La Pensadora Gaditana: Pensamiento XIX
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Nivel 1
Pensamiento XIX
Se hallarà todos los Jueves en la Librerìa de D. Salvador Sanchez Ossorio, frente del Corrèo: Y de D. Manuél Ferrera, frente del Populo.
Cadiz~i, y Noviembre 13. de 1763.
Imprimasse. Dr.
Ortega
Cadiz~i, y Noviembre 14. de 1763.
Imprimasse,
quedando este Original en la presente Escrivanìa de Imprentas, y
Librerìas, a
donde se deberán tambien passar dos Exemplares.
Villaformada.
Nivel 2
Carta
Nivel 3
Carta/Carta al director
Metatextualidad
Señora Pensadora: Vm.
sigue el objeto de su Obra con tanto ardór, que me
hace muchas veces recelàr, que el vuelo tan elevado
que hà emprendido su Pluma, la desvanezca de suerte,
que llegue â precipitarse en el abysmo de la
ignorancia, por havèr su Pensamiento, Icàro
imprudente, querido llegàr â donde tal vèz no podrá
la debilidad de sus fuerzas: corregir abussos, y
desterràr preocupaciones es propria obligacion de
entendimientos Aguilas, que saben mirár â e1 Sol de
la razòn cara â cara sin cegarse; pero
â una pobre Señora, que toda su erudiccion no
passarà la línea de assi assi, y que su Librerìa tal
vèz se compondrà de quatro Novenas, y cinco, ò seis
devocionarios, què podèmos esperár, ni que noticias
interessantes nos podémos prometèr? Es verdad, que
su intencion es laudable, y que los assumptos que há
dissertado son los mas importantes â todo genero de
personas; en especial â aquellas â quienes una
dichosa crianza las tiene en possession de sabèr lo
que es el honòr, para contenèr los impetus de las
inclinaciones, â que no se precipiten â lo indigno.
¿Pero â Vm. le parece que esto basta
para satisfacèr el gusto del señor Público, â quien
se há obligado â servir? No Señora mia, no basta
esto; no todos quieren correcciones: hay unos, que
desean sabèr una Historia individual de las
principales Casas reynantes de la Europa, sus
Genealogías, progressos, y principios; aunque de la
suya estèn bien ignorantes; pues como consigan lucir
en una Tertulia con quatro noticias Mercuriales, mal
digeridas, se les dà muy poco, que su familia ande
como quisiere, bien, ô mal empleada: otros rabian
por indagàr los intentos del Gavinete del Preste
Juan, si amenaza Guerras, ô Pazes,
forman discursos, exponen noticias, interpretan
ordenes; en fin son adivinos, y Prophetas politicos
de quanto hà de sucedèr en el systema del Mundo: y
en el Mundo pequeño, esto es, en sí mismos, no
forman una vèz á el año una racional idèa sobre el
progresso de sus acciones; ni se ponen â reflexionár
sobre las novedades que puede havèr en los Países
del Espiritu: quien es quien lleba la victoria, ò la
razòn, acompañada de la verdad, y el honòr; ô la
vanidad associada de la mentira, la lisonja, el amòr
proprio, y la ignorancia no creída: esto les hace
poco ruìdo: la principal idèa es, ser
instruídos en la Politica de moda; y sus abussos màs
que sean los peores, que â lo menos esto no es cosa,
que se hà de ponér en las Gacetas. Otros hay, que
ponen todo su cuydado en tomár de memoria quatro, ò
seis sucessos de la Historia , y haciẽdo
obstentacion en todas ocasiones de lo que archivan
en su feliz Potencia, llenan las Tertulias de mil
especies, que no vienen à el caso, y procuran con
estudio arrastràr qualquièr assumpto â aquellas
noticias que posseen, con lo que adquieren en la
vulgàr opinion la fama de doctos, con cuyo titulo,
despachado por la ignorancia, se arrojan â decidir, y juzgàr aùn en los assumptos, que
màs ignoran: y assi, aunque â estos mismos se les
obligue â formár un discurso sobre lo Etihco, y
Moràl de las costumbres, principal objeto de todo
racionàl, no se les oirà la menòr palabra, porque de
nada estàn màs lexos: y no es de extrañàr pues quien
con una necia preocupacion, se niega â informarse de
lo licito, ò ilicito de los abussos, nunca podrà
adornàr su entendimiento de lo màs util, y assi no
es mucho, que â estos desagraden sus Pensamientos.
Estos motivos que aquí expongo, que todos son hijos
de las Tertulias â que concurro, y de la variedad de
opiniones que tiene su trabajo como
la soy verdaderamente apassionado, han excitado mi
Pluma, para formàr una dissertacion, sobre la
utilidad que lograràn los Hombres, en el Estudio de
la sabia direccion de sus costumbres, para hacèr
felices progressos en las demàs ciencias, y
facultades importantes â la Sociedad: y que sin
aquèl conocimiento, serán inutiles quantos esfuerzos
hagan para conseguirlo. Tal qual lo hè discurrido se
lo comuníco; si juzgàre es digna de la luz pública,
despues de passár por su correccion, harà una
lisonja â un acerrimo defensór del honòr, que
dignamente se hà adquirido; y si le
desagrada tanto el assumpto como el estylo, junte
Vm. èsta Carta con otras muchas, que havrán solo
conseguido hacerla perdèr el tiempo.
¿Qué le importará â el Hombre entregarse
cuydadosamente â el estudio de Latinidad, y otros
Idiomas, si primero no procura sabér el Idioma de la
razòn, y el modo de explicarse prudente, y
honestamente? Solo conseguirá multiplicàr sus
abussos; pues quãto mas instruido se halle â
beneficio de estos Idiomas, tanto mas se agigantarán sus errores, pues se precipita
ignorante â la inutilidad de las conversaciones; no
obstante los suficientes motivos que tiene para
hablàr racionalmente, y con utilidad suya, y de
todos aquellos con quienes se vè precissado â
comunicar. ¿El conocimiento de la Philosophía, y sus
opiniones antiguas, y modernas les servirán de
adorno â aquellos, que alejan su razòn del
conocimiento de la verdad, y de la practica de lo
virtuoso? ¿Què importará pongan todo su desvelo en
conocer â la naturaleza por sus efectos; si por los
defectuosos, y errados efectos de sus costumbres, no
quieren informarse de la deprabada
calidad de su natural; quando èste mismo debìan
inclinàr â la hermosa pràctica de lo justo? Nada
havràn conseguido haciendo felices progressos en las
Mathématicas, Astrologìa, Medicina, Jurisprudencia,
Bellas Letras, Historia, y en las noticias de la
Antiguedad, si antes no se hàn dispuesto para
adquirir laudables, utiles, y apetecidos habitos en
la verdadera ciencia de entendèr su corazon, y la
práctica de sujetar los molestos impulsos de los
abussos, y passiones que continuamente con sus
ossadías procuran convertir en Topos los
Entendimientos más Linces. ¿Las noticias de las tierras màs remotas, y la instruccion de
sabèr sus ritos, costumbres, y goviernos, què podrán
aprovechàr â los que ignoran su más immediata
obligacion, y por una voluntaria tenacidad, se
niegan â instruìrse del Beneficio, que trae en sí la
moderacion de las inclinaciones, y la dulzura con
que baña los entendimientos desengañados, la misma
accion de procedér con equidad, y rectitud? Es
regular, que todos los Hombres se instruyan en todo
lo que es precissa conseqüencia de la racionalidad:
tiene Vm. dicho, Señora Pensadora, que el descuydo,
y pèrdida de tiempo sin dedicarse, aun
los màs rodeados de negocios, â llenarse de noticias
utiles â la Sociedad, es delinquente, despreciable,
è indigno; y es una justa reflexion: pero â mi me
parece añadir; que más delinqüente, indigno, y
despreciable es en los Hõbres el entregarse à sabér,
solo por la vanidad de lucír en lo pùblico, y no por
la forzosa intencion de aprovecharse de su ciencia,
para governár su conducta; pues dispuesto el ánimo
con la noticia de lo licito, ô no licito, segun la
verdad, y el Honòr, y principiadas â poner en
práctica tán dignas maximas, harán despues unos
progressos rapidissimos en lo
estudioso; porque desembarazado el entendimiento de
impressiones contrarias á el verdadero sabèr,
dexaràn campo suficiente en su despejada fantasìa,
para que las Ciencias tomen el lugar
correspondiente, segun su dignidad, y objeto; y
entonces llenaràn á fondo el todo de su debér.
Obligado de èstas razones, hé estrañado, Señora
Pensadora, que antes de ahora, no haya tocado este
assumpto; y más con el motivo de haverse visto
combatir tan continuadamente, con la ignorancia, de
que sus correcciones son fuera de ocasion, y que
gasta el tiempo inutilmente en la idèa que se há propuesto, quando pudiera muy bien
empleàr sus dos pliegos en comunicar â los Lectores
noticias utiles, y gustosas; por lo que yo aún sin
tenér la obligacion, que Vm. tiene de pensár,
reflexionaba â mis solas: ¿Què son inutiles los
assumptos en que èsta Mugér divierte sus discursos?
¡Valgame Dios, què preocupacion! Esta es la
principal, y èsta misma es la que dexa por rebatir.
¿Pues quien se conduzca en todas partes con
moderacion, y proporcion honesta, segun su Sexo, no
serà digno de toda alabanza? ¿El que cuyde de su
Casa, Familia, de sus interesses, de su opinion, de
la eleccion de estado, de el verdadero
pudór, de ser en la realidad Sociable, no havrá
cumplido con la mayór parte de aquel fin, â que le
dirige lo racional, que es â ser recto, prudente,
justo, y cuydadoso en sus acciones, en las de
aquellos, que dependen de su govierno, y para todos
los que debe unirse en Sociedad? No tiene duda, ni
havrá mordacidad ociosa, que se atreva â proferir,
que todas èstas cosas no son utiles, interessantes,
y precissas â todos: esto mismo se advierte, enseña,
y demuestra por nuestra Pensadora; luego inutilmente
censuran sus Pensamientos de no precissos; quando,
no por la cortedad de mi reflexion,
sino es segun la mas comun opinion de muchos, cuyo
parecèr es digno de atenderse, se afirma, y
defiende, que ésta decente diversion, que dá â el
Publico todas las Semanas, es tanto mas util, quanto
disfrazada con los chistes, se introduce en los
corazones en havito festivo; y despues sublimadas
sus noticias por la reflexion, â lo heroyco de el
entendimiento, adquieren dominio sobre la razón,
para hacer el deseado efecto, â que se destinan.
¿Quien havrá tan ignorante, que se contente con leer
solo quantos Authores tratan de Ciencias, cuya mira
es solo â fecundizàr los discursos de
especies Philosophicas, Geographicas, Metaphisicas,
&c. y aparte su entendimiento de aquellos
Libros, que su fin es solo la direccion de las
costumbres? Seneca, Ciceron, Plutarco, Hesiodo,
Platòn, y otros fueron venerados de la antiguedad, y
ahora son estimados, aún de los mas Doctos, porque
sus plumas se dirigen â la correccion de abussos, y
â destruìr las vanas aprehensiones, con que los
Hombres se conducen engañados en seguimiento de lo
aborrecible: en el dia en las principales
Bibliothecas se tienen èstas obras; y â mi parecer
su leccion no impide, ni es estorbo para que los que
quieran instruìrse en otros
assunptos, no lo executen; antes por el contrario,
en sus reconvenciones, y bellos discursos se hallan
bastantes luces, para saber apartarse de lo injusto,
encaminarse en seguimiento de la verdad, digno
objeto de todos los racionales, y adelantamiento de
las ciencias. No es mi intento lisonjeàr â Vm. con
que su obra puede nombrarse, quando se habla de
aquellas, no estoy tan ciegamente apassionado, que
tal discurra: sè muy bien, que dista muchos millares
de leguas de aquel mérito; y esto se debe entẽder en
quanto â la misma obra; que en lo que toca â la
idéa, y â el laudable deseo de que
todos vivan con honòr, y estimacion, y sean utiles â
su Patria, y â sus Conciudadanos, es Vm. igualmente
acreedora â el mismo agradecimiento. Por esta razón
me parece que debiera Vm. haverse defendido; que no
se vulnera la propia modestia, quando se intenta
solo rebatìr un acometimiento. Todos estos discursos
reflexionados con alguna viveza, me han guiado
siempre â mi primer supuesto, que es entender
firmemente, como entiendo, que la puerta principal
para passar los Hombres â la hermosa havitacion de
las Ciencias, es el conocimiento de si
mismos; y las mejores galas para que éstas discretas
Damas les favorezcan, no consiste en los atavios
exteriores, ni en las aparentes demonstraciones de
verdaderos, y honrados; sino en solo un
aborrecimiento de quanto puede desayràr la razòn, y
buen juìcio, y en un amòr à lo que puede ser util â
su fama, conducente â su nacimiento, y à todo
aquello que puede executàr, sin que le quede el
menor remordimiento de tal accion: para acertár, y
saberse adornár de esta manera, no se adquieren
noticias equivalentes en las Ciencias, cuyos
objetos, aunque son de una distinguida nobleza, no
obstante no son aproposito para la
correccion de abussos, y preocupaciones, que es el
blanco apetecido de los intentos de su Pluma. ¿Qué
les importarà â los Hombres ser venerados por
Doctos, invidiados por Ricos, y temidos por
Poderosos, que possean grandes Dominios, en fin, que
(como vulgarmente se dice) tengan la Fortuna de su
mano? ¿Qué les importaràn todas éstas cosas; si no
siguen lo virtuoso, y honesto, y se dexan preocupár
de los errores, que origina lo inutil (en una
palabra) si no son buenos? Estoy firmemente
persuadido â que no tendrá rèplica èsta reflexion mia: y de aquì infiero: si el principio
para que el Hombre llegue â ser un digno racional,
esto es que viva como tàl, es la previa noticia de
todo aquello que debe huìr, y de lo que debe seguir;
y esto no lo sabrá, sin que lea, y reflexione en los
escritos que tratan sobre èstas mismas cosas; luego
estos escritos (aquì entran los Pensamientos) no
serán inutiles, ni cansados, por mucho que se
extiendan procurando tan alto fin: éste fin es lo
que mas le importa â el Hombre, que es el ser bueno:
luego aquella Pluma, que se dedique â este mismo
fin, no tan solamente será importante, sino es
precissa su ocupacion, y digno de
aprecio su trabajo. Este es, Señora mia, el assunto
de mi Carta, comunicarla éstas reflexiones, nacidas
de lo que estimo sus escritos, y motivadas de
algunas conversaciones, que hè presenciado, en las
que escùcho con disgusto, que yà tanto corregir de
la Pensadora~i cansa: se las remito para que
limandolas con su natural estylo, si le parece, las
públique; y que véa el Señor Público, que tiene
apassionados, que se desvelan en defender su mèrito.
Vm. no desmaye en tan laudable empressa, que la
mayór prueba de que son utiles sus Discursos, es la aceptacion, que tienen en lo mas
distinguido de esta Ciudad: alientese Vm. â combatir
abussos, que segun el campo, que hà escogido, estoy
enterado de que antes se le acabarà la vida, que
dexe de encontràr (por nuestra desgracia) objetos
dignos de su crítica, mediante la qual se desengañen
los Hombres de una vèz, que la verdadera Sabidurìa
consiste solo en saber governarse assi mismos, segun
la equidad de lo justo, honesto, y verdadero, que
son los estimulos mas nobles de una buena educacion.
Dios guarde â Vm. muchos años. Su Afecto
Nivel 4
Ejemplo
Yà sabe Vm. que assi
como el Caballo naciò para la carrera, el Buey
para el Arado, y el Perro para la Caza, naciò assi
mismo el Hombre, primeramente para practicár todo
lo honesto, y para entender despues lo necessario
à la perfeccion de la vida: de modo, que en tanto
llenará el vasto espacio de su obligacion, en
quanto procùre hacer que sus obras se hallen
agenas de abussos, y preocupaciones; viendose
precissado para conseguir este fin â
el estudio utilissimo de el regimen de su
conducta, y â el conocimiento de lo delinqüente,
para sabèr apartarse de su contagio: de tal
suerte, que aquel dichoso Hombre, que sepa
prudente, y bien intencionado regulàr la direccion
de sus acciones con las leyes del verdadero Honòr;
y que haya sabido adquirir ciencia bastante, para
proceder con rectitud, ê inocencia, dirèmos, que
es un Hombre perfecto, y que nada le falta para
cumplir con el oficio de racional. Yo estoy
persuadido, que no havrà entendimiento ocioso que
pretenda negarme èste supuesto,
porque aùn la misma ociosidad es precisso
confiesse, que sin el estudio de lo recto, estará
improprio, ê imperfecto todo el cuydado que se
ponga en adquirir ciencias brillantes, y curiosas;
pues antes serviràn de mas vilipendio en el sugeto
ignorante del verdadero estudio: assi como una
guarnicion de otro en un paño burdo, solo sirve de
hacer màs reparable su baxa calidad, y no de
adornarle con sus brillos. Nada màs freqüente se
oye que èsta expression: Celindo tiene un claro
entendimiento, y bien adornado de ciencias; ¡pero
què lastima! Que no obstante la claridad de sus luces, vive tan ageno de la razon, y
buen Juìcio, que de nada le sirve lo que sabe,
para corregir lo que descuydado ignora en sus
costumbres. Esta reflexion no la supongo en
aquellos sensatos, y verdaderamente instruìdos,
que principian la amable carrera del saber por el
conocimiento de sì mismos: se escucha
regularmente, aùn en los preocupados, y dormidos â
los sentimientos de lo licito: pues hace tanta
sombra â los resplandores de las ciencias la
ignorancia de lo recto, y honesto; que aùn los mas
ciegos, y apassionados por lo inutil, y
despreciable, no dexan de conocer la falta, que
hace â los Hombres el conocimiento de
sus operaciones, antes que hacer progressos en
otros estudios. ¡O fuerza de la verdadera
sabiduría, que tú sola eres bastante para elevàr â
los Hombres â la sublimidad de las ciencias, con
sola la honesta observancia de tus racionales
maximas!
Cita/Lema
Non deliciæ, sed
virtutes proponendæ.
que donde la razòn es la Señora,
alli el sabèr principia su nobleza:
Y assi nunca en los Libros se mejora,
el que lo justo mira con tibieza;
la razon, y lo honesto ciencia influye,
de esta se alexa, quien de aquello huye. No solo hà de mirar el deleitarse, quien â sabèr ansioso hà de moverse,
pues hà de pretender aprovecharse,
para que justo, y recto llegüe à verse:
Estudiar por lucir, nò es aplicarse;
mejoràr por sabèr, es excederse,
porque son de Minerva las primicias,
estudiar la virtud, no las delicias.
Senec. de virtut.
OCTAVAS A Minerva de Ciencias protectora, Jupiter la diò sér en su cabeza,que donde la razòn es la Señora,
alli el sabèr principia su nobleza:
Y assi nunca en los Libros se mejora,
el que lo justo mira con tibieza;
la razon, y lo honesto ciencia influye,
de esta se alexa, quien de aquello huye. No solo hà de mirar el deleitarse, quien â sabèr ansioso hà de moverse,
pues hà de pretender aprovecharse,
para que justo, y recto llegüe à verse:
Estudiar por lucir, nò es aplicarse;
mejoràr por sabèr, es excederse,
porque son de Minerva las primicias,
estudiar la virtud, no las delicias.