Cita bibliográfica: Anónimo (Ed.): "Número III", en: El Filosofo à la Moda, Vol.1\003 (1788), pp. 41-56, editado en: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Ed.): Los "Spectators" en el contexto internacional. Edición digital, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.335 [consultado el: ].


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Número 3

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Leccion V

Á los que se Juntan en Agradables Tertulias.

Cita/Lema►  . . . . . Tigris agit rabida cum tigride pacem
Perpetuam: sævis inter se convenit ursis.

Juven. Sat. XV. v. 163. ◀Cita/Lema

Nivel 3► Metatextualidad► El hombre es un animal sociable: esta verdad aparece en nosotros mismos, que no dexamos de abrazar todos los pretextos y ocasiones que se nos proporcionan para formar aquellas juntas ó congresos, que se llaman tertulias. Quando se encuentran algunos de un mismo modo de pensar en qualquiera materia, aunque muy trivial, esta ligera confrontacion los empeña á establecer entre sí una especie de hermandad, que los obliga á juntarse en ciertas horas determinadas.

Nivel 4► Relato general► Sé que en una Ciudad grande ha-[42]bia una tertulia de hombres extremadamente gruesos, que se juntaban no para disfrutar el placer de una noble y virtuosa conversacion, sí solo para ayudarse uno á otro á tenerse en pie. La sala en donde se juntaban era de las mas espaciosas: tenia dos puertas, una de mediana magnitud, y otra muy ancha y alta. El que queria ser admitido en aquella tertulia, si podia pasar por la primera puerta, quedaba excluido, por faltarle la corpulencia necesaria: pero si despues de haber forcejeado algun tiempo para entrar, no lo lograba por estorbárselo la magnitud de su cuerpo, se le abria inmediatamente la puerta grande, y se le reconocia con aplausos, por miembro digno de aquella sociedad. He oido que el número de estos sugetos, se reducia á quince personas, que juntas pesaban seis mil libras.

En oposicion á esta tertulia, se formó otra compuesta de varios esque-[43]letos tan descarnados, como envidiosos. Estos despues de haber practicado todo lo posible para destruir los designios de sus gordos compatriotas, esparciendo que sus máxîmas eran perjudiciales al estado, y haciéndoles en gran parte perder la aura popular, lográron finalmente una buena porcion de dominio. El público dividido en estas dos facciones, padeció muchos años, hasta que conviniéron, que los dos Gobernadores de la Ciudad, se escogiesen anualmente de la una y de la otra tertulia, y en el dia subsiste el mismo acuerdo, de modo, que se parecen á los pares de perdices que se compran en la plaza, una gorda, y otra flaca.

Despues de haber hablado de estas tertulias, no puedo ménos de decir alguna cosa de otra muy perjudicial, que se estableció á fines del siglo pasado, con el título de Matones. En esta no podia ser admitido aquel, que á lo ménos no [44] hubiese sostenido un desafio. El presidente de esta asamblea, que por su parte habia matado á seis hombres, ocupaba el primer lugar en una mesa, en que los demas tenian un puesto proporcionado al número de los que habian muerto. Luego habia otra mesa destinada para los que solamente habian herido á sus contrarios, y manifestaban su noble deseo de encontrar ocasion para merecer lugar en la primera. Esta tertulia, en la que no se admitian sino sugetos de honor, no duró mucho tiempo, porque poco despues de su institucion, quasi todos sus individuos pereciéron ó por mano de sus contrarios, ó por las de un verdugo.

Es digna de lastima otra clase de tertulias establecidas en este siglo, y que en el dia son de moda. No se admiten en ellas mas que gentes acaudaladas, y de mucha suposicion: su instituto es de los mas extraños, pues consiste en sentarse al rededor de [45] una mesa, poner mil pesos, mas ó ménos, sobre un papelito, y reparar en uno que está entresacando otros papeles, para ver si la suerte decide en doblar el dinero ó en perderle. ¡Oh ceguedad! ¡oh alucinacion! ¡y quántas familias andan arrastradas! ¡quántos hombres de honor se han perdido! ¡quántas miserias! ¡quántos infortunios no han producido tales tertulias! Plegue á Dios que tengan un fin semejante á lo ménos, al de los Matones. ◀Relato general ◀Nivel 4

Hay otras muchas tertulias modernas, fundadas sobre comer y beber, dos puntos en que estan de acuerdo la mayor parte de los hombres. En esta el sabio, el ignorante, el animoso, el cobarde, el Filósofo y el bufon, pueden exercer sus funciones. Sus títulos en fin son tan numerosos y varios, que seria largo y dificultoso solamente nominarlos: los toman ó del parage ó del fundador, y alguna vez tambien de las circunstancias. Quan-[46]do de este modo se juntan muchos para gozar entre sí una honesta recreacion, manejarse en recíproco provecho ó beneficio de otros, ó bien para aliviar el trabajo del dia, con tal que no se mezcle el espíritu de faccion ó parcialidad, ó no se tome por blanco el murmurar de los ausentes: entónces estas pequeñas tertulias pueden ser de alguna utilidad. No sabré como mejor terminar esta Leccion, que con una lista de algunos artículos, que hallé puesta á la puerta de una hostería en ocasion que entré en ella para cierto asunto. Es la que sigue, copiada palabra por palabra.

Nivel 4► “Reglamento que deben observar todos los individuos de la tertulia de los dos quartos que se juntan en esta hostería, para conservar una buena armonía y vecindad.”

  1. 1. 

    Cada uno luego que llegue, pondrá sus dos quartos encima de la mesa.

  2. 2. 

    Si alguno ofendiese ó insultase, aun [47] levemente á otro, pagará lo que correspondiese al ofendido.

  3. 3. 

    Si alguno traxere la muger propia, (que las de mas están vedadas) á la tertulia, pagará por ella.

  4. 4. 

    Si las ofensas que uno hiciese á otro, pasasen los límites de la tolerancia, se le expelerá de la sociedad.

  5. 5. 

    No se admitirán dos sugetos de un mismo oficio, por enseñar la experiencia que son enemigos entre sí.

  6. 6. 

    Quien no fuere verdaderamente fiel á Dios y al Rey, será incapaz de ser admitido en esta tertulia. ◀Nivel 4

Estos artículos estan concertados con la mira de mantener las buenas costumbres entre los individuos de esta pequeña asamblea, por lo que me parece gustarán á qualquiera que los lea. ◀Metatextualidad ◀Nivel 3 ◀Nivel 2

Nivel 2►

Leccion VI

Á los Ociosos.

Cita/Lema►  . . . . . Spatio brevi.
Spem longam receses: dum loquimur fugerit invida.
Ætas; carpe diem, quam minimum credula postero.

Hor. Lib. I. Ov. X. 6. ◀Cita/Lema

Nivel 3► Metatextualidad► Nivel 4► Todos se quexan, dice Séneca, de la celeridad con que vuela el tiempo; y á pesar de eso, ignoramos como emplearle ó disponer buena parte de él. Nuestra vida, añade, se pasa sin hacer nada, ó por decir mejor, sin hacer nada de lo que debriamos. Nos quexamos continuamente de que nuestros dias son breves, y vivimos como si debiesen ser eternos. ◀Nivel 4 Este insigne Filósofo ha descrito con toda variedad de expresion y de pensamientos las contradicciones de los hombres en este particular.

[49] Yo he meditado muy á menudo las contradicciones del entendimiento humano sobre este punto. Aunque generalmente manifestamos mucho sentimiento por la brevedad de nuestra vida, con todo parece deseamos, se acerque prontamente el fin de todos sus periodos. Los que son de menor edad, suspiran para ser mayores, para tomar el manejo de los negocios, para juntar riquezas, para llegar á los honores y retirarse. De este modo, aunque la vida en sí misma, es breve, sus diferentes periodos se nos hacen largos y fastidiosos. Quisieramos prolongar nuestra medida, y al mismo tiempo acortar sus diferentes partes. Nivel 4► Exemplum► El usurero deseara que todo el tiempo señalado á la cobranza de sus créditos, pasase en un instante. El político renunciara gustoso tres años de vida, si pudiera poner las cosas en aquel estado, que imagina debian estar entónces. El amante, con la mayor satisfaccion quitaria de su exîstencia todos [50] aquellos momentos, que han de pasar hasta el dia de sus triunfos. ◀Exemplum ◀Nivel 4 Con que; á pesar de la natural velocidad y fuga del tiempo, nos contentariamos, quasi en todos los estados de la vida, que pasase mas pronto: hay muchas horas del dia, que nos cansan, y alguna vez quisieramos que hubiesen pasado años enteros. Nivel 4► Exemplum► Miramos lo venidero como un pais lleno de grandes desiertos, que deseamos atravesar apresuradamente, para llegar á aquellos ridículos establecimientos que nos hemos ideado y á los imaginarios puntos de descanso, que nos lisongeamos hallar en esta parte ó en aquella. ◀Exemplum ◀Nivel 4

Si se divide la vida de casi todos los hombres en veinte partes iguales, se hallarán á lo ménos diez y nueve, que son como grandes vacíos, en los que no se aplican, ni á la diversion, ni á los negocios. No pongo en este número los que viven en un continuo movimiento; pero sí aquellos que se han dedicado al descanso; y [51] me parece los favorezco, sugeriéndoles los medios, para llenar aquellos vacíos que tienen.

El primero de estos medios, es el exercicio de la virtud. Tomando esta palabra de virtud en su mayor extension, las solas virtudes que miran á la sociedad, pueden ocupar las personas mas industriosas, y subministrarlas tantas operaciones, quantas puede llevar la mas activa vida del mundo. Quasi no pasa dia en que no podamos practicar las obligaciones ú obras buenas de enseñar á los ignorantes, socorrer á los pobres, y consolar á los afligidos: suele presentarse ocasion de moderar la violencia de una faccion, de hacer justicia á un hombre de mérito; de apaciguar á un envidioso; de reducir á los términos á un obstinado.

Todas estas obras buenas, se hallan tan conformes á la vida humana, que deben precisamente causar una grande satisfaccion á los que las practican con la debida prudencia.

[52] Hay otra clase de virtudes, que puede llenar el vacío, en que uno se halla, quando está solitario en su quarto, léjos de las confusiones y bullicios del mundo. Esta es la que obliga á todas las criaturas racionales á comunicar con el autor de su exîstencia. El hombre que siempre se reconoce en presencia de Dios, goza de una continua satisfaccion; su buen humor jamas le abandona y á cada instante le arrebata, por decirlo así, un suavísimo placer de hallarse con el mejor y mas querido de sus amigos. A un hombre tan feliz nunca se le hace largo el tiempo, porque nunca se halla solo, ántes en las horas en que los demas estan ociosos, su alma tiene la mas agradable ocupacion. Apénas dexa la companía de los hombres, se conmueve de gozo su corazon: su amor se inflama; su esperanza se redobla; se enciende de cariño y de piedad, experimentando la proteccion del Criador, y pone todas sus amarguras en [53] el seno de este tierno y amoroso Padre del universo.

El exercicio de las virtudes no se ciñe solamente á ocupar á los hombres en esta vida: lleva sus influencias mas allá del sepulcro; y el alma experimentará por una eternidad los buenos ó malos efectos de las virtudes, ó vicios que hubiere practicado en este mundo. Esto nos subministra otro muy poderoso motivo para empeñarnos mas y mas en el cumplimiento de esta nuestra obligacion.

Si un hombre no tiene mas que un pequeño caudal para sustentarse, y se le proporciona ocasion de emplearle todo con gran beneficio, ¿qué dirémos si retira, ó pierde de una vez las diez y nueve partes, y acaso no dispone de la ventesima, sino en su perjuicio? Mas porque el alma no pudiera, ó seria muy dificultoso aplicarse siempre al exercicio de las virtudes, ni continuar en el fervor de la devocion, es necesario alguna tregua, y [54] dedicarse de un modo conveniente y duradero.

El tercer medio que deseara establecer, para ocupar el tiempo, es aplicarnos á una útil é inocente diversion. Confieso que me parece cosa indigna de una persona racional, divertirse en ciertas ocupaciones, cuyo bien enteramente consiste en no haber nada de mal. No sé si pueda decirse otro tanto de algun juego de naypes, sin tener otra conversacion fuera de la que nace de un corto número de términos artificiosos, ni otra idea mas que aquella que puede proceder de los varios colores de los mismos naypes. ¿No hubiera un justo motivo para reirse de un hombre que practica tales diversiones, si se quexara de la brevedad de la vida?

El teatro pudiera ser un manantial continuo de las mas nobles y útiles aplicaciones, si estuviese bien ordenado, y reducido á sus justos términos. Pero el alma nunca se divierte [55] con mayor consuelo, que quando se entretiene con un amigo fiel. No hay bien en esta vida que pueda alcanzar al de tener un amigo discreto y virtuoso. Su conversacion ilumina el entendimiento, alivia el espíritu, produce nuevos pensamientos; anima á la virtud, excita á formar bellas ideas, mitiga las pasiones, y saca provecho de todos los momentos de la vida. Despues de esta íntima union, con una sola persona, se debria buscar un comercio mas general, con los que nos pueden instruir y divertir, dos calidades que van quasi siempre unidas.

Hay otras diversas aplicaciones útiles, que si fuese posible se deberian multiplicar para hechar mano de ellas en caso necesario, mas bien que abandonarnos al ocio ó á la primera pasion que casualmente pudiese sorprehendernos. Un hombre que gusta de la música, de la pintura ó de la arquitectura, da á entender cierta especie de sentimiento, quando se le com-[56]para con los que no tienen el mismo genio. El arte de cultivar las flores, de plantar los árboles, de atender á los jardines y á la agricultura, son conocimientos que quando no sirviesen mas que de accesorios á un hombre rico, producen un gran socorro al campo, y mucha utilidad á aquellos que los poseen.

Finalmente entre todas las recreaciones, no hay otra mas digna para llenar las horas ociosas, quanto la lectura de buenos libros. Mas porque este punto abraza en cierto modo por sí solo, el tercer medio que he propuesto para emplear las horas perdidas, merece que se hable de él mas difusamente; por tanto lo trataré en otra Leccion, contentándome ahora con decir en general, que pertenece al adelantamiento de nuestros conocimientos. ◀Metatextualidad ◀Nivel 3 ◀Nivel 2 ◀Nivel 1