Zitiervorschlag: Anónimo (Hrsg.): "Carta XL", in: El Corresponsal del Censor, Vol.4\40 (1786-1788), S. 653-668, ediert in: Ertler, Klaus-Dieter / Hobisch, Elisabeth (Hrsg.): Die "Spectators" im internationalen Kontext. Digitale Edition, Graz 2011- . hdl.handle.net/11471/513.20.70 [aufgerufen am: ].
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Carta XL
Zitat/Motto► ¡O multa fleturum caput!
Horat. Epod. od. v. v. 74.
¡O quánto has de llorar Amigo mio! ◀Zitat/Motto
Ebene 2► Metatextualität► Señor Censor. ◀Metatextualität
En las Reflexîones de Tomé Cecial, sobre la leccion crítica del yá finado D. Vicente Garcia de la Huerta (que en paz descanse), publicadas por el Docto D. Juan Pablo Forner y [654] Segarra, hay una nota (pag. 48.) del tenor siguiente:
Los ignorantes, y los que tienen interés en que no se permita la sátira, se asen á la voz personalidad para desacreditar al que los ridiculiza, como queriendo hacer pasar por delito enorme el tocar á la persona de alguno : : : Esta es una necedad forrada en malicia; ó por mejor decir, un arbitrio de que se valen la malicia y el pedantismo para obrar sin estorvo. La personalidad es iniqüa, y digna de castigo, quando se imputa con malignidad ó injusticia.
Empapado el citado Señor Forner en máxîmas tan christianas, y de educacion tan fina, dice en la contestacion al Discurso 113 de Vmd. con aquel juicio y moderacion que le son tan característicos (pag. 81.) Lejos de nosotros la bárbara locura de odiarse é infamarse mútuamente. Es desgracia no hubiesen teni-[655]do presente tan bellos sentimientos los modestos Autores (lease Autor) de aquellos dos Galateos al revés, quiero decir, de aquellos dos papelitos intitulados, Demostraciones palmarias, y Conversaciones familiares y se habrian asi excusado de imputar á Vmd. con malignidad é injusticia (pag. 14. de las Demostraciones) Que, declama furiosamente contra todos los Estados, todas las gentes, y todos los establecimientos. En la 10 de las Conversaciones, que, es raro el Discurso de Vmd. en que no se eche de vér bien á las claras, que no estaba en sí quando le escribia. ¡Qué urbanidad llamar á un hombre demente ó beodo!). En la 13 de las mismas, que, es Vmd. un charlatan, que encaja á buelta de sus drogas inútiles, algunas muy nocivas. En la 29, que, vende por dogmas infalibles delirios sérios. En la 32, que, ha escrito Vmd. sandeces muy graciosas [656] en materia de Teología: y ultimamente, en la 38, asegura que, recomendando Vmd. la superfluidad, hasta quererla hacer compatible con la moral del Evangelio, recomienda (en el luxo) el mejor instrumento de la disolucion. Todo esto dice la citada Obra; ¿pero se prueba? Hoc opus, hic labor est.
Como no se puede negar, que tan miserables dicharachos, son unas personalidades iniqüas, y por lo tanto dignas de castigo, quisiera me dixese el Señor D. Juan Pablo Forner y Segarra, ¿quál impondria al Autor de semejantes libelos?
Metatextualität► La siguiente Epístola (que me dexaron en la Libreria de Gomez) va vestida de mas verdad y mas moderacion, que las atentas y eruditas Demostraciones palmarias, y que las graciosísimas Conversaciones familiares, pues no ridiculiza mas, que el defecto personal de la ignorancia y del pedantismo; por lo [657] que he determinado darla á luz: y aunque las ciencias nada adelantan con semejantes escaramuzas, puede ser se consiga que callen tantas chicharras como nos están atolondrando los oídos; y quando esto no se lógre, tener siquiera la satisfaccion de desengañar á unos poquitos, que preocupados, ó faltos de luces para saber distinguir los talentos superficiales de los sólidos, y lo precioso de lo vil, atribuyen á varios sugetos un mérito literario de que ciertamente están muy distantes. ◀Metatextualität
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EPISTOLA
Rompo, en fin, caro Amigo,
Mi silencio: templar quiero contigo
El dolor que me
aquexa
Y que un instante reposar no dexa
A la triste Alma
mia.
¡O de España fatal Apología!
Tu tan sola pudistes ser
la causa
De interrumpir la pausa
De mi tranquila vida
[658] En la paz y el retiro sumergida.
Sin duda, buen amigo, no aguardabas
Un Apostrofe tal; pero lo alabas:
Conozco, aunque
distante;
Que da muestras de gozo tu semblante,
Viendo a tu
Compañero
Taciturno y severo
Que da señales de tomar
partido
En lo recientemente sucedido.
Pues no te engañas, no. Yo toleraba,
(Aunque con amargura) el vér que daba
La necedad,
injusta preferencia
A toda impertinencia
Que en tantos
Papeluchos
Publicaba una turba de Avechuchos;
Desterrando
las buenas producciones
A ser de los Ratones,
Entre polvo y
Polilla, el alimento.
Aunque con sentimiento,
Callaba en mi retiro
O servando el aumento
Que de
instante en instante va tomando
La mala educacion, que
sofocando
En hombres y en mugeres
Los mas sagrados clasicos
deberes
Amenaza al Estado una ruina,
Si remedio a este mal
no se destina.
Miraba con disgusto
Los rapidos progresos del mal gusto
En los publicos
Teatros, donde a medias
[659] Se representan bárbaras Comedias,
Y se
cantan obscenas tonadillas,
Por unas ignorantes Jovencillas
De estólidos Poetas gobernadas,
Y por su infeliz suerte
destinadas
A ser fomentadoras
Del Vicio, y del Pudor las
destructoras,
Haciendo á la Nacion mas respetable
Entre
todas las otras despreciable;
(Pues lo torpe, ó lo culto de la
escena,
Es la regla segura
Por la qual, ó se elogia, ó se
condena
De qualesquier estado la cultura).
Meditaba igualmente
En las preocupaciones,
Y en las supersticiones
Que
tan generalmente
Arraygadas están; y me dolia
Vér el atraso
de la Patria mia.
Otro monton de cosas
Sensibles y horrorosas
Se me iban objetando,
Y á mi
imaginacion tormento dando.
Pero al fin me servia de
consuelo
Notar el sabio é incansable celo
Con que un Monarca
grande y poderoso
Sembraba cuidadoso
Con oportunas rectas
providencias,
No solo la semilla de las Ciencias,
Si no
tambien los medios mas seguros
[660] De que nuestros futuros
Recojan,
(nuestros tiempos elogiando)
Las frutas que van ahora
madurando.
Asi, amigo, vivia quietamente,
Y alternativamente
Alegre y descontento
Bien que
con mi retiro muy contento.
Vino la luz de un dia (¡o dia aciago
Y del qual con horror memoria hago!)
Deseaba el arribo
del Correo
Para satisfacerse mi deseo
Con la buena
noticia
De tu salud, que mi amistad codicia.
Presentaronme un Pliego:
Sus dobleces despliego,
Y hallome un Libro en
quarto:
Del bullicio me aparto
Para darme una
hartura
Con toda su lectura:
Abro el libro con ansia
inmoderada,
Y leo en la portada
Que era una Apología
Por nuestra España y su
Sabiduria.
¿Apología? (dixe medio muerto:)
¿Puede ser esto cierto?
¿Apologías, ahora que empezamos
Apenas á mostrar que por fin vamos
Haciendonos
Personas?
A la verdad son fuertes intentonas.
Continue
leyendo
[661] Y tropecé corriendo
Con el Autor: al vér
sus pocos años
Me recelé mil daños:
No porque no se puede
saber mucho
Antes de ser machucho,
Si no porque la sangre
hace su oficio
En un Autor novicio;
(Y son estas al fin unas
materias
Bastantemente sérias.)
Prosigo en mi trabajo:
Leo de arriba abaxo
Todo el volúmen de la
Apología;
¡Pero valgame Dios qué algaravia!
Hombre, ¿qué me
has enviado?
(Dixe desesperado)
¿Con rostro tan
sereno
Me das éste veneno?
¡Jesus qué palabrones!
¡Qué
horrendos clausulones!
¡Qué hender y qué rajar tan sin
concierto!
¿Pudo, estando despierto,
Dar en su
fantasía
Lugar á tanta pobre niñería?
¡Motejar á Niewton! ¡Ay que no es nada!
¡Decir que
fué soñada
La famosa invencion de su sistéma!
Vaya que es
furiosísimo Anatema.
¡Criticar á Cartesio! lindamente:
¡Decir que el sábio Pope era un demente!
Primorosa
chulada
[662] De una sesera bien
acalorada.
¡Contrarestar á roso y á belloso:
A tanto hombre
famoso,
Cuyas rectas y sábias opiniones
De las cultas
Naciones
Han sido respetadas!
Vaya que son risibles
Patochadas.
¡Decir doscientas mil impertinencias
De las
útiles Ciencias
Probando que son puros desatinos,
Y que sus
resultados, dos cominos
No valen, por dudosos é
inseguros!
No hay que hacer; son horrisonos conjuros,
¿Quién
á tanto le mueve?
De su conducta ¿qué pensar se
debe?
¿Creerá por ventura lo que ha impreso?
¿Será por
ignorancia,
O por falta de seso?
¿Será por arrogancia,
O
por adulacion? . . . No es nada de eso,
(Dixe entre
mí) . . . Quizá es malicia mia,
Pero yo pongo á que es hipocresía.
Ni eso es tampoco, (dixe por postrera
Resolucion:) defecto es de mollera.
¿Por donde le
compete
A tan alucinado mozalvete,
Que ni trató con
Sábios
En distintos Países, ni los labios
Abrió jamás
delante de los hombres
De conocidos nombres,
[663] Meterse de trompon y sin cordura
A
pretender tambien hacer figura,
Y no solo figura como
quiera,
Si no figura que (la Barredera
Red arrojando)
arrolla con desprecio
A tanto Sábio de tan alto
aprecio?
¿Cómo sufrir se puede
Que tan ufano
quede
Cantando la victoria
Quien escribió tan rara
Pepitoria?
A vosotros Censor,
Apologista,
Corresponsal, os toca la revista
De un
Libro tan pedante
Que se ha impreso delante
De la faz de la
Europa,
De cuyos Sábios la enojada tropa
Perpetuará la idea
tan temible
De que es la pobre España incorregible.
A este
veneno que á la Patria ataca
Aplicad de la sátira la triaca.
Empezad sin empacho:
Dad tras este muchacho,
Y en uno y otro
embate,
Hacedle vér su torpe disparate:
Por compasion
decidle: que su asunto
Necesita un conjunto
De mil
combinaciones
Que en pocas ocasiones
Se encuentran
reunidas:
Que si hubiera viajado,
[664] Y con Sábios tratado,
(Llevando de
antemano bien medidas
Con pulso, y paso á paso
Todas las
circunstancias del atraso,
O el adelantamiento
De nuestra
Patria) hubiera con mas tiento
En su gigante empresa
procedido;
(Yá que poco advertido
Quiso cargar con ella, no
atendiendo
A lo que Horacio nos está diciendo,
Sobre que
nadie cargue
Con lo que es muy posible que le
amargue:)
Advertidle tambien que un pobre mozo,
Lleno de
ligereza y alborozo,
Tan falto de experiencias
De las
sublímes Ciencias,
Y sin conocimiento
Del Mundo sábio; no el
atrevimiento
Debió tener de hacernos en el dia
La ofensa de
su fátua Apología.
Pero volviendo, amigo,
A razonar contigo:
Yo creo que el Autor del tal
volúmen
Se propuso en resumen
Captar de la Nacion las
atenciones:
El hizo las siguientes reflexîones.
Si yo con
palabrones campanudos,
De sentido desnudos,
Revisto bien mi
Obra;
Si se encuentran de sobra
[665] Los elogios de nuestros
Escritores
Diciendo al propio tiempo mil horrores
De los
acreditados
En las otras Naciones;
Si los
inveterados
Absurdos y opiniones
De nuestra escuela antigua
condecoro,
Y seguiditamente me encaloro
Contra la direccion
de los modernos,
En los Países externos,
Tratando de
locura
Su método, su efecto y su cultura;
Y si, en fin, de
las ciencias apreciables
Constituyo dudables
Los ciertos
resultados,
Catate aqui, que todos congregados,
Levantarán
el grito
Elogiando á su amado favoríto.
A los Sábios dexemos
este punto,
Y vamos continuando nuestro asunto.
Lo mejor, en efecto,
Hubiera sido huir del tal proyecto
De formar una
extraña Apología
De Nacion (que es Pigmea todavia
En las
Ciencias humanas:)
Son diligencias vanas
Solicitar que
obtenga
De repente lugar que la convenga.
La mejor y mas noble Apología,
Es ir de dia en dia
[666] Con estudio constante
Dando un paso
adelante
En el campo espacioso de las Ciencias:
Fomentar los
Autores
Que se vayan haciendo acreedores
Con sus taréas
útiles y exemplo
A ser subidos de la gloria al
templo:
Abandonar la inútil sutileza
De toda la escolástica
simpleza:
Darse al estudio sano,
Que es el consuelo del
linage humano;
Y de este modo la Nacion iria
Consiguiendo la
propia nombradia
Que a fuerza del estudio y de los años
A
conseguir llegaron los estraños.
¿Y qué hicimos? ¡Cuitados
miserables!
Manifestarnos mas inexôrables
En nuestro antiguo
error, diciendo al mundo
Que el Pueblo Hesperio (hábil sin
segundo)
No pretende salir de ningun modo
De la escoria y el
lodo.
¡O jóven, que sin tino
Has impreso tan loco desatino!
¿Cómo no te
sonrojas
De haber escrito tan dañinas hojas?
Dios te perdone
el susto que me has dado,
Porque por mí ya quedas perdonado.
Dime, buen hombre, pues que tu hado impío
Te conduxo al extremo desvarío
De hacerte en un
instante
[667] De tu Nacion el Apologizante,
¿No
pudieras, por suerte, haberlo hecho,
Como hombre de
provecho?
¿No tenias un modo
De haber salido con honor de
todo?
¿No miras, Autor tierno,
El incansable celo del
Gobierno
En promover las Ciencias y enseñanza
Dandonos
fundadisima esperanza
De que llegará un dia
En que sábia
será la Monarquía?
¿No notas que se fundan mil
Escuelas,
Donde son las espuelas
La honrada emulacion que al
Jóven pica,
Y gustoso al estudio se dedica?
¿No pudistes
(ahorrandote preludios)
Numerar los estudios
Que se van
planteando
Y los efectos que se van notando?
De la pregunta célebre y estraña
De, ¿qué es lo que la Europa á nuestra
España
Debe de tantos siglos á esta parte?
¿No
pudistes zafarte
Con mucha bizarría
Diciendo: que en tal
tiempo que no habia
Tanta Ciencia en Europa,
Tuvimos una
tropa
De Hombres insignes, graves, y eloqüentes,
Que en las
extrañas gentes
No hallaron competencia
[668] En la sagrada Ciencia
Ni en la
Jurisprudencia?
En lugar de esto ¡ó pobre! te
desvives
Queriendo hacer pasar á Luis
Vives
Por el hombre mayor de las edades.
Estas son
soberanas necedades,
Hijas precisamente
De una cholla
caliente.
Si el modo que te indico
Seguido hubieras, y callado el pico
Sobre la
preferencia
Exclusiva que das sin experiencia,
A tu Nacion,
habrias
Hecho lo que debias;
Ahorrandonos á todos los
ultrages
De que nos canonicen de salvages . . .
Pero ¿qué es esto, amigo?
Por mas que intento razonar contigo,
Un Apostrofe y
otro me desvia.
¡Mal haya amén la dicha
Apología!
Mejor será dexarlo;
Yo te ofrezco
enmendarlo
En el otro Correo:
Yá sabes quantos bienes te
deseo.
A Dios, amigo amado,
Queda tuyo tu fiel apasionado
Lázaro Cadebár de Miranda. ◀Satire ◀Ebene 3 ◀Ebene 2 ◀Ebene 1