Salust. de Bello Cath. §. 25.
Luciano reprehendiò un dia en un Amigo suyo la passion à los Bayles; pero
este le respondiò, que haviendose instituìdo los Bayles por la Diosa Rhea, y
Jupiter salvadose por medio de ellos la vida, merecian alguna estimacion, y
no debian ser despreciados con tanto empeño.
Los hombres grandes de la Gentilidad consintieron, y aun aprobaron en todos tiempos estas
diversiones. Homero condecora à Merion Baylarin cèlebre con el
epiteto de excelente, y divertido, diciendo: Que por su ligereza, y agilidad de cuerpo, adqueridas
con el exercicio de baylar, se distinguia entre los Cavalleros, y Principes Griegos en la guerra de
Troya.
Luciano, para justificar
mas cumplidamente su aficion à los Bayles, alegaba el exemplo de Pyrrho,
quien no se havia hecho menos famoso por el Bayle, que con su nombre havia inventado, que por sus
hazañas, y proëzas militares. Pyrrho el invento de este Bayle, que era el de los Heroës, lo atribuyen à los
Curetes, ò Corybantes, y otros à Neoptolemo hijo de Achilles; y no falta quien, sin darle inventor, deriva su nombre de la
palabra Pyr Fuego: por la rapidèz ignea de los movimientos, ò por el pie llamado Pyrrhico; que
compuesto de dos breves, es de todas las medidas de versos la mas ligera, y saltante. Otros le
derivan de la palabra Pyra: yà porque se baylaba en las exequias de Achilles, ò porque le baylaban al rededor de las Pyras, en
que se quemaban los cuerpos de los Heroës muertos en la guerra.
No continuarè el examen de estas etymologias para descubrir la verdadera: basta que la danza Pyrrhica es antiquissima, y que no estamos de asiento, para adivinar sus
principios. Pindaro dixo: que Bellorophonte baylò la
danza Pyrrhica, revestido de sus armas, lo que nos assegura bastante su
antiguedad. Un Autor cèlebre de estos dias propone escribir un Tratado sobre ello, el qual dedicarà
à los Maestros de Bayles de esta Corte, y en que establecerà la verdad sobre esta materia.
Hormus tan celebrado en Asia, y que serìa de la
No hay cosa mas gloriosa para este Pueblo, que el testimonio, que dà Pindaro, citado por Plutarco, de la estimacion que hacian de esta Arte.
Entre cinco, ò seis cosas de que alaba à los Lacedemonios, y que son la Prudencia en los Ancianos, el Valor en los Jovenes, &c. pone
tambien à los Bayles, à la Musica, à los festines, y convites, con sus diversiones. Podrase añadir
algo mas, para exaltar la gloria del Bayle, y encarecer el exercicio de esta Arte?
Alegaba igualmente en su favor las celebradas Estatuas, que los de Thesalìa erigian à la memoria
de sus mas insignes Baylarines. Mucho me admiro, decia à Luciano, que siendo
tù mi Amigo, y Compañero de Philosophìa, te opongas al dictamen de Homero, de
Hesiodo, y de otros Sábios, que en sus tiempos eran oraculos del mundo; y que
todos compararon el recreo del Bayle con el Valor; juzgando uno, y otro dones especiales, con que la
Divinidad honra à la Naturaleza humana. Còmo, le decia, serà possible, que no respetes la opinion
del hombre tenido Epaminondas en sus mas tiernos años.
El Philosopho Momo convencido del peso, que tenian las autoridades, que le
proponia su Amigo, se rindiò, adoptando no solo, como buenos los Bayles, sino pidiendole le llevasse
consigo al primero à que assistiesse.
Bonnet, el P. Menestrier, el Abad de Bos, Monsieur Cahusac, &c. que nos han explicado el caracter, y la diferencia de los Bayles generales, y
particulares, antiguos, y modernos. Es de creer, que el Bayle, y el Canto comenzarian
El Bayle, segun Theophrasto, tuvo por Padre à un excelente Musico de
Flauta, llamado Andron, y le perfeccionò Cleophante
Thebano, siendo, si creemos à Strabon, los primeros, que le sometieron à
reglas, y me-Curetes, y Rhea.
El Bayle depende de la Musica, y nadie le niega à esta Arte semejante dependencia; pues se dice, que
el Padre de la Musica, embelesado del sonido de su Instrumento, y sintiendo el efecto, que este
producia en los miembros de su cuerpo, compondria cadenciados los primeros passos, para el Bayle.
(yà se entiende, que hablo de Orpheo)
Los Heroës se han distinguido excelentemente, en esta diversion, ò exercicio, que ha servido à
los Guerreros, para perfeccionarse en el manejo de las Armas. Serìa, pues, muy del caso, que el
Soldado, para perfeccionarse en las evoluciones militares, aprendiesse, y supiesse el Arte de
Baylar. Luciano assegura, que Junon, haviendo pedido à Marte enseñásse à Priape el manejo de las Armas, el Dios
no le pudo sacar buen Guerrero, hasta que le huvo hecho buen Baylarin. Baccho en las Indias, fue el Bayle.
La utilidad, que el estado conociò en el Exercicio de la Danza Pyrrhica
fue causa, que los Griegos la conservaron mucho tiempo despues de la Era de los Heroës; la qual
fe-Pyrrhonica enseñaba à los Militares con la agitacion, y prontitud de
mover el cuerpo, còmo debian evitar diestramente los golpes de sus contrarios, y darles las heridas;
y las Danzas amorosas instruìan como se debian dàr al cuerpo gracias, y expressiones, sin las quales
la hermosura jamàs se conoce perfecta. El ardor de los Militares para la Escuela del Bayle, se
entibiò con el tiempo, y entonces se empezaron à inventar Bayles, cuyo objeto era de mera
diversion.
Moliere en una de sus Comedias, que el Arte de Baylar, es una de las
Artes, que convienen al buen govierno de un Estado. Platon, de Aristoteles, y de Plutarco.
Los que ignoran las antiguedades sagradas, y profanas, arquearàn las cejas, por no saber còmo
componer estas Autoridades á favor de los Bayles, con los males, que han causado. Citaràn algunos
exemplos, y auto-
Las noches de San Juan, de San Pedro, de San Martin, del primer dia de Mayo, &c. son monumentos substraídos à la
proscripcion de los pùblicos annuales regocijos de los Antiguos; y estos recreos, si se extinguen, y
se olvidan poco à poco, es por haverse introducido otros menos rusticos, y mas ruidosos, en que
brilla mejor el fausto, y la vana distincion de las gentes: siendo constante, que las diversiones
modernas caseras han contribuìdo mas eficazmente para el destierro de los primeros Bayles; que no
los decretos, y mandamientos espirituales, y temporales de los Principes, y Prelados.
El Theatro, que se apercibiò de la excelencia, con que los Pantomimos caracterizaban, y pintaban
de un modo elegante las acciones de los hombres, expressando con mil adornos, è inflecciones, que
divier-
El Bayle hacia entre los Antiguos parte de la educacion, y enseñanza de la juventud, la que, con
este exercicio, ocupaba su espiritu à fin de distraherse del ocio, y demàs vicios, y de afirmare
mas, y mas en las virtudes. Agamemnon antes de ir à la guerra Troyana, dexò à un cèlebre Baylarin, por
Escudero de Clytemnestra, para governar sus acciones en su ausencia. La
obligacion de este Maestro de Bayles, consistìa en entretener à la Reyna con Bayles nuevos de su
invencion; representandola en ellos, el modo de evitarlas enemistades, y requiebros molestos de los
Cortesanos, y de mitigar la pena, que sentìa, con la memoria de su ausente marido. Egyste, que amaba à la Reyna, conociendo que no le serìa possible vencer su indiferencia à
presencia del Baylarin, le matò, y triumphò de la virtud de Clythemnestra.
Pylades, y
Bathylo; el primero natural de Cilicia, y el segundo de Alexandria. Estos dos
insignes Baylarines perfecionaron esta Arte en tiempo de Augusto. Pylades inventò los Bayles figurados, graves, y patheticos, como el Minuet de los
Franceses, y el Fandango de los Españoles, quando se bayla con modestia. Bathylo hallò los Bayles alegres, y joviales como las Seguidillas, Contradanzas, &c. La
habilidad, y esfuerzos de estos dos Maestros, para sobresalir, y vencerle uno à otro, y las
mercedes, que los Romanos les hicieron, dieron mucho realce à su destreza, y modo de contentar al
Pueblo con sus diversiones: Pero todos los Maestros de Roma no continuaron en ser Pylades, ni Bathylos.
Tiberio, despues de haver reusado la
Sobreintendencia de los festejos pùblicos, les mandò echar de la Ciudad. Las
El Arte de Baylar, en sentir de un Autor Moderno, està todavia tan niño, que apenas
Consultemos, para prueba de ello, à los Theatros. Los Chorizos, y Polacos, que creen, que la grandeza de los Bayles Theatrales consiste en saber
dàr gusto, y contentar à ciertos espiritus vulgares, y que, si no hay saltos, brincos, y bolteos,
sin compàs, orden, ni methodo dàn à entender su mal gusto, y hacen vèr que ignoran los verdaderos
principios de esta Arte. En Roma, como en Madrid, habia pandillas, y vandos de Polacos, y Chorizos, ò partidos, que favorecian à Pylades, y à Bathylo. Estaban estos Maestros precisados à sostener su
credito con prodigioso esfuerzo de espiritu, y con suma habilidad, y destreza de su cuerpo. En
leyendo criticamente à los Autores Latinos,
Todas las Naciones, no tienen para los Bayles la misma disposicion, aptitud, ni idéa, y de esto
nace aquella diversidad tan grande en los Bayles, que se estilan en cada Paìs. El Minuet, el Amable,
y demàs Bayles à passo grave, ò mesurado, no parecen propios del genio de la Nacion francesa, que es
activa, ligera, y como llena de azogue, y mejor la convendrian, en nuesro sentir, las Contradanzas.
Las Seguidillas, y el Respingo debieran estàr menos acomodadas al genio serio, y grave de los
Españoles, que no el fandango. El Gige es un Bayle disparatado, para una Nacion tan philosofica, y
taciturna como la Inglesa, y con todo esto, cada uno de estos Bayles tiene una cierta calidad
oculta, que es causa que se congenia, y connaturaliza con la Nacion que la adopta. Y si es verdad
(como lo defienden algunos Philosofos) que aquello que agrada ac-
El Bayle es medio conducente para consternar à ciertos genios, faciles de alterar, è irritarse, si en algunos tiempos, y ocasiones no se les procure diversiones en que puedan distinguirse. El passatiempo del Bayle, en que muchos atisvan causas morbiferas, es tambien remedio facil, y aun saludable para mantener la tranquilidad domestica, y poner freno à los alborotados humores de muchos jovenes, y doncellas.
Con dejar tal qual vez una libertad honesta à la juventud fogosa, à fin de que se divierta
baylando, se le aligere el yugo de la sumission à que la condenan sus años. Venecia mantiene con sus Mascaras, la obediencia de sus Pueblos, y dora con
una soñada libertad los grillos que les aprisionan. Pylades
apaciguò Augusto una
En el Bayle no hay mas mal, que en el modo de enseñarle los Maestros, lo que puede motivar el mal
que censuran aquellos que impugnan, y se oponen à su exercicio. Mas reprehensible es en los Bayles,
la imprudente avilantèz de un mancebo sin conducta, que la diversion de todo el concurso. Sè que
puede haver excessos graves en las Contradanzas modernas: pero nacen de que los Maestros que
pretenden sobresalir, introducen en ellos libertades, desahogos, y passos tan imprudentes, que
exceden à los limites de lo permitido, y que no entran en el plan, ni composicion de ellos, y mucho
menos en el Arte de Baylar. Sè tambien, que los Maestros pre-
Qualquier Maestro que enseña Bayles figurados, ò Bayles sencillos, debe fijar su consideracion en
el caracter, y disposicion corporal de la persona à quien enseña. No es menester que se singularise
con novedades, y fantasìas para introducirlas en los Bayles, como es balancear en el Minuet, y otras
irregularidades: su honor, y credito ha de consistir en que sepa executar con acierto los
movimientos, y passos, que corresponden al genio,y caracter de la accion, ò personage que
Esta es la causa porque los Bayles son materias de abuso, y esta es la cartilla que los Maestros
debian tener presente, à fin de inspirar à sus Discipulos, y Discipulas, idèas de modestia, de
urbanidad, y de decencia, virtudes sin las quales los Bayles son absolutamente malos. Confiesso
ingenuamente, que de la mucha familiaridad, que hay entre ambos sexos en las Contradanzas, se pueden
originar bastantes daños, y perjuicios. Pocas Señoritas hay, tan insensibles, que no las conmueva el
embeleso de la musica, la vivacidad, figura, y garvo de un mancebo bien dispuesto, ayroso, que con
su habilidad sabe hacer impression sobre su espiritu, y que en su modo de Baylar las procura
expressar lo mucho que la juventud sabe hacer valer sus prendas para fines particular-
Como hay Bayles Nacionales, y de nuestra invencion, en que estamos mejor instruìdos, que en los Estrangeros, no quisiera que los desterrassen; y creo que qualquier sugeto, que no sea mozalbete, pueda alegrarse baylando, sin mas riesgo, que el que yo he experimentado, siempre que he baylado, y baylo en convites, y concursos en que me encuentro.
He visto en algunos Lugares del contorno de Madrid estos Bayles pùblicos, en que se juntaban sin
distincion, Grandes, Titulos, Labradores, Amos, Amas, Criados, y Criadas, en una palabra, la Corte,
y la Aldea. Yo quisiera poder leer en semejantes lances en el interior de estos humildes hombres, à
fin de poder dàr cuenta de los pensamientos, que deben ocupar à un pobre criado de Spartiates de sus
pùblicos exercicios, en que la Danza tenia mucha parte, pues reconocian en ellos una mina riquissima
de bienes à favor de la Republica.
Como las Funciones privadas, y caseras se malogran tan à menudo, por culpa de los sugetos, à
quienes se encarga avisar à los convidados; y que siendo ordinariamente este empleo para criados de
escalera abaxo; esto
Merced, y Señoría, y expressan bastantemente la calificacion de los Sugetos: El trabajo que
deberàn tomar aquellos, que se valiessen de este arbitrio, para hacer sus convites por escrito, serà
solamente el de mudar la calidad, y tratamiento de las personas, cuya circunstancia les serà facil,
pues muy pocos, ò ninguno ignora, que desde Tù, hasta el Serenissimo, es tan seguida, y mesurada la graduacion, que de escalon à escalon,
no và mas que la mano.
No es de estrañar, que abogue à favor de los concursos, viendo en ellos un retrato de aquellos
dichosos tiempos, que tanto nos alaban los Poetas, y espero que con el uso desterrarèmos mucho
Quixotismo de ellas.
“Mañana està resuelta Doña Susanna à venir honrar esta casa con su persona. Me ha dado palabra, que la tendrèmos hasta la una, ò dos de la mañanita, y no sè como corresponder à tan distinguida fineza, pues no ignoras, que jamàs passa de las diez fuera de su casa, y que sus mas cercanos parientes no han podido gozar su compañia con la ventaja, que yo me prometo gozarla por edza vez.
Mi anhelo es festejarla con el mayor primor, para que el concurso tenga la satisfaccion de
conocer hasta donde ha sabido exceder nuestra familia, y ganar de mano à las delicadeces de
qualquiera otra; y por lo tanto, tù me haràs especial gusto, si cantas con Don Simplicio aquel Duo del Demophoonte. El Maestro de Bayle de Manuelita, se ha encargado de la Musica,
y à lo que me promete serà sobresaliente: Convidarà á tres, ò quatro Discipulos, de los mas habiles
de su Escuela, para que nuestro Cortejo sea el mas lucido. Tambien tengo premissas de que lograrèmos
la fortuna de tener à Don Celestino, y que regalarà la compañia con la
Relacion del Negro mas prodigioso. Sabes tambien quan dificil es conseguir,
que Doña Ana cante; pero es moralmente cierto que cantarà; porque el Maestro
puede mucho para con ella, y no la dexarà hasta conseguir aquello, que tanto deseo. En una palabra,
te espero; pero no sola, y con toda la disposicion possible para alegrarte, y hacer los honores de
una funcion, que no es menos tuya, que mia. A Dios querida.”
Nicolasa.
ESQUELA INVITATORIA CIRCULAR, ò si quieres Billete à la Francesa.
“Esta noche recibo la honra, de que Doña Maria, con su prima vendrà à visitarme, para que todos mis conocidos, y conocidas la dèn el parabien de su nuevo estado. Vm. siendolo tanto de esta casa, no querrà (espero) hacerme sufrir el sonrojo de preferir, à esta, otras visitas; y assi tengo motivo para lisongearme con su presencia, y con la seguridad de que no desdeñarà hacer patente las habilidades, y primores de Musica, Bayle, Representacion, &c. en que todos le aplaudimos excelente. Vm. puede convidar à tres, ò quatro amigos, para que el concurso salga lucido, y todos con la estimacion, que se saben grangear por sus estimables calidades. Si me atreviera, suplicarìa à Vm. de dàr todo quanto gusto sea possible à la Novia; porque aspiro al honor de que mi funcion sea juzgada, la mas lucida de quantas havrà entre sus Amigas, y Conocidas, con el motivo de sus Visitas.
B.L.M. deV.m.
Seraphina.
FIN.
ADVERTENCIA.
Como algunos Amigos, y sugetos de superior hyerarchìa me han
reconvenido sobre la calidad del papel, y del caracter de la Obra del Duende, no pareciendoles, que
trabajo de tanta substancia, y que debe passar à los tataranietos de los que viven al presente,
podìa conservarse impresso con caracter tan pequeño, y desgastado, he querido empezar à complacer à
estos sugetos, que sin duda hablaràn en nombre del Pùblico; y por esto doy el presente numero en
distinto papel, y con caracter algo mas grande: Agradezcamente tambien mis Amigos, que no les quiero
cansar tanto la vista, pues deseo que lean con acierto, y gusto, para que no les falte retal nuevo
con que cortarme algun vestidillo para el Invierno.
El Discurso siguiente se darà el Lunes 20. de Julio de 1761.
EN MADRID: Con las Licencias necessarias, por Andrès Ortega, calle de
las Infantas.
Se hallarà este, y todos los siguientes en las Librerìas de Antonio Sancha,
frente del Correo; en la de Bartholomè Lopez, Plazuela de Santo Domingo; y en la de Bartholomè
Ulloa, frente del Salvador.