado, se hallase solamente en las personas de espíritu mediano, y de baxo nacimiento, no causaría mucha admiracion; mas ¿quién no tendrá repugnancia, ó por mejor decir, hará escarnio y mofa al verla reinar entre las personas de primera cláse, y de un mérito muy superior al comun? Tanto se arraiga en el corazon del sábio, como en el del ignorante. Quando se ve á un hombre de circunstancias deseoso de aplausos, buscarlos é inquirirlos aun de aquellos cuyos sentimientos desaprueba en qualquiera otra cosa, ¿no habrá sobrado motivo de admirarse, y exclamar: ¿quién puede evitar esta flaqueza, y saber si es ó no culpable de ella?
El medio mas seguro para libertarse de ella sería, sino me engaño, renunciar á todos los elogios que se dán á nuestras cosas externas, ó que no dependen de nosotros, como v. gr. los vestidos, los talentos y el ayre del cuerpo, prerogativas que naturalmente nos hacen agradables á los demás, si no tenemos vanidad por ellas; mas pierden toda su fuerza, si pretendemos elevarlas y hacerlas ver.
Quando nuestro sentido interior mira al fin principal de la vida, y la percepcion de nuestra alma aplica los elogios á lo que hay de mas sólido en el mundo, no es temible entonces la afectacion, y es casi imposible caer en ella; pero si soltamos la rienda al deséo de encomios, nuestro placer se reduce á pequeñeces, y nos priva de aquellas palabras que merecen las grandes virtudes y calidades mas distinguidas. ¿Quántos discursos excelentes, quántas bellas acciones, no quedan oprimidas por haberse dicho ó hecho fuera de tiempo? Los hombres estudian solamente el modo de hablar, y de obrar, en lugar de aplicar su imaginacion á lo que deben decir y hacer; y muchas veces entierran los talentos que tendrían para cosas grandes, por el vano temor de errar en las indiferentes. Puede ser que en esto no se puedan tachar de afectados, pero á lo ménos se puede deducir que tienen alguna tintura de afectacion, porque su timidéz en cosas de poca entidad, manifiestan que serían demasiado sensibles al placer de perorar con esmero en otras de importancia.
En semejante caso, una entera renuncia de sí mismo, puede solamente meter al hombre en estado de obrar y hablar decorosamente. Si él tiene á la vista un solo fin, nunca dará el nombre de error a lo que no se alexa del mismo fin.
Por qualquiera parte que se mire, se encuentran crueles señales de afectacion, que arruinan aun los lugares en donde se debería encontrar la cortesia. La afectacion arrastra al hombre no solamente á decir cosas que no son del caso en las conversaciones familiares, mas tambien en los discursos que medita con toda atencion. Este pérfido mal rodéa los Tribunales de los Jueces, cuya obligacion es cortar todo lo superfluo en las arengas de los Abogados, y produce acaso algunas leves injusticias que nacen de las Leyes, quando se toman con demasiado rigor.
Concluiré esta Leccion con una carta que escribí dias hace á un hombre de mucho estudio y entendimiento, pero culpable del defecto que ahora combato.
Niveau 4
Récit général
La hermosa Dama tenía
ciertas gracias, que con el mayor cuidado anhelaba
manifestar en todas sus palabras, en todas sus
miradas, y en todos sus ademánes. El Caballero no
era ménos activo en hacerse la debida justicia al
gran talento que le adornaba; su imaginacion se
hallaba en un continuo tormento, para inventar
cosas siempre nuevas, y para brillar ánte los ojos de la Dama, mientras ésta hacía
mil movimientos y ridículas contorsiones, para mas
y mas empeñarle á ello. Quando la Señora reía,
ensanchaba los labios mas de lo regular, para que
se descubriese mejor la blancura de sus hermosos
dientes. El abánico la servía para manifestar un
objeto á cierta distancia, con el solo fin de
estender el brazo, para que los circunstantes
admirasen su proporcionada redondéz. Luego
mostraba aversion al mismo objeto, se retiraba
apresurada algunos pasos hácia atrás, torcía un
pie, se reía de su travesura, pero perdído el
equilibrio, la era preciso para recobrarlo exponer
á los ojos de toda la compañía una vision
escandalosa, y de este modo adquirir nuevas
gracias, y nuevos aplausos. Mientras ella se
aplicaba á todos estos donayres, el Galan tenía
lugar de prevenir nuevas vivezas, de decirla
alguna cosa agradable, y aumentar su vanidad con
observaciones de política contra ésta ó aquella
Dama conocida.
El anhelo de adquirir elogios, es un principio que la naturaleza ha sembrado en el corazon de los hombres, para animarles á la virtud; pero es peligroso tenerlo en las cosas indiferentes. Las mugeres entregadas al placer de verse el objeto del amor y de la admiracion, mudan á cada instante de índole, y alteran los movimientos de su cuerpo, para inspirar nuevos atractivos de su hermosura á los que las miran. Los hombres que hacen profesion de entereza, y que experimentan la misma flaqueza de espíritu, como los genios mas pequeños del otro sexô, se hallan muy ocupados por unas vueltas bien aplanchadas, por un sombrero bien cortado, por un peynado de última moda, por unos zapatos muy puntiagudos, y hebillas muy relucientes, ó por otras tales pruebas de su mérito, que no pueden dexar de indignarse sino se les aplaude. Si esta afectacion que nace de un interior mal arreglado, se hallase solamente en las personas de espíritu mediano, y de baxo nacimiento, no causaría mucha admiracion; mas ¿quién no tendrá repugnancia, ó por mejor decir, hará escarnio y mofa al verla reinar entre las personas de primera cláse, y de un mérito muy superior al comun? Tanto se arraiga en el corazon del sábio, como en el del ignorante. Quando se ve á un hombre de circunstancias deseoso de aplausos, buscarlos é inquirirlos aun de aquellos cuyos sentimientos desaprueba en qualquiera otra cosa, ¿no habrá sobrado motivo de admirarse, y exclamar: ¿quién puede evitar esta flaqueza, y saber si es ó no culpable de ella?
El medio mas seguro para libertarse de ella sería, sino me engaño, renunciar á todos los elogios que se dán á nuestras cosas externas, ó que no dependen de nosotros, como v. gr. los vestidos, los talentos y el ayre del cuerpo, prerogativas que naturalmente nos hacen agradables á los demás, si no tenemos vanidad por ellas; mas pierden toda su fuerza, si pretendemos elevarlas y hacerlas ver.
Quando nuestro sentido interior mira al fin principal de la vida, y la percepcion de nuestra alma aplica los elogios á lo que hay de mas sólido en el mundo, no es temible entonces la afectacion, y es casi imposible caer en ella; pero si soltamos la rienda al deséo de encomios, nuestro placer se reduce á pequeñeces, y nos priva de aquellas palabras que merecen las grandes virtudes y calidades mas distinguidas. ¿Quántos discursos excelentes, quántas bellas acciones, no quedan oprimidas por haberse dicho ó hecho fuera de tiempo? Los hombres estudian solamente el modo de hablar, y de obrar, en lugar de aplicar su imaginacion á lo que deben decir y hacer; y muchas veces entierran los talentos que tendrían para cosas grandes, por el vano temor de errar en las indiferentes. Puede ser que en esto no se puedan tachar de afectados, pero á lo ménos se puede deducir que tienen alguna tintura de afectacion, porque su timidéz en cosas de poca entidad, manifiestan que serían demasiado sensibles al placer de perorar con esmero en otras de importancia.
En semejante caso, una entera renuncia de sí mismo, puede solamente meter al hombre en estado de obrar y hablar decorosamente. Si él tiene á la vista un solo fin, nunca dará el nombre de error a lo que no se alexa del mismo fin.
Por qualquiera parte que se mire, se encuentran crueles señales de afectacion, que arruinan aun los lugares en donde se debería encontrar la cortesia. La afectacion arrastra al hombre no solamente á decir cosas que no son del caso en las conversaciones familiares, mas tambien en los discursos que medita con toda atencion. Este pérfido mal rodéa los Tribunales de los Jueces, cuya obligacion es cortar todo lo superfluo en las arengas de los Abogados, y produce acaso algunas leves injusticias que nacen de las Leyes, quando se toman con demasiado rigor.
Niveau 4
Exemple
He visto esta mas que
carcoma destructora, esta peor que langosta
devoradora, apoderarse de un Abogado que
defendiendo un pleyto salió del punto para
prorrumpir intempestivamente en exâgeradas
alabanzas al Juez; y es de notar que el mismo Juez
le toleró, siendo así que quando era Abogado,
jamás decía en sus peroraciones una sola palabra
inutil, á pesar de su notoria eloqüencia.
Con todo eso la afectacion se podría sufrir en el Foro; pero á veces sube á la cátedra de la verdad. El Declamador á diestro y siniestro quiere manifestar su eloqüencia. Habla del último dia en términos tan elegantes y esforzados, que todos los pecadores oyentes movidos de compuncion, proponen firmemente la enmienda, y el no pecar mas. Se le oye á veces emplear en sus sermones algunos periodos tan sonóros, y hablar de la propia indignidad en términos tan pulídos, que junta el rendimiento de un enamorado, con la humildad de un Apóstol.
Con todo eso la afectacion se podría sufrir en el Foro; pero á veces sube á la cátedra de la verdad. El Declamador á diestro y siniestro quiere manifestar su eloqüencia. Habla del último dia en términos tan elegantes y esforzados, que todos los pecadores oyentes movidos de compuncion, proponen firmemente la enmienda, y el no pecar mas. Se le oye á veces emplear en sus sermones algunos periodos tan sonóros, y hablar de la propia indignidad en términos tan pulídos, que junta el rendimiento de un enamorado, con la humildad de un Apóstol.
Concluiré esta Leccion con una carta que escribí dias hace á un hombre de mucho estudio y entendimiento, pero culpable del defecto que ahora combato.
Niveau 4
Lettre/Lettre au directeur
Metatextualité
Señor mio:
“El otro dia estuvimos hablando juntos; y habiendo ponderado despues las expresiones de vmd. creería faltar á la obligacion de un amigo, si dexára de decirle con toda la libertad, que me franquéa dicho título, que las he hallado llenas de una afectacion insufrible por todos motivos. Quando le insinué á vmd. alguna cosa sobre este particular, vmd. me interrumpió preguntando si debiamos ser indiferentes en quanto á lo que piensan nuestros amigos sobre nuestras acciones. Yo respondí que no; pero no entendí que en cada hora, y en cada instante debiamos hablar de nuestras buenas calidades. Quien desea elogios no debe esperar recibirlos, si no en ciertos periodos de su vida, ó acaso solamente en la muerte. Si vmd. ama mas las alabanzas que el mérito, aborrezca á lo ménos todo lo que es comun, y no tolere que ninguna persona tenga la osadía de alabarle en su presencia. Así faltandola el cebo, vencerá vmd. su propia vanidad, y prontamente logrará aquella estimacion que desea con tantas ansias; en lugar de un cumplimiento superficial, que ahora se le hace, recibirá vmd. entonces mil cortesías: sin esto, creamé, nunca oirá mas que un simple soy de vmd. muy seguro servidor Q. S. M. B.”
“El otro dia estuvimos hablando juntos; y habiendo ponderado despues las expresiones de vmd. creería faltar á la obligacion de un amigo, si dexára de decirle con toda la libertad, que me franquéa dicho título, que las he hallado llenas de una afectacion insufrible por todos motivos. Quando le insinué á vmd. alguna cosa sobre este particular, vmd. me interrumpió preguntando si debiamos ser indiferentes en quanto á lo que piensan nuestros amigos sobre nuestras acciones. Yo respondí que no; pero no entendí que en cada hora, y en cada instante debiamos hablar de nuestras buenas calidades. Quien desea elogios no debe esperar recibirlos, si no en ciertos periodos de su vida, ó acaso solamente en la muerte. Si vmd. ama mas las alabanzas que el mérito, aborrezca á lo ménos todo lo que es comun, y no tolere que ninguna persona tenga la osadía de alabarle en su presencia. Así faltandola el cebo, vencerá vmd. su propia vanidad, y prontamente logrará aquella estimacion que desea con tantas ansias; en lugar de un cumplimiento superficial, que ahora se le hace, recibirá vmd. entonces mil cortesías: sin esto, creamé, nunca oirá mas que un simple soy de vmd. muy seguro servidor Q. S. M. B.”
Niveau 2
Leccion XVIII
A los Defectuosos.
Citation/Devise
. . . . . Tetrum
ante omnia vultum.
Juven. Sat. X. 191.
Niveau 3
Metatextualité
Ninguno ha formado su propio
cuerpo. Si tenemos alguna imperfeccion, me parece cosa
buena y digna de alabanza el sostener valerosamente la
fealdad y desfiguracion, ó á lo menos no tener vergüenza
de ciertas deformidades, que no es nuestra culpa
tenerlas, y no las podemos remediar. No aprobára que un
hombre feo y bisojo se aplicase á ser rendido Galan
amoroso, y se entretuviese largo tiempo al Espejo, para
contemplarse, ó estudiar el modo de ocultar sus
defectos; pero creo que todos debemos contentarnos del
talle, y proporciones que nos ha querido dár el supremo
autor de la naturaleza, y debemos desterrar
de nosotros qualquiera desazon sobre este particular.
Solo los espíritus débiles poco acostumbrados á
reflexîonar, pueden tomar ocasion de reir y divertirse
al vér á un hombre que entra en una conversacion, y se
distingue con los hombres altos, con una boca grande, ó
con un ojo solo. Quien tenga algun defecto de esta
naturaleza, es felíz, si conservando un buen humor, se
halla dispuesto á divertirse por sí mismo á su propia
costa, como pudieran hacer los demás. Entonces las
mugeres y los niños, que á primera vista no le podrian
tolerar, gustarían de su compañía. No es cosa menos
bárbara el reirse de alguno por sus defectos naturales,
quanto es agradable el vér que el defectuoso se divierte
de sí mismo antes que nadie.
Quando hay alguna cosa muy ridícula en las
facciones de un rostro, y el que la tiene imagina que
aquella misma deformidad le dá un ayre grave y noble, es
necesario que sea de una cláse muy superior á los demás,
para libertarse de sus importunidades y jocosidades.
Concluyo de nuevo, que el mejor partido en este caso, es
el de reirse uno mismo de sus propios defectos. Se puede
decir que una mediana sensibilidad en este particular,
es una flaqueza grande del amor propio. Yo soy algo
desgraciado en mi rostro, particularmente en las
narices; y la falta de muelas lo hacen mas bien largo
que redondo. Muchas veces he sentido este defecto, y en
una ocasion procuré remediarlo, proporcionando mi
peynado, y afeytándome muy á menudo. Hoy no es lo mismo:
he superado esta flaqueza; y quando mi rostro fuera aun
mas defectuoso, nada lo sintiera, con tal que me hiciese
capáz de entrar por individuo de
aquella Sociedad, que se nombra en la siguiente carta.
La he recibido de D. N., y la hallo tan llena de
jocosidad y buen humor que quiero referirla entera.
Niveau 4
Exemple
Escaron, era un Heroe
de esta especie. Ha pronunciado mil chistes sobre
la irregularidad de su figura, que comparaba á la
Z. Se divirtió en describir una máquina, con una
garrucha de que se servia para
moverse el sombrero en la cabeza.
Niveau 4
Lettre/Lettre au directeur
Metatextualité
Señor profundísimo
Especulativo.
Ha caído casualmente en mis manos la última Leccion de vmd. sobre las Tertulias, y la he leído con tanto gusto, que me he determinado á tomar todos sus papeles, por vér la continuacion de instrucciones tan saludables. Ahora me tomo la libertad de describir á vmd. en pocas palabras una Sociedad, persuadido que jamás habrá tenido noticia de otra igual, á no ser que en sus viages al Gran-Cayro, y á las Molucas no haya vmd. dado fondo en alguna Costa de la bárbara Abisinia ú otra parte inculta del Africa. Despues que vmd. abandonó repentinamente la Universidad, marchando sin despedirse de nadie, se han formado muchas Sociedades subalternas, que se juntan una vez á la semana.
Quedo de vmd. &c.
Ha caído casualmente en mis manos la última Leccion de vmd. sobre las Tertulias, y la he leído con tanto gusto, que me he determinado á tomar todos sus papeles, por vér la continuacion de instrucciones tan saludables. Ahora me tomo la libertad de describir á vmd. en pocas palabras una Sociedad, persuadido que jamás habrá tenido noticia de otra igual, á no ser que en sus viages al Gran-Cayro, y á las Molucas no haya vmd. dado fondo en alguna Costa de la bárbara Abisinia ú otra parte inculta del Africa. Despues que vmd. abandonó repentinamente la Universidad, marchando sin despedirse de nadie, se han formado muchas Sociedades subalternas, que se juntan una vez á la semana.
Niveau 5
Récit général
Estas son; la
Sociedad de los discursos en términos elegantes;
la Sociedad de los bellos ingenios; y la Sociedad
de los hombres hermosos. Hace algunos años que
para ridiculizar esta última, ciertas personas
alegres, que parece han venido al mundo
enmascaradas, determinaron formar otra, y la
llamaron la Sociedad de los feos. Esta hermandad
poco favorecida por la naturaleza, se compone de
un Presidente con doce Individuos; y los asociados
pueden ser aun en mayor número, porque se
dispensan privilegios á personas de toda cláse, y
de otras Sociedades, con tal que los Candidatos
tengan las calidades que prescriben los estatutos.
Voy á notar algunos de sus principales artículos.
El retrato de este grande Heroe al natural, con todas sus proporciones, ó por mejor decir desproporciones, está colocado en estrado debáxo de dosél. La compañía ha resuelto tambien, apenas lo permitan sus fondos, de proveer los bustos ó retratos mas célebres por su disformidad y estrañeza de la antigüedad, y adornar con ellos el quarto ó sala donde se juntan para tener sus conferencias.
Todos los asociados han tenido siempre en tanta estimácion al otro sexô, que estan prontos á admitir á las Damas, que tengan los requisitos necesarios, y proporcionarles el beneficio de sus estatutos; pero hasta ahora ninguna se ha presentado, y aunque muchas pudieran haberlo hecho, (porque acaso en el dia abundan mas las fealdades y defectos en las mugeres, que en los hombres) el título de Sociedad de los feos las detiene.
Niveau 6
1. No se admitirá á
ninguno que no tenga alguna cosa de extraño en su
figura, ó á lo menos los ojos atravesados. El
Presidente y los Oficiales de semana, juzgarán
sobre el particular; y quando los
votos fuesen iguales el del Presidente decidirá
por la exclusiva ó admision.
2. Que en el exâmen de los requisitos, se tenga particular atencion á la corcova de los pretendientes, como á prerrogativa especifica, que tiene mucha relacion con los fundadores: y á todas las irregularidades de su figura.
3. Que todo hombre á quien la naturaleza ha provisto una naríz extraordinaria, sea por magnitud, ó pequeñéz, tenga justo título, para ser elegido.
4. Que si hay dos ó mas concurrentes para una plaza vacante, siendo iguales en los defectos, haya de ser preferido el que tenga el cutis mas obscuro, ó arrugado.
5. Cada Individuo en la primera noche inmediata despues de su eleccion, regalará á los compañeros un plato de merluza, y hará un Panegírico en honor de Esopo.
2. Que en el exâmen de los requisitos, se tenga particular atencion á la corcova de los pretendientes, como á prerrogativa especifica, que tiene mucha relacion con los fundadores: y á todas las irregularidades de su figura.
3. Que todo hombre á quien la naturaleza ha provisto una naríz extraordinaria, sea por magnitud, ó pequeñéz, tenga justo título, para ser elegido.
4. Que si hay dos ó mas concurrentes para una plaza vacante, siendo iguales en los defectos, haya de ser preferido el que tenga el cutis mas obscuro, ó arrugado.
5. Cada Individuo en la primera noche inmediata despues de su eleccion, regalará á los compañeros un plato de merluza, y hará un Panegírico en honor de Esopo.
El retrato de este grande Heroe al natural, con todas sus proporciones, ó por mejor decir desproporciones, está colocado en estrado debáxo de dosél. La compañía ha resuelto tambien, apenas lo permitan sus fondos, de proveer los bustos ó retratos mas célebres por su disformidad y estrañeza de la antigüedad, y adornar con ellos el quarto ó sala donde se juntan para tener sus conferencias.
Todos los asociados han tenido siempre en tanta estimácion al otro sexô, que estan prontos á admitir á las Damas, que tengan los requisitos necesarios, y proporcionarles el beneficio de sus estatutos; pero hasta ahora ninguna se ha presentado, y aunque muchas pudieran haberlo hecho, (porque acaso en el dia abundan mas las fealdades y defectos en las mugeres, que en los hombres) el título de Sociedad de los feos las detiene.