La Pensadora Gaditana: Pensamiento XLVI
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Pensamiento XLVI
Se hallarà todos los Jueves en la Librerìa de D. Salvador Sanchez Ossorio, frente del Corrèo: Y de D. Manuél Ferrera, frente del Populo.
Cadiz~i, y Mayo 21. de1764.
Imprimasse. Dr.
Cavallero.
Cadiz~i, y Mayo 21. de 1764.
Doy Licencia para
que se imprima. Villaformada.
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Carta.
Level 3
Letter/Letter to the editor
Muy Señora mia: El desapiadado
empeño con que hà proseguido su obra, diriegendo sus
golpes de crìtica contra las Damas, y haciendo con unas
entrañas luciferinas el mas cruèl bejamen de sus menores
descuydos, me obliga â tomàr la pluma, para hablarla â
el alma, y sacàr sus discursos del injusto oido con que
nos trata. V.m. há perdìdo yà el miedo â el Vulgo
desvocado, y muy llena de vanidad por su tal qual
aceptacion, merced que debe confessar es hija de tantos
ociosos como viven en el Mundo, que por passar el
tiempo, echan mano de qualquier farrago,
como si fueran gran cosa, prosigue sin aflojàr el Arco
de sus pensamientos, disparando discursos â tente
bonete, y sátyras de anturbion, con que arolondra los
duros entendimientos de los tontos, y mortifica los
agudos de los entendidos, sin cansarse de discurrir en
unos assumptos, y dexando otros como olvidados tal vèz
porque la pillan el coleto de medio â medio. Quièn duda,
que una vana curiosidad de su genio pensador es la mina
de donde saca todas sus idèas, gastando los ratos, que
no ocupa en manchàr el papél con reflexiones una peor
que otra, en indagàr defectos, anotár descuydos, y suponér ridiculezes, para juntàr material
bastante, en que cimentàr sus pensamientos: y esto que
en V.m. es una curiosidad reprehensible, nos quiere
vendér como favór extraordinario. Pues no Señora mia, no
se llene tanto de vanidad, ni se entregue con tanto
ardòr â tan inutil empressa: porque yà nos vamos todos
desengañando de la simpleza, que hayèmos cometido, en
dár acogida â unos fiscales de nuestros defectos, que
fundan su gloria, en que vivan en el Mundo los delitos,
para hacér de ellos el fondo de sus tarèas: tales son
sus reflexiones, cuervos crueles de la Sociedad, que
solo se deleytan, quando divisan los
entendimientos cadaveres para conocer lo justo, porque
en esto sus encarnizados discursos hallan el pasto mas
proprio de la voracidad de su genio. Pero porque V.m. no
me diga, que es necedad quanto la escrivo, asilarè la
pluma, y principiarè mi assumpto.
Es verdad que es nuestra inclinacion
preguntàr, y sabèr lo que no nos importa; pero es de
cosas despreciables, y de poca monta: pero los Hombres
(Dios me libre de ellos) son Curiosos hasta la octava
generacion, hasta de los pensamientos mas despreciables.
Vea V.m. si mi assumpto se funda, y puede entràr en el
número de los disertados? Y assi corte bien la pluma, y
sacuda el polvo â estos inocentes, que tales se juzgan;
pues como por nuestra desgracia desde el principio del
Mundo ellos son los que escriven, y mandan, no se lee en
los libros otra cosa, que satyras contra las Mugeres:
que yo asseguro, que si por un año
estuviessemos desocupadas, se nos permitiera quexár de
sus nulidades, que tendriamos materia para llenàr mas
volumenes, que quantos se miran esparcidos en contra de
nuestra opinion: y pues V.m. ha principiado, prosiga sin
miedo, que sobre un huevo ponga una Gallina, y tal vèz â
su exemplo no faltará quien la siga. Dios guarde á V.m.
muchos años, y la libre de la curiosidad que la
persigue. Servidora de V.m.
P.R.S.
Level 4
General account
Señora mia, yá sabe
V.m. que nosotras estàmos atildadas marcadas, y
tenidas por Curiosas de primera classe: y que para
elevár una ponderacion sobre este assumpto, dicen
los benditos de los Hombres: essas son
curiosidades de Muger, haciendo peculiar â nuestro
Sexo un abusso, que se mira en el suyo con tantas
reverendas, que puede passar por Colegial mas antiguo en la Universidad de sus
Embustes. ¿Si V.m. allá en su Prologo, saliò
presentandose â el Mundo como un D. Quixote
Femenino, para enderezàr nuestros tuertos, y
deshacér nuestras cuitas, en què piensa, que tan
fuera de lo prometido piensa? Esta consideracion,
que mas de quatro veces me desbautiza, y su
inaccion, que otras tantas mas me desespera, son
los estimulos de mi Carta: porque no será razón,
que con tanta tenacidad nos vulnèren, y que
teniendo una defensora, que saque la cara por
nuestra opinion, se queden celebrando la burla, y
nosotras lamentando la pena. ¿Es para
olvidado el ridiculo empeño con que las barbas se
han levantado con el privilegio de la Curiosidad,
que tan de antiguo, (segun publícan) se mira entre
nosotras, siendo precisso efecto de nuestra
esclavitud? Una de dos: ô las Mugeres solas hàn de
ser las Curiosas, y las que se desvelen en andár
rastreando quanto sucede, para hacerlo sabroso
plato de sus Visitas; ô yá que las Pelucas nos
quitan el laurél en esta hazaña, se les debe
imponer perpetuo silencio, ê impedìr nos hagan
complices de un delito, que ellos posseen como
diversion festiva, è inocente.
¿Y tan importante discurso se
le hà olvidado? ¡O còmo rezelo, que su pluma es
paxar de otra especie, y que baxo el oro de un
fingimiento, hà disimulado la desagradable pildora
de su ociosa curiosidad! ¿No advierte V.m. por
essas Calles, que apenas una pobre Mugèr sale
tapada (con licencia, ô sin licencia de sus
pensamientos) para mil urgencias que se ofrecen,
como de tantos corrillos de curiosos se destacan â
porfia, la siguen, y persiguen, hasta que
informados de quien es, y donde camina, vuelven
despues â sus Amigos muy ufanos, como si huvieran
practicado una grande accion, y refieren quanto há
conseguido su maldita curiosidad? Y
no es lo peor esto, que aún tienen estos almas de
Dios otra gracia mas, y es, que â el referir su
relacion, la ilustran con notas, y reflexiones
como suyas, y abultan como efectos sucedidos los
vanos antojos de sus malicias. ¿Què tal? ¿Es
verdad esto? Pues mayores daños encierra este
abusso, que muchos de los que nos hà ofrecido
disertados, tan arídos, y seco, que para
conseguirlo, se havrà visto en la precission de
estirarlos con los dientes de su mordáz ingenio,
para que llenen el papèl. Los Hombres que debian
solamente tener cuydado de sus particulares
obligaciones, y de ocuparse en
solicitudes proprias de su alto caracter, se
abandonan â lo ridiculo, y sin avergonzarse de
esta indigna inclinacion, hacen vanidad de su
practica. Yà se conocen unos à otros, y entre
ellos los hay en este particular de gran fama, â
quienes honran con los titulos de Gacetas
andantes, y Cartillas generales. Los Curiosos
menos adelantados en la facultad, pero que hacen
quanto pueden por igualarlos, ocurren â estos, y
gastan una mañana, una tarde, y no pocas veces
todo el dia, pregunantdoles por Andrenio~i, de què
vive, quanto sueldo tiene, cómo gasta tanto: si
Marcia~i es de buena, ô mala condicion, cómo se
porta en el interior de su casa,
quièn la visita, â qué hora, con qué intencion, y
desde quando. De todo salen exactamente
informados, y les dán gracias por el favòr
recibido. Hay muchos que tienen un libro de
Memorias en su fantasìa, donde se hallan anotadas
todas las familias de la Ciudad, sus ascensos, y
decadencias, aunque por lo regulàr siempre
equivocados en las noticias: y assi quando alguno,
ô alguna tiene la desgracia de passar por donde
ellos están en conversacion, y llevan à favòr de
su honradèz, y honesta industria algun decente
adorno: à el instante estos Archi-Curiosos dicen:
què grave vá Lelio~i, ¿si se acordará
de quando á su Abuelo le solfearon las espaldas
por Aguila rapante? Camila~i, qué presumida se nos
presenta, mal dicen aquellas galas con el triumpho
de su Visabuela, pues aun hoy vive, quien la viò
en Sevilla salir â Cavallo con su guirnalda
punti-aguda en premio de sus altos pensamientos,
pues los remontaba tanto, que volaba por essas
nubes. Esta sì que es curiosidad digna de que V.m.
la corrija, pues no solo es impertinente, sino
dañosa â la misma Sociedad, con que tantas veces
nos hà roto las cabezas: los Hombres son Curiosos
de esta classe, y no obstante se atreven â
motejarnos de Curiosas.
Level 5
Heteroportrait
Yo por mi desgracia
me hallo Casada con un Curioso tan
fino, que por la menor novedad que se le presente,
se estará dos dias sin venir â casa, hasta
conseguir hallarse informado de sus menores
circunstancias, para despues tener assumpto
flamante en las Tertulias. Si el Amigo se pone
alguna gala, si la conocida estrene la mas
despreciable friolera, todo le alborota, y hace
las mas exactas diligencias por sabèr de donde
saliò su importe, de donde hà venido: si há sido
regalo, quién, y por què causa: si comprado,
quando, y còmo: y este mismo, como todos, llama â
las Mugeres Curiosas, y pondèra por insufrible
nuestra curiosidad.
P.R.S.
RESPUESTA.
Letter/Letter to the editor
Muy Señora mia: Quando debìa
obligarme cortès, para que la sirviesse
agradecida, me insulta, me reprehende, y trata de poco fiel
en mis palabras. ¡Extraño modo de agradàr! Ciertamente que
es una idèa muy curiosa con la que pretende experimentár mi
resignacion à las voces del vulgo: pero escusaré dàr
respuesta à muchos cargos, que injustamente me hace, porque
siempre hè huído de abussar de la paciencia de mis Lectores,
que aún la necessito para otras diferentes idèas: y tomando
el assumpto que me propone por objeto de mi discurso, V.m.
quedarà servida, y yo con el honòr de principiar à
complacerla. La curiosidad, tomado su nombre en comun, puede
ser digna de la alabanza, ô del desprecio: por
que sér los Hombres curiosos por adquirir el concocimiento
de lo que es util, y honesto, ô por informarse mas, y mas en
las noticias pertenecientes á su estado, es un cuydado
virtuoso, y merecedor de la estimacion comun. Nunca será
imprudente Curiosidad querèr informarse de la verdad en
assumptos decentes, para no mirarse posseido de un engaño,
porque en alcanze de lo virtuoso, y util toda Curiosidad es
corta, y nunca es bastante diligencia el mayor empeño. Pero
como no es esta la Curiosidad de que trato dexaré â otra
pluma sus alabanzas, interin que expongo algunas reflexiones
sobre la delinquente Curiosidad. Desdice tanto
del caràcter de un Hombre prudente la inutil Curiosidad,
quanto distan los visages ridiculos de una Mona, de la
magestuosa presencia de un generoso Leon. Raro serà el que
se entregue â este defecto, que por conseguir el feo deleyte
de su torcida intencion, no abandone las precissas
circunstancias de su caràcter: ser Curioso de agenos
descuydos, es ruin consequencia de unos ànimos viles, y
rateros, que se ocupan solo en lo despreciable; pues los que
posseen un corazon generoso, no se entregan â estos humildes
desvelos: y es impossible, que puedan vivir bien halladas
las acciones heroycas, y los discursos prudentes acompañados con la vana Curiosidad de indagàr, lo que no
es de su inspeccion, ni con el delinquente empeño de saber
los defectos agenos, solo con el necio interés de hacerlos
públicos. ¡Pero què digo. Ni aùn para custodiarlos en el mas
profundo silencio, porque siempre esta pretension es
injusta, ê hija de corazones pervertidos:
Son estos Curiosos como aquellos de extragado, ê
ignorante gusto que presentandoles diferentes pinturas, se entregan gustosos, no â admiràr en las
unas las discretas reglas del arte, y los primorosos
atractivos de lo perfecto, sino â divertirse con el inutil
estudio con q [sic] en otras se hace alarde de las
deformidades de la naturaleza, despreciando los aciertos del
pincèl en lo agradable; y abrazando sus extravagancias en lo
ridiculo: assi son, no tiene duda. Se les ofrecen â la vista
á cada passo mil objetos dignos de la veneracion: yà la
prudencia en unos, la honradèz en otros: la discrecion
humilde, la nobleza sin vicios: miran el recto procedér de
muchas Casadas, el verdadero pudor de no pocas Madamitas: la
virtuosa industria, y desvelo por adquirir con
que mantener sus familias en unos: el empeño amable de
abrazar lo honesto en otros: pero nada de lo dicho excita la
Curiosidad de estos necios, para entregarse â la imitacion:
solo ponen su cuydado en ser fiscales sin titulo de los
descuydos, y delitos de sus compatriotas, y haciendo de
ellos diversion su pervertido genio. ¿Y estos que assi viven
se llaman Hombres, y se tienen por tales? No lo son en los
efectos: son fieras indomitas, que fundan su deleyte en la
ruina desgraciada de quantos conocen, haciendo con su cruel
Curiosidad el mas funesto extrago en la estimable vida del
honor. De estos Hombres se miran muchos â cada instante convertidos en Linces para divisar los menores
descuydos; y volviendose Topos por no registrár las acciones
benemeritas, y los sentimientos heroycos. No somos solas las
Mugeres las Curiosas, Vms. Como en todo, nos exceden en este
particular, y la gracia està, en no querèr conocer que lo
son, pues â cada passo nos aproprian este defecto. Sean
testigos de mi causa las Tertulias, los Cafeés, y demàs
sitios pùblicos, donde se inquieren por menor, no solo
nuestras faltas, sino hasta aquellas que infiere su perversa
inteligencia de nuestros mas casuales descuydos, pues su
viciada logica saca consequencias de bulto, aùn de los
antecedentes mas lexos de la possibilidad. Yo
sé, que si lo que leen fuera con reflexion, para sabér obrar
rectamente, y no por Curiosidad de manifestarse erudìtos,
que no practicarian un abusso tan ageno, no solo de los
distinguidos, sino tambien de aquellos que componen la mas
infima parte del Vulgo. ¿Quantos havrán visto este consejo
repetido, y ponderado por muchos Authores, y no se havrán
detenido sobre su importancia?
No obstante esto, uno de los cargos, que nos
hacen â las pobres Mugeres, es decir que nos desvelámos por
sabér lo que se habla de nosotras en nuestra ausencia, con
una curiosidad impertinente, levantando por este empeño mil
desazones, y enemistades. Pero valga la razòn: ¿No son V.ms.
tan amantes de sì proprios, y de aquellas gracias que
posseen, que se inquietan por indagár lo que los demás
sienten de sus mèritos, ô essempciones, aborreciendo de
corazon â los que son de contrario dictamen? No nos
engañèmos, Señores, en V.ms., en los Hombres digo, lo mas
comun que se advierte es una continua curiosidad por sabér
lo que se habla de sus prendas, y esta es
curiosidad graduada, y de muchas Campanillas. El amor
proprio, y la demasiada satisfaccion de sì, es la que mueve
esta curiosa diligencia, pretendiendo inutilmente, que todos
sean admiradores de sus prerrogativas, y formando agravio de
aquellos que no se las pondéran. Por esto, Lectòr
desapasionado, aunque haya algunos desafectos, que en la
realidad sientan mal de tu entendimiẽto, tu gallardía,
valór, &c. discurre que la traydora diligencia de
vulgarizár su dictamen â tus espaldas, manifiesta su poca
razòn, y el temòr que te tienen: assi es, y assi todos hàn
de entenderlo. Por esta causa, se debe olvidàr esta
curiosidad, porque andár indagando
conversaciones de otros, es procurarse una pesadumbre, y
buscár estimulos para la ira. ¿Quieres saberlo todo sin ser
Curioso? Tèn por muy cierto, que los mas Hombres sienten no
muy bien de los otros, porque si son muy elevados en
meritos, la embidia les estimúla â destruírlos, y si son
regulares los anonadan, y desprecian: con esta
consideracion, te escusaràs de desazones, pues bastan las
que se nos presentan inesperadas, obligando nuestra ira â
precipitarse, sin que nos desvelèmos por solicitàr las
ocultas, apartadas, y remotas. ¿Si apenas podémos huír de
las casuales, ê involuntarias, por què vàmos con tanto empeño â arriesgarnos entre las que se huyen de
nosotros por ausentes?
y tiene razòn, porque solo hallan deleyte en las
novedades peligrosas, y en ellas se
entretiene su curiosa solicitud. Ciertamente, Señores, que
es una lastima, que haviendo nacido para dàr leyes, y tener
cuydado de su observancia, que se precipiten desprevenidos â
tantos abusso. Yo hè notado muchas veces, que aquellas
faltas, que V.ms. suponen peculiares â nuestro Sexo, éstas
mismas, pero con aumento, se miran repetidas en sus estylos,
conductas, y conversaciones: escuso numerarlas, el que
quisiere desengañarse, entreguese por uno, ô dos dias â este
cuydado, y verá si es cierto lo que digo: y assi baste de
satyras, y curiosidades contra nosotras, que no es de
Hombres bien criados, y Nobles ensangrentár la
Espada, la lengua, ni la pluma contra quien se halla sin
defensa: ajustemonos un dia, y quedèmos convenidos, en que
nos diferenciamos poco, ô nada en costumbres, abussos,
propriedades, y trages, y con esto se escusará perder tanto
tiempo en motejarnos, sin otra idèa, que la de parcialidad,
ú odio. Assi V.ms. como nosotras en assumpto de Curiosidad,
y en los demàs debèmos corregirnos. En los Hombres es mas
delito, porque son mas sabios, y no obstante son Curiosos de
inutilidades, ê impertinencias; y no de aquellas cosas que
mas les importa, como el estudio de las Ciencias, la noticia
de las Virtudes para su imitacion, y las
precissas circunstancias de sus obligaciones para
cumplirlas. Esta es la laudable Curiosidad, y la que todos
debèmos practicàr: huyàmos de la delinquente, porque sin
duda està mas expuesto â la censura comun, aquel que se
empeña en informarse de lo que otros executan: pues en
recompensa tendrá tantos fiscales de sus acciones, quantos
haya ofendidos con su curiosidad. Dios la libre á V.m. de
este abusso, y guarde muchos años. Servidora de V.m.
La Pensadora~i.
Level 3
Citation/Motto
Plauto~i dà fuerza â mi
discurso, quando dice Curiosus nemo est qui non sit
malevolus, La curiosa inclinacion â todo ageno
cuydado,
solo havita un corazon,
que â la maldad entregado,
aborrece la razón.
solo havita un corazon,
que â la maldad entregado,
aborrece la razón.
Level 3
Citation/Motto
Y quantos havrán leydo en
Menandro~i, sin reflexionarle que dice: Multum
curare aliena ne velis male? No curioso tu cuydado
se informe del mal ageno,
que Hombre tan mal aplicado,
se vè olvidado del bueno,
y del malo despreciado.
que Hombre tan mal aplicado,
se vè olvidado del bueno,
y del malo despreciado.
Level 3
Citation/Motto
Seneca~i dixo â este
intenro [sic]. Non vis esse iracundus? Ne sis
curiosus. ¿Quieres vivir sossegado, essempto de
iras, y enojos?
aparta considerado
de lo curioso los ojos,
del vicio ageno el cuydado.
aparta considerado
de lo curioso los ojos,
del vicio ageno el cuydado.
Level 3
Citation/Motto
Dice Plutarco~i: que assi
como los Cazadores anelan por encontràr caza, y los
Pescadores pezes, inquietando los unos los Montes
para conseguirlo, y los otros los Mares para
alcanzarlo: que assi los Curiosos impertinentes
desean el desorden de todas las cosas, para tenér
caza en que empleàr los tiros de su curiosidad:
La Pensadora~i.
Citation/Motto
Animi
vigorem non convenit alienis rêbus
noscendi
absumere, sed servare ad usum necessariorum.
haces para tu daño fundamento,
de quien te diera mil veneraciones: Si para otros cuydados te dispones, con ruín curiosidad, y vil intento,
veràs multiplicado tu tormento,
â el pretender notàr otras acciones: Abandona prudente, y advertido de lo que no te importa infiel cuydado,
que es un empeño siempre envilecido: ¿Intentas ser Curioso, y estimado? Indaga como el Docto hà conseguido
Mirarse por sus obras venerado.
absumere, sed servare ad usum necessariorum.
Plutarch. in mor.
SONETO. Si malgastas con viles atenciones el noble, y racional entendimiento,haces para tu daño fundamento,
de quien te diera mil veneraciones: Si para otros cuydados te dispones, con ruín curiosidad, y vil intento,
veràs multiplicado tu tormento,
â el pretender notàr otras acciones: Abandona prudente, y advertido de lo que no te importa infiel cuydado,
que es un empeño siempre envilecido: ¿Intentas ser Curioso, y estimado? Indaga como el Docto hà conseguido
Mirarse por sus obras venerado.