Sugestão de citação: Beatriz Cienfuegos (Ed.): "Pensamiento XVI", em: La Pensadora Gaditana, Vol.2\16 (1763), S. 57-84, etidado em: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Ed.): Os "Spectators" no contexto internacional. Edição Digital, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.87 [consultado em: ].


Nível 1►

Pensamiento XVI

Nível 2► Carta/Carta ao editor►

Carta a la Pensadora.

Nível 3► Metatextualidade► Muy señora mia: Yo desde pequeño he sido aficionado à los Libros, y para mi siempre ha sido una circunstancia casi divina el ver de letra de molde à la frente de ellos el nombre de los Authores, de modo, que por esta fortuna cambiára la mayor riqueza; pero por mi desgracia tengo un entendimiento mas cerrado, que bolsa de Gallego, y mas duro, que cabeza de Vizcayno, por cuya causa solo me he contentado con leer los mejores Authores, yá que me es possible con-[58]tarme entre su número: de los que mas me gustan son, la Historia de Carlos Magno, la de las Guerras Civiles de Granada, la del Cid: me muero por leer un Romance de Lucas del Olmo, y tengo entre mis Libros el de Secretos de Naturaleza, Lunario Perpetuo, y otros semejantes, y ahora con mucho gusto voy juntando los Pensamientos, que Vmd. escribe, para que aumenten mi curiosa Librerìa; y crea Vmd. señora, que me encantan, en especial el Prólogo, la Carta del Marido pacifico, y la de la Madre de Familias, porque en estos se rie uno con la boca abierta, y se recibe la instruccion, que Vmd. dá envuelta en mil zarambeques, folías, y pavanas, que es una fiesta; porque aun-[59]que he oído decir à unos señores muy doctos, que son chuscadas fuera de tiempo, no obstante à mí me agrada, y suelto en estos Jueves el dinero con gusto; y me consta, que muchos son del mismo parecer, aunque no por esto dejo de comprar todos los demás, porque quando Vmd. se reviste (Dios nos libre) de toda su jurisdiccion Pensadora, y enristra Paulinas, y Anathemas, no obstante que quedan escociendo los porrazos, y por mucho tiempo duelen sus reconvenciones, se conoce que Vmd. tiene razon; y como quiere el Diablo, que las mas veces le coja à uno de medio à medio, es preciso aguantar, y llevarlo con paciencia; pero Vmd. dirá, que à qué ha sido toda esta broma, pues [60] sin mas antecedente he dicho dos mil diparates: tenga Vmd. paciencia, porque la quiero atenta mucho tiempo.

Nível 4► Exemplum► Yo, señora Pensadora, soy un hombre asi asi, à la pata la llana, no tengo malicia alguna, soy un Juan de Buen Alma, que con una mediana industria (que para esto hay pocos tontos) he juntado un razonable caudal: mi calidad, soy paysano del señor su padre, que es lo que basta, y la mejor genealogia del Mundo: mi edad entre quarenta, y cinqüenta años, por lo que me veo libre, tanto de las ligerezas de la mocedad, como de las pesadeces de la vejéz: mi presencia es pasadera, porque hasta ahora no he visto, que las niñas se tapen por no verme, antes à el con-[61]trario, me buscan, y festejan algunas picarillas, y me dicen, que soy buen mozo, discreto, y generoso: y no sé en qué se fundan, porque lo discreto yá Vmd. lo vé, lo generoso nunca ellas lo han visto, y lo de buen mozo suelo creerlas, porque nada me cuesta: mi traje es de toda moda rigorosamente observada; pero quiero advertirla, que esta circunstancia no es hija de mi cuidado, sino es de la casualidad, pues sin pensar me hallo Petimétre, y no de los peores: llevo las hevillas de los zapatos en conversacion con las uñas, el sombrero enano, el espadin colgado debajo del brazo, como bolsa de pobre mendígo, la casaca, y chupa con el talle junto à las orejas, y el corte muy se-[62]guido, que parece ando con Sotana, y Mantéo: en fin, yo me hallo de un golpe à la dernier Parisien, y tan loco de contento, que yá voy à todos los Paseos echando piernas, y presumiendo de galàn, cosa que en toda mi vida me pasó por el pensamiento, digo imaginacion, ¡qué ignorancia! Que eso de pensamiento se queda para Vmd. sola; pero quiero descubrirla es secreto, que ha causado en mì transformacion tan impensada, porque antes quando entraba en las visitas, luego al punto decian: Yá viene el Cavallero ab initio, y el Petimétre de in illo tempore, y con aquellos mismos vestidos, sin mas diligencia mia, que el conservare dineris, hoy me aplauden y festejan: y es el caso, que [63] como yo (à Dios gracias) soy un poco astringente de bolsa, los vestidos que heredé de mi padre he procurado, à beneficio de mi cuidado, hacerlos perdurables, aunque sean de paño; y con sola esta diligencia, aunque ellos se hicieron à los principios de este Siglo, como la fantsìa modista siempre está en un continuo movimiento, ahora les ha tocado segunda vez andar en la maroma, y espero, no sin fundamento, que no será la ultima, para lo que me he determinado preservarlos de las ruinas del tiempo, como dignos objetos de la fortuna, en quienes tambien tienen influxo sus disparates.

Vmd. estará confusa, sin saber à dondo irán à parár todos estos rodéos, que dá mi plu-[64]ma, al parecer sin asunto: es el caso, ¡valgame Dios, lo que hace ser un hombre corto de genio! es el caso (vuelvo à decir) que yo, como yá Vmd. ha oído, estimo mucho à los Authores de los Libros, y he deseado siempre tratarlos, y conocerlos, por vér si son hombres como los demás, porque me quedo tan aturdido quando discurro, que todo quanto dicen en tantas hojas ha salido de sus cabezas, que me parece imposible; porque yo, quando escribo una carta, à excepsion de la fecha, la firma, y el muy señor mio, todo lo demás me cuesta mas gotas de sudor, que si estubiera cabando; y esto mismo soy testigo les pasa à muchos, que satyrizan los Libros, como à mí [65] me succede; pues no he dexado en algunas conversaciones, por hacerme erudíto, no obstante ser un ignorante, de tachar algunas faltas, que Vmd. no tiene. Vamos à el caso: Yo quisiera, pues vivo en un tiempo tan felìz, que hasta las mugeres piensan por escrito, y que logramos vér una Authora à la frente de tantos Papeles con todas las licencias necesarias, quisiera, digo : : : : : No sé por donde principiar à explicarme: Vmd. dixo en su Prólogo, que vivia en libertad, y que era una muger desengañada de nuestras falsedades. Ahora bien, yo de la misma manera vivo con bastante conocimiento del mundo, por lo que si à Vmd. le parece, respecto à que sabe pensar tan bien en provecho age-[66]no, discurrir una vez en el de los dos: soy de opinion, que no fuera yerro alguno, porque de esta manera, Vmd. con sus Pensamientos divertida, y yo ocupado en leerlos, pasariamos una vida de unos Principes, y asi me vería elevado à la fortuna de tener por muger (yà rebentó el secreto) à una señora Authora, cuyo nombre es yà público por todo el Mundo, lo que tomado por fé, y testimonio, sería muy útil para mi familia, y se aumentarian los instrumentos de mi Executoria. Vea Vmd. el assunto de esta carta: à este fin se ha dirigido la relacion, que la he dado de mi vida, persona, y circunstancias: si Vmd. quiere salir una vez de trabajos (pues dicen muchos, que ha tomado [67] la pluma mas por recoger maravedises, que por corregir abusos) podrá, pensando de una vez en su utilidad, atender à mi súplica; y no tema que la he de quitar el escribir, pues antes de esta manera ayudará con sus discursos à los gastos precisos de la casa, y como sin fatigas, reflexionará con mas descanso, y conceptuará como nunca. ◀Exemplum ◀Nível 4

No dudo que es atrevimiento este arrojo mio; pero qué se ha de hacer, Señora, yo no se pensar mejor, esto se me ha puesto en la cabeza, y una vez que yá se ha apoderado de mi fantasìa esta idea, no tiene remedio, yo la he de seguir con todas mis fuerzas; y asi Vmd. puede darme la respuesta, si gusta de aceptar mi ofrecimiento, y [68] no pierda la fortuna, que la han acarreado sus discretos pensamientos, pues sabe Dios quando se verà en otra: no sea Vmd. como algunas, que de puro presumidas, y desdeñosas, andan escogiendo toda su vida, y à el fin admiten lo peor, ò se quedan para Tias. Dios guarde à Vmd. &c. ◀Metatextualidade ◀Nível 3

El Pensador in Spe. ◀Carta/Carta ao editor

Respuesta.

Nível 3► Metatextualidade► Señor mio: Sin duda se hallará muy ufano, discurriendo que las extravagancias de su Carta me habrán sacado la risa del cuerpo, y obligado à abandonar mi séria propension; pues no ha sido asi: Vmd. ha dado golpe en vago, por-[69]que penetro bastantemente su intencion, y el ridìculo modo de motejarme. ¿Cómo habia de presumir, que un hombre que en su vida me ha visto, solo por la extravagante fantasìa de una preocupacion, se atreviese à pretender un estàdo tan arriesgado de acertar, y un nudo, à quien sola la Muerte es el Alexandro, que puede desatarle? Este es uno de los disparates mas perjudiciales, que se cometen en el Mundo; y porque vea Vmd. que de entre las amarguras de sus sátyras saco la dulzura de los consejos, con que servir à mis Lectores, dando la respuesta, que su Carta merece, podrá servir de aviso à los desprevenidos, que sin la juiciosa consideracion necessaria, se arrojan atrevidos à un estado, que si bien en paz es todo dulzuras, quando [70] se yerran los principios se convierte en un martyrio mas cruél, que quantos ha inventado la tyranía.

Es el Matrimonio aquel honesto contrato, con que dos sugetos se obligan mutuamente à vivir unidos toda la vida, sin separarse, hasta que uno de los dos sea despojo de la Muerte: no queda arbitrio, despues de celebrado, para romper tan fuerte ligadura, y si acaso algunos se apartan, quedan de peor condicion, pues lo mas que consiguen es aflojar, no desatar el lazo; pues aunque à el parecer quedan libres, aún arrastran la cadena de la esclavitud, porque no podrán disponer de sus personas, y vivirán en una prision mas rigorosa, disfrazada con el nombre de libertad. Se obligan los que se aven-[71]turan à este estado à sufrirse recìprocamente sus nulidades, ¡y si los genios son opuestos, quanto se padece! Me hace temblar muchas veces el notar la facilidad, y alegrìa, con que tantos de uno, y otro sexo se casan, sin mas antecedente, que un simple informe, una momentanea passion, ò un sórdido interés: ¿qué otra cosa es causa de los funestos sucesos, que se vén, y oyen todos los dias, que la poca reflexion con que se emprende un asunto tan sèrio? ¡Valgame Dios, y quantas vivieran menos pesarosas, si al disponerse à este estado, no le hubieran consultado con la libertad, la ambicion, y la mucha credulidad, y sì con la modestia, el desinterés, y la buena intencion! No se procura inquirir si es virtuoso, y de buena condicion el sugeto que se desea, basta [72] saber es rico, y de buena presencia, que sus costumbres son lo de menos: no es lo de menos, no, es lo principal, y el fundamento mas sólido sobre que estriva la paz de toda la vida, y la ilustre conservacion de las familias. ¿Cómo han de criar los hijos bien educados unos genios, que son diametralmente opuestos, y que se aborrecen en lo interior? El marido procurará las diversiones que pueda fuera de su casa, para contrapesar los disgustos, que en ella tiene; y la muger, impaciente de servir à un hombre, que le es odioso, ni cuidará de su obligacion como debe, ni mirará á los hijos con el debido amor, y sì como efectos de un aborrecible comercio, à quien desprecia en el fondo de su corazon.

[73] Estamos mirando todos los dias estos exemplares, y continuamente oyendo las quejas, y lamentos de los que se llaman engañados; y no obstante, ni estos escarmientos nos contienen, ni dejamos de precipitarnos desprevenidos à tanto riesgo. Pretende Fulvio à Nise solo porque es hermosa, rica, y agraciada, sin mas informarse de su genio, costumbres, y crianza; y ella, quando se lo proponen, ò se le presenta el pretendiente, solo pregunta, ò procura saber, qué empleo tiene, qué caudal es el suyo; y siendo estas noticias à gusto, yá todo está hecho, y en quatro dias se miran casados dos cuyos genios son tan distantes entre sì, como lo blanco, y lo negro; y apenas pasa la preocupacion de la novedad, y que cada uno sigue su [74] antigua inclinacion, principian las desazones, los enojos, y las riñas, yá no hay mas verdadero amor, y toda la costa de este matrimonio la hace lo indispensable del trato, la repugnancia simulada, y deseperacion manifiesta, de suerte, que una vida, que habia de ser el sosiego, y la quietud del corazon, se mira ser una muerte civil, que por instantes vá atormentando à aquellos infelices, y conduciendolos á la mayor desgracia. ¿No es verdad esto, señoras mias? ¿Señores, à quantos les sucede lo mismo? ¡O como unos, y otros me concederán la razon, y doblarán sus pesares à el mirar, que renuevo la causa de su penosa esclavitud!

¡Valgame Dios, qué asunto he tratado! Y en Cadiz, donde se vén todos los dias tantos casamientos [75] con sugetos forasteros, sin tener, ni inquirir mas noticia, que la que ellos mismos deponen de sì, ¿seràn estos informes fieles, y verdaderos? Regularmente no lo seràn, porque los testigos no pueden ser mas interesados. No sé cómo es compatible la vanidad, y pasion propria, que tienen mis Paysanas de sì mismas, con el abandono, que hacen de su mayor interés, quando sin mas noticia, que la de los ojos, se entregan à un hombre, que no saben anteriormente quien era, quienes fueron sus padres, y qué inclinaciones son las suyas. Yo ignoro en que fundan tanta vanidad, pues regularmente se habia de estender à todo lo que les puede ser perteneciente, y principalmente à un marido, que es la corona, quando es bueno, de todas nuestras esti-[76]maciones. ¡Pero qué dolor! no es menester adelgazar mucho el discurso para conocer que miran esta gran determinacion (pues es la mayor de toda la vida) con los ojos de la pasion indebida, el vil interés, y el ningun afecto á el verdadero honor: en esto consiste el vér à tantas como lloran, expuestas à la ultima miseria, abandonadas de aquellos maridos, que se escogieron sin consulta racional, y juiciosa; pues estos apenas se vieron, con el pretexto del Matrimonio, en felices posesiones, como gente libertina, y sin pudor las dejan, y huyen de aquella yà pesada carga, sin que en toda su vida vuelvan à acordarse de obligacion tan grande. ¿No es esto lo que sucede muy á menudo, señoras? ¿No lo vén Vmds. todos los dias? Cier-[77]tamente que es asi: y bien, ¿estos exemplares, esta desgracias, y estos faustos sucesos contienen à las que los mìran à que no hagan otro tanto? No por cierto, vamos à casarnos, y salga lo que saliere. ¡O, qué delirio! Pero qué me canso, si esta preocupacion queda bien castigada en las desprevenidas. Prosigan Vmds. Paysanas mias, en ser poco cautas, no importa, corran impacientes en seguimiento de los exteriores embelesos, que tanto les ciega, que yo no he de llorar sus pesares: Vmds. mismas se labrarán con sus descuidos su toermento, que es este uno de los abusos, que indefectiblemente se acarrea el mayor castigo. ¿Quantas familias decentes, y aun distinguidas de esta Ciudad, lloran con lagrimas de su corazon, en lo mas oculto del pe-[78]cho, las conseqüencias infelices de tales desordenes, à el verse ellas con maridos, y los padres con yernos indignos, ruines, y desconocidos, y que el cuidado, que antes no pusieron en indagar lo necesario para el acierto, ahora con un sigiloso empeño le doblan, para ocultar lo que, à pesar de su dolor, han sabido? Muchas son, asi fueran las ultimas, y que los padres, y las mugeres mismas, en una Ciudad llena de concurrentes de todo el Mundo, tubieran mas reparo en no permitir en sus casas el trato tan familiar, que estilan, para que no se vieran estos inconvenientes, y no se pagáran de la exterioridad de los trages, como si no hubiera picaros bien vestidos, que parecen Cavalleros.

Vmd. señor mio, inserirá la [79] respuesta, que podrá darle la que asi reflexiona en favor de las demás, quando se vea en la precision de discurrir en causa propria. Tambien sigue el rumbo de todos, haciendo un simulado panegyrico de sì, pues entre las chanzas describe su merito: yo, que naturalmente soy desconfiada, por ahora no quiero creerle, ni pretendo informarme de si es verdad quanto expone: estoy muy agena de tal intento; pero si alguna vez pensára, entro los muchos disparates, que me ocurren à la fantasìa, en este, dispondrìa, que una larga experiencia de las costumbres del sugeto, y una veridica, è imparcial noticia de su calidad asegurasen todos mis recelos, y con este conocimiento tal vez me determinaría: digo tal vez, porque aun de [80] burlas no me atrevo à decir que sí, porque ni los escarmientos, que miro en las demás, ni mi adversion natural me dán lugar à que discurra en lo contrario; y asi contentese Vmd. con tener entre sus Libros mis papeles, que por fin, à costa de su dinero, logra ser dueño de mis Pensamientos, que no es poco consuelo para una repulsa tan agria como lleva su disparatado intento, y dejeme Vmd. pensar à mis solas, que regularmente el estudio ni pide compañia, ni otros cuidados; pues me basta el que tengo de sufrir à Vmd. y à otros muchos, las impertinentes crìticas, que fomentan sobre mi Obrilla, à la que yá que no pueden morder por su objeto, se desvelan en indagar otras circunstancias, que no vienen à el caso, no son del as-[81] sumpto, como la que Vmd. apunta de los motivos, que han obligado à mi pluma à pensar; todo lo que para mì es indiferente, como logre estár decentemente ocupada, y lejos de la ociosidad: por lo que etoy contenta con mis Pensamientos, que à lo menos la gloriosa intencion de que sean útiles à mis Conciudadanos, los hace dos veces estimados de mì, la una por el afecto proprio de quien los produce: y la otra, porque me libran de vivir ociosa, y expuesta à mil precipicios, en que veo despeñarse à muchas, que haciendo gala de la misma ociosidad, dán franca entrada à otros Pensamientos, que no tan solamente son indignos de publicarse, sino es que aun sin salir de la mente, son acreedores à los mayores desprecios, por ser los que [82] dàn motivos à que Vmd. y otros muchos sus semejantes se atrevan à idear empresas muy agigantadas para su merito. ◀Metatextualidade ◀Nível 3

Citação/Divisa► Quam male inequales veniunt ad aratra juvenci:
Tam premitur magno conjuge nupta minor.

Ovid. I. Amor.

DECIMAS.

Si de impulsos desiguales

el yugo has de acompañar,
quantos surcos quieras dàr,
seràn lineas transversales:
Por bienes hallaràs males;
y aunque aumentes tu cuidado,
procurando confiado
en lo no igual poner leyes,
ò mataràs à los Bueyes,
ò quebraràs el arado.

Asi el pecho, que rendido

se entregue à amorosa union,
debe hacer que la razon
reconozca lo elegido:
Haga se informe el oìdo
de la igualdad, no los ojos,
se escusarà de sonrojos,
y evitarà pesadumbres;
porque entre opuestas costumbres,
nada es paz, todo es enojos. ◀Citação/Divisa ◀Nível 2

Con licencia: En Madrid, en la Imprenta de Francisco Xavier Garcia, calle de los Capellanes, año 1763.

Se hallarà este, y los demàs en la Libreria de Juan Yuste, calle de la Concepcion, frente del Salvador, y en su Puesto Gradas de San Phelipe.

[84] En donde estos Pensamientos se hallarán los Papeles siguentes: Sueño Mathematico, Calculo general, y particular del Eclypse magno del Sol, que acontecerà el primer dia de Abril del año de 1764. por Juan Ildefonso de Arias y Vega, Profesor de Mathematicas, y Medidor pùblico de Tierras en Cordova su Patria.

Papel curioso, muy divertido: Modo de jugar â la Chacota, compuesto por Don Vicente Matheo.

Y el Libro en quarto titulado: Alivio de Tristes, y Consuelo de Quejosos, escrito en Portugués por el Padre Matheo Rivero, Theologo, Predicador del Arzobispado de Lisboa, y traducido al Idioma Castellano por el Doctor en Sagrada Theologìa Juan Antonio Mora.

Y asimismo se hallará la Gramatica Francesa; y el Libro titulado Ardauli, Ideas Symbolicas.

Con licencia: En Madrid en la Imprenta de Francisco Xavier Garcia, calle de los Capellanes, año 1763.

Se hallarà este, y los demàs en la Librería de Juan Yuste, calle de la Concepcion, frente del Salvador, y en su Puesto Gradas de San Phelipe. ◀Nível 1